|
|
|
Anàlisi :: pobles i cultures vs poder i estats |
|
¿Regreso de Rusia? (E. Todd)
|
|
|
per (penjat per) Antoni Ferret |
01 abr 2004
|
|
|
(De Emmanuel Todd, en «Después del imperio», p 139 y 144-145)
La economía rusa volvió a arrancar a partir de 1999. A la disminución del producto nacional bruto (todavía -4'9 por 100 en 1998) siguió por fin una recuperación: 5'4 por 100, 8'3 por 100 y 5'5 por 100 de aumento en 1999, 2000 y 2001. Este crecimiento no se explica sólo en función de las exportaciones de petróleo y gas natural, puntos fuertes de la economía rusa en toda circunstancia. La progresión de la industria en 1999 y 2000 se ha estimado en un 11-12 por 100, y es particularmente importante en las construcciones mecánicas, la química, la petroquímica y el papel. Pero el arranque de las industrias ligeras también es sustancial. Rusia parece estar saliendo, en el plano económico, de su época de confusión. Ya no puede ser considerada como un país en quiebra.
(...)
Teniendo en cuenta sus persistentes dificultades en los terrenos demográfico y sanitario, no podemos considerar la recuperación rusa como un elemento definitivo del nuevo paisaje mundial. Pero, de todas formas, debemos llevar la hipótesis hasta el final y examinar las bazas específicas de una economía rusa cuyos equilibrios y posibilidades de crecimiento han sido restablecidas. Inmediatamente se impone una primera constatación: Rusia sería una potencia económica muy particular, que combinaría el nivel relativamente elevado de su población activa con una independencia energética total. (...) Las producciones petrolífera y, sobre todo, gasística de Rusia hacen de ella un actor mundial en el plano energético. Tampoco debemos olvidar que el tamaño de su territorio le garantiza otros recursos naturales en proporciones inmensas. Frente a unos EEUU dependientes, Rusia, gracias a la naturaleza, es independiente del mundo. Su balanza comercial es excedentaria.
Esta situación no se debe a los hombres. No obstante, tiene un peso específico sobre la definición de los sistemas sociales: la masa territorial rusa, sus riquezas mineras y energéticas hicieron posible la concepción estalinista del socialismo en un solo país. En los días del debate sobre la globalización y la interdependencia universal, Rusia podría emerger, en un escenario que consintiese las hipótesis más favorables, como una democracia inmensa, con sus cuentas exteriores equilibradas y provista de una autonomía energética; en suma, como la encarnación de una especie de sueño gaullista en un mundo dominado por EEUU.
Si la incertidumbre de EEUU sobre el abastecimiento, a medio plazo, tanto de mercancías y capitales como de petróleo, explica en buena medida la excitación de los dirigentes de Washington, podemos imaginar, por analogía, la futura tranquilidad de espíritu de los dirigentes rusos: saben que si consiguen estabilizar las instituciones y las fronteras, en Chechenia y otros lugares, ya no dependerán de nadie. Por el contrario, disponen de una ventaja inusual: la exportación de petróleo y, sobre todo, gas natural. La debilidad estructural de Rusia es demográfica, pero, como veremos, tal debilidad puede convertirse en una ventaja. [El autor se refiere, como explica más adelante, a la confianza que los demás países pueden tener en ella, al no percibir ningún peligro de agresión por su parte.] Irónicamente, todo eso haría de la Rusia poscomunista una nación particularmente tranquilizadora, por su independencia energética del resto del mundo, frente a unos EEUU inquietantes en su papel de predadores. |
This work is in the public domain |
|
democracia inmensa ?
|
|
per joder |
01 abr 2004
|
que les preguntes a los chechenos
y a los mismisimos rusos
ah, se me olvidaba, ahora que es capitalista rusia es considerada una democracia homologable por los pensadores del sistema
habra que ponerla en el mismo saco que espanya, colombia, chile, turquia y otras "democracias" de similar calidad |
