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Notícies :: especulació i okupació
OCUPAN UN PABELLÓN SITUADO EN LOS JARDINES DE LA ALHAMBRA
08 mai 2004
Un grupo de cuarenta personas tomó por sorpresa el sábado 8 de mayo desde las 12 horas un antiguo pabellón situado en las proximidades del hotel Alhambra Palace
CUARENTA PERSONAS OCUPAN UN PABELLÓN SITUADO EN LOS JARDINES DE LA ALHAMBRA
Un grupo de cuarenta personas tomó por sorpresa el sábado 8 de mayo desde las 12 horas un antiguo pabellón situado en las proximidades del hotel Alhambra Palace. La ocupación pretendía prolongarse hasta las ocho de la tarde y que sirviera de protesta ante la política de especulación y abandono que el Ayuntamiento de Granada está desarrollando con los espacios públicos. Sin embargo, la irrupción simultánea de la Policía Nacional y alguien que se presentó como legítimo propietario del inmueble pusieron fin al acto alrededor de las 15 horas.
El grupo de ocupantes, perfectamente coordinado, accedió al edificio en dos turnos. En la fachada del Pabellón se colgaron varias pancartas, mientras que en su interior se instaló un pequeña exposición fotográfica sobre espacios abandonados en Granada, al tiempo que se explicaban los diferentes planes urbanísticos que el Ayuntamiento, sin oír a las asociaciones vecinales, lleva a cabo en nuestra ciudad incumpliendo las propias normativas municipales. Acto seguido se produjo un receso para la comida, preparada allí mismo, a la vez que se atendía a los medios de comunicación. En ese momento una pareja de la Policía Nacional hizo acto de presencia. Su talante resultó en todo momento razonable, hasta que instantes después un ciudadano encolerizado irrumpió a voces y trató de arrancar las pancartas: aseguraba que el edificio, en ruinas, le pertenecía. Una vez apaciguados los ánimos, esta persona explicó que en la actualidad está pleiteando con el Patronato de la Alhambra, pues el edificio le corresponde por herencia familiar y pretende convertirlo en un centro cultural. Sin embargo, el inmueble en cuestión -siempre según esta persona- se encuentra catalogado como “edificio institucional�, lo que coincide con la información manejada por los ocupantes del mismo. Este propietario exige que no se deje morir el edificio y que, por el contrario, tenga una función social. Se le hizo saber entonces que ésa era la misma reivindicación de los presentes. Incluso llegó a perdonar que alguien, por cuenta propia y en absoluto secreto, hubiera intentado sustraer una boca de riego. Se pactó a continuación con la policía y el propietario abandonar pacíficamente el edificio por entender que la presión que se pretendía ejercer con la ocupación era contra las autoridades públicas, mientras que la propiedad individual del inmueble modificaba el estado de cosas sin que diera tiempo razonable a una nueva discusión. Se procedió a desalojar el edificio ordenadamente, mientras que por otro lugar apartado, preparado con antelación, las personas en situación legal atípica salían al exterior.
No dio tiempo a evacuar el inmueble, pues una nueva pareja de policías se personó en ese instante y, con modales rufianescos, obstruyó la salida e impidió el desalojo para sorpresa de los que aún permanecían en el interior y de la otra pareja de agentes, de rango inferior. Estos dos nuevos matasietes obligaron a todas y todos los presentes a identificarse, bajo la amenaza de meterlos en furgones para conducirlos a comisaría. La mayoría se negó bajo el pretexto de que, según la legislación vigente, la policía no puede acceder a una propiedad privada sin permiso judicial y en presencia de su propietario. A éste le fue ordenado callar. Según la policía, sí tenían la capacidad legal de actuar como lo estaban haciendo desde el momento en que habían sido convocados por el mismo propietario, punto éste que nadie supo aclarar satisfactoriamente. En todo caso se conminó al agente a tratar a los ocupantes al menos con la misma educación con la que éstos le trataban a él (no hubo modo). Tras discutir con los agentes se llegó al acuerdo de que, pese a ser varias la personas sin los documentos de identidad disponibles, todas y todos podrían desalojar sin mayores problemas mientras el restó sí se identificase. Así se hizo. Una asamblea posterior acabó un calendario de citas y con el compromiso de realizar actos similares en lugares donde así lo reclamen lxs vecinxs y tratar de implicar al mayor número de personas posibles, que en una ciudad como Granada- según el sentir general y a tenor de las defecciones surgidas en las horas previas- siempre es reticente a acciones de este tipo.

IMC-Granada

MANIFIESTO (CIRCULÓ CLANDESTINAMENTE DURANTE LOS D�AS PREVIOS A LA ACCIÓN)
ESPACIOS PÚBLICOS PARA USO PÚBLICO
Más de setentamil inmuebles deshabitados en la provincia de Granada nos otorgan el mismo número de razones para un acto como éste: la ocupación simbólica, durante ocho horas, del Pabellón Menson, situado en los Jardines de la Alhambra y en las proximidades del hotel Alhambra Palace. Apenas ocho horas durante las cuales celebraremos varias charlas y debates sobre asuntos de interés general, así como diferentes actuaciones lúdicas y festivas.
¿Qué son hoy día los espacios públicos? Las políticas desarrolladas en Granada por los últimos gobiernos no han solucionado un problema que se acrecienta con los años. En la actualidad, el disfrute de los espacios públicos es poco menos que una quimera. Los barrios pierden sus espacios verdes, sus terrenos para instalaciones deportivas y centros cívicos por mor de una política que favorece las especulaciones salvajes. Cada año el terreno común es robado a la ciudadanía y entregado ilícitamente a la construcción, cuando en una ciudad como Granada miles de viviendas vacías se caen por la desidia de los propietarios y los poderes públicos. En consecuencia, el precio de la vivienda, adquirida y arrendada, se dispara cada año.
No podemos permitir una ciudad donde los espacios en desuso son cercados, sometidos a estrecha vigilancia y protegidos en nombre de una propiedad que no es de hecho ni de uso, sino que se encuentra puesta al servicio de la especulación. Paradójicamente, la ciudad disminuye su espacio con la creación de nuevos espacios. Cuando el Ayuntamiento pretende maquillar esta política devastadora, abre jardines o parques sin examinar qué función social deben cumplir los espacios públicos en cada entorno. No se consulta con los vecindarios. Se regalan, como monedas de caridad, espacios verdes donde hace faltan centros sociales, o centros sociales donde apenas hay lugar para que las y los más jóvenes practiquen deporte alguno. Granada se ha convertido así en el coto privado de uno cuantos corruptos que actúan al amparo de la legislación vigente y de sus administradores. Entre tanto, la gente del común nos vemos sometidos a un proceso que nos arrincona y que, por añadidura, se costea con nuestros impuestos.
Los espacios públicos y en desuso deben ser gestionados por la ciudadanía. Hacer comprender algo tan elemental exige, sin embargo, medidas llamativas. Hay un tiempo para pedir, hay un tiempo para exigir y un tiempo para hacer. Las innumerables peticiones de los últimos años han caído en saco roto. Hoy, 8 de mayo de 2004, la ocupación temporal de este inmueble, propiedad del Patronato y actualmente en ruinas, supone una exigencia clara para que el cambio en las políticas urbanísticas sea una realidad. Es tiempo de exigencias.

PONENCIAS-COLOQUIO: +Globalización y vida cotidiana +Inmigración: el derecho fundamental a la movilidad +Renta básica y precariedad +El robo de los espacios públicos.     Además: Cuentacuentos, actuaciones musicales y juegos participativos.

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