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Notícies :: criminalització i repressió : immigració |
20 razones para actuar solidariamente contra el racismo
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per Gipuzkoako SOS Arrazakeria Correu-e: llactacaru ARROBA llacta.org (no verificat!) |
24 mar 2004
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Contra la Ley de ExtranjerÃa |
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- Porque la Ley de ExtranjerÃa es el instrumento normativo que sirve para
organizar la desigualdad de un grupo de personas que viven en esta sociedad:
los y las extranjeras extracomunitarias y, especÃfica y especialmente, la de
quienes de entre ellos se encuentran en situación administrativa irregular.
- Porque tenemos una Ley de ExtranjerÃa que refuerza el racismo
institucional, la construcción de un sistema de normas y prácticas legales
encaminadas a organizar la desigualdad, la falta de derechos, la
jerarquización de la sociedad en función del origen nacional de las personas,
un sistema de aparheit legal. La Ley de ExtranjerÃa se aplica a los y las
extranjeras extracomunitarias, es decir, a las nacidas fuera de la Unión
Europea.
- Porque un sistema basado en la desigualdad legal y la falta de derechos de
las personas por el hecho de haber nacido fuera de la Unión Europea, refuerza
y alimenta el racismo social, la discriminación social, la etnificación del
mercado de trabajo, la explotación laboral, los abusos en los precios de las
viviendas de alquiler.
- Porque la reciente reforma de esa Ley, que entró en vigor el pasado 22 de
diciembre, ha supuesto un empeoramiento de las condiciones de existencia del
conjunto de los y las extranjeras extracomunitarias, y especialmente de
quienes de entre ellas se encuentran en situación administrativa irregular.
- Porque la Ley de ExtranjerÃa destroza principios democráticos básicos,
tales como la presunción de inocencia, que es sustituida por la presunción de
culpabilidad para los y las extranjeras extracomunitarias.
- Porque la Ley de ExtranjerÃa trata a los y las extranjeras
extracomunitarias como sospechosos perpetuos, sometiéndoles a controles de
identidad especÃficos por parte de las compañÃas de transporte al entrar en el
paÃs, bajo la amenaza de multas millonarias.
- Porque coloca bajo sospecha toda relación con un o una extranjera
extracomunitaria. El Consejo General del Notariado ha firmado un acuerdo de
dos años con la ComisarÃa General de ExtranjerÃa y Documentación, llamado
“sistema vigÃaâ€?, mediante el cual toda invitación que se haga a un o una
extranjera extracomunitaria para poder obtener un visado de estancia, se
notifica a la policÃa, con los datos de quien invita y del invitado.
- Porque la Ley de ExtranjerÃa convierte al y la extranjera extracomunitaria
en una delincuente potencial. Se les niega el derecho a la vida privada y a la
vida en familia. Sus datos personales, los que ellos ceden al padrón municipal
de habitantes, trámite necesario para poder acceder a derechos tan elementales
como la asistencia sanitaria y la educación de los hijos e hijas, a diferencia
de los de los autóctonos y los extranjeros comunitarios, podrán ser
controlados por la policÃa, aunque no hayan cometido delito alguno, al objeto
de detener y expulsar.
- Porque la Ley de ExtranjerÃa construye para las y los extranjeros
extracomunitarios un sistema administrativo, una forma de relacionarse entre
la administración y el administrado, de carácter propio, especÃfico, diferente
al de los autóctonos y los extranjeros comunitarios, con menos derechos y
mucho más gravoso, demencial.
- Porque es la Ley de ExtranjerÃa la crea la figura del inmigrante
irregular, situación administrativa que supone falta de derechos elementales y
que, en el caso de los irregulares no empadronados, es un auténtico pozo de no
derecho.
- Porque la Ley de ExtranjerÃa dificulta el tránsito entre la irregularidad
y la regularidad. AsÃ, en este momento, hay más 850.000 personas en situación
irregular en el conjunto del Estado, obligados a trabajar en la economÃa
sumergida, sin contrato de trabajo, sin seguridad social, expulsables por
estancia irregular. Y no queremos que esa situación continúe. Queremos su
regularización, que el Gobierno desatasque lo que el mismo ha atascado.
- Porque todas esas medidas refuerzan la discriminación y la jerarquización
en la sociedad, convirtiendo a miles de personas en auténticos metecos, gentes
que están pero a las que no se les reconocen los mismos derechos por el único
y exclusivo motivo de su origen nacional.
- Porque el cierre de las fronteras, la implantación de sistemas cada vez
más sofisticados de vigilancia, lo que consiguen es que cada año aumente el
número de muertos. Ese es su macabro tributo, 236 muertos contrastados durante
el año 2003 y algo más de 400 el número real estimado.
- Porque la polÃtica de inmigración y de extranjerÃa es muy
centralista, y dificulta mucho que el Gobierno Vasco, las diputaciones o
los ayuntamientos puedan hacer planes de integración social y polÃtica, al no
tener competencias en materias tales como la entrada, la estancia, la
residencia, la reagrupación de la familia, los permisos de trabajo y
residencia, las expulsiones...
- Porque la Ley de ExtranjerÃa retrata en pequeño el tipo de sociedad que se
está construyendo, orientada a la exclusión legal, parcial o total de miles de
personas y, en su extremo, a la expulsión.
- Porque ese tipo de polÃtica no es solo una chaladura de los polÃticos que
nos gobiernan. Cuenta, aunque no sea fácil de medir, con la aceptación activa
o la neutralidad pasiva de una parte de la sociedad, y es en parte reflejo de
sus anhelos y dificultades.
- Porque hay una parte que se aprovecha abiertamente de la situación,
especialmente patrones sin escrúpulos e inmobiliarias y propietarios de
viviendas para alquilar.
- Porque otra parte se siente en una posición muy insegura con respecto a
los rápidos cambios educativos, sociales y laborales que se están produciendo,
y tienden a ver a la inmigración como chivo expiatorio de sus dificultades,
como alguien a quien se le puede traspasar los problemas o culpabilizar de los
mismos, al que se le mira con desconfianza, o se le exige que solo trabaje en
determinados sectores.
- Porque serÃa mucho más interesante darle la vuelta a nuestros miedos,
asumir que nuestro bienestar no se puede fundar en la exclusión del que está
al lado, que no nos desarrollaremos como personas si excluimos de ello al
vecino, que nuestro desarrollo social y humano será muy deficiente si hacemos
del origen nacional o la procedencia de las personas factores de exclusión.
- Porque el racismo se alimenta cuando hay leyes, normas, prácticas
administrativas que condenan a un colectivo de personas a ser seres aparte y,
una vez ahÃ, las criminalizan o las sitúan bajo sospecha. En una sociedad que
tiene aún pendiente la asignatura de la discriminación secular del pueblo
gitano, insistir y reforzar ese tipo de polÃtica es una locura. Por justicia y
por realismo, trabajemos por la igualdad de derechos, por el acceso de todas
las personas a la ciudadanÃa plena en un marco compartido de derechos y
deberes.
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