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Anàlisi :: globalització neoliberal |
Europa y EEUU, sociedades diferentes (Todd)
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per (penjat per) Antoni Ferret |
06 abr 2004
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(Emmanuel Todd, en «Después del imperio», p 161-162)
Las sociedades europeas nacieron de la labor de generaciones de campesinos miserables, y sufrieron durante siglos los hábitos guerreros de sus clases dirigentes. No descubrieron la riqueza y la paz hasta un momento relativamente tardío. Podemos decir otro tanto de Japón y la mayor parte de los países del Viejo Mundo. Todas estas sociedades conservan, en una espesie de código genético, una comprensión instintiva de la noción de equilibrio económico. En el plano de la moral práctica, todavía asocian las nociones de trabajo y recompensa; en el plano contable, las de producción y consumo.
La sociedad norteamericana es, en cambio, el producto reciente de una experiencia colonial muy exitosa, pero no testada por el tiempo: se ha desarrollado en tres siglos gracias a la llegada de una población ya alfabetizada a un suelo dotado de inmensos recursos minerales y muy productivo en el plano agrícola, pues era virgen. Aparentemente, EEUU no ha comprendido que su éxito resulta de un proceso de explotación y de gasto sin contrapartida de unas riquezas que no había creado.
La adecuada comprensión que tienen los europeos, los japoneses, o cualquier pueblo de Eurasia, de la necesidad de un equilibrio ecológico, o de un equilibrio de la balanza comercial, es producto de una larga historia campesina. En la Edad Media, europeos, japoneses, chinos e indios, por ejemplo, tuvieron que luchar contra el agotamiento del suelo, y comprobaron en sus carnes la escasez de los recursos naturales. En EEUU, una población liberada del pasado descubrió una naturaleza aparentemente inagotable. La economía ha dejado de ser allí una disciplina que estudia la asignación óptima de unos recursos escasos, para convertirse en la religión de un dinamismo que se desinteresa de la noción de equilibrio. El rechazo por EEUU del protocolo de Kyoto, así como la doctrina O'Neill sobre el carácter benigno del déficit comercial, resultan en parte de una tradición cultural. Los EEUU siempre se han desarrollado agotando sus suelos, derrochando su petróleo, buscando en el exterior los hombres que necesitaban para trabajar. |
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