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Notícies :: amèrica llatina
Los anarquistas y la lucha contra la impunidad en Uruguay
09 mar 2004
Un panorama de la lucha contra la impunidad desde Uruguay
Los Anarquistas y los DDHH en Uruguay:

“Para nosotros la lucha contra la impunidad es una necesidad impostergable, y un compromiso que no admite cálculos�



Entrevista a Pablo Mejías: militante anarquista por Derechos Humanos,
integrante de Plenario Memoria y Justicia- Uruguay.

(Transcribimos de entrevista publicada en boletín
del colectivo Mensenrechten Workshop - A -Rótter)


La gravedad de los hechos que sacudieron la escena política uruguaya las últimas semanas de diciembre en relación a la temática de los Derechos Humanos, empujaron a las calles a los activistas contra la impunidad para anotar sobre el epilogo del año un acto de dignidad inesperado. A continuación presentamos la entrevista a un militante anarquista de OLC (Organización Libertaria Cimarrón) que a su vez integra el denominado Plenario por Memoria y Justicia, una organización social de Uruguay que se caracteriza por convocar a escraches contra represores militares.


-¿Cual es la perspectiva política que determina militar hoy, en el área de los Derechos Humanos en Uruguay?

Pablo Mejias.-Siempre lo hemos asumido de la misma manera; la lucha por Derechos Humanos es una más en el espectro de luchas necesarias en el proceso que llevará a la clase a la emancipación, pero hemos encontrado en esta etapa especialmente, la posibilidad de generar vasos comunicantes en un tejido social tan fragmentado a través de la lucha contra la impunidad. De pronto es posible reunir en la militancia por Derechos Humanos elementos ideológicos profundos y reclamos concretos, y todo sobre una base de consensos muy presentes en amplios sectores de la sociedad, de reivindicaciones unificantes que ponen en evidencia rápidamente al sistema político e irritan al Poder Militar.
Podemos comenzar el correlato de acciones que nos fueron involucrando en esta pelea desde los inicios mismos de lo que luego sería el proyecto político al que estamos ligados. Desde el trabajo en el periódico Barrikada, la cantidad de actividades que desde allí fueron centrando al periódico como una herramienta importante para insertarse en la pelea contra la impunidad, incluso como herramienta sustancial para fundar y construir lo que hoy es esta instancia mucho más amplia, la Plenaria Memoria y Justicia, que compartimos con muchos otros compañeros y fuerzas.
En fin, hoy nuestra Organización Política (OLC), concentra en el frente de los DDHH a varios compañeros que militamos con la especificidad que la tarea requiere, con el respeto a la autonomía e independencia de la base social que se compromete en la lucha, y con la hilvanación que ofrece estar políticamente organizados.

-¿Cómo se actúa en el área de los DDHH con un marco político donde las propias estructuras fuertes de la izquierda uruguaya (ante inminente ascenso) establecen una estrategia que pretende laudar el debate en torno a los crímenes de la dictadura y ubicar a las Fuerzas Armadas en un nuevo papel, adecuado para un gobierno socialdemócrata?

PM.-Para nosotros la lucha contra la impunidad es una necesidad impostergable, y un compromiso que no admite cálculos. No es una sorpresa que en las cúpulas del EP-FA se haya resuelto respaldar por ejemplo la Ley de Impunidad en el último Congreso. Esta dentro de la misma estrategia de conciliación de clases, de abandono de todas las banderas históricas de la izquierda. En todos los planos esta fuerza, que seguramente alcance el gobierno en las próximas elecciones viene deshaciendo a diestra y siniestra todo el programa popular que le diera origen. Lo triste es que los portavoces de tales renuncias sean justamente dirigentes del MLN-T (Tupamaros) como Fernández Huidobro, que otrora fueran referentes de proyectos de resistencia popular que tantas vidas y sacrificios costaron a tantas compañeras y compañeros. Hay que ver por ejemplo lo que han sido las últimas declaraciones de dirigentes de esa misma fuerza, como José Mujica quien ha declarado textualmente “Quiero un capitalismo con burgueses como la gente…�. Es muy jodido, pero es el mismo síntoma que ha llevado a muchos viejos dirigentes de la izquierda Latinoamericana a virar hacia una estrategia que se presenta como política posibilista, y que es esencialmente reformista, socialdemócrata, no tiene perspectiva histórica. Hay que ver Brasil, el caso Lula debería ser ejemplarizante. Pero bueno, estas fuerzas irán resolviendo sus salidas, no nos corresponde a nosotros que nunca apostamos a eso. Para los que planteamos otra vía, la que no tiene intención de apartarse de la lucha de clases, la que aspira a la revolución social, la que no juega el juego electoral nos queda ir construyendo las herramientas de resistencia desde abajo, incluso con la militancia de base de la izquierda del EP-FA, porque ahí se están viendo fisuras, y se irán viendo cada vez más. En el tema vinculado a los DDHH especialmente, no le resultará fácil a las dirigencias renunciantes operar, a la vista está que cada vez que salta el tema, la gente reclama, o se realiza un escrache se les desordenan todos los papeles, aparecen contradicciones y se les desarma la fila inidia…
La lucha contra la impunidad es muy sentida por nuestro pueblo, no se transa así no más, se puede avanzar mucho en este sentido, pero hay que administrar los tiempos en lo posible, por si solas las contradicciones que se generen en esta categoría de la lucha de clases no son suficientes.

-Es sabido que la lucha en el plano de los DDHH es arriesgada, vuestros compañeros son seguidos y amenazados regularmente por sus actividad tenemos entendido…

PM.-Nosotros sabemos lo delicado de la lucha en este plano, no solo en el ámbito de la izquierda o de los debates políticos, hay que ver que se tocan resortes de los aparatos represivos, es como trabajar con un cable pelado…con cuidado, hay capacidad para hacer de todo un poco, pero como decía antes, hay que administrar los tiempos, sobre todo hay que saber que acá se expone mucho al militante, porque entra en directa confrontación con elementos represivos y los irrita, la información recopilada y los respaldos que se obtienen son cuestiones determinantes que han posibilitado tomar iniciativas en este sentido, no haríamos nada que no tuviera capacidad de respuesta, ni dejaríamos de hacer nada que exigiera ser respondido.

-¿Que mensaje podrías dejar para los colectivos y organizaciones que trabajamos a nivel internacional, sobre todo en el llamado “primer mundo� donde las solidaridades son tan reclamadas?

PM- No nos queda más que seguir reclamando eso pues: Solidaridad, ya no solo el intercambio de información y el debate ideológico, si no la contemplación de las duras condiciones en las que se milita en Uruguay (y en cualquier parte de Latinoamérica), sin medios casi e infraestructura que muchas veces se descarta en vuestros países y que para nosotros hace la diferencia entre un afiche o no, entre la posibilidad de denunciar, de salir al a luz o quedar en penumbras enfrentando esto. No estamos dramatizando, realmente es así para nosotros, particularmente conozco esta realidad luego de lo que pronto serán 10 años publicando el periódico Barrikada sin el más mínimo recurso, editando afiches u propaganda sin credito en las imprentas, u organizando escarches con megáfonos y Walkie Talkies emparchados…si es que suena tragicómico, pero así es. La solidaridad desde vuestros países es determinante queridos compañeros.

-Por lo pronto, es nuestro deber colaborar, y extender el llamado a colaborar…

PM- Gracias

-Salud!












Últimos sucesos DDHH-Uruguay:

Grave escenario político
en torno a la citación de militares a la justicia

Sorprendidos por una brecha judicial que abrió el juez Recarey, y la actuación del abogado Pablo Chargonia en torno al caso del secuestro de la maestra Elena Quinteros, los pocos hombres que le van quedando al presidente en su ultimo año de mandato salieron frenéticanete a entorpecer las investigaciones. En una maniobra sucia, gravisima, el Poder Político intercedió en el caso Quinteros precisamente cuando iban a ser interrogados cuadros represivos de la dictadura. El turbio escenario incluyó el acuartelamiento de los elementos militares citados por la justicia (aún de militares retirados!), el anuncio de desacato de las autoridades policiales de conducir a los militares llamados a declarar, y finalmente, la mañana del Lunes 8 de Diciembre (fecha en la cual debía concurrir ante el juez el torturador conocido como “Pajarito� Silveira) se desplazo al juez actuante en una maniobra que sería irónicamente bautizada como “el milagro de la impunidad�, al aparecer en escena el juez titular Cavalli que hasta entonces se encontraba en reposo clínico. Cavalli milagrosamente recuperado devolvió el caso a foja cero y regresó a su lecho hospitalario. La situación fue explicada por el cínico Ministro de Defensa Yamandú Fau como una mera casualidad…

Nuevamente agotada la vía judicial, y ante la preocupante indiferencia de todos los actores políticos (incluidos los de la izquierda) las organizaciones sociales comenzaron a movilizarse. Organizaciones de Derechos Humanos, estudiantes y el PIT/CNT convocaron a repudiar los hechos manifestando y concentradote en diversas instancias.

28 de Diciembre:
Nuevamente el escrache como herramienta



La iniciativa más contundente se estrelló sin embargo sobre el pasivo escenario político navideño el Domingo 28 de Diciembre, cuando la Plenaria Memoria y Justicia convocó a la populosa barriada del Cerro a escrachar al militar retirado “Pajarito Silveira� en el cuartel “La Paloma� donde se lo avistó torturando por última vez.

A las 17 horas una columna de más de medio millar de manifestantes recorrían las calles del Cerro de Montevideo rumbo al cuartel donde las fuerzas represivas custodiaban celosamente la entrada. El clima tenso había sido instalado horas antes por las declaraciones del Ministro de Defensa de estar dispuesto a reprimir a los manifestantes en caso de ingresar a la zona militar, y por la detención arbitraria de integrantes de la Plenaria Memoria y Justicia minutos antes de comenzar la manifestación.

Finalmente la marcha llegó a su destino: frente a las vallas instaladas en las puertas del cuartel los integrantes de la Plenaria Memoria y Justicia Irma Lentes, Pablo Mejías y Gustavo López dieron lectura a una proclama que fue largamente ovacionada por los presentes, y que luego sería señalada por la prensa como una declaración ofensiva tanto contra la estructura militar como contra las dirigencias de la izquierda que en su estrategia electoralista habían optado por dar respaldo a la Ley de Impunidad que nuevamente comenzó a ser cuestionada por la sociedad, especialmente a partir de los últimos hechos.

El firme y digno camino de organizaciones
como Plenaria Memoria y Justicia.

En Uruguay la tarea de la lucha por los Derechos Humanos, huérfana casi siempre del respaldo de la izquierda parlamentaria que encuentra en esta bandera un problema poco propicio para sus aspiraciones de gobierno, ha sido asumida por diversas organizaciones sociales. Tanto desde la Comisión de Derechos Humanos del PIT/CNT, desde las comisiones de gremio Universitarias, de los Secundarios, como por parte de la organización de HIJOS –Uruguay. Sin embargo en los últimos tiempos la tarea de la movilización se ha concentrado fundamentalmente en la organización Plenaria Memoria y Justicia, que reúne en su integración a militantes sindicales, expresos políticos, independientes, militantes de organizaciones políticas y de colectivos de resistencia.
La estructura de la Plenaria Memoria y Justicia funciona sobre una base asamblearia y principios de horizontalidad. Resuelve y opera en el plano de la lucha contra la impunidad desde una postura de clase. Inicia su trabajo en el año 2000 adoptando como método característico la organización de escarches. Tiene en su historial la organización de mas de 10 escraches en los últimos años; siendo entre los más trascendentes el que le diera inauguración a la organización, y que contara con la presencia y respaldo de Hebe de Bonafini (Madres de Plaza de Mayo), en aquella ocasión contra el Ministerio de Defensa. Otra importante iniciativa fue trabajada en coordinación con HIJOS y PIT/CNT, al decidir el escrache al represor Manuel Cordero quien fuera ubicado a mas de 40 km. de la capital, el escrache fue recordado como la Caravana por la Justicia. La Plenaria Memoria y Justicia continuó desplazándose a donde fuera necesario para escarchar a los torturadores y sus cómplices políticos llegando a viajar al interior del país (más de 200 Km.) al departamento de Durazno para escarchar a Juan Ma. Bordaberry.
A pesar del digno trabajo de esta organización social, la tarea no ha sido fácil para los integrantes del núcleo duro de la Plenaria Memoria y Justicia, que sin más recursos que la solidaridad han sacudido intermitentemente la escena política del país. Objeto de seguimientos y amenazas, los militantes han persistido sin embargo en su proyecto de lucha, y han anunciado para el próximo año un Plan de trabajo que incluye una larga lista de escrcahes, pero extiende incluso las tareas a la conformación de una Red de Amparo contra la represión Policial e institucional hoy. Esta última iniciativa fue lanzada en el reciente Foro Uruguay con el respaldo de CORREPI –Argentina.




Para entender los hechos:
El intocable Poder Militar en Uruguay

En distintos momentos, los gobiernos de los países Latinoamericanos fueron impulsando una estrategia de revisionismo del lugar de las Fuerzas Armadas en el marco de las estrategias neoliberales de la actual etapa. Los crímenes de las dictaduras precedentes a esta etapa debían ser resueltos para una reformulación de los aparatos represivos en función de los nuevos intereses. Bajo los nuevos gobiernos denominados democráticos se procedió a nivel de las Fuerzas Armadas a alentar elementos militares que colaboraran con el proyecto revisionista y reformulador; y a nivel social, a promocionar Comisiónes de Paz, de Reconciliación o de Verdad, integradas por sectores sociales, y ONG´s que permitieran alcanzar el concenso necesario. También en Uruguay se apostó a esta estrategia, pero con resultados que difieren a la mayoría de los procesos, y que en cierta medida retienen las relaciones del Poder Político y su vínculo con el Poder Militar en estadios anteriores de la etapa histórica.

El actual presidente Jorge Batlle que se había presentado -inaugurando su mandato- con actitud sospechosamente receptiva hacia los familiares de desaparecidos, se despide ahora derrotado y amparando torturadores. ¿Cuáles son los elementos que van determinando una actitud tan diametralmente opuesta?, ¿Por qué cae tan estrepitosamente en el caso uruguayo la estrategia revisionista que funcionara en otros países?. Las respuestas imposibles de plantar en toda su extensión, pueden ser sin embargo resumidas en algunas realidades políticas particulares en combinación con situaciones determinantes en los últimos años, pasamos a desarrollar:


Los palos en la rueda:
Claves para el fracaso de la estrategia
de gobierno en cuanto a los DDHH.

La estrategia del gobierno al asumir la iniciativa en el tema de los desaparecidos mediante la convocatoria a una Comisión para la Paz que laudara definitivamente el debate, resarciendo económicamente a los familiares directos y declarando una culpa oficial y superficial del Estado uruguayo en los hechos, pero sin revisar causas y culpables, terminó en otra derrota política del presidente en retirada. Las claves que fueron trastocando los planes del gobierno podrían sintetizarse en los siguientes puntos:

1)     El precedente de una transición política “desprolijaâ€? (sin comparación con procesos de otros países Latinoamericanos) de la dictadura militar a la democracia liberal, que estableció condicionantes determinantes que aseguraron el carácter de “intocablesâ€? de los cuadros represivos de la dictadura, incluso en el plano jurídico.

2)     El hermetismo de la estructura militar uruguaya, renuente una actitud revisionista como la impulsada por los sectores militares que se pueden inscribir dentro de la denominada “Doctrina Balzaâ€?.

3)     La falta de respaldo de los propios sectores políticos conservadores (Partido Blanco y Partido Colorado) en la estrategia revisionista, habida cuenta los compromisos en el plano político y empresarial que se establecieron con elementos militares.

4)     La base popular que sustenta a las fuerzas políticas de la izquierda uruguaya –a pesar del proceso de transición Socialdemócrata que experimenta el EP-FA- no se han dispuesto a conceder absolutamente la lucha en el plano de los DDHH.

5)     El fracaso de la iniciativa de “Comisión para la Pazâ€?, fundamentalmente a partir de cuatro situaciones que se plantearon durante el proceso de trabajo de dicha comisión: a) La aparición de la nieta de Gelman; tarea llevada adelante al margen de la iniciativa gubernamental y a pesar de la falta de cooperación del Estado uruguayo. b)La aparición de Simón Riquelo, a partir de la investigación de Sara Méndez, el periodista Roger Rodríguez, y la colaboración Miquelini al margen también de la Comisión para la Paz y sin cooperación del Estado uruguayo. c) El procesamiento de Juan Calos Blanco, a partir del trabajo del abogado Pablo Chargonia y la Comisión de DDHH del PIT/CNT, quienes aprovecharon oportunamente la brecha judicial que des-amparaba al canciller Juan Carlos Blanco (cómplice en la desaparición de la maestra Elena Quinteros) por su condición de civil, y por ende excluidos de la Ley de Caducidad. d) Las herramientas de protesta populares. El emprendimiento constante de la movilización y la acción denunciante de las organizaciones sociales. Particularmente de las más cuestionantes como la serie de actividades y escarches impulsados por Plenaria Memoria y Justicia o el grupo HIJOS.
Sindicato Sindicat