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Notícies :: guerra |
Estados Unidos sabía desde enero de los abusos en Irak
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per geek |
10 mai 2004
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El secretario de Estado, Colin Powell, y la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, fueron informados en enero pasado sobre los malos tratos inflingidos a prisioneros iraquíes, denunció hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), al tiempo que el semanario New Yorker, al dar a conocer una nueva foto que documenta los abusos contra los presos iraquíes en la cárcel de Abu Gharib, en las afueras de Bagdad, aseguró que tanto el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como los altos mandos militares en el terreno intentaron evitar el escándalo durante varios meses. |
Nada Dumani, vocera del CICR, declaró a la televisora alemana Spiegel TV, que el presidente del comité Jakoc Kellennberger, informó sobre las torturas a las autoridades estadunidenses, incluidos Powell y Rice.
"Fuimos hasta la cúpula. El presidente del CICR se reunió en enero en Washington con Powell, (el secretario adjunto de Defensa) Paul Wolfowitz y Rice y les manifestó nuestra preocupación por (la situación en) la prisión" de Abu Gharib, señaló.
En febrero, agregó, se envió un informe al administrador civil Paul Bremer, y al jefe de las fuerzas estadunidenses, general Ricardo Sánchez.
Por lo pronto, el vicepresidente estadunidense, Dick Cheney y Rice manifestaron su apoyo a Rumsfeld, mientras crece el debate parlamentario sobre la difusión pública de más fotografías "díficiles de creer", en palabras del propio jefe del Pentágono.
Rumsfeld, el mejor jefe que ha tenido el Pentágono: Cheney
Cheney, mediante su vocero Kevin Kellems, sostuvo en un comunicado que "Don Rumsfeld es el mejor secretario de la Defensa que Estados Unidos tuvo jamás. Hay que dejarlo hacer su trabajo.
"Los estadunidenses quieren mantener a Rumsfeld en su puesto. ¿Por qué? Porque este hombre de anteojos que ven en la televisión quien los protege persiguiendo terroristas. Eso es para el ciudadano promedio. Ese es el lugar que se ganó desde el 11 de septiembre (de 2001)", subrayó Cheney.
Para Rice, Rumsfeld, conserva "el más fuerte apoyo posible" del presidente George W. Bush, a pesar de los llamados de la oposición demócrata y los principales medios de prensa locales para que dimita.
El semanario The New Yorker publicó hoy una foto tomada en la prisión de Abu Gharib en la que aparece un reo desnudo amedrentado por dos perros de militares estadunidenses.
La revista, de las primeras en publicar fotos que causaron un escándalo internacional, señala que existen otras de la misma escena, que muestran al prisionero en el suelo sangrando.
La nueva fotografía está acompañada por un reportaje del periodista Seymour Hersh quien afirma que Rumsfeld y los generales Ricardo Sánchez, jefe de operaciones militares conjuntas en Irak, y el general John Abizaid, a cargo del Comando Central del ejército estadunidense, trataron de evitar el escándalo durante varios meses.
"Ellos siempre intentaron detener la salida de malas noticias con la esperanza de que una buena información las opacara", aseguró a Hersh una fuente confidencial.
La foto publicada por el semanario muestra a un iraquí desnudo contra la pared de una celda, con los manos atadas detrás del cuello, aterrorizado ante el acoso de tres soldados estadunidenses con dos perros pastor alemán. Para los musulmanes el perro es considerado un animal sucio e impuro.
El reportaje pone en tela de juicio la preparación de los soldados estadunidenses encargados de la seguridad de prisiones. El general Charles Hines, quien fue comandante de la academia de policía militar estadunidense durante 28 años, se cuestionó: "¿perros agresivos en una habitación con gente? ¿Perros agresivos usados contra prisioneros de guerra? Nunca antes oí sobre eso y nunca tiene que ser tolerado".
La tortura, sugiere Hersh basándose en un informe del general Antonio M. Taguba, es una práctica común de los soldados de EU desde la invasión a Afganistán, sin embargo los documentos al respecto están clasificados.
El reportaje también informa de la existencia de más fotografías de prisioneros iraquíes vejados. "Otra foto es un primer plano del prisionero desnudo, desde la cintura a sus tobillos, que yace en el suelo. En su muslo derecho se puede ver lo que parece una mordida o un desgarramiento profundo. Hay otra herida más grande en su pierna izquierda cubierta de sangre".
Rumsfeld admitió el viernes en su comparecencia ante dos comités del Congreso, que existían más fotos y videos que podrían agravar el escándalo.
Políticos y miembros del Congreso de ambos partidos insistieron en que altos oficiales del ejército y funcionarios de la administración Bush también deben ser responsabilizados por las torturas a prisioneros. El general retirado Wesley Clark, ex comandante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y ex pre candidato presidencial demócrata, pidió a Bush responsabilizarse de los abusos cometidos por soldados estadunidenses contra iraquíes recluidos.
"El problema trasciende al secretario de la Defensa... Hay un problema de liderazgo presidencial. El es el comandante en jefe. Lo anuncia virtualmente cada día en la campaña y debe responsabilizarse personalmente por esto, porque refleja la influencia de su mando", declaró Clark a la televisora NBC.
Para el influyente senador Ted Kennedy es lamentable que para Medio Oriente "el símbolo de Estados Unidos no sea la Estatua de la Libertad, sino el prisionero con una capa negra y una capucha oscura en su cabeza y cables adosados a su cuerpo".
El senador republicano Lindsay Graham, dijo a la cadena NBC que no se quiere "que un grupo de soldados y sargentos sean los chivos expiatorios, no queremos que ningún político lo sea... Si hay más fotos detallando abusos, por Dios, hablemos de ello, porque las vidas de hombres y mujeres pueden depender de lo que hagamos".
El jefe del comité de Servicios Armados del Senado, el republicano John Warner, dijo que el Pentágono le aseguró que los legisladores recibirían más imágenes de abusos en Irak en formato digital, aunque bajo la obligación de mantenerlas secretas.
El senador demócrata Carl Levin indicó que "absolutamente" las fotos deben hacerse públicas. "Cualquier esfuerzo por ocultar este material no funcionará", advirtió.
En tanto, fuentes militares anunciaron que el primero de los siete soldados acusados de abusos, Jeremy Sivits, comparecerá en una corte marcial en Bagdad el 19 de mayo. |
Mira també:
http://www.jornada.unam.mx/2004/may04/040510/028n4mun.php?origen=index.html&fly=1 |
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Londres sabía desde hace un año de las torturas en cárceles iraquíes: AI
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per geek |
10 mai 2004
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El primer ministro británico, Tony Blair, se disculpó hoy en la capital francesa por las denuncias de torturas que enfrentan soldados británicos en el sur de Irak, mientras crecen las presiones políticas en su contra luego que Amnistía Internacional (AI) informó que su gobierno fue advertido desde hace un año de los abusos en centros de detención iraquíes, y parlamentarios pidieron al gobierno hacer público un informe que recibió del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en febrero sobre el trato a prisioneros en cárceles bajo control de la coalición.
Blair, quien participó en la celebración del Día de Europa junto al presidente francés, Jacques Chirac, concedió esta noche una entrevista a la cadena de televisión francesa FR3, en la que admitió claramente que algunos soldados británicos en Irak son responsables de las torturas a las que fueron sometidos prisioneros iraquíes.
"Ofrecemos disculpas a todos aquellos que han sido maltratados por nuestros soldados. Es absolutamente inaceptable", declaró Blair.
"Los responsables de tales actos y que se comportaron de manera repugnante serán castigados según las reglas de la disciplina militar... No es la manera de comportarse de la mayoría de nuestros soldados", aseguró.
Por la mañana, en el Palacio del Eliseo, Blair se expresó en favor de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) asuma el control político de la transición política en Irak después del 30 de junio, cuando será devuelta la soberanía.
Chirac, por su parte, denunció los abusos cometidos por soldados británicos y estadunidenses en Irak. "Cada vez que uno humilla, de una forma o de otra, crea reflejos de agresividad... El respeto por los demás es la clave para el desarrollo y la paz del mundo", dijo el jefe de Estado francés ante un primer ministro británico con rostro serio.
En Londres AI apareció como una nueva piedra en el camino de Blair al asegurar que las autoridades británicas fueron alertadas hace un año de las acusaciones de torturas. "El gobierno estaba enterado de estas denuncias y de la muerte de un prisionero iraquí a manos de las tropas británicas desde mayo del año pasado", aseguró un vocero de la organización defensora de los derechos humanos.
AI dijo que envió un "memorándum" al Ministerio de Defensa británico en mayo de 2003, en el que daba cuenta de prisioneros iraquíes torturados y muertos durante su detención bajo responsabilidad de las fuerzas británicas.
Agregó que hubo una reunión entre representantes de la organización humanitaria y responsables de los ministerios de Defensa y del Exterior en junio de 2003. En julio enviaron otro informe y en octubre una carta a Geoff Hoon, ministro de Defensa, en la que manifestaban la preocupación por la situación carcelaria en Irak.
Parlamentarios británicos exigieron desclasificar el informe del CICR que recoge los testimonios de prisioneros iraquíes sobre los malos tratos "sistemáticos" infligidos en las cárceles de la coalición que son "equiparables a torturas".
El ex canciller Robin Cook, que dimitió en protesta por la participación británica en la guerra de Irak, estimó que es necesario que el gobierno divulgue el contenido del informe del CICR. "Espero que tengamos una declaración de la Cámara de los Comunes mañana (lunes)", dijo a la BBC antes de agregar que consideraba "intolerable que todo lo que sabemos sobre este informe sea consecuencia de una filtración en Washington", indicó.
En tanto, Roland Huguenin Benjamin, vocero de la Cruz Roja en Londres, indicó que su organización no ofrecía generalmente los detalles de sus informes en virtud del deber de "confidencialidad" con los prisioneros. "No creemos que las víctimas tengan gran interés en ver estas cosas expuestas en público", declaró Huguenin Benjamin a la cadena de información continua Sky News.
El sábado por la noche el gobierno británico admitió que recibió el informe en febrero, al igual que la administración estadunidense.
En el informe, el CICR señala que "el maltrato a los prisioneros y en particular la forma en que son preparados para los interrogatorios violan las convenciones de Ginebra", subrayó Huguenin Benjamin.
Por su parte, el productor cinematográfico David Puttnam, militante laborista y amigo de Blair, pidió la renuncia de éste como primer ministro para que su partido Laborista pueda posicionarse de manera ventajosa ante el electorado.
"El primer ministro es sinónimo de Irak e Irak sólo traerá malas noticias... si yo fuera él me iría antes del receso (Parlamentario) del verano", dijo Puttnam a la televisora ITV.
Para el productor cinematográfico, las noticias negativas sobre Irak están dañando las perspectivas electorales del laborismo, por lo que pidió a Blair dejar el camino libre al ministro de Finanzas, Gordon Brown como próximo líder partidista.
Las declaraciones de Puttnam se dan cuando una encuesta a publicarse este lunes por The Independent reveló que 55 por ciento de los británicos creen que las tropas emplazadas en Irak deberían regresar el próximo 30 de junio, cuando la soberanía sea devuelta a los iraquíes, mientras que 28 por ciento considera que las fuerzas deben permanecer en el país árabe.
Colin Francombe, profesor de la Universidad de Middlesex y responsable de la muestra, consideró que a los británicos "les vendieron la idea de que la guerra sería temporal. La mayoría no quiere que sea una responsabilidad permanente."
http://www.jornada.unam.mx/2004/may04/040510/028n4mun.php?origen=index.h |
Re: Estados Unidos sabía desde enero de los abusos en Irak
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per James Petras lajornada ARROBA unam.mx |
10 mai 2004
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México D.F. Lunes 10 de mayo de 2004
James Petras
Tortura de EU en Irak: de la comezón a la gangrena
El mundo entero conoce ahora la sistemática tortura en gran escala que aplica Estados Unidos a los prisioneros iraquíes. La violación tumultuaria de mujeres y hombres iraquíes, la degradación sexual de hombres árabes encapuchados y maniatados; soldados británicos y estadunidenses que golpean, asesinan y se orinan sobre miles de "sospechosos" iraquíes detenidos en incursiones masivas que se llevan a cabo a medianoche en vecindarios y mezquitas, echando puertas abajo y atrapando a quien esté a la vista. Los soldados de los dos países invasores no sólo siguen órdenes de sus superiores en la inteligencia militar y en la CIA: están orgullosos de sus sucias tareas, toman fotos y videos de recuerdo para mostrarlos a sus amigos y parientes, o tal vez para venderlos a la industria de la pornografía violenta cuando vuelvan "a casa".
Desde el principio de la guerra colonial, e incluso antes, el gobierno de Estados Unidos estimulaba a propósito el uso irrestricto de la violencia. El secretario de la Defensa, Donald Rumsfeld, hablaba de valerse de "todos los medios necesarios para ganar la guerra". Bush aseguró al público de su país: "haremos cuanto esté en nuestro poder para llevar esta guerra a una conclusión exitosa". Los ideólogos sionistas del gobierno promovieron el uso de "técnicas israelíes", es decir, la tortura sistemática y humillación de prisioneros desnudos, atados y encapuchados que se practica contra los luchadores de la resistencia palestina se usa también para combatir el "terrorismo" iraquí.
Desde muy pronto el alto mando militar estadunidense, en especial en Irak, estimuló entre los soldados el uso de lenguaje peyorativo contra los iraquíes: "cabezas de trapo", "camelleros", "hadjis". La "política del lenguaje colonial" se volvió el punto de arranque para el salto hacia una política de torturas sin fin y de perversas prácticas sicópatas de los soldados angloestadunidenses.
La infección ha avanzado de la comezón a la gangrena. Las torturas y abusos practicados por Washington contra prisioneros son paralelas a las políticas del Estado israelí contra los palestinos. No es una coincidencia casual, puesto que los arquitectos sionistas de la guerra en el Pentágono han establecido sesiones conjuntas de entrenamiento en técnicas de interrogatorio dirigidas por instructores del ejército y del Mossad israelíes, expertos en explotar los más humillantes tormentos de prisioneros musulmanes y árabes.
Algunos de los grandes medios de Estados Unidos han publicado elocuentes fotografías de la tortura infligida a prisioneros iraquíes desnudos. Sin embargo, la principal preocupación de la elite política estadunidense y de los medios masivos no son los crímenes contra la humanidad, la gran malignidad moral que tiene sus raíces en la guerra colonial contra todo un pueblo, sino el impacto que tendrá para las relaciones públicas entre el "pueblo árabe", entre los musulmanes del mundo, la "imagen" de Estados Unidos, su "credibilidad" como potencia imperial. Les gustaría hacernos creer que las únicas personas a quienes asquean los actos de barbarie perpetrados por la inteligencia militar estadunidense son árabes y musulmanes, y no la inmensa mayoría de cristianos, budistas, ateos y otros en Europa, América Latina, Asia y Africa. El esfuerzo del presidente Bush y de sus colegas sionistas por limitar la indignación por los crímenes de guerra cometidos contra "árabes y musulmanes" es indicativo de su ignorancia supina de la opinión mundial y una táctica manipuladora para socavar el escándalo moral dentro de su propio país. El encabezado de la primera plana del Financial Times (6/5/04) rezaba: "Un humilde Bush hace un voto de justicia a los árabes". El propósito del presidente es convertir estos crímenes contra la humanidad en un asunto de justicia "árabe".
Sin embargo, la justicia no es sólo un problema árabe, ni se obtendrá por medio de "votos" presidenciales. La injusticia está ligada de manera estructural e inexorable con las ocupaciones coloniales, las guerras y el imperio. El 6 de mayo de 2004, la BBC publicó extractos de un informe de Amnistía Internacional sobre Kosovo y la forma en que soldados de Naciones Unidas y de la OTAN (en su mayoría estadunidenses y europeos) "alimentan el negocio del sexo". Describe el caso de niñas de 11 años que son vendidas a los mercados del sexo de Bosnia y Kosovo (de 60 a 2 mil dólares cada una) y obligadas a trabajar en más de 200 burdeles (antes de la ocupación encabezada por Estados Unidos había sólo 18).
En Afganistán, miles de prisioneros fueron torturados y asesinados en contenedores de metal y arrojados a fosas comunes por señores de la guerra tribales supervisados por la CIA... Y la tortura es práctica rutinaria de interrogadores estadunidenses y de sus contrapartes israelíes.
El colonialismo saca a la luz la peor brutalidad de los ejércitos conquistadores. Hasta el más vil de los soldados -hombre o mujer- se siente superior a su prisionero, libre de aplicar al "otro", al "cabeza de trapo", toda la humillación que ha experimentado en la vida civil y militar. El alto mando militar, en general distante de la violencia sexual, del hedor de la orina y de las heces, de la vista de la sangre fresca o coagulada, de los gritos y gemidos de los prisioneros atormentados, deja la rienda suelta a sus subordinados, como beneficio lateral para quienes no reciben ganancias económicas de la guerra colonial y en cambio corren todos los riesgos de morir a manos de un combatiente de la resistencia.
Y ahora que el tufo de la muerte ha llegado a la opinión pública mundial y le ha causado repulsión, y que la tortura de iraquíes se ha vuelto conocida en todas partes, los generales y el presidente alegan ignorancia, demandan investigaciones, juegan con la ingenuidad del público de su país, que no está enterado de que desde 16 meses antes existe un informe militar de 53 páginas que proporciona todos los detalles de la participación de la CIA y de inteligencia militar en la tortura sistemática.
Ya aparecen fisuras en la monolítica estructura elitista que apoya las guerras coloniales de Washington en Medio Oriente. A fines de abril de 2004, Lakhdar Brahimi, enviado de la ONU que cuenta con el respaldo de Estados Unidos, criticó la política colonial de ese país, señalando que los iraquíes están cansados de que los soldados los detengan sin cargos, los retengan sin juicio, los torturen, les inflijan tratos brutales y a menudo los maten. El enviado expresó asimismo que las políticas coloniales de Israel y sus brutales ataques contra los palestinos constituyen "el gran veneno en la región", que mina los esfuerzos para asegurar la paz. De inmediato el régimen de Tel Aviv denunció al enviado y puso en movimiento su cadena de transmisión en Estados Unidos: todas las organizaciones judías importantes (la Liga Antidifamación, la Conferencia de Presidentes de Grandes Organizaciones Judías, el Comité Judío Estadunidense, etc.) se apresuraron a condenar y desacreditar a Brahimi. Hasta ahora todas las principales organizaciones judías de "derechos civiles" han apoyado el asesinato israelí de palestinos y ninguna ha condenado la tortura de prisioneros iraquíes, y ninguna lo hará, a menos que Sharon oprima el botón.
Decenas de diplomáticos estadunidenses en retiro se unieron a sus colegas británicos y condenaron la brutalidad de la ocupación colonial de Irak y la consideraron, junto con la purga étnica israelí de los palestinos, un obstáculo a los esfuerzos de paz.
La liga entre el colonialismo israelí, la guerra con Irak y el sionismo estadunidense se ha hecho del dominio público en todo el mundo, excepto en Estados Unidos, donde, según Abraham Forman, de la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), "los grupos judíos se preocuparon desde el principio por el vínculo Israel-Irak pero lograron detenerlo". Añadió: "Ahora ha resurgido en forma aún más fea (sic) con Brahimi y la carta de los embajadores británicos" (The Forward, semanario judío neoyorquino, 5/5/2004). ¿Cómo logró la ADL "detener" las versiones de una liga Israel-Irak? Valiéndose de toda su influencia directa e indirecta en los medios masivos para censurar toda mención del tema y amenazando a periodistas, académicos y políticos con represalias financieras o, peor aún, con tildar de "antisemita" a cualquier crítico.
Los alegatos de inocencia de Bush y la campaña sionista en los medios masivos para negar los crímenes de Estado de Tel Aviv y Washington en Irak y Palestina han conducido a la gran mayoría del público estadunidense a permanecer pasivo ante las imágenes e informes de la bárbara tortura infligida por soldados del Pentágono a civiles iraquíes, si es que no de plano la apoya.
En cambio, las imágenes del tormento sistemático ejecutado en todo Irak no serán borradas de la mente de los ciudadanos del mundo por unas cuantas protestas de intelectuales en Estados Unidos. Lo escandaloso e indignante en el Estados Unidos actual es la ausencia de cualquier protesta pública en vista del conocimiento explícito de esa tortura de Estado. Peor que en Alemania, nuestro pueblo, nuestros intelectuales no pueden alegar que "no sabían", a pesar de haber recibido la "noticia" en la sala de su casa (con todo y los esfuerzos sionistas por "detener" el debate). O lo saben y se niegan a reconocerlo, o fingen no saber y se niegan a actuar, o no les importa lo que les ocurra a los "malditos árabes".
Hasta los "mejores y más brillantes" de nuestros intelectuales se niegan a contar la verdad sobre el vínculo entre la tortura en Irak e Israel, y sobre el papel de las organizaciones sionistas en la "detención" del debate. ¿Se trata de un caso de amnesia selectiva intelectual, de arraigadas lealtades irracionales, o de mera cobardía intelectual?
Traducción: Jorge Anaya |
Re: Estados Unidos sabía desde enero de los abusos en Irak
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per joan |
10 mai 2004
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