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Notícies :: guerra
La vuelta de nuestras humanitarias tropas, por CNT
per Juan	27 abr 2004
Análisis sobre la decisión de vuelta de las tropas españolas destinadas en Irak, que el domingo asesinaron a dos guerrilleros que les habían atacado en "legítima defensa" de su tierra invadida y el lunes a seis. Firmado por la redacción del magnífico periódico "CNT" en su número de mayo.
La guerra es la paz La libertad es la esclavitud La ignorancia es la fuerza "1984", George Orwell Nuestro ejército ya no es el eterno represor del pueblo;no, ni de pueblos colonizados; tampoco. Aunque sea ese mismo estamento aquel a quien la Constitución faculta para actuar en caso de que peligre la sagrada unidad de la Patria -como si a lo largo de la historia, documentos, papelines o legajos más o menos sagrados hubieran representado barricada contra su actuar-, no vamos a dudar de su nuevo talante, palabra tan de moda en las últimas semanas. Ese mismo renovado, reluciente y democrático ejército, ahora, gracias a la "neolengua" y el "doblepensar" profetizados por Orwell en su "1984", ya sólo sirve en "misiones humanitarias", eufemismo para definir las acciones exteriores de nuestras fuerzas armadas e intentar convencernos de las bondades de su participación en los diferentes conflictos armados que asolan los confiens de esta castigada tierra. Ya lo sabemos: "La guerra es la paz". Lo cierto es que pese a la machacona perorata con la que nos ha bombardeado el gobierno del PP, ejerciente de Partido Único -nuevamente, la obra de Orwell- y que "también está a favor de la paz" (sic), sus tropas, que no las nuestras, han ejercido labores de ocupación, apoyando al ejército angloamericano, represión, disolviendo manifestaciones y actos de protesta civiles y lo que es peor, si cabe, agresión, participando, entre otros ejemplos, en el cerco de Nayaf, la ciudad convertida en uno de los puntos más problemáticos de Irak y donde las fuerzas norteamericanas tienen unos 2.500 soldados, los cuales, al momento de escribir estas líneas, esperan una posible orden para entrar a sangre y fuego y detener al líder chií Moqtada Sadr. Rodríguez Zapatero, pese a nuestro escepticismo, lo reconocemos, ha decidido cumplir una de las promesas de la campaña electoral, quizá la más emblemática: las tropas españolas finalmente abandonan Irak. Y nosotros nos alegramos; que vuelvan y que abandonen un país destrozado y ocupado por fuerzas invasoras. Pero no nos engañemos, si el dirigente del PSOE ha decidido tomar tal decisión, no es una bienintencionada concesión a sus votantes. Estamos firmemente convencidos de que han sido las multitudinarias manifestaciones, el grito hecho público en las calles, la ciudadanía asqueada de muerte y mentiras quien con su presencia y repulsa constantes, han obligado al político a tomar tal decisión. Bien, que vuelvan... y luego se disuelvan, y también disuelvan todos los instrumentos de represión y muerte. ¿Utópico? Quizá, pero reiteramos lo repetido ya hasta la saciedad: lo utópico es pretender que manteniendo el actual régimen social y político haya alguna posibilidad de vivir en paz.
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