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Notícies :: corrupció i poder : criminalització i repressió |
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Valencia: Un preso acusado de terrorismo denuncia jornadas de aislamiento de hasta 22 horas
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per ¡Hagan juego, la banca gana! |
16 mai 2004
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Un preso acusado de terrorismo denuncia jornadas de aislamiento de hasta 22 horas
DETENCIÓN. UNO DE LOS ACUSADOS POR ATENTAR EN LA OFICINA POSTAL.
Eduardo A. S., recién trasladado a Castelló, está acusado de atentar en Correos de Valencia
Valencia, Levante-EMV, 16-05-2004
Ramón Marín, Castelló
Un preso recluido en el módulo de menores de la cárcel de Castelló ha denunciado la «represión» aplicada por la dirección del centro durante los fines de semana. El testimonio de Eduardo A. S., que fue traslado al penal de la carretera de l'Alcora desde Alcalá-Meco hace unas semanas, revela que estaría siendo sometido a periodos de aislamiento de 22 horas diarias.
El joven, de 20 años, es un uno de los militantes anarquistas a los que se considera autores materiales del envío de la carta-bomba que explotó en el edificio de Correos de la calle San Vicente de Valencia en la víspera de las elecciones municipales del 25 de mayo de 2003. Posteriormente, se les relacionó con una serie de sabotajes ocurridos en esas fechas: el incendio de una excavadora durante las protestas del 23 de mayo contra el proyecto urbanístico del Cabanyal, y la utilización de artefactos incendiarios contra los bienes de instituciones públicas y empresas como un centro de Formación Profesional, un cajero de Bancaja, la fachada de un establecimiento de Telepizza, y la oficina de la inmobiliaria Llahogar.
La situación carcelaria que denuncia el preso también la estarían sufriendo otros reclusos de la condición FIES-3, un régimen penitenciario de especial dureza que se suele aplicar a los condenados o acusados de delitos relacionados con el terrorismo. Son recluidos en celdas separadas y se les niega la participación en las actividades, talleres, clases y, en ocasiones, hasta la asistencia a misa, un momento en el que suelen verse con los otros presos. El correo es intervenido y las visitas son más controladas.
La denuncia, difundida a través de foros de Internet y revistas alternativas por el propio recluso, indica que la medida denunciada se estaría aplicando al margen del reglamento penitenciario. «Lo que ocurre aquí dentro es un claro reflejo de lo que se vive en la calle, una gran cárcel donde continúa la explotación, la miseria y los amos del mundo siguen repartiéndose el pastel mientras la sociedad se mantiene con indiferencia a todo lo que estamos viviendo», explica en un comunicado político que ha alcanzado fronteras geográficas y también puede leerse en inglés y en alemán. «Si nos reprimen es porque damos donde duele y eso es señal de que avanzamos. Les gustaría que no alzáramos la voz y que acatáramos sus normas, pero somos demasiado rebeldes para ello», explica el recluso en el mencionado escrito. Y añade: «Está claro que van a por nosotr@s, somos conscientes de que la lucha será larga y dura pero no nos queda otra que seguir luchando por la definitiva liberación de tod@s l@s individuos y la destrucción de todas las cárceles».
De la Audiencia Nacional al juzgado
El caso de Eduardo A. S. se instruyó en la Audiencia Nacional, aunque luego fue devuelto a la jurisdicción ordinaria, al juzgado número 5 de Valencia; su abogado, Endika Zulueta, presentó en noviembre una petición de libertad bajo fianza, que fue denegada. Los fundamentos jurídicos en los que se basa el fiscal eran que las acusaciones eran «muy graves»: estragos, fabricación de explosivos e intento de asesinato.
Este diario requirió hace unos días la opinión del Ministerio del Interior sobre la denuncia del preso. En el momento de escribir esta información, aún no se había recibido la contestación correspondiente. |
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