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Notícies :: ecologia |
El Estado terrorista envenena el agua (Italia)
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per rompe el miedo |
23 des 2003
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El Estado terrorista envenena el agua (Italia)
[20-12-03]
Los hombres del Estado (¿policía, carabineros, servicios secretos?) están envenenando en muchas ciudades italianas las botellas de agua mineral. Los inquisidores hablan ya de una "pista anarco-insurreccionalista" que partiría de Rovereto (Trento), implicando quizás a anarquistas de otras ciudades.
Algun@s compañer@s roveretan@s han difundido, hace algunos meses, un par de textos en los cuales afrontan la cuestión de la privatización del agua y de las multinacionales responsables de este ataque a las fuentes mismas de la vida.
La sucia provocación que los siervos del Estado están organizando (se han encontrado botellas envenenadas en Trentino Alto Adige y en otras zonas donde l@s compañer@s son activ@s) consiste en falsificar completamente el discurso hecho en aquellos textos: l@s responsables de las masacres de las poblaciones pobres en nombre de la compraventa del agua no serían las compañías que la controlan y los Estados que participan, sino... los consumidores, gente cualquiera, las amas de casa, los recién nacidos.
Así se quieren mistificar frases como "los responsables de estas mercantilización absoluta (las grandes empresas que embotellan el agua mineral) están a dos pasos de nosotr@s, siempre", frases "a la criba de los inquisidores". |
El Estado terrorista envenena el agua (Italia)
[20-12-03]
Los hombres del Estado (¿policía, carabineros, servicios secretos?) están envenenando en muchas ciudades italianas las botellas de agua mineral. Los inquisidores hablan ya de una "pista anarco-insurreccionalista" que partiría de Rovereto (Trento), implicando quizás a anarquistas de otras ciudades.
Algun@s compañer@s roveretan@s han difundido, hace algunos meses, un par de textos en los cuales afrontan la cuestión de la privatización del agua y de las multinacionales responsables de este ataque a las fuentes mismas de la vida.
La sucia provocación que los siervos del Estado están organizando (se han encontrado botellas envenenadas en Trentino Alto Adige y en otras zonas donde l@s compañer@s son activ@s) consiste en falsificar completamente el discurso hecho en aquellos textos: l@s responsables de las masacres de las poblaciones pobres en nombre de la compraventa del agua no serían las compañías que la controlan y los Estados que participan, sino... los consumidores, gente cualquiera, las amas de casa, los recién nacidos.
Así se quieren mistificar frases como "los responsables de estas mercantilización absoluta (las grandes empresas que embotellan el agua mineral) están a dos pasos de nosotr@s, siempre", frases "a la criba de los inquisidores".
No, siervos del poder, asquerosos terroristas, envenenar a la gente es práctica digna sólo de quien ha puesto bombas en plazas y en trenes, de quien bombardea pueblos enteros, no por cierto de los anarquistas, sostenedores de la única violencia éticamente aceptable: aquella contra los opresores y sus estructuras de muerte.
Envenenar a la gente es práctica digna de quien considera toda vida -incluso la de l@s niñ@s- sacrificable sobre el altar del beneficio y de la razón de Estado. Se trata de una versión actualizada de la misma estrategia que ha llevado en el pasado a las masacres de plaza Fontana (*), esta vez sin ninguna amenaza revolucionaria que encauzar en la sangre. P
ero las condiciones sociales cada vez más precarias requieren el uso cada día más explícito del terror preventivo. El Estado está envenenando algunas personas al azar, pero lo que quiere es envenenar las conciencias de tod@s. Si l@s anarquistas molestan (¿la provocación del agua mineral no confirma quizá las declaraciones del ministro del Interior Pisanu sobre las medidas drásticas a adoptar contra los enemigos de la democracia?) no es por lo que son ya, sino por lo que podrían representar en los conflictos sociales por venir. ¿Qué mejor ahora que lincharlos socialmente como monstruos responsables de prácticas abyectas? Quien envenena a la gente, ¿puede tener quizá escrúpulos en esconder oportunamente alguna sustancia química en los pisos de l@s compañer@s, detenerlos, y así frenar, por arte de magia, los envenenamientos? ¿Hasta donde llegarán? Ministros, jueces, policías, periodistas: no habéis conseguido con la bomba de plaza Fontana ensuciar la idea y la práctica anarquistas (que también Pinelli pagó con la vida), recogiendo en cambio diez años de revueltas sociales; no lo lograréis hoy.
Esto es y permanece como un problema de tod@s: podemos escoger si rebelarnos a un régimen dispuesto a usar toda arma para salvar una sociedad en liquidación, o bien continuar sufriendo, no estando ya seguros de que respiramos, comemos o bebemos. Algunos días después de plaza Fontana algun@s compañer@s difundieron una octavilla con el título "Bombas sangre capital". ¿Debemos decir hoy "Veneno agua capital"? A todas las mujeres y hombres de coraje, a todos los espíritus no del todo adormecidos desvelar esta infame provocación. A l@s compañer@s estar a la altura de la situación.
Anarquistas
8/12/2003
Traducción Palabras de Guerra
(*) El 12 de diciembre de 1969 estalló una bomba en el Banco de Agricultura de Milán, en la Plaza Fontana, causando 17 muertos y 88 heridos. Rápidamente las autoridades culparon del hecho a los anarquistas. Giuseppe Pinelli, anarquista detenido por su supuesta participación en el atentado, muere al ser arrojado por una ventana desde la comisaría en la que estaba siendo interrogadado. Otro anarquista detenido por estos hechos, Pietro Valpreda, pasó más de ocho años de prisión antes de ser reconocida su inocencia. Muchos años más tarde se haría público que el atentado fue organizado y ejecutado por los servicios secretos italianos en colaboración con elementos de la extrema derecha. N.d.t |