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Notícies :: laboral |
ERE : Monedas para Judas
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per Jon López - La Haine |
23 feb 2004
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Expedientes de Regulación de Empleo. Detrás de estas palabras tan usadas últimamente, saca la cabeza el despido libre, la patada en el culo a miles de trabajadores en nombre del aumento de beneficios de los globalizadores de la explotación y la precariedad. |
Estos despidos masivos eran en un inicio la última medida que tomaban las empresas antes de su cierre por bancarrota, una forma de aceptación última de la ley natural del capitalismo contenido: En caso de fuertes dificultades, que lo paguen los más débiles, los de siempre.
Esta aceptación del despido si es 'necesario' , abrió las puertas al despido libre pero no gratuito: Las condiciones para abrir un ERE se ampliaron más y más de tal forma que los criterios subjetivos sustituyeron a la objetividad en la situación crítica de una empresa, era necesario que alguien decidiera quién tenía razón: El Gobierno.
El Ministerio de Trabajo ha dado su autorización al 99% de los Expedientes presentados por empresas en 'dificultades', empresas como Renfe, Telefónica, Valeo , con decenas de millones de euros en beneficios pero en pleno y eterno proceso de transformación siempre buscando nuevas condiciones para cambiar sus modelos de producción allí donde sea más rentable, más precario, más explotado.
Para satisfacer las gargantas de accionistas y especuladores enloquecidos por la borrachera de dividendos que da la caída de las ataduras de la Bestia capitalista es necesario librarse de las antiguas estructuras con mínimos 'derechos' o 'privilegios', nacidos de luchas obreras en las empresas o fábricas madre. Es necesario destruirlas mediante el despido de la plantilla o el chantaje para que se rindan al actual orden de las cosas, al dominio total empresarial sobre los trabajadores.
En este sentido se dan todas las facilidades desde el poder económico-político a esta plaga de langostas que son las multinacionales, falta entonces conocer cuál es el nivel de resistencia y posicionamiento de la clase obrera a estas agresiones, a esta guerra abierta.
CCOO y UGT, pastores del rebaño
'Obrero despedido, Patrón colgado'. Esta frase resume la única fuerza de que disponemos los trabajadores para plantar cara a las agresiones de un Poder que lo domina todo, un entramado politico-económico-policial que actúa en las formas por separado pero con un único objetivo, un único dogma: defender las injusticias mediante la fuerza de las leyes o la porra.
Obrero despedido, patrón colgado. Frase y actitud muy residual que explota en chispazos de rabia y dignidad en contadas ocasiones: Sintel, Astilleros...
Para asegurar la vía libre a la explotación es necesario evitar la reacción de los trabajadores mediante el control de las cúpulas de los sindicatos mayoritarios para que así controlen, engañen y tranquilicen a los obreros afectados en el proceso de lanzamiento y caída libre al mercado laboral del neoliberalismo.
Es el momento de los profesionales, personajes siniestros de CCOO y UGT que acuden como cuervos o buitres cuando se reúnen las hienas para preparar la matanza de derechos y familias enteras. Autollamados gestores de alto nivel especialistas en duras negociaciones y grandes acuerdos resumidos en conseguir una indemnización miserable pero mejor que la ofrecida por la empresa.
Son esa gentuza quienes influyen en los comités de empresa de las fábricas o empresas afectadas para guiarles en el camino adecuado ganándose su confianza gracias a la experiencia acumulada en estos asuntos.
Esos comités, al estar más cercanos a los compañeros que van a resultar despedidos tienen una primera posición de enroque y lucha por los puestos de trabajo amenazados. Son convencidos de que toda lucha es inútil, que todo está hecho y es imposible cambiarlo porque las leyes hacen casi imposible que un Expediente pueda ser denegado, así que modifican el objetivo inicial de resistencia hacia la búsqueda de una indemnización digna de los trabajadores devorados por la codicia empresarial.
Misteriosamente, las movilizaciones o enfrentamientos directos que tanto daño pueden hacer a la empresa son parados mientras sea posible, el camino seguido son reuniones con representantes de la empresa donde no se pone en duda el final deseado de los despidos y se lucha por algo sin importancia para la patronal. Se lucha por los despojos, por las migajas.
En ese momento , suelen producirse reuniones paralelas cuyo contenido no trasciende entre el representante de la estructura sindical de CCOO o UGT y una comisión reducida de la empresa, normalmente en restaurantes de lujo donde se llena convenientemente la panza del jerarca sindical. En esas reuniones se alcanzan detalles concretos que no pueden hacerse públicos en las reuniones ordinarias de miembros de los comités de empresa con la patronal, el jerarca sindical correría el riesgo de ser expulsado a patadas, salivazos o con el método apuntado por el compañero de Sintel en la ceja izquierda del señor Fidalgo.
Esos detalles son el desvío a los fondos del sindicato de una cantidad de entre 20000 y 60000 Euros (según la capacidad de la empresa, volumen de despedidos y capacidad de lucha) para satisfacer 'gastos provocados por el ERE' en la organización del propio sindicato. Esos gastos son evidentemente súperinflados y constituyen una de las vías de financiación de ellos, garantizados sólo en el caso de que se llegue a un acuerdo entre sindicatos y empresa mediante un proceso civilizado entre caballeros donde la lucha se traslada de los centros de trabajo a una mesa donde se realiza una pantomima sólo no visible para aquellos que en su ingenuidad crean que se está negociando algo.
El teatro y la traición a los trabajadores se consuma mediante un referéndum donde se pide a la plantilla que acepte 'o eso o el mínimo marcado por las leyes' ya que no queda tiempo para intentar otras formas de presión al vencerse el plazo exigido por la ley para llegar a un acuerdo.
Se aparcan las luchas, se baja la cabeza, se traiciona a los débiles, se engordan barrigas, se embadurnan cuerpos en pus de miseria y actitud bastarda.
Gracias a estos Judas ahí arriba, en las oficinas, en los consejos de administración o en las presidencias , centenares de hijos de la gran puta nos ven como borregos idiotas que no se dan cuenta de que son dirigidos por sus amables pastores al matadero.
Nos ven como inferiores imbéciles tan fáciles de manipular y tomar el pelo como un niño de cinco años, nos pierden el respeto que da la lucha y la fuerza de la clase obrera.
Por puto dinero.
Muchas gracias. |
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