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Art i Cultura
Presentación en la Biblioteca Arús del libro sobre "Los Comités de Defensa de la CNT"
Data: | Dijous 20 Octubre, 2011, 19:00 - 00:00 | Descripció: | Jueves día 20 de octubre, a las 19 horas.
Biblioteca Pública Arús.
Paseo San Juan, 26
Presentación del libro: "Los Comités de Defensa de la CNT en Barcelona"
¿Qué era un Comité de Defensa?
Los comités de defensa eran la organización militar clandestina de la CNT, financiada por los sindicatos y su acción estaba subordinada a éstos.
En octubre de 1934 (en una reunión del Comité Nacional de los Comités de Defenda (CNCD) se abandonó la vieja táctica de los grupos de acción, en favor de una seria y metódica preparación revolucionaria.
Ese CNCD concluyó que: “No hay revolución sin preparación. Hay que acabar con el prejuicio de las improvisaciones. Ese error, de la confianza en el instinto creador de las masas, nos ha costado muy caro. No se procuran, como por generación espontánea, los medios de guerra inexcusables para combatir a un Estado que tiene experiencia, fuerte armamento y mayor capacidad ofensiva y defensiva”.
El grupo de defensa básico, debía ser poco numeroso, para facilitar su clandestinidad y agilidad.Debía estar formado por seis militantes, con funciones muy específicas:
1.- secretario: contacto con otros cuadros, creación de nuevos grupos, informes.
2.- investigación de personas: determinar la peligrosidad de los enemigos.
3.- investigación de edificios: levantar planos y elaborar estadísticas.
4.- estudio de los puntos estratégicos y tácticos de la lucha callejera.
5.- estudio de los servicios públicos.
6.- investigar dónde obtener armas, dinero y abastos.
A esa cifra ideal de seis, podía sumarse algún miembro más para cubrir tareas “de sumo relieve”. La clandestinidad debía ser absoluta. Eran los núcleos básicos de un ejército revolucionario, capaces de movilizar a grupos secundarios más numerosos, y éstos, a su vez, a todo el pueblo.
Su ámbito de acción era una demarcación muy precisa dentro de cada barrio. En cada barrio se constituía un Comité de Defensa de la barriada, que coordinaba todos esos cuadros de defensa, y que recibía un informe mensual de cada uno de los secretarios de grupo. El secretario-delegado de barrio realizaba un resumen que entregaba al Comité de Distrito; y éste, a su vez, lo tramitaba al Comité Local de Defensa “y éste al Regional y al Nacional sucesivamente”.
La organización de los comités de defensa a escala regional y nacional, encuadraba a aquellos sectores de trabajadores, como ferroviarios, conductores de autocar, trabajadores de teléfonos y telégrafos, carteros y en fin, todos los que por características de su profesión u organización, abarcaban un ámbito nacional, destacando la importancia de las comunicaciones en una insurrección revolucionaria. Se dedicaba un cuidado especial al trabajo de infiltración, propaganda y captación de simpatizantes en los cuarteles.
Las funciones esenciales de los comités de defensa eran dos:
1.- Obtención, mantenimiento, custodia y aprendizaje en el manejo de las armas.
2.- Intendencia en el sentido amplio de la palabra.
Los CD podían considerarse como la continuidad, reorganización y extensión de los grupos de acción y autodefensa armada de los años del pistolerismo (1917-1923).
¿Cómo se pasó de los grupos de acción a los cuadros de defensa?
En enero de 1935 los grupos anarquistas Indomables, Nervio, Nosotros, Tierra Libre y Germen, en el Pleno de la Federación de Grupos Anarquista de Barcelona fundaron, en Barcelona, el Comité Local de Preparación Revolucionaria.
Frente a un panorama histórico, realmente desolador; el auge del fascismo en Italia, del nazismo en Alemania, del estalinismo en la Unión Soviética, de la depresión económica con un paro masivo y permanente en Estados Unidos y Europa; la ponencia elaborada en ese Pleno, oponía la esperanza del proletariado revolucionario.
Decía la Ponencia: “En la quiebra universal de las ideas, partidos, sistemas, sólo queda en pie el proletariado revolucionario con su programa de reorganización de las bases de trabajo, de la realidad económica y social y de la solidaridad”.
Se criticaba de este modo la vieja táctica, ya abandonada en octubre de 1934, de la gimnasia revolucionaria y de la improvisación de las insurrecciones de enero y diciembre de 1933. Decía la Ponencia “La revolución social no puede ser interpretada como un golpe de audacia, al estilo de los golpes de estado del jacobinismo, sino que será consecuencia y resultado del desenlace de una guerra civil inevitable y de duración imposible de prever”.
La preparación revolucionaria para una larga guerra civil exigía nuevos desafíos, impensables en la vieja táctica de los grupos de choque. Decía: “Dado que no es posible disponer de antemano de los stocks de armas necesarios para una lucha sostenida, es preciso que el Comité de preparación estudie el modo de transformar en determinadas zonas estratégicas las industrias […], en industrias proveedoras de material de combate para la revolución”. Ahí estuvo el origen de la comisión de industrias de guerra, constituida el 7 de agosto de 1936, que en Cataluña levantó de la nada más absoluta una potente industria bélica gracias al esfuerzo de los trabajadores, coordinados por los cenetistas Eugenio Vallejo Isla, metalúrgico; Manuel Martí Pallarés, del sindicato de Químicas, y Mariano Martín Izquierdo; aunque más tarde el éxito se lo quisieron apuntar los políticos burgueses como Josep Tarradellas.
De los grupos de acción y de choque para la práctica de la gimnasia revolucionaria, anteriores a 1934, se había pasado a la formación de cuadros de información y combate, considerados como células básicas de un ejército revolucionario, capaz de derrotar al ejército y sostener una guerra civil. | Lloc: | Biblioteca Pública Arús.
Paseo San Juan, 26 | Adreça: | Paseo San Juan, 26 | Preu: | gratix |
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