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Notícies :: criminalització i repressió
La legislación antiterrorista(detención- incomunicación) y las personas que padecieron torturas.
per pere	18 jun 2004
Sobre la legislación antiterrorista y sus consecuencias. (Fuente Rev-vida y salud)
Ni todas las personas reaccionan igual ante las mismas situaciones trágicas ni todas las detenciones (legislación antiterrorista)producen los mismos efectos psicológicos en los detenid@s. La personalidad equilibrada juega a favor de toda persona que, de la noche a la mañana, se enfrenta a una situación traumática. Ser sentimentalmente estable se convierte así en el bastón en el que apoyarse para sobrellevar, como se pueda, cada día, hora o minuto de una situación tráumatica. Además, dicho equilibrio servirá para amortiguar el duro golpe que supone la detención y sus consecuencias. Los recursos psicológicos de cada individuo, también, pueden jugar a favor de la persona detenid@. La autodisciplina y un sistema de valores arraigado, sirven para mantener viva la esperanza durante la detención y para crear e ir creando estrategias de cara a la tortura. Por el contrario, las personas con tendencia a la depresión o marcadas por la ansiedad, suelen sufrir mayores secuelas y pueden tardar más tiempo en recuperarse anímicamente. Pero tanto las personas sentimentalmente estables, como las inestables, que tienen que sobrevivir a una detención con incomunicación,en definitiva, enfrentarse a la falta de intimidad, al grado de humillación al que puede estar sometido el ser humano privado de libertad y al trato recibido por los torturadores- sufren estados de ansiedad y depresión graves. Ansiedad, ante la incertidumbre de lo que pasará con la propia vida, que desencadena un constante estado de alerta mental y físico que puede desembocar en un agotamiento psíquico. Las técnicas de apoyo psicológico que se han estado empleando hasta la fecha han fracasado en los casos más graves. Los pacientes, a pesar de este apoyo, continuaban sudando por las noches, sufriendo terribles pesadillas y aterrándose de una forma súbita ante estímulos casi siempre banales. No obstante, ya hace algunos años que se vienen publicando trabajos que demuestran cómo los psicofármacos son muy útiles en el síndrome de estrés postraumático. El porqué está justificada esta terapia se debe, según los psiquiatras biológicos, a que en el estrés postraumático severo existen cambios moleculares cerebrales importantes. Sólo cuando se intenta modular con fármacos las alteraciones en los neurotransmisores que las malas vivencias han creado, se puede empezar a pensar en la recuperación. (Fuente-rev.vida y salud)
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