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Notícies :: amèrica llatina |
Bolivia: Los indÃgenas del oriente y la Asamblea Constituyente
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per Edgar Ramos Andrade |
16 abr 2004
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Ante el cómplice el silencio de la "gran prensa nacional" y laapropiación indebida del debate mediático pro Constituyente por parte del caduco sistema de partidos que llevaron al país al estado de cosas actual, los indígenas del oriente boliviano discuten en"debates hormiga" y de base la nueva configuración del Estado boliviano, incluyente e inter-cultural... |
CONCEPCIÓN, Santa Cruz (29-03-2004).- Los indÃgenas de Bolivia comenzaron a discutir los procedimientos y el contenido de lo que debatirá la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) pese a que la "gran prensa nacional" conoce y difunde muy poco (casi nada) de estas discusiones.
Pero la discusión no es reciente. Hace 14 años, los movimientos indÃgenas de las tierras bajas bolivianas (AmazonÃa, Oriente y Chaco) comenzaron una serie de movilizaciones nacionales que fueron acompañadas por sus pares del occidente, los quechuas y aymaras.
Y no fueron pocas esas movilizaciones. Hubo cuatro marchas entre oriente y occidente, atravesando selva, monte, rÃos y caminos de herradura además de montañas de más 5.000 metros de altura para llegar a La Paz, donde los "ilustres colegios de abogados" alegaban que el pedido de los indÃgenas, de convocar a una Asamblea Constituyente, era ilegal e inconstitucional (¿?) como recuerda el diputado chiquitano José Bailaba, ex presidente de la Central IndÃgena de Comunidades de Concepción (CICC) en la provincia Ñuflo de Chávez.
Aquà en Concepción --donde las calles son de tierra colorada pero que no levanta polvo y las veredas son de pasto-- los chiquitanos de la CICC recuerdan que los indÃgenas fueron marginados desde siempre. "Nuestros padres y abuelos estaban prohibidos de hablar nuestra lengua, el besïro en las escuelas; si lo hacÃan recibÃan buenas palizas. Ahora la queremos recuperar pero este proceso es dificultoso", señala Juan Pinto, presidente del CICC-Concepción.
Pero ¿cuándo se realizaron esas marchas pro-Constituyente? ¿Qué resultados tuvieron?
CUATRO MARCHAS INDÃ?GENAS
La primera fue en 1990, recuerda un trÃptico de la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC). La denominada "Marcha por el Territorio y la Dignidad" comenzó por iniciativa del pueblo Mojeño, en Trinidad, llegó a La Paz para sorpresa de mucha gente, aunque el recibimiento del poder polÃtico y el gobierno -- por entonces conducido por el Acuerdo Patriótico (MIR-ADN)-- fue poco menos que demagógico.
El logro de esa marcha fue, según el CPESC la aprobación de un Decreto Supremo que reconocÃa la existencia de los primeros territorios indÃgenas y el reconocimiento nacional e internacional de la existencia de los pueblos indÃgenas de las tierras bajas.
La segunda, en 1996 fue la "Marcha por el Territorio, el Desarrollo y la Participación PolÃtica de los Pueblos IndÃgenas" una caminata indÃgena-campesina de todos los pueblos miembros de la Confederación de Pueblos IndÃgenas del Oriente Boliviano (CIDOB) y comenzó en Samaipata (provincia Florida, Santa Cruz) tuvo dos logros: a) Promulgación de la Ley INRA y el reconocimiento de 33 Tierras Comunitarias de Origen (TCOs).
El año 2000 se dio la tercera, denominada "Marcha por la Tierra, el Territorio y los Recursos Naturales" que, protagonizada por la CPESC, el pueblo mojeño del Beni y otros pueblos de la amazonÃa, comenzó en Montero (provincia Obispo Santiestevan, Santa Cruz) tuvo como resultado inmediato la modificación de la Ley INRA y un Decreto que reconocÃa oficialmente las lenguas de los pueblos indÃgenas de las tierras bajas.
Finalmente, en mayo de 2002 la "Marcha por la SoberanÃa Popular, el Territorio y los Recursos Naturales" fue una kilométrica caminata en la que se combinaron los movimientos campesino e indÃgena con más de 50 organizaciones sociales; partió de Santa Cruz y llegó hasta La Paz.
La culminación de esta marcha fue un convenio con el gobierno y los partidos polÃticos con representación parlamentaria, que comprometieron la viabilidad de la Asamblea Nacional Constituyente, como mecanismo de reforma a la Constitución PolÃtica del Estado pero a la vez, el archivo definitivo de la "Ley de Apoyo al desarrollo Sostenible".
RESULTADOS Y PERSPECTIVAS
Que se recuerde, las cuatro marchas que interpelaron a los poderes públicos fueron pacÃficas. No hubo enfrentamientos aunque sà una inmensa movilización social de base porque fueron comunarios chiquitanos, ayoreos, mojeños, guarayos, guaranÃes y otros a los que se sumaron los quechuas y aymaras los que protagonizaron esas kilométricas caminatas que comenzaron a acuñar un término nuevo: Tierra Comunitaria de Origen (TCO) que luego derivó en una retardada serie de trámites de legalización de derecho propietario de tierras, que hasta hoy no concluyen en la mayorÃa de los casos.
Sin embargo, el obsoleto sistema polÃtico instalado por entonces en el poder (1990, primera marcha) no escuchó ni captó el mensaje de los indÃgenas, como no escucha a los sectores sociales mayoritarios del paÃs: Jubilados, pequeños prestatarios y otros. Ese conjunto de partidos que se rotan en el poder, hasta hoy, han demostrado estar al servicio de otro grupo de interés económico muy fuertes en una combinación entre capitales nacionales pero mayoritariamente extranjeros.
Pero también se demostró que el pacifismo solo no pudo abrir el cerrojo de la sordera de los poderes públicos. Cuatro marchas y 13 años de pedidos continuos no fueron tomados en cuenta y tuvo que ser, otra vez la tragedia la que se interpusiera y obligara al poder a ceder. Eso ocurrió en octubre de 2003, cuando los indÃgenas aymaras y quechuas, sumados a los mineros y los degradados ciudadanos alteños obligaron (genocidio de por medio) a fugar del paÃs al entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (MNR). Sin octubre, no estarÃamos hoy discutiendo la Constituyente...
Peor aún, ese sistema caduco de partidos y sus mentores y ejecutores que no escuchó a los indÃgenas, se apropió de todo el mecanismo de preparación mediática de la Asamblea Constituyente: Delegados presidenciales, comisiones gubernamentales o parlamentarias apoyadas por mucho dinero de la cooperación internacional y de las organizaciones no gubernamentales internacionales (ONGIs).
¿QUÉ HACER?
Mientras se da esa actitud pirática de apropiación casi indebida del debate mediático pro-Constituyente, los indÃgenas discuten lo que será la Asamblea en medio de dos grandes carencias: 1) Falta de mayor capacitación de lÃderes indÃgenas especialmente de base en los casi 40 pueblos indÃgenas del paÃs que representan al 62 por ciento de la población del paÃs, según el Censo de Población de 2001. 2) No se cuenta con recursos financieros para la parte logÃstica que involucra el traslado de miles de dirigentes desde comunidades lejanas y que deben atravesar selva, rÃos, caminos de herradura o simples sendas para llegar a los lugares de debate.
Pero la discusión está planteada. Los indÃgenas orientales, aglutinados en la CIDOB están bastante adelantados en este debate de base. Chiquitanos (OICH), guaranÃes (APG), mojeños benianos (CPIB), tacanas y otros paceños (CPILAP), pandinos (CIPOAP), matacos (ORCAWETA), indÃgenas cruceños (CPESC) y los del trópico cochabambino (CPITCO) tienen cronogramado una serie de debates que culminarán en mayo de este año.
El debate es silencioso para la prensa nacional pero muy nutrido y rico para los dirigentes de base y los mismos comunarios. De esos debates saldrá la nueva configuración del Estado Boliviano, Inter.-cultural y que incluya --179 años después de la fundación de la "República"-- a indÃgenas, originarios y campesinos. |
Mira també:
http://www.rebelion.org/internacional/040416andrade.htm |
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