|
|
Notícies :: un altre món és aquí : laboral : amèrica llatina |
Toma de Fabrica y Control Obrero
|
|
per geek |
09 mai 2004
|
Fábricas tomadas: viaje al interior de un sueño real
por Sebastian Hacher / Indymedia Argentina
INTRODUCCIÓN: El cerámico y los retratos
(...) Cerámicas Zanon S.A. (...) el grupo que lidera junto a un puñado de bancos extranjeros el empresario Luis Zanon. En noviembre del 2001, mientras mantenía la planta cerrada, mandó dos centenares de telegramas de despido, tratando de avanzar en su plan de reabrir la planta con menos de un tercio del personal.
Ante la negativa de los empresarios a cumplir con la sentencia, quedó en manos de los propios trabajadores cumplir con el mandato de la justicia. Por sus propios medios reconectaron el gas, pusieron la planta a punto y comenzaron la maravillosa experiencia de producir por cuenta propia, vendiendo la producción para garantizar salarios y mantener la planta viva. |
Desde allÃ, enfrentando miles de dificultades, las 300 familias ceramistas que llevan adelante el conflicto lograron tejer una profunda y extendida red solidaria alrededor suyo, involucrando en forma activa a la comunidad de la zona y a diferentes sectores de trabajadores de la provincia.
Y a más de un año de lucha, habiendo superado mas de tres amenazas de desalojo y el ataque parapolicial que se cuenta en este relato, la producción bajo control obrero continua en pié y abriendo nuevas fuentes de trabajo.
Don Luis Zanon, el dueño de la empresa, viene recurriendo a todos sus contactos y amigos para quebrar la lucha de los trabajadores. Si alrededor de los ceramistas y sus familias se estructuró la solidaridad y el protagonismo de todos los sectores oprimidos de la sociedad neuquina, alrededor del empresario se unieron representantes de todas las fuerzas decadentes de la misma sociedad.
(...) Además del gobierno provincial y nacional, hasta ahora venÃan aportando lo suyo la policÃa y los servicios de inteligencia, primero con represión directa a los trabajadores y mas tarde mediante secuestros, amenazas y robos, dejando siempre el tÃpico sello de los métodos que recuerdan a la dictadura militar y haciendo gala de una total impunidad.
(...) El relato que sigue es el resumen de dos meses de convivencia con los trabajadores de Zanon, en los que nos tocaron vivir momentos emocionantes y también momentos difÃciles. Cronológicamente, los hechos –como la agresión por parte de un grupo de rompehuelgas- se sitúan en Octubre del 2002, salvo cuando se indique lo contrario en el relato.
(...)
Cerámica Zanon SA, la planta productora de cerámicos y porcellanato mas grande de Latinoamérica, nombrada fábrica modelo, famosa por sus diseños y calidad, y conocida en los barrios pobres por explotadora y negrera está ahora en manos de sus trabajadores.
(...) Sentado en el comedor, infaltable mate de por medio, Manotas -uno de los casi 300 trabajadores que ocupan y producen en Cerámica Zanon- nos cuenta su historia.
Para ubicarse nada más en la situación basta imaginar de donde viene su sobrenombre. Su presencia se impone, generando una mezcla de ternura y respeto que amenaza dejarnos sin palabras. Y es el quién las usa ahora:
"Yo era encargado, y te obligaban a hacer lo que ellos decÃan. Nosotros tenÃamos retrasos en los pagos, hasta que me pudrà y me presenté en una asamblea, en el paro de 34 dÃas. Nos amenazaron que nos iban a echar, y al final echaron a 28 encargados y a nosotros no nos tocaron. A la asamblea no podÃa ir cualquiera, yo tenÃa muy buena relación con la gente. Yo me avoqué a la lucha como todos. El primer dÃa me recibieron muy bien, para mi fue un orgullo, fue un privilegio poder entrar y saber que las cosas que decidÃan en asamblea, en ese momento fue una experiencia nueva."
Hace casi dos años Manotas salió del mundo que le habÃan impuesto y recuperó su identidad como trabajador. El venÃa de estar en la construcción, y cuando entró a Zanon se sintió como entrando a la cárcel. En la huelga que comenzó hace más de un años aprendió todo lo que ahora demuestra en su trabajo cotidiano, que empieza mas temprano que el de todos y generalmente termina después.
Como cada uno de sus compañeros, Manotas se fue haciendo fuerte en la desgracia, y cuando lo querÃan condenar al olvido y la miseria decidió que ya era demasiado y que no lo iba a permitir más.
Con orgullo nos cuenta que "En un momento nuestro trabajo era conseguir alimentos, las radios abiertas, ir casa por casa, colgar carteles a la noche. La manera de trabajar es la que me gustó a mi, porque todo se decide por la asamblea, se trabaja de esa manera."
¿Como volver a la casa todas las noches llevando algo para comer?. ¿Como no tirar tantos años de trabajo a la basura por el capricho de un patrón?. Esas, por mas que no las diga, son las preguntas que su conciencia de obrero responden dandolé la razón.
Un periodista local logró una vez colar una palabra de humanidad en uno de los diarios de mayor tirada de la región; dijo que en una de las movilizaciones que habÃan realizado los trabajadores de Zanon "se notaba que eran obreros". La observación, que parece obvia, encierra sin embargo una de las principales caracterÃsticas de la lucha de los trabajadores de Zanon. La sensación del periodista, mal reprimida por el editor de turno, dejaba entrever lo que sentimos todos cuando nos encontramos con ellos; hablar con alguien digno y noble, que sabe decir la verdad.
"Producir sin el patrón es una satisfacción inexplicable. El saber que vos desarrollas el producto, que los ves prensar, decorar y salir de la caja. El saber que lo que vos hiciste es tuyo es un orgullo muy lindo, te obliga a hacer las cosas mejor, y eso se ve en la realidad, es un buen incentivo."
Todos dan mas o menos la misma respuesta; orgullo, satisfacción, alegrÃa, tranquilidad.
Rosa, una de las diez mujeres que trabaja en la fábrica, nos cuenta que ahora en el sector selección el trabajo es mejor; antes, nos cuenta, la persona que trabajaba en esa máquina estaba como atada, no podÃa fumar, no podÃa tomar nada, no podÃa ir al baño. A las tres horas, por estar sentado, por hacer una tarea minuciosa que se repite miles de veces por dÃa, comenzaba a dormirse. Ahora cada vez que se cansa toma un mate, prende un cigarrillo, estira las piernas; la productividad aumenta y la tranquilidad también. Ahora le gusta su trabajo, sin presiones ni ordenes ridÃculas que hay que cumplir incluso sabiendo que están mal. Esa es la situación en todos los sectores; una especie de liberación de energÃas y creatividades, de alivio por no tener el ojo del patrón en la nuca y poder, como dicen ellos mismos, trabajar en libertad.
Y si de liberación de energÃas y potencialidades se trata, el laboratorio, uno de los lugares mas delicados del proceso de producción, es el mejor ejemplo de como trabaja "la nueva gestión" de Cerámica Zanon.
Manotas nos dice que "Acá hay mucha capacidad; están experimentando, haciendo modelos nuevos, y tienen la capacidad de hacer lo que quieren. En todos los sectores se esta produciendo un ahorro muy grande, porque se hacen cosas que con la empresa no se hacÃan por capricho. Los compañeros hacen un laburo excelente, el resultado es muy bueno y fue todo a conciencia. Los nuevos modelos están pegando mucho, de los dos lados, el económico y el polÃtico. Eso nos refuerza, porque el sÃmbolo del material mapuche es un sÃmbolo fuerte. Yo trabajé en porcelanato, y habÃa un compañero que lo habÃan echado. El hizo un empaste que salÃa el 50% menos que el que se usaba. A el lo echaron, y el empaste quedó como que lo desarrolló una jefa. Nosotros a ese compañero lo volvimos a llamar."
Mientras estuvo la patronal el laboratorio era el lugar sagrado y prohibido; solo entraban hombres de guardapolvo, que comÃan en comedores separados y no tenÃan ningún contacto con los obreros. Eran, en su mayorÃa, ingenieros y técnicos quÃmicos que ganaban un poco mas de sueldo que los operarios y eran tratados en forma diferenciada. Allà se elaboran los pigmentos que luego se utilizan para decorar los cerámicos, y nada puede fallar; la menor tonalidad, el menor detalle significan miles de cerámicos tirados a la basura. En laboratorio también se manejan los materiales mas caros, que no se pueden derrochar en lo más mÃnimo.
Con la ayuda de un técnico, y en reemplazo de un ejército de ingenieros, tres trabajadores pusieron manos a la obra. La mayorÃa de ellos trabajaba o en el sector de pulido o en selección de material, y nunca habÃan imaginado tener a su cargo tanta responsabilidad.
Para empezar aprendieron las fórmulas y los trucos, pero no se quedaron conformes.
Juan señala que lo mejor que hicieron fue "hablar con cada compañero de cada lÃnea, porque nadie mejor que ellos conoce el trabajo. Asà aprendimos la mayorÃa de las cosas". En las lÃneas de producción, donde antes anónimos personajes pasaban las horas en silencio, descubrieron al "ingeniero colectivo" que hace marchar la fábrica.
El laboratorio es hoy un bastión de la gestión obrera, y es allà donde nos instalamos durante nuestra estadÃa, simplemente porque es también allà el lugar donde se ceban los mejores mates (lo confesamos, aún sabiendo que va a despertar polémicas).
(...) La misma forma de trabajo del laboratorio se repite en los demás sectores. Los compañeros de mantenimiento hacen proezas inventado repuestos para las máquinas importadas, imposibles de comprar en estos momentos; dicen que todo lo aprendieron con la empresa vieja, pero que recién ahora pueden aplicar todo lo que saben. Una parte de la fábrica que no está en producción hoy sirve a sus trabajadores como fábrica de repuestos. Y cuando algo no está se hace. Tan simple como eso.
Desde el mejorado de la materia prima hasta las cajas de embalaje, pasando por cada uno de los aspectos del proceso de producción, ha mejorado notablemente.
Reynaldo, un antiguo trabajador de la lÃnea que hoy es encargado de mantenimiento del gas, nos explica que su primer conquista fue "que no haya mas olor a gas, ni perdidas que aumenten el consumo y pongan en peligro a la fábrica". Con paciencia y precisión nos muestra todo el trabajo que hizo y el que le falta por hacer. Para la empresa se trataba de mantenerse al mas bajo costo posible, y para él se trata de que todo sea lo más seguro posible para sus compañeros.
El pensar en un sentido social le permite hacer mejor su trabajo sin aumentar los costos en lo más mÃnimo. Incluso, si hablamos en forma potencial y a futuro, desde el punto de vista estrictamente económico, los trabajadores demostraron poder trabajar mucho mejor sin patrón.
La organización del trabajo también cambió muchÃsimo con la gestión obrera. Antes habÃa un verdadero ejército de supervisores; el promedio era uno cada dos obreros, todos armados de planillas y handies para estar comunicados entre si y con sus superiores. La burocracia era tremenda; algunos supervisores tenÃan por principal función hurgar en los tachos de basura en búsquedas de restos de yerba, para sancionar los que osaban tomarse un mate. Según explica Don Keller, con mà s de dos décadas trabajando allÃ, muchos se dedicaban a "entorpecer el trabajo...nos hacÃan hacer cosas que estaban mal, y uno no podÃa contradecirlos porque eran jefes".
Ese quizá sea el principal problema que afronte la gestión obrera; tantos años de recibir ordenes, y tanto rencor con los patrones produzcan emociones encontradas en cada uno de los trabajadores. Y como tuvieron que elegir como mantener algún tipo de “autoridad�, los trabajadores de Zanon optaron por su propio método; la asamblea.
Hay un ejemplo del régimen de trabajo que tendrá que ser recordado por los historiadores como sÃmbolo de una época: la prohibición de tomar mate dentro del perÃmetro de la fábrica. Fue una de las primeras reglas absurdas que se derrumbaron con el control obrero: "Antes mate no podÃas tomar en ningún momento. Ahora todos podemos tomar mate. En todos los casos, en todos los sectores se puede tomar, porque no implica que te salgan mal las cosas. Estaba prohibido por una boludez, decian que la gente se reunÃa y descuidaba el trabajo. A mi me hicieron una carta documento por tomar mate. Es una de las cosas autoritarias que hizo la empresa. Como norma de conducta, la asamblea decidió lo de no jugar a las cartas durante el trabajo."
El solo hecho de que se discuta en la asamblea la conveniencia o no de jugar a las cartas al mismo tiempo que se trabaja, basta para entender hasta donde llega la libertad que conquistaron. Solo aprendiendo de ella, los trabajadores lograron encontrar mecanismos eficaces para organizar la producción en lÃnea: "Hace 3 semanas se planteó la idea de elegir coordinadores por sector, para encaminar la producción, porque estábamos produciendo sin un plan. A mi me propusieron como coordinador, y la gente me votó, y ahora tengo esa obligación. Hacemos reuniones los lunes, miércoles y viernes, donde vienen los coordinadores con un compañero de cada sector que va rotando, para que todo el mundo esté informado. Eso es lo que yo pretendo, lo que trato de hacer; que todo el mundo tenga la información, para eso hacemos asambleas informativas. Que te propongan como coordinador es un orgullo, pero seguÃs siendo uno mas; acá no hay niveles jerárquicos, simplemente sentÃs mas obligaciones."
Los coordinadores, por mas que cueste entenderlo en otros ámbitos, solo cumplen esa función; coordinar la producción. Cualquier obrero es capaz de trazar un plan de trabajo, y son apasionantes las discusiones que se dan todos los dÃas para resolver, en algunos casos, los mas finos detalles.
(...) Asà lo resume Manotas: "La gente no está presionada, cada uno sabe lo que tiene que hacer. Es muy distinto al trato con el patrón, que viene y te dice hace esto y aquello sin ninguna información. Acá se sabe todo, lo que se gasta en luz, en gas, en sueldo. Yo tengo una visión, pero quiero la de ellos, porque ellos conocen el sector y tienen una visión mucho mejor que yo de ello. En la lÃnea es igual, y con la gente de horno es igual. Cada sector tiene que organizarse y desarrollarse ellos. Yo no les puedo decir que es lo que tienen que hacer; es la suma de un montón de voluntades y lo que uno trata de coordinar es todo ese esfuerzo. El material que sale es bueno, incluso no trabajando con los insumos ideales, porque los muchachos están haciendo magia."
La mejor forma de demostrar que la fábrica es viable es el propio movimiento. Sosteniendo una huelga larguÃsima, manteniendo una actividad extra laboral intensa y cotidiana, la producción todavÃa sigue alcanzando para que todos puedan cobrar. "Hoy tenemos gente en las guardias, en las tareas administrativas, en ventas, en varios roles a los ponchazos que los cubrimos entre los compañeros, lo que nos hizo sacar gente de la producción".
La producción, sin embargo, alcanza para que todos cobren un salario digno. Los cerámicos producidos "Hoy rondan los 80, 100.000 metros, y ahora estamos proyectando 120.000. Apostamos a las ventas, que es el primer paso que encaramos y las expectativas son muy buenas. Nosotros vendÃamos 33.000 metros acá en la zona, y ahora estamos vendiendo en otras provincias. Eso nos permite expandir la producción y tomar mas trabajadores. 120.000 metros es el 12% de la capacidad de la empresa, y con eso pagas los sueldos, los servicios, todo".
(...)
Con la misma sencillez con que lo explica, con la misma tranquilidad con la que todavÃa sigue siendo uno de los primeros en l legar a trabajar, Don Velazquez marcó, sin querer, el principio del fin. Trece años habÃa estado allà la vieja conducción del sindicato; trece años de silencio, trece años de listas de despidos confeccionadas en común, de las que no habÃa forma de safar.
Corre el año 2000, y en la fábrica hay una nueva comisión interna formada por gente joven. La vieja conducción del sindicato, encabezada por Oscar Montes, un ex-obrero electricista que hizo sus primeras armas en Zanon, no soporta el hecho de que la nueva generación de delegados se llame a si mismo " independientes " y que no acepten la vieja formula de ser los ejecutores de los recurrentes ajustes de personal.
-No te conozco, dijo Montes aquella vez.
El viejo está allÃ, parado con su recibo de sueldo en la mano, esperando poder entrar a la asamblea donde él y unos 200 obreros se van a plantar para que su nueva comisión interna no sea expulsada del sindicato. Montes esta parado en la puerta, débil, nervioso, y no mira a los ojos a Don Velazquez para decirle que a él, que hace 20 años que trabaja en la fábrica, que a él que tantos favores le hizo a todo el mundo, no lo recuerda como afiliado.
La comisión finalmente no fue expulsada, y pocos meses después pasaba a estar al frente del sindicato. Una nueva experiencia sindical comenzaba, borrando los métodos de matonaje y favoritismo, y cambiándolos por la asamblea y la participación.
Para Don Velazquez, el viejo Velazquez, esa escena fue el comienzo del fin de una era; la era de la esclavitud. Y ahora, mientras custodia el sector de esmalte " para que los muchachos de la lÃnea puedan trabajar bien ", dice que no se arrepiente de nada; un año de control obrero le bastó para entender que el patrón es sólo necesario para que otros se llenen de plata.
(...) Durante años, para Montes estar al frente del sindicato fue un pequeño negocio particular; asà consiguió su auto, pudo terminar su casa y hacer decenas de viajes sin trabajar. Cuando surgió por segunda vez oposición entre los obreros, creyó estar otra vez frente a pequeños obstáculos fáciles de superar.
La nueva comisión interna, sin embargo, surgida de charlas clandestinas y encabezada por obreros jóvenes, ganó sin problemas y casi por unanimidad la conducción de la fábrica. De la plataforma que los llevó al triunfo se destacaban dos propuestas que, frente a la vieja dirección, resultaron un arma mortal; la honestidad como primer punto, y como segundo la participación democrática mediante asamblea.
A partir de ahà todo comenzó a cambiar. Las asambleas, las protestas por las condiciones de trabajo, los paros sorpresivos frente a cada atropello patronal comenzaron a hacerse frecuentes y la vieja burocracia sindical, con cada paso que daban los obreros, comenzó a ni siquiera poder entrar a la fábrica. Aislados y repudiados, intentaron retener el sindicato llamando a una asamblea para organizar elecciones a 100 kilómetros del lugar.
La empresa le dio una mano; la asamblea serÃa en horario de trabajo, y el que faltara ese dÃa, declaró la patronal, corrÃa el peligro de ser despedido.
Una caravana de 100 obreros que desoyeron cualquier amenaza llegó al lugar fijado y evitó que la perpetuación del montismo se consumara. La vieja conducción ya no representaba nada, y para los ceramistas de Neuquén comenzaba un nuevo capÃtulo en el que defenderÃan, sea como sea, su dignidad.
(...)
http://www.obrerosdezanon.org/
http://www.pts.ar.org/ |
Mira també:
http://chile.indymedia.org/news/2004/05/18403.php |
This work is in the public domain |
Comentaris
Re: Toma de Fabrica y Control Obrero
|
per ivan ivanshen ARROBA msn.com |
18 mai 2004
|
hola , buenos dias o buenas trades , soy de Chino , ahora estoy enseña trabajadores China para hacer trabajar , todos muy trabajadores ,quesa quiere buscar trabajadores , puede un mesager para mi , gracias |
|
|