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Notícies :: antifeixisme : guerra
Racismo y antisemitismo
06 mai 2004
Lisandro Otero
Rebelión

No suelo responder las cartas de mis lectores ni mezclarme en polémicas. Roban demasiado tiempo productivo que es necesario dedicar a otras tareas mas fecundas. Pero en este caso la insistencia polémica de Israel Shamir, y su afanosa promotora, me obligan a una respuesta. Cuando uno emite opiniones casi a diario sobre asuntos controvertibles es inevitable que suscite tanto asentimientos como reprobaciones.
Un artículo mío titulado "Reaparecen viejos prejuicios. Crece el antisemitismo", publicado en el centenar de periódicos mexicanos y latinoamericanos que reproducen mis textos, ha motivado una airada respuesta. Traté con mis palabras de llamar la atención sobre el reavivamiento en Francia de una antigua plaga humana, el racismo antisemita, que según mis informaciones de prensa estaba resucitando con particular impiedad. Para que no se confundieran mis intenciones no dejé de anotar mi rechazo a la ferocidad genocida del actual gobierno israelita, criterio que he dejado bien asentado en decenas de artículos.

No obstante, Israel Shamir me ha respondido con algunas aseveraciones que me obligan a contestarle. La primera y más asombrosa de ellas es declarar que "el antisemitismo no existe", que "el antisemitismo es una idea sionista" y que los "judíos están seguros en todas partes". Es de suponer que las matanzas de judíos en Alejandría, ordenadas por Calígula y registradas como el primer pogromo de la historia, no ocurrieron en realidad. Habrá que conjeturar que el Concilio de Letrán, que ya en 1215 obligaba a los judíos a llevar una estrella amarilla y les prohibía ocupar todo cargo público, ha sido una invención del sionismo contemporáneo. Será necesario restarle credibilidad a Oliverio Cromwell, quien fue el primero en abolir la prohibición de residencia para los judíos, existente en Inglaterra desde 1290. La expulsión de España por el gran Inquisidor Torquemada, en 1492, debe haber sido, en realidad, una excusión turística en gran escala.

Los numerosos desfiles antisemitas en París, a finales del siglo diecinueve, clamando contra Dreyfuss y Emilio Zola, quizás no ocurrieron en realidad. El exterminio del gueto de Varsovia es probable que haya sido una producción en technicolor de Hollywood en la Metro Goldwyn Mayer. Los campos de concentración nazis y el Holocausto que exterminó a seis millones de judíos deben haber sido una pesadilla de algún sionista enfebrecido. Auschwitz, Buchenwald y Dachau probablemente son una toponimia errada de algunos malévolos libelistas.

Meter a todos los judíos dentro del mismo saco es una de las formas del racismo. No son lo mismo filósofos como Marx y Bergson que Benjamín Netanyahu, ni son iguales los violinistas Heifetz y Stern que Moshe Dayan, ni equivalen los científicos Einstein y Erlich a Menahem Begin, ni son similares Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo a Golda Meir. Hay judíos y judíos. Algunos, como el compositor Mendelsohn y el poeta Heine, han enriquecido el patrimonio de la humanidad y otros, como el abominable Ariel Sharon, han ensangrentado el Oriente Medio. Tal como sucede en todos los estratos de la raza universal, sean siberianos, kirguizios o bolivianos, infames y virtuosos pueden existir en cualquier comunidad.

Decir que la intelectualidad cubana está lista para someterse al predominio del orden hegemónico mundial es una de las maneras de sumarse al cerco ideológico contra Cuba y a la campaña de difamación y tergiversaciones que sostienen económicamente los frenéticos de Miami y sus patrones en Washington. Además de una afrenta es una manifestación de ignorancia. La intelectualidad cubana de Martí a Villena, de Villaverde a Guillén, ha mantenido siempre una actitud erguida de rechazo a la voracidad imperial y de sostén de la identidad nacional. Los intelectuales cubanos cuentan con una prestigiosa tradición de rebeldía y antagonismo a las opresiones. Un flujo incesante de razones y análisis, desde hace dos siglos, ha servido de soporte a la ideología de la actual revolución cubana.

Hace más de cincuenta años que me he mantenido apegado a los principios básicos de la necesidad del cambio social y me enorgullezco de haber sido un revolucionario consecuente, sin desfallecimientos ni claudicaciones, durante mi lapso vital, lo cual es demostrable en mis escritos. No puede decirse lo mismo del ruso-siberiano- israelita Shamir quien, según algunas fuentes biográficas, ha sido paracaidista del ejército israelí y funcionario del Knesset, en el parlamento de Tel Aviv, para ahora cambiar de bando y convertirse en defensor de los palestinos. Recientemente realizó una gira de conferencias por universidades estadounidenses, honor que pocos escritores de izquierda alcanzan.

Estoy de acuerdo con Dominique Vidal, redactor jefe de Le Monde, cuando afirma que los textos de Israel Shamir "suscitan la reprobación general y desacreditan el combate por la autodeterminación del pueblo palestino que ellos reclaman". Es preocupante saber que en las elecciones francesas de 2002 Israel Shamir convidó a los electores a votar por el fascista Le Pen.

También creo que los servicios policiacos especiales y las grandes agencias de espionaje, como la CIA y el Mossad, han usado más de una vez en la historia a provocadores profesionales que se introducen en movimientos revolucionarios, en la prensa de opinión y en los debates ideológicos para propagar la confusión y desorientar y, con la siembra del caos y el desconcierto, debilitar la causa a la que aparentemente sirven.

Infortunadamente el antisemitismo ha contagiado a muchos que se indignan con la agresión a las soberanías de Irak y Afganistán y las masacres continuas de palestinos, con el apoyo manifiesto del gobierno de Bush. Pero el fundamentalismo extremista hace más daño que los proyectiles del ejército estadounidense. La causa palestina tiene una universal aprobación que solamente perjudica el desenfreno de algunos exaltados marginales y el fanatismo sospechoso de rígidos xenófobos y de sectarios obcecados.
Mira també:
http://www.rebelion.org/palestina/040502lis.htm
http://www.rebelion.org/palestina/040402otero.htm

This work is in the public domain

Comentaris

Crece el antisemitismo
06 mai 2004
Lisandro Otero
Rebelión

Una de las peores consecuencias de la política exterminadora y criminal de Ariel Sharon contra los palestinos reside en el incremento del antisemitismo. Es tal el odio que han despertado los judíos en Francia que el gobierno francés ha programado la exhibición de filmes como La lista de Schindler, El Pianista y "Sophie´s choice" (refiero el título inglés porque no sé cómo se ha traducido en los diversos idiomas). Las tres películas son exponentes de las deformaciones del carácter y las crueldades a que fue sometido el ser humano bajo el nazifascismo que ahora, bajo diversos disfraces democráticos, está siendo promovido de nuevo por figuras ultrarreaccionarias como Bush, Aznar y Sharon.

Los ataques contra los judíos han aumentado de manera alarmante en Francia. El ministro de Educación del gobierno existente hasta ayer, Luc Ferry, declaró que es fundamental para los franceses combatir este renacimiento del racismo. Un manual sobre ideas republicanas está siendo enviado a todas las escuelas e instituciones francesas. Se han impreso 300 mil copias del panfleto. En esa guía se recomienda leer el Diario de Anna Frank, la Declaración de Derechos del Hombre y ver documentales sobre el Holocausto. Las autoridades francesas estiman que este incremento de los ataques a judíos y sinagogas y profanaciones de cementerios se deben a la política de Israel en el Medio Oriente.

La semana pasada ardió el Centro Judío de Tolón, en el sur de Francia como respuesta al asesinato del jeque Ahmed Yassin. Muchos de estas agresiones son protagonizadas por musulmanes, de los cuales hay en Francia entre cuatro y cinco millones. En las encuestas realizadas los maestros afirman que es frecuente que los adolescentes muestren sus preferencias por el fútbol y su rechazo a los judíos. En varias escuelas se ha aconsejado a los muchachos que sustituyan el bonete tradicional que indica su creencia hebraica por gorras de pelotero.

En Hungría se ha suscitado un incidente similar cuando Kornel Dobrentei, miembro del Comité Director de la Unión de Escritores, en un discurso público declaró que las leyes raciales durante la ocupación alemana tenían por objetivo preservar a los judíos. En ese acto los asistentes procedieron a incendiar una bandera de Israel. Es bien sabido que la mitad de los 800 mil judíos húngaros existentes entonces perecieron sacrificados en campos de concentración. El comité director de la institución se negó a intervenir en el asunto. Muchos miembros de la Unión de Escritores han renunciado a su membresía como protesta por esta aseveración de uno de sus dirigentes y la actitud subjetiva del órgano rector de la institución. La crisis ha sido expuesta en los diarios Frankfurter Allgemeine Zeitung y Le Monde.

El antisemitismo no es un fenómeno nuevo. Ha sido fundamentado por autores como Renan y Gobineau. Hasta poderosos industriales, como Henry Ford, profesaron un oscuro antijudaísmo. Al convertirse al Cristianismo el emperador Constantino prohibió, bajo pena de muerte, las prácticas judaicas. Justiniano prohibió la construcción de sinagogas. En el Concilio Luterano de 1215 se impuso a los judíos llevar una pieza de paño amarillo para distinguirlos. Lutero propuso medidas contra los hebreos. El triunfo del Cristianismo en Europa condujo a institucionalizar la segregación racial de los judíos.

El antisemitismo alemán --legado ideológico recibido por Adolfo Hitler--, se intensificó con la crisis financiera de 1873, al serle atribuida a los banqueros y prestamistas judíos las causas de la penuria económica. Textos apócrifos como "El protocolo de los sabios de Sion", de carácter racista, fueron muy difundidos en el siglo veinte y se encuentran en la raíz del antisemitismo hitleriano. Ese prejuicio tiene su raíz en la visibilidad social de los judíos, su destacado papel en las finanzas, la política y la cultura. Su diferenciación de costumbres y su credo, los fuertes trazos de su identidad, fueron factores en el aislamiento y separación de las comunidades donde residían.

La política de exterminio de los palestinos practicada por Ariel Sharon ha contribuido a reactivar un antisemitismo que se vio muy mitigado en todo el mundo tras el martirologio del Holocausto. Ese es uno de los más graves daños que el torpe, obcecado y sanguinario Sharon ha atraído sobre su propio pueblo.

gotli2002 ARROBA yahoo.com
respuesta a la respuesta de Lisandro Otero
06 mai 2004
Perros y Zorros II

Israel Shamir
Rebelión

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Con gran expectativa esperé la respuesta de Lisandro Otero. Esperaba una respuesta clara. ¿Por qué el escritor cubano repitió acusaciones contra Francia y la gente en Francia expresadas por enemigos de Palestina y Cuba, desde el presidente Bush al jefe de ADL, Abe Foxman? ¿Por qué está de acuerdo con el discurso pro-estadounidense encabezado por los sionistas del "creciente antisemitismo"? Y respondió, pero, lástima, Sócrates haría retirarse a Otero de su entorno por la falta de lógica de su respuesta.

1. Le dije que no hay antisemitismo y que los judíos están seguros en todas partes. Respondió que los judíos sufrieron en tiempos de Calígula. De la misma manera, le podría decir que no hay esclavitud en Cuba, y podría responder que hubo miles de esclavos hace sólo doscientos años.

2. Otero sacó a relucir el conocido martirologio judío de los días de Roma hasta Isabel la Católica, hasta Hitler. Es verdad, pero no es toda la verdad; y una verdad a medias es tan mala como una mentira. Los judíos vivieron días difíciles, porque siendo humanos, los judíos vivieron en este mundo y sufrieron tanto como todos. Menos que los nativos de Cuba y de otras islas del Caribe, que fueron exterminados. Probablemente menos que sus vecinos, que españoles o polacos comunes, porque los judíos siempre fueron libres, usualmente prósperos y nunca conocieron ni la esclavitud ni el cautiverio; pero indudablemente también sufrieron. Hay que verlo en proporción: los judíos no sufrieron más que cualquier otro grupo comparable.

Como regla general, los judíos pertenecían a las clases explotadoras; por eso los vecindarios judíos están ubicados cerca del palacio real en Sevilla y en París. De cuando en cuando sufrieron por la furia de las clases explotadas o por la de sus competidores. Lo mismo ocurrió con la aristocracia. Miles de aristócratas franceses fueron masacrados durante las guerras campesinas o el Gran Terror de 1793. Los aristócratas rusos fueron matados o expulsados durante la revolución de octubre de 1917. Muchos de ellos eran inocentes, porque la guerra de clases puede ser tan cruel como cualquier otra guerra. ¿Por qué Otero no llora su suerte?

Los judíos libraron guerras como todos los demás. Si hubo muertos judíos en Alejandría, al mismo tiempo los judíos masacraron a no-judíos en Jaffa y Antioquia. Los amigos de los judíos eran a menudo enemigos del resto de la población: Cromwell llevó a los judíos a Inglaterra, pero al mismo tiempo masacró a campesinos irlandeses y esclavizó Irlanda.

Los judíos fueron expulsados de España en 1492, pero los árabes también fueron expulsados en la misma ocasión. ¿Por qué no lamenta Otero la amarga suerte de los constructores de la Alhambra y de la Giralda? En realidad, a los judíos les fue mucho mejor: los que se quedaron fueron totalmente integrados, se casaron con parejas de las mejores familias españolas y ocuparon posiciones de prestigio y poder en España.

Y ahora llegamos a la H mayúscula. Durante la II Guerra Mundial, perecieron millones de rusos, alemanes, polacos, japoneses. Entre ellos, hubo también judíos, civiles y soldados. Así, mi tío judío Abraham fue matado por bombas alemanas en la defensa de Leningrado junto a su amigo ruso Iván. Auschwitz fue inhumano, no cabe duda, pero también lo fue Hiroshima. Pero para un ideólogo judío una comparación semejante es un sacrilegio porque compara al divino pueblo de Israel con los subhumanos japoneses.

3. El discurso judío del martirologio y de la victimización excepcionales se basa en la negación racista de la plena e igual humanidad de los no-judíos; por eso los ideólogos judíos están obsesionados por el recuento de las víctimas judías y descuentan los sufrimientos de los no- judíos. Vemos el resultado de este enfoque en Palestina, donde cada víctima judía de la guerra recibe un sitio de honor en la portada de los periódicos, mientras que las víctimas no-judías apenas merecen mención. Ahora bien, todos, incluyendo a Otero, saben de, y se refieren a, las víctimas judías; pero casi nadie – y de nuevo incluyo a Otero – ha oído hablar, por ejemplo de los nombres de Mona y Cristina, dos niñitas palestinas asesinadas recientemente por soldados judíos.

Dorothy Naor, una inteligente mujer israelí escribe: "El asesinato de hoy de una mujer israelí de 34 años y de sus 4 hijas es ciertamente trágico. En los periódicos de habla inglesa que he revisado, ha sido mencionado ampliamente – en EE.UU. por el New York Times, el Washington Post, el SF Chronicle, el Chicago Tribune, el Herald Tribune; en Inglaterra por el Independent, y el Guardian; en Australia por el Sidney Morning Herald (3 de mayo); y en Toronto por el Globe and Mail. Al contrario, entre los periódicos mencionados, sólo el New York Times de hoy informó sobre el asesinato de ayer de un muchacho palestino de 8 años por el ejército israelí. Toda muerte semejante es trágica. Pero el asesinato de hoy de una mujer israelí y de sus niñas tiene que ser visto en el contexto del niño palestino asesinado ayer, de la madre palestina de 10 niños asesinada la semana pasada y de las estadísticas que cité hace algunos días, es decir que: en abril asesinaron a 59 palestinos e hirieron a 345.

EE.UU. adoptó en su totalidad el discurso judaico; por eso los medios estadounidenses dominados por los judíos estallaron furiosamente cuando cuatro asesinos profesionales estadounidenses fueron matados por el pueblo de Faluya e ignoraron el asesinato de miles de iraquíes. De pleno acuerdo con la doctrina judaica de represalias masivas, los estadounidenses masacraron a seiscientos civiles en Faluya. Esta inspiración judaica es muy peligrosa para nosotros.

Por otra parte, durante las Cruzadas, los guerreros musulmanes y los caballeros cristianos se hicieron amigos entre las batallas e incluso gustaron los unos a los otros. Don Rodrigo fue llamado con el nombre árabe de El Cid; Torcuato Tasso convirtió a una hermosa mujer musulmana, Clorinda, en heroína de su Jerusalén Libertada. En el sitio de Kerak, Saladino ordenó cesar el fuego durante el matrimonio en el castillo; mientras la reina madre le había enviado un trozo de la torta de bodas. Así que las actitudes musulmanas y cristianas son muy diferentes de las judaicas: podrán combatir, es humano; pero deberían tratarse mutuamente como plenamente humanos e iguales.

Un problema de Otero es que se tragó entero el anzuelo del discurso judío y lo tomó como una auténtica descripción de la realidad en lugar de lo que es: un instrumento de propaganda ideológica orientado a detener y revertir el proceso normal de la asimilación judía y a mantener a los descendientes de judíos atemorizados de los goyim, serviles ante las elites judías. Incluso adoptó el punto de vista racista judío, y llama a Marx, Mendelsohn y Heine, judíos. (Aunque nacieron de padres judíos, se bautizaron, no se consideraban judíos y no se les permitiría establecerse en Israel, según las leyes sionistas). Por cierto, Lisandro: si Marx fuera judío ¿habría escrito lo que escribió: 'la liberación judía es su liberación de los judíos'. Rosa Luxemburgo también odiaba que la consideraran judía.

Este malentendido del escritor cubano es evidente cuando se refiere a "la vieja plaga de la humanidad, el racismo antisemita". Lejos de ser 'una vieja plaga' no existió hasta la segunda mitad del siglo XIX, y duró mucho menos de cien años. Paradójicamente, fue causado por la proliferación del discurso racista judío. Ahora bien, las actitudes judías eran y siguen siendo racistas, porque los judíos – como los brahmanes indios – creen en sus innatas altas cualidades. Hasta que la influencia judía emergió como una poderosa tónica de la modernidad a mediados del siglo XIX, el enfoque racial era algo bastante foráneo para los europeos. La Iglesia nunca fue racista hacia los judíos; y todo descendiente de judíos podía convertirse en cristiano y en ciudadano de pleno derecho en la sociedad. La lucha de la Iglesia contra los judíos fue también la lucha de la ideología de la igualdad contra la ideología del racismo. Los judíos también combatieron a la Iglesia, pero cuando lograron dominar – por ejemplo en 128 DC y en 614 DC en Palestina – no les bastó la expulsión sino que masacraron a todos los cristianos que pudieron capturar. Pero Otero no lo comprende y afirma que las actitudes anti-judaicas fueron 'racistas'. Dice que hay judíos buenos y malos; parece ignorar que incluso esta perogrullada es considerada antisemita en el clima actual. Un periodista judío- estadounidense, Klinghoffer, escribió en Forward ( ): "Un escritor que quiere dividirnos ([a los judíos] por la mitad, para elogiar a unos, y despreciar a otros, podrá no ser antisemita – pero tampoco es nuestro amigo". ¡Cuidado, Lisandro!

4. La falta de lógica de Otero se refleja en su referencia a mi persona. Escribe: "Recientemente realizó una gira de conferencias por universidades estadounidenses, honor que pocos escritores de izquierda alcanzan", implicando que una persona que goza de tan gloriosos privilegios no pertenece realmente a la izquierda sino que es un títere de algunas fuerzas oscuras. Pero en la línea siguiente, aprueba a Dominique Vidal, redactor jefe de Le Monde Diplomatique. Así que, hay que ser un títere si se hace una gira por las universidades estadounidense, pero no si se publica uno de los principales periódicos franceses...

(No tuve la posibilidad de verificar la cita de Vidal; si esta persona que mostró su lealtad a la judería escribiendo un libro sobre el exclusivo sufrimiento judío mintió realmente y dijo que yo había llamado a votar por Le Pen; o si no es más que una fantasía de Lisandro.)

5. Y por último, pero no por eso menos importante, Lisandro insinúa que debo ser un 'agente del Mossad o de la CIA'. Tal vez sea una forma aceptable de discusión en sus círculos como lo fue en mi Rusia natal en los años 30; o tal vez es su incapacidad personal de comprender por qué no me someto en circunstancias que él lo hace. Dice con orgullo que nunca cambió sus opiniones: para mí es una cualidad de una mente petrificada. El mundo cambia, y deberíamos cambiar con él.

http://www.rebelion.org/argentina/040506sha.htm
Re: Racismo y antisemitismo
07 mai 2004
La web de Israel Shamir, israelshamir.net está alojada (host) por una antisemita norteamericana llamada Eugenie Trone, que resulta que es hija de un antisemita que trabajó para la CIA en Oriente Medio.
Re: Racismo y antisemitismo
07 mai 2004
"Es preocupante saber que en las elecciones francesas de 2002 Israel Shamir convidó a los electores a votar por el fascista Le Pen."

Es cert, no ens deixem enredar pels malalts feixistes i les seves manies persecutòries. Estan fent servir els palestins per propagar la seva merda.

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