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Notícies :: guerra |
La conexión israelà en las torturas a iraquÃes
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per un copión de La Vanguardia |
13 mai 2004
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SE HAN OBSERVADO notables coincidencias entre el trato a prisioneros iraquíes y el dispensado a palestinos en centros israelíes |
Los interrogadores acusados de incitar a las tropas estadounidenses a maltratar a los prisioneros iraquÃes en la cárcel de Abu Ghraib trabajaban, como mÃnimo, para una empresa poseedora de amplios contactos militares y comerciales con los israelÃes. Ahora resulta que el presidente de una empresa norteamericana, cuyo personal se halla implicado en las torturas a iraquÃes, frecuentó en su dÃa las instalaciones de un campo de instrucción “antiterroristaâ€? en Israel y recibió un galardón de manos del polÃtico consevador Shaul Mofaz, ministro de Defensa israelÃ.
Según la empresa de J. P. London, CACI International (Consolidated Analysis Centers, Inc.) de servicios de seguridad, logÃstica y espionaje, la finalidad de la visita de London –bajo el patrocinio de un grupo de presión israelÃ, con la presencia de varios congresistas estadounidenses y otros contratistas del sector de la defensa– consistÃa en “promover iniciativas destinadas a la colaboración estratégica y la creación de empresas mixtas entre organismos estadounidenses e israelÃes del sector de la seguridad nacional y la defensaâ€?. Edward Bersoff, el director de Titan, otra empresa implicada en el suministro de agentes a Iraq, colabora con un grupo de presión israelà en Washington.
Periodistas, diplomáticos y miembros de entidades y asociaciones de derechos humanos han observado la existencia de notables coincidencias entre el trato dispensado a prisioneros iraquÃes que ha consternado al mundo y los sufrimientos infligidos a internos palestinos confinados en centros de interrogación israelÃes. Tales acciones incluyen distintas operaciones entre las que se cuentan las de privar de sueño, tapar la cabeza con un capirote, golpear, despojar de las ropas, vejar y causar la muerte.
El Pentágono y las autoridades de ocupación en Iraq reiteran que únicamente los ciudadanos estadounidenses han contado con autorización para interrogar a prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib, pero tal afirmación no tiene en consideración a los norteamericanos que asimismo pueden ser poseedores de pasaporte israelÃ. Por su parte, el contenido del informe sobre la tortura –hasta ahora secreto– redactado por el general estadounidense Antonio Taguba, alude a “ciudadanos de terceros paÃsesâ€? involucrados en los malos tratos a prisioneros iraquÃes.
El general Taguba menciona en su informe a Steven Stafanovic y John Israel, de quienes afirma que se hallaban implicados en los malos tratos en la cárcel de Abu Ghraib. Stafanovic, quien habÃa trabajado para la citada empresa CACI –denominada “Khakiâ€? en el seno de las fuerzas armadas estadounidenses– “autorizó y/o dio instrucciones –según Taguba– a agentes de la policÃa militar, carentes de instrucción en técnicas de interrogatorio, cooperó y auxilió en la realización de interrogatorios, proporcionando a tal fin las ‘condiciones oportunas’â€?. “Es evidente que sabÃa que sus instrucciones en este terreno equivalÃan al maltrato fÃsicoâ€?, añade. Uno de los colaboradores de Stafanovic, Joe Ryan –cuyo nombre no se menciona en el informe de Taguba– afirma ahora que siguió un “curso de instrucción israelà sobre interrogatoriosâ€? antes de ir a Iraq.
Israel fue el único paÃs de Oriente Medio que respaldó la invasión anglo-norteamericana de Iraq el año pasado y Paul Findley, congresista republicano durante 22 años, hasta que se convirtió en un crÃtico clamoroso de Israel, ha declarado que Tel Aviv “asesora a las fuerzas estadounidenses sobre la forma de organizar la ocupaciónâ€?. No es ningún secreto que el Pentágono pidió a Israel que le informara acerca de sus “normas sobre su nivel de implicaciónâ€? vigentes en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza. Los responsables israelÃes han asesorado al respecto a sus homólogos estadounidenses y, según Associated Press, “en los meses de enero y febrero del 2003 las fuerzas armadas israelÃes y norteamericanas se entrenaron conjuntamente en el desierto de Neguev, en el sur de Israelâ€?. “Israel, asimismo, ha recibido la visita de agentes de las fuerzas de seguridad estadounidenses para formarles en técnicas de contraterrorismo.â€?
J. P. London, en el curso de una cena de gala en Jerusalén durante su visita a Israel en el pasado mes de enero, recibió el premio de TecnologÃa Albert Einstein concedido a sistemas de seguridad nacional y defensa de manos del antiguo general Mofaz, recorriendo asimismo en aquella ocasión los altos del Golán en compañÃa de Effie Eitam, ministro de Vivienda israelÃ, otro antiguo general que propugna la “transferenciaâ€? de población palestina de Cisjordania. La visita de la “misión de defensa aeroespacial y seguridad nacionalâ€? incluyó una visita a Beit Horon, considerado el “campo de instrucción de los comandos antiterroristas israelÃes de las fuerzas de seguridad y policÃa de fonterasâ€?. Según fuentes militares estadounidenses, el grupo empresarial CACI de J. P. London ha obtenido este año la concesión de un contrato por valor de más de diez millones de dólares de las fuerzas armadas de Estados Unidos, en tanto que Titan ha informado de un 21% de crecimiento en su capÃtulo de ingresos correspondientes al primer trimestre del 2004. Se ha señalado al respecto que el factor impulsor principal de tal incremento de ingresos obedece a la existencia de un “contrato verbal con las fuerzas armadas de Estados Unidosâ€?. Bajo el epÃgrafe “Soluciones en materia de seguridad nacionalâ€?, de Titan –subtÃtulo de la operación comercial en cuestión–, se solicita que los traductores posean “un nivel nativo y fluido de conocimiento de los dialectos árabes de uso corriente en Iraqâ€? y, asimismo, que “respeten y observen las normas de conducta propias de la ciudadanÃa norteamericana en la realización de sus tareas y obligaciones habitualesâ€?. Stafanovic, de CACI –quien puede tratarse asimismo de un ciudadano australiano– fue acusado por el informe de Taguba de efectuar “declaraciones falsas ante el equipo investigador sobre (...) su conocimiento de la existencia de malos tratosâ€? y – según el mismo informe– sabÃa evidentemente que sus instrucciones a los agentes de la policÃa militar estadounidense “equivalÃan a malos tratos fÃsicosâ€?.
Otro interrogador extranjero, Adel Nakhla –puede ser de origen egipcio– fue testigo del “apilamientoâ€? de prisioneros desnudos en la cárcel de Abu Ghraib, en tanto que John Israel “embaucóâ€? a los investigadores del caso al negar que hubiera presenciado muestras de “mala conductaâ€? y en cualquier caso carecÃa de “autorización de seguridadâ€?.
Según Titan, Israel coopera con uno de los “subcontratistasâ€? de la empresa. Titan ha declinado revelar su nombre. Entre los anteriores directores de la empresa se cuenta James Woolsey, ex director de la CIA y uno de los artÃfices de la invasión estadounidense de Iraq, amigo del convicto impostor Ahmed Chalabi –miembro aún del gobierno provisional iraquÖ y personalidad destacada de un grupo de presión israelà en Washington. J. P. London afirma que su empresa, CACI, “no consiente, tolera ni aprueba en modo alguno ninguna práctica o conducta impropia o inconveniente de ninguno de sus empleadosâ€?.
Sin embargo, es evidente que la estela de las torturas perpetradas en la cárcel de Abu Ghraib perdurará mucho después del bárbaro comportamiento de un puñado de agentes policiales o de seguridad norteamericanos, todos los cuales sostienen que “los responsables de los servicios de inteligencia� les ordenaron que “ablandaran� a sus prisioneros para proceder a su interrogatorio.
Noticia de La Vanguardia del 13/05/2004 |
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