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Notícies :: ecologia |
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'La pobreza es agresora del medio ambiente'
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per Cristóbal S. Blesa
Correu-e: cristobalblesa ARROBA tsai.es (no verificat!) |
13 feb 2004
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En la ciudad de Soria se han reunido un centenar de empresarios, intelectuales, periodistas y políticos para hablar sobre el desarrollo sostenible. El Foro Soria 21 pretende convertirse en centro y modelo del desarrollo sostenible mundial. Y prolongar la tradición de conferencias como las de Estocolmo, Río de Janeiro o Johanesburgo. |
En el foro, todos han mostrado su verdadero rostro frente a los modelos de organización social y económica. Los empresarios, casi todos altos directivos de grandes multinacionales, han acudido a Soria por decenas. Han mostrado su pretensión de liderar la triple cuenta de resultados de un desarrollo que incluya lo social, lo económico y lo medioambiental. Han lanzado mensajes desestabilizadores para el orden político y científico.
Juan Iranzo, profesor de economía que propone con insistencia un paradigma de pensamiento ultraliberal, ha llegado a cuestionar los "mitos científicos" de la degradación medioambiental como el calentamiento de la tierra. Otros han elogiado que es "mayor la pertenencia a una multinacional, presente en 191 países, que al propio estado" que sólo te da la nacionalidad. Han mostrado con efusividad sus programas sociales y han defendido que ellos han hecho los deberes. Los representantes de dos empresas eléctricas, Unión Fenosa y Endesa, han propuesto abiertamente que España no ratifique el protocolo de Kioto y defienda esta postura en Europa. Otro afirma con rotundidad que "si el que contamina paga, el que sea limpio que reciba su premio", como si el ser buen ciudadano necesitara de recompensas. La empresa deja ver en ocasiones como ésta el poder seductor e implacable de los lobbies económicos.
Tan sólo el sindicalista Joaquín Nieto habló sin rodeos de la necesidad de un consumo responsable, de un control de la economía por parte del Estado, de unas leyes fuertes frente a la especulación y a la destrucción del trabajo o del medio ambiente. No todo fue negativo, se vieron procesos sinceros de reconversión de empresas y sectores perversos en modelos de desarrollo auténtico.
Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, relató una breve historia del concepto de desarrollo sostenible vivida en diferentes circunstancias. Desde los años 50 y 60 en los que sólo se hablaba del crecimiento que condujo al desarrollismo, hasta la última cumbre de jefes de estado de Monterrey donde, según él, se llegó a acuerdos más importantes que los que se mostraron a la opinión pública. Su frase "la pobreza es agresora del medio ambiente" bien podría ser el hilo conductor del Foro Mundial Soria 21. Aunque la diferencia de interpretación por parte de los diferentes actores se manifestó rotunda. Terminó su intervención recordando que "junto a la mano invisible del mercado tiene que estar la mano visible de la justicia".
En la segunda jornada hablaron intelectuales comprometidos con su tiempo. Hubo en la sala una corriente pesimista que barrió la autocomplacencia de los hombres de la economía. El sociólogo José Vidal-Beneyto inició su intervención sugiriendo un decrecimiento económico y el establecimiento de unos indicadores de desarrollo que incluyan una cuenta de recursos naturales. Que cuando se diga que el Producto Interno Bruto ha crecido o que las inversiones extranjeras han evolucionado favorablemente, que también se diga si la superficie de bosques de un país ha menguado o si los humedales están en receso. Y qué relación puede haber entre uno y otro hecho.
Santiago de Mora-Figuerola, embajador y hombre de letras, recordó que el sistema económico en el que vivimos es una bicicleta que no puede parar porque se vuelca. Por eso necesita crecer indefinidamente, cuestión ésta imposible. El escritor Fernando Sánchez Dragó desempolvó la olvidada "Hipótesis Gaia" para referirse al planeta como un ser vivo que devuelve el daño que se le inflige y para abominar del "productivismo cuantitativista" al que nos conduce un modelo de crecimiento basado en dilapidar materias primas limitadas.
Manuel Pimentel, ex ministro español, afirmó que "el modelo económico y social no es sostenible". No por la maldad de los que lo controlan, sino por el peso de su propio éxito. "¿Es reformable?", se preguntaba, "Un sistema triunfante no transforma sus hábitos", respondía. Tendrán que venir factores externos o se tendrá que reformar desde la base, pero la inercia es tan poderosa que los que sujetan el timón no tienen fuerza para mover este barco hacia otro rumbo.
Sanchez Dragó recordó el final de la Carta del Jefe indio Seattle al presidente estadounidense Monroe: "Ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra". |
Mira també:
http://www.adital.org.br/asp2/index.asp?idioma=ES
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