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Contrarevolución cultural
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per ML |
16 jul 2004
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Contrarevolución cultural
autor: Lisandro Otero/La Jiribilla | data: 16/07/2004
El cine para la reacción
Una de las consecuencias del éxito arrollador del documental de Michael Moore, Farenheit 9/11, ha sido la reacción de la ultraderecha del partido republicano para frenar y contrarrestar la posible influencia del filme en la votación de los comicios en noviembre. Los fascistas millonarios tejanos han aportado grandes capitales para organizar el Festival de Cine Renacimiento, que se efectuará en Dallas del 9 al 11 de septiembre próximo. Los filmes deben basarse en la llamada “guerra contra el terrorâ€?, manera en que Bush le ha denominado a su sistemático uso del miedo para espantar a las mayorÃas y lograr un respaldo a su polÃtica de agresivo belicismo.
Los jerarcas del bushismo están alarmados con el auge del liberalismo en Hollywood. Ese festival de cine marcará el inicio de una contrarrevolución cultural, según afirma el diario Daily Telegraph, de Londres. Se espera que el archicatólico Mel Gibson se presente en el evento. Los productores de las pelÃculas del simio Schwartzneger han cooperado al logro del festival. Alrededor de cien cintas se han presentado al evento. Jason Apuzzo, uno de los productores concursantes, ha dicho que Hollywood estuvo dominado en otro tiempo por republicanos conservadores como Louis B. Mayer y Adolph Zukor y actores reaccionarios como John Wayne, Gary Cooper, Jimmy Stewart, Clark Gable y Charlton Heston. Ahora han surgido izquierdistas “peligrososâ€? como Sean Penn, quien insistentemente se opone a la guerra en Iraq, pagando, incluso, anuncios desplegados en The New York Times para expresar su opinión.
Se ha montado un sitio en Internet con el único propósito de atacar a los liberales de Hollywood. Se ha creado una lista negra con los nombres de todos aquellos actores, directores, músicos e intelectuales que se opusieron abiertamente a la polÃtica agresiva en el Oriente Medio. Se está convocando a boicotear las pelÃculas, libros y discos de los disidentes. “Aporreamos a esos famosos liberales de Hollywood que no tienen nada mejor que hacer que quejarse de los EE.UU. y atacar a los valientes hombres y mujeres que defienden nuestra forma de vida", afirma el sitio. "Hacemos todo lo posible para exponerlos mostrando lo que realmente son: hipócritas elitistas ávidos de dinero que aprovechan injustamente su popularidad para expresar sus opiniones", agrega la página. En la lista negra aparecen Barbra Streisand, Dustin Hoffman, George Clooney, Julia Roberts, Martin Scorsese, Oliver Stone, Richard Gere, Sean Penn, Gore Vidal, Martin Sheen, Madonna y Susan Sarandon. Otra lista, en la que aparecen Pamela Anderson, Bruce Springsteen y Leonardo DiCaprio, reúne a los simpatizantes que aún no se han manifestado. “¿Cómo les comunicamos nuestro rechazo? Dejando de comprar o alquilar sus pelÃculas, sus discos, sus libros y todos aquellos productos y servicios que anuncian", agrega la página. En la lista aparecen los ultrarreaccionarios a quienes hay que apoyar, como Britney Spears, Bruce Willis y John Travolta, según informa el diario ClarÃn, de Buenos Aires.
También se ha desatado una campaña para enviar cartas amenazadoras a las estrellas del espectáculo que se oponen a Bush, técnica ya usada en los años de nacimiento del fascismo en Italia y Alemania. El actor Martin Sheen, declaró que la cadena NBC fue presionada por algunos telespectadores para que lo echara de la serie "The West Wing". Los actores Susan Sarandon y Tim Robbins tuvieron que anular varios actos antibélicos en los que tenÃan previsto hablar y Sean Penn, ha manifestado que su oposición a la guerra le costó un papel en una pelÃcula. El Sindicato de actores de cine y televisión ha tenido que emitir un comunicado en el que rechaza la elaboración de listas negras, según la Agencia France Presse.
Hollywood se construyó bajo el signo del rechazo a las jerarquÃas, y el desafÃo a la autoridad implÃcito en las comedias de Mack Senet y Charles Chaplin. La iniciativa de los fascistas tejanos de desatar una contrarrevolución cultural traerá lamentables consecuencias al estimular el sofocamiento de la genuina creatividad artÃstica en EE.UU. bajo la represión totalitaria de Bush y su pandilla. |
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