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El futuro se topa con el pasado en el cementerio de Cadiz
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per RaBia |
27 des 2003
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Descendientes de fusilados durante la Guerra Civil hallados en una fosa común en el cementerio de Cadiz reclaman que se agilice la recuperación por expertos de sus restos. |
27 Dic. (Diario de Jerez)
Aquel día de diciembre de 2003, el azar se alió con la tenaz búsqueda de la familia Bazán. Una casualidad confirmó el lugar donde José Vázquez, a sus 90 de edad, recordó que había excavado aquella fosa común a mediados de agosto de 1936. Una esquina del cementerio de El Bosque. Así se lo dibujó en un plano a los descendientes de José Bazán Viruez, gestor -concejal a la sazón- del Ayuntamiento de El Bosque en las filas de la Izquierda Republicana de Manuel Azaña. Bazán fue detenido y fusilado por un pelotón franquista el 15 de agosto de aquel año, según les había contado su abuela.
Una excavadora que debía hacer hueco en el cementerio de El Bosque a otro buen número de almas en este principio del siglo XXI destapaba el horror en el que convirtieron la serranía gaditana los sublevados contra el Gobierno legítimo de la Segunda República. Allí donde había dicho José Vázquez que cavó con su pala en agosto de 1936 aparecieron los restos humanos de al menos tres cadáveres, si bien podrían ser casi una decena. Allí podía estar enterrado el edil republicano, hombre de bien y marroquinero de profesión, según relata a este periódico una de sus nietas, Isabel María Bazán Jaén. Allí podía yacer el seguidor de Azaña y otros tantos militantes en las filas de los represaliados en los primeros episodios de la Guerra Civil.
Ahora sus familiares piden ayuda a la Administración para que se agilicen los trabajos de exhumación de los restos mortales. Comprenden que El Bosque necesita la ampliación del camposanto, pero quieren que la recuperación la lleven a cabo manos expertas, las de un arqueólogo. Por el momento, las obras se han paralizado. El lunes está previsto que comiencen a desenterrarlos.
Fue un hallazgo previsible a raíz de las pesquisas históricas municipales y familiares. Por esa razón el Consistorio convocó en el camposanto a un buen número de probables descendientes de los fusilados. "Aquello fue sobrecogedor", recuerda Isabel María, sobre todo porque su presencia iba a procurarle otro dato crucial. A la salida del cementerio, un vecino septuagenario le contó que su abuelo debía estar enterrado junto a dos personas más, un padre y un hijo de etnia gitana, asesinados también por los sublevados.
Se dio parte a las autoridades del hallazgo y, ante la Guardia Civil, un médico forense certificó que los restos mortales tenían una antigüedad de más de 25 años. Se descartó, por tanto, que procediesen de la comisión de algún delito reciente.
Los familiares comenzaron a cumplimentar los trámites necesarios para la exhumación e identificación de los restos con el fin de darles digna sepultura. Pero se dieron de bruces con la Administración. "Hablamos con la Consejería de Salud, que nos remitió a Cultura, que nos dijo que la competente es Justicia, que es la que gestiona las subvenciones en estos casos", relata Isabel María Bazán. Asegura que hasta el momento no han recibido respuesta.
Las obras de ampliación del cementerio de El Bosque siguen paralizadas, pero la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica y la Justicia de Andalucía lamenta que, pese a la promulgación del decreto del pasado 9 de diciembre para la intervención en las fosas comunes, todavía no hay medios para que se busquen, señalicen los enterramientos y se homenajee a los asesinados.
Ayer, un grupo de familiares y de militantes republicanos y cenetistas se congregaron en el camposanto bosqueño para rendirles honores. La tierra se cubrió con las banderas roja amarilla y morada de la República y la roja y negra de la Confederación. |