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CAMPAÑA FUERA PLAGUICIDAS DE NUESTRAS VIDAS
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per Juan Ignacio Gomar Bonanno Correu-e: jig42naciog@yahoo.com (no verificat!) |
20 ago 2004
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El caso del DDT tal vez sea el más conocido. Presentado a partir de los años cuarenta como la gran solución en el combate contra las plagas de insectos, veinte años más tarde sus terribles efectos para la salud y el medioambiente se hicieron evidentes. |
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Tercer borrador de MANIFIESTO
Hoy en día estamos rodeados de más de 100.000 sustancias químicas artificiales, creadas desde el nacimiento de la industria química, a finales del siglo XIX. Están en nuestros alimentos, frescos o elaborados; en nuestras ropas; en nuestros hogares, como limpiadores, detergentes o pinturas; en nuestros jardines; en los lugares públicos, abiertos o cerrados; en los empastes dentales; en los cosméticos; en la multitud de objetos plásticos que comparten nuestras vidas, incluyendo juguetes, biberones y
chupetes; en los medios de transporte que utilizamos.
También están presentes en lugares aparentemente inaccesibles: los polos y las selvas ecuatoriales, el Monte Everest los lagos pirenaicos y los fondos marinos.
De este cúmulo de sustancias sólo unas 7.000 han sido analizadas, aunque con unos métodos que determinan los efectos de cada sustancia por separado, en animales de laboratorio y en el corto plazo. Esta anticuada metodología, cada vez más cuestionada por muchos expertos, ha cosechado sonoros fracasos, entre los cuales, el caso del DDT tal vez sea el más conocido. Presentado a partir de los años cuarenta como la gran solución en el combate contra las plagas de insectos, veinte años más tarde sus terribles efectos para la salud y el medioambiente se hicieron evidentes. Hoy el uso del DDT está prohibido, pero se sigue produciendo
y aplicando, ya sea para la agricultura de muchos países y/o como subproducto para la elaboración de otras sustancias, en apariencia menos tóxicas.
Conforme aumentan los estudios de sus impactos en nuestros organismos y en la naturaleza, la lista de sustancias con posibles efectos tóxicos se incrementa día a día, por ejemplo: la docena sucia, sustancias altamente tóxicas, descritas en el Protocolo de
Estocolmo (en vigor desde el 17 de mayo de 2004), que
el Estado español por fin ha ratificado el pasado 28
de mayo.
Particularmente insidiosa es la utilización masiva de estas sustancias en la cadena alimentaria. Su presencia en nuestros alimentos no sólo incrementa la lenta y continua bioacumulación en nuestros organismos, sino que los más de 40.000 agricultores
que mueren cada año intoxicados por agroquímicos, tal como constatan muchas organizaciones campesinas constituyen un terrible indicio del fracaso de un modelo agrícola basado en la utilización masiva de estos compuestos. Este modelo no ha solucionado el hambre en el mundo, sino que ha empeorado el problema al expulsar a millones de pequeños campesinos de la
actividad agrícola, incapaces de sobrevivir a la creciente dependencia respecto de unas pocas empresas proveedoras de los paquetes tecnológicos (semillas asociadas al uso de uno o varios agroquímicos de la misma compañía). Los nuevos cultivos transgénicos son sólo una continuación de este proceso, ya que no disminuyen la utilización de agroquímicos y aumentan
la dependencia de los agricultores, modelando una agricultura sin agricultores que es un desafío sin precedentes a la soberanía y seguridad alimentarias de los pueblos, minando las mismas bases de la democracia.
Ningún ser humano puede considerarse libre de las sustancias químicas de síntesis, como bien lo saben los más de mil trabajadores catalanes, en su mayoría mujeres, que han sufrido exposiciones a sustancias tóxicas en sus lugares de trabajo. Tampoco reconocen fronteras sociales y/o nacionales, como lo prueba el cúmulo de sustancias encontradas en los cuerpos de la
Comisaria de Medio Ambiente de la UE, Margot Wälstrom, o la cincuentena de miembros del Europarlamento que se sometieron hace poco a un análisis voluntario. Pero los medios de comunicación continúan bombardeándonos con una publicidad de todo tipo de artículos, sin especificar que algunos de sus componentes son bastante sospechosos, como en el caso de los champús pediculicidas (antipiojos) o la presencia de ftalatos
en juguetes infantiles
Sin embargo, la lenta intoxicación que supone vivir en medio de esta bomba química no ha generado una conciencia ciudadana acorde con el alto riesgo que ella implica. Tampoco las autoridades, salvo algunas pocas iniciativas aisladas, han encarado planes de actuación sistemáticos para reducir su uso y presencia diaria. Y cuando lo han intentado, han tenido que
enfrentarse a los poderosos intereses comerciales de las grandes industrias químicas. La amenaza de debilitamiento que está sufriendo en el Europarlamento y en el Consejo Europeo la iniciativa REACH (Registro, Evaluación y Análisis de Sustancias Químicas, en siglas inglesas) constituye otra prueba actual de esos oscuros intereses que se anteponen a la salud pública
y medio ambiental.
Ante esta situación, las organizaciones catalanas abajo firmantes hemos creído necesario lanzar la Campaña Fuera Plaguicidas de nuestras vidas, con el objetivo de reducir el uso y presencia de estas sustancias y su reemplazo por otras sustancias de toxicidad nula o mucho menor, que también existen. La Campaña se propone realizar una serie de actividades dirigidas tanto a incrementar la conciencia ciudadana como a plantear a nuestras autoridades la necesidad imperiosa de articular medidas legislativas y de acción que se adapten a las últimas normativas europeas y/o aquellas experiencias positivas de reducción desarrolladas en otros países de nuestro continente, como en Dinamarca.
En nuestra campaña nos proponemos tanto denunciar las sustancias más tóxicas y las actuaciones gubernamentales incorrectas, como también difundir las alternativas actualmente existentes, muy exitosas, que sin embargo suelen ser ignoradas por esos intereses espurios antes denunciados. En suma, no quedarnos sólo en el anti-sustancias, sino promover actitudes
positivas: fomento de la agricultura ecológica; del uso de detergentes y pinturas no tóxicos; de viejos remedios caseros más baratos y cuya eficacia nadie puede poner en duda (como el vinagre para combatir a los piojos, por ejemplo, o la lucha biológica que emplea antagonistas naturales contra las plagas de
insectos).
Con este Manifiesto también queremos presentar a las autoridades públicas catalanas: Generalitat, Parlamento Autonómico y Gobiernos Municipales, una serie de medidas de choque, en línea con la Declaración de París sobre Enfermedades ocasionadas
por la Contaminación Química y de la iniciativa Pesticides Use Reduction in Europe (PURE) de Pesticides Action Network (PAN)-Europe, que a nuestro entender deberían adoptarse de inmediato:
1. Elaborar una legislación específica para Catalunya y el Estado español sobre la "lucha integrada contra las plagas" conforme a los modelos europeos, que incluya la creación de un Centro Público de Referencia (Prevención, Diagnosis, Tratamiento y Seguimiento) que incorpore la formación de los médicos de cabecera acerca de estas intoxicaciones; asegurando, además, una cobertura social completa para todas las personas afectadas por la exposición a sustancias químicastóxicas.
2. Prohibir todos los productos que sean carcinógenos, mutágenos o tóxicos para la reproducción (CMRs en siglas inglesas), demostrados o probables, tal como especifican las autoridades y organizaciones internacionales científicas competentes, y por lo
tanto, aplicar el Principio de Sustitución.
3. Aplicar el Principio de Precaución a todas las sustancias químicas y los cultivos transgénicos que sean tóxicos persistentes y bioacumulativos, que constituyen un grave riesgo para la salud humana y de otras especies y para el medio ambiente, sin esperar a una prueba definitiva.
4. Posicionarse favorablemente para que se fortalezca, y no se debilite, la Iniciativa REACH sobre productos químicos industriales, basada en el Principio de Precaución y que hoy hace frente a una férrea oposición por parte de las corporaciones químicas
europeas.
5. Reemplazar las fumigaciones terrestres en los espacios urbanos por medidas de prevención y control biológico de plagas y hongos (Control Integrado de Plagas).
6. Establecer protocolos de actuación exigibles a las empresas de Control de Plagas en espacios públicos y privados, adecuándolos a las últimas normativas europeas y vigilar su estricto cumplimiento.
En el medio rural y el sector agrícola:
7. Prohibir las fumigaciones aéreas en todo el territorio de Catalunya, así como prohibir en todos los casos el uso de las sustancias incluidas en el Protocolo de Estocolmo y otros COP y establecer un Programa de reducción de agrotóxicos en Catalunya, con objetivos y plazos concretos.
8. Presionar al Gobierno Central y a la Comisión Europea para que la recepción de ayudas de la Política Agrícola Comunitaria (PAC) sea condicionada, como mínimo, a la adopción de la Agricultura Integrada, excluyéndose de estas ayudas a aquellos agricultores
que siembren cultivos transgénicos. Esta medida debería acompañarse con unas políticas de apoyo y asesoramiento a los pequeños agricultores, que evite su desaparición de la actividad agrícola.
9. La utilización de la mayor parte de los fondos para el Desarrollo Rural y los Sobres Nacionales de la PAC , para fomentar la producción y la comercialización de la Agricultura Ecológica, estableciendo un Plan Integral sobre Agricultura Ecológica, con objetivos y plazos definidos, con el objetivo de lograr que el 20%
de la Agricultura catalana sea ecológica en el 2010.
En el acceso a la información sobre sustancias
tóxicas:
10. Instaurar mecanismos de acceso público a la información sobre los controles que efectúan las autoridades catalanas, sobre todo en los alimentos, señalando claramente en los casos de decomisos, las empresas afectadas para aumentar la trazabilidad y
responsabilidad de los distintos agentes implicados.
Asimismo, promover, tanto a nivel autonómico como estatal y europeo, un sistema de etiquetado que señale los distintos productos químicos, tanto agentes activos como excipientes, utilizados en todos los productos de consumo masivo.
ORGANIZACIONES Y PERSONAS INDIVIDUALES FIRMANTES:
Amics de la Terra Barcelona |
Mira també:
http://reflexionrural.galeon.com |
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