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Notícies :: laboral : amèrica llatina
masivo respaldo a la huelga general en Rep. Dominicana
29 gen 2004
Masivo respaldo a la huelga general contra de los acuerdos del gobierno de la República Dominicana con el FMI



El comercio, el transporte y las actividades públicas quedaron el pasado 28 de enero paralizados en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo con motivo de la huelga general de dos días convocada por la Coordinadora para la Unidad y Lucha en protesta por la política económica del Gobierno.

Sindicatos de transporte de pasajeros, que poseen autobuses comprados con fondos del Gobierno, se sumaron al paro que comenzó a las 6:00 de la mañana de y que se tiene previsto culminará el viernes a la misma hora.

Muchos empleados públicos y privados enfrentaron dificultades para llegar a sus lugares de destino, especialmente los que laboran en el edificio de oficinas gubernamentales conocido como El Huacal, en la avenida México, y en el Centro de Los Héroes.

Muchas personas se transportaron en vehículos de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa) que hoy circulan protegidos por militares y policías portando armas largas. Algunas guaguas del transporte público hacían rutas cortas.

Otras personas llegaron a sus lugares de destino en conchos y motoconcho que realizan el servicio principalmente en los barrios.

Pequeños grupos de personas fueron obsevados en varios puntos del Distrito y la provincia Santo Domingo en espera de vehículos para transportarse a su trabajo.

La huelga fue convocada por la Coordinadora de Unidad y Lucha, el Colectivo de Organizaciones Populares y el Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo) en rechazo a los acuerdos firmados por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en demanda de una rebaja en los precios de los alimentos, de las tarifas eléctrica y telefónica y de los combustibles.

La protesta es también por un aumento de salarios de un cien por ciento a todos los empleados, públicos y privados; la modificación de la Ley de Hidrocarburos, suspensión del pago de la deuda externa y la asignación del cinco por ciento del Presupuesto Nacional a la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

En muchos barrios y sectores residenciales lanzaron a las calles desperdicios, chatarras de vehículos, de camas, de refrigeradores y de televisores.

Un fuerte patrullaje, a cargo de efectivos del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina, con las caras pintadas, se lleva a cabo en toda la ciudad.

Las principales avenidas son custodiadas por militares y policías a pie y en vehículos motorizados; muchos de éstos llevan emplazadas ametralladoras calibres 30 y 50.

El Ejército patrulla en los barrios de la provincia Santo Domingo; la Policía, en el Distrito Nacional; y la Marina y Fuerza Aérea, en Santo Domingo Este.

Un general de apellido Ramírez que dirigía el patrullaje en la zona Norte comandaba un convoy de dos vehículos Uro, un camión repleto de soldados y una ambulancia.

Mientras, permanecían abiertos los bancos, estaciones de combustibles y pequeños negocios de venta de carne y frituras, en tanto que los colmados, farmacias, tiendas de tejidos y calzados de las avenida Duarte, Mella, Conde, José Martí, San Vicente de Paúl y de otras avenidas, permanecían cerrados.

Los ejecutivos y propietarios de algunas tiendas se mantenían frente a las mismas junto a los empleados, mas en algunos casos los tabajadores fueron despachados a las diez de la mañana, por falta de clientes.

En Herrera las escuelas y colegios privados, los centros comerciales y el transporte quedaron paralizados.

Igualmente se observó a Policías y militares de los denonimados cara pintadas patrullando las calles y apostados en importantes esquinas del municipio Santo Domingo Oeste.

En esta zona circularon las guaguas de la Omsa, custodiadas por miembros del Ejército y agentes de la Policía.

En la terminal de autobuses que funciona en el kilómetro 9 de la autopista Duarte, la circulación de vehículos y pasajeros era muy reducida y sólo estaban saliendo guaguas hacia Santiago. El transporte a los demás pueblos del Cibao estaba suspendido por falta de pasajeros.

Una situación similar se observó en la esquina de la 27 de Febrero con Isabel Aguiar, conocida como "Pintura", donde el tránsito hacia la zona Sur del país era mínimo. En igual condición estaba la parada del kilómetro 12 de la avenida Sánchez.

La docencia en las escuelas públicas y en los colegios privados estaba suspendida, al igual que en las universidades y en los institutos.

Las oficinas gubernamentales del Centro de los Héroes trabajaron hoy normalmente, porque su personal se reportó a su trabajo, a pesar del paro de actividades por 48 horas convocado por varias agrupaciones.

En el Palacio de Justicia del Centro de los Héroes se celebraron normalmente los roles de audiencia, pero disminuyó la afluencia de personas que buscan servicios en el Tribunal de Tierras, Corporación Dominicana de Electricidad y Consejo Estatal del Azúcar (CEA).

http://www.rebelion.org/internacional/040129repdominic.htm
Mira també:
http://www.rebelion.org

Comentaris

revuelta en republica dominicana. solidaridad urgente nesesaria.la represion ya creo muertos en otras huelgas
30 gen 2004
los pueblos en latinoamerica se siguen levantando. ya no se aguanta mas. ahora es el pueblo dominicano el que se levanta por otro orden de cosas. ojala logren consolidarse los movimientos sociales alli para afrontar la resistencia y sentar las bases para lo nuevo, para la real democracia. ya hay 7 muertos.

http://web.amnesty.org/library/Index/ESLAMR270062003?open&of=ESL-2AM

13 de noviembre de 2003
http://www.amnesty.org/library/index/AMR270062003

República Dominicana: deben investigarse las muertes de huelguistas

Amnistía Internacional pide a las autoridades que realicen inmediatamente una investigación exhaustiva e imparcial de la muerte de al menos seis personas durante la huelga general de 24 horas que tuvo lugar en la República Dominicana entre los días 11 y 12 de noviembre.

La organización ha declarado: «Las autoridades deben demostrar su compromiso con las normas internacionales que regulan el uso de la fuerza por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley poniendo sin demora a los implicados en estas violaciones en manos de la justicia ante tribunales civiles».

«Estas últimas muertes se han producido después de meses de disturbios civiles en la República Dominicana en los que decenas de manifestantes y transeúntes, así como agentes de policía, han muerto o han resultado heridos», ha declarado Amnistía Internacional.

La huelga general, que ha sido la culminación de meses de protestas por la vertiginosa subida de los precios y los frecuentes cortes de energía, fue convocada por una coalición de organizaciones populares de mujeres, de estudiantes, comunitarias y sindicales. Entre las demandas de los huelguistas se encontraban la suspensión del pago de la deuda externa y el fin de los acuerdos entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional.

Según informes, en el periodo previo a la huelga, la policía dominicana detuvo a varios cientos de activistas en un intento por evitar que se organizaran. Además, se desplegaron efectivos de la policía y del ejército por las calles de todo el país con el fin de disuadir a los posibles participantes de la huelga.

Sin embargo, finalmente empresas, escuelas y edificios públicos cerraron para unirse a la huelga general, y, según informes, manifestantes de Santo Domingo, Santiago, Bonao, San Francisco de Macoris, Moca y muchas otras ciudades de todo el país protagonizaron enfrentamientos con la policía. Las fuentes oficiales hablan de seis muertos, entre ellos un agente de policía, y de 30 heridos, mientras la prensa informa de al menos nueve muertos y más de 50 heridos.

Documento público http://www.lainsignia.org/2004/enero/ibe_067.htm La República Dominicana, al borde del abismo César Jara La Insignia. República Dominicana, enero del 2004.
Los días 28 y 29 de enero, la República Dominicana se enfrenta a una nueva convocatoria de huelga general realizada por una amplia plataforma que agrupa todo tipo de organizaciones sociales, sindicales, profesionales y políticas, en repulsa por la tremenda situación económica que el país caribeño atraviesa. Se trata de la mayor crisis en la historia de la nación, sin duda, con una inflación disparada que ha llevado a más de la mitad de la población a niveles de desnutrición no conocidos jamás, con un dólar disparado por encima de los 50 pesos dominicanos y el pan a 5 pesos. Desde hace varios meses, barrios enteros, cuando no ciudades enteras se quedan sin electricidad varios días y el sistema de transporte colectivo, basado en la empresas de autobuses privadas y una deficiente organización estatal se ve paralizada por falta de combustibles o por el alza diaria de los mismos.

La mayor parte de las voces se alzan contra un hombre: Hipólito Megía, presidente de la República Dominicana, desde hace casi cuatro años.

El actual mandatario llegó encabezando la candidatura del entonces fuerte y popular Partido Revolucionario Dominicano (PRD, de tendencia socialdemócrata), tras muchos años de gobiernos de la derecha ex trujillista y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD, de tendencia de izquierda), cuyo presidente Leonel Fernández aplicó una política económica auspiciada por el todopoderoso Fondo Monetario Internacional.

Las esperanzas puestas en el PRD de Megía por amplios sectores populares, casi cuatro años después, se han evaporado. El PRD está roto en tres o cuatro facciones y Megía se empeña en ser de nuevo el candidato a la Presidencia en las elecciones del mes de mayo próximo.

El país se encuentra al borde del abismo, el hambre y la desesperación empuja cada día a miles de personas hacia la delincuencia para sobrevivir y miles y miles de dominicanos miran hacia Estados Unidos, Puerto Rico y España para poder emigrar y salir del caos en que está sumido el país.

Un país en que nadie explica cómo se invierten en mejorar las condiciones de vida del pueblo las ingentes sumas de remesas que los casi dos millones de emigrantes envían (de una población oficial que no pasa de los once millones) y las enormes cifras que deja el próspero negocio del turismo, en manos casi siempre de empresas españolas, italianas o estadounidenses.

Cuando se escriben estas líneas, la Universidad de Santo Domingo vive grandes disturbios protagonizados por grupos de estudiantes en protesta por el alza de todo tipo de tasas y precios de los servicios y productos más elementales. En barrios populares del entorno de la capital, verdaderos cinturones de miseria y de desesperación que no aparecen nunca en los folletos y en las rutas del turismo, la Policía y el Ejército se enfrentan con armas de fuego a una población que poco tiene que perder. En los últimos meses, cada protesta popular ha terminado con la consecuencia de varios muertos, centenares de detenidos y en ciertos casos, denuncias de torturas o de ejecuciones extra legales a manos de elementos de las fuerzas de seguridad.

En medio de esta situación, los rumores sobre ciertas intenciones de algunos de los mandos de las fuerzas armadas hacen recordar a muchos etapas del pasado, mientras que otros se apresuran a mirar hacia la sede de la embajada de estados Unidos en Santo Domingo, en busca de apoyos, más o menos abiertos, para propiciarse como alternativa electoral y política al actual presidente.

El problema es que la mayor parte de las capas populares no cree ya en nadie y se prevé una de las mayores cifras de abstención de la historia en los próximos comicios, a pesar de que será la primera ocasión en que los miles de dominicanos desperdigados por medio planeta puedan votar desde los consulados en cada país donde residen.

La división del PRD ha llegado también a España, y hace unas semanas, se llegaron a celebrar dos convenciones separadas de los partidarios de Megía y del actual presidente del partido, Hatuey de Camps, que ha pedido la salida inmediata del primero, a quien acusa de llevar el partido a su destrucción y el país a la ruina. En los estatutos del PRD se prohíbe de forma expresa la reelección de un candidato presidencial.

Por último, añadir que la falta de combustible tiene su origen en la necesaria importación de petróleo, fundamentalmente desde Venezuela, y que el alza de las divisas y una crisis diplomática entre República Dominicana y el país de Bolívar estuvo hace tres meses a punto de dejar a los dominicanos sin un barril de crudo. El detonante fue que el presidente Megía se negó a cortar de raíz las maniobras golpistas del ex mandatario corrupto venezolano Carlos Andrés Pérez contra Hugo Chávez, desde su dorado exilio en Santo Domingo. Por cierto, Pérez es íntimo amigo de Felipe González, quien también ha apoyado a Megía desde sus influencia en la denominada Internacional Socialista.

Las próximas jornadas serán decisivas y hasta trágicas si no cambia el rumbo del maltratado país, nada parecido en su realidad con la imagen idílica que venden las agencias de viajes
Sindicato Sindicat