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Notícies :: dones |
La nueva y terrible arma contra la población civil
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per (penjat per) Antoni Ferret |
17 jun 2004
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Texto procedente de Médicos sin Fronteras |
La violencia sexual: una arma terriblemente efectiva
En MSF somos testigos de que la violencia sexual se está utilizando en muchísimos conflictos armados como arma de guerra. No se trata de actos aislados. Grupos de combatientes violan a las víctimas para dominar a la población y destruir las estructuras familiares, ante la pasividad de quienes deberían protegerlas.
Daños físicos
A los daños genitales que puede provocar el acto sexual forzado, se suman las palizas, a veces extraordinariamente crueles, que suelen acompañar a la violencia sexual.
Los embarazos no deseados aumentan el número de abortos, a menudo realizados en la clandestinidad y en malas condiciones, con riesgo de producir infecciones e incluso la muerte.
Existe un alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluyendo el SIDA, ya que las heridas y hemorragias facilitan la transmisión del virus.
Daños psicológicos
En algunas personas, la agresión se traduce en graves trastornos de salud mental.
Muchas víctimas de abusos sexuales viven aterrorizadas, otras reaccionan con sentimientos de vergüenza o de culpa, algunas se sienten enfermas, pierden el apetito, no pueden dormir o tienen constantes pesadillas.
Son habituales la disminución del deseo sexual o la aparición de dolor durante las relaciones sexuales, que trastornan la vida de pareja.
Daños socio-econòmicos
A menudo, la ansiedad o la fatiga causada por problemas de sueño dificultan las labores de la vida cotidiana.
En otras, a pesar de que el sustento familiar dependa de la agricultura, las víctimas no se atreven a regresar a sus campos, por miedo a nuevas agresiones.
En ocasiones, las víctimas de una violación son rechazadas por su comunidad e incluso por su pareja, y se encuentran aisladas, avergonzadas y sin recursos para sobrevivir.
La respuesta de MSF
Ante todo, confidencialidad
Procuramos que las pacientes puedan hablar de su experiencia con libertad. Para ello les garantizamos la más absoluta confidencialidad y les ofrecemos una acogida humana y un espacio adecuado, a pesar de nuestras limitaciones.
Asistencia médica y psicológica
Tratamos las lesiones físicas, incluyendo la intervención quirúrgica en caso de que los daños genitales la requieran. También prevenimos las infecciones de transmisión sexual, y, si han transcurrido menos de 72 horas desde la violación, ofrecemos el tratamiento con antirretrovirales para prevenir la infección por SIDA.
Esta asistencia médica se complementa con la asistencia psicológica necesaria, que en ocasiones realizan directamente profesionales de MSF.
Lucha contra la pasividad
También extendemos un certificado médico que recoge las circunstancias de la agresión. Aunque en muchos países los conflictos armados dificultan la persecución de los abusos sexuales, este documento ofrecerá a las víctimas un soporte legal para intentar que sus agresores no queden impunes.
Cuando la (o el) paciente nos da su autorización expresa, su testimonio y las evidencias forenses son claves para dar a conocer la realidad de la violencia sexual y para romper el círculo de su aceptación y la impunidad de quienes la cometen.
Para más información o compartir inquietudes:
doctora Celia Kohn, médico-ginecólogo de MSF,
celia.kohn ARROBA msf.es |
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