Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Notícies :: corrupció i poder
Denuncies al presi de la Dipu de Castelló.
20 des 2003
Carlos Fabra pederasta
mié nov 20, 2002
http://revista.kalegorria.net/cast/not/hemeroteka/hemero02.html
Testimonios sobre pederastia salpican al presidente de la Diputació de Castelló

El presidente de la diputación de Castelló, Carlos Fabra, es una de las personas que se citan en declaraciones recabadas en los juzgados de Vinaròs por su presunta relación con redes de pederastia. El ex presidente del Milán Giuseppe Farina y el pederasta francés Bernard Alapetite son otros nombres que se entremezclan en las investigaciones sobre una enrevesada trama de supuestos abusos a menores y pornografía infantil.

Testimonios sobre pederastia salpican al presidente de
la Diputación de Castellón
Vinculan a Fabra con supuestos "abusos a menores"

KALEGORRIA

El presidente de la Diputación de Castelló—, Carlos
Fabra, es una de las personas que se citan en
declaraciones recabadas en los juzgados de Vinaròs por
su presunta relación con redes de pederastia. El ex
presidente del Milán Giuseppe Farina y el pederasta
francés Alapetite son otros nombres que se
entremezclan en las investigaciones sobre una
enrevesada trama de supuestos abusos a menores y
pornografía infantil.
Declaraciones judiciales realizadas en abril de 2002
por María Jesús Jiménez, una joven de 19 a–os presunta
víctima de abusos sexuales, vinculan a Carlos Fabra
Carreras, presidente de la Diputaci— de Castelló—, con
una supuesta red de pederastia que habría actuado
durante la última década en el Baix Maestrat
castellonense. Además del destacado dirigente del PP,
en las declaraciones judiciales se cita a otras
personas de renombre como el ex presidente del club
italiano de fútbol Milán Giuseppe Farina y el pedofilo
Bernard Alapetite, detenido en junio de 1997 en el
Estado francés como cabecilla de una red de
distribución de vídeos de pornografía infantil.
kalegorria ha tenido acceso a una serie de expedientes
judiciales y escritos con testimonios en los que se
denuncian presuntos casos de abusos a menores y
pornografía infantil que, en gran medida, se habrían
llevado a cabo en sesiones nocturnas organizadas en
habitaciones del piso superior del bar España de
Benicarló. Este establecimiento, que cambió de titular
a finales de la década de los noventa, era regentado
en aquella Žpoca por Teresa Montilla, esposa de
JoséŽ España Minguez, "Pepe", -detenido en ocho
ocasiones por diferentes delitos-, y su hijo Carlos,
también con antecedentes penales e ingresado en la
cárcel de Castelló— desde finales de 1999 tras una
operación policial en el que se le ocuparon 16 kilos
de cocaína.

Denuncias y archivos
Si bien los primeros testimonios se remontan a los
últimos a–os de la pasada década, las denuncias
judiciales en las que se han basado las diligencias se
han ido archivando sucesivamente al deducir los
magistrados que no había indicios suficientes para
delimitar la existencia de delito.
Es precisamente en la última de estas actuaciones,
las diligencias previas 703/2000 del Juzgado de
Instrucción—n número 2 de Vinaros, donde María Jesús
Jiménez declara— que cuando tenia entre 9 y 12 a–os
había sido objeto de abusos por parte de Giuseppe
Farina. En su relato, la joven hace referencia a la
participación—n en este tipo de hechos de la juez de
Vinaròs Sofía Diez y de la relación del italiano con
otras personas como el abogado y ex juez Ramo—n
Jovani, José España e incluso la presencia del propio
presidente de la Diputaci— de Castelló—, Carlos Fabra,
en el bar España.
Sobre el político del PP recordó— que conocía su
nombre porque se lo habían dicho Farina y otra persona
llamada Mateu y que "como había visto la cara de
Carlos Fabra en los periódico y en alguna ocasión en
la televisión, un día le dijo si podía quitarle las
gafas oscuras que lleva siempre", a lo que, según
detalló— María Jesús Jiménez, le respondió— "que no".

Primera denuncia
Las primeras sospechas sobre la posible existencia de
abusos a menores se plantearon a principios de 1997,
cuando Reinaldo Colás, un padre de familia que se
encontraba en trámites de separación, detectó—
indicios de que algo extra–o estaba pasando con sus
dos hijas de tres y cinco a–os.
Las ni–as, que residían en la masía Mas del Coll en el
término municipal de Rosell junto a su madre y el ex
presidente del Milán Giuseppe Farina, habían relatado
a personas muy próximas ciertas anomalías que hacían
entrever la posibilidad de que hubieran sido objeto de
maltrato o abusos sexuales por parte del nuevo
compañero de la madre.
A partir de esas fechas se produjo una disputa entre
el padre y Dunja Adcock, la madre de las ni–as, para
la obtención de la custodia, mientras que la juez
Sofía Díaz, del Juzgado de Instrucción—n número 2 de
Vinarós, daba inicio a un expediente penal que
determinase el alcance de la denuncia por supuestos
abusos a menores.
La presentación—n de unas grabaciones a las ni–as, las
exploraciones e informes psicològicos de Žestas y
de sus padres, y la toma de declaraciones a testigos
ocupó— al juzgado castellonense hasta finales de ese
a–o, cuando la Fiscalía decretó— el sobreseimiento de
las actuaciones por considerar que no existían
indicios y la juez decidió— su archivo.
Sin embargo, las apelaciones de Colas ante la
Audiencia Provincial de Castelló— fueron aprobadas en
parte y la Fiscalía de Menores tomó— cartas en el
asunto, lo que facilitó— que el padre de las ni–as
prosiguiera presentando pruebas, entre ellas cinco
cintas de vídeo y tres de audio en las que varios
testigos relatan casos supuestamente relacionados con
las redes de pederastia que actuarían en el Baix
Maestrat.
Entre los interlocutores que aparecen en las imágenes
de vídeo está Antonio Peraire, relacionado con el bar
España y al que algunos medios de comunicación—n
implicaron con la presunta red de pederastas en abril
de 1999. En sus manifestaciones, recabadas también por
guardias civiles adscritos a la Policía Judicial de
la Audiencia Provincial de Castelló—, Peraire ofrecía
un amplio relato de hechos ocurridos en torno al bar
España de Benicarló.

Declaración—n de Peraire
As’, manifestó— que al menos hacia cuatro o cinco a–os
que en el establecimiento "entraban chicas de 9, 10 —
12 a–os... y en ocasiones también chicos" y alegó— que
sospechó— de la existencia de filmaciones en el piso
superior por la presencia de "un francés y otro hombre
(un poco calvo y alto)" que llegaban al lugar en "un
coche potente y con un maletín" y "subían con ni–os a
las habitaciones". Ofreció— detalles sobre algunas
ocasiones en las que se repitió— este tipo de hechos y
aseguró— que aquellas personas se quedaban en el local
hasta altas horas de la madrugada e incluso después de
que el establecimiento cerrara.
Fue en ese momento de la declaración—n cuando Peraire
reconoció— un mayor grado de participación—n en los
hechos, aseguró— que en el bar España "se han grabado
películas con menores" y atribuyó— el rodaje de las
filmaciones al propio Carlos Espa–a, quien le habría
invitado al visionado de alguna de ellas e incluso a
alguna grabación.
Respecto al contenido de las filmaciones, Peraire
declaró— que en las mismas aparecían "chicos y
chicas", entre los que mas tarde identificó— a "la
hija mayor de Reinaldo" -en referencia al padre que
presentó— la primera denuncia de supuestos abusos en
1997-. El declarante aseguró— además que "la madre de
la ni–a", Dunja Adcock, "el que vive con la madre",
Giuseppe Farina, de quien remarcó— que era "el que a
veces traía la cámara para grabar", y Ramón Grau, al
que la Policía Judicial identifica como el abogado y
ex juez en Castelló— Ramón Jovani Puig, también
aparecían en las grabaciones. "En la película salían
el francés, el de Mas del Coll -en referencia Farina-
y el italiano (el hombre del maletín), que aparecían
desnudos, as’ como ni–os y ni–as de entre 10 y 12
a–os", subrayó— Peraire.
Sorprendentemente, afirmó— también que había visto "un
par de veces hablando con Ramon Grau en el bar" a
Sofía Díaz, la juez de Vinar˜s que archivó— la primera
denuncia contra Giuseppe Farina por supuestos abusos a
menores. Peraire indicó— también que era "una se–ora
mayor" la que "llevaba a las ni–as en un coche".
En referencia al lugar donde se realizaban las
grabaciones, el declarante manifestó— que "en el bar
hay unas 15 habitaciones y en la que se hacían las
grabaciones era la número 12, que estaba al fondo del
pasillo y la ventana daba a la monta–a". Al respecto,
ofreció— datos muy específicos como que se trataba de
una habitación grande cuya puerta se cerraba con llave
y donde había "dos sofas-cama de color marrón, una
mesa en el centro, tres o cinco sillas en una pared,
mirando hacia los sofás, detrás el vídeo y la
televisión empotrada", e incluso dijo recordar que
"había algún cuadro de una virgen o algo as’", pero
que no recordaba si estaba en el pasillo o en la
habitación.
Peraire finalizó— su declaración—n con un último dato
sobre el lugar de los hechos. Afirmó— que el acceso
trasero del bar Espa–a "estaba cerrado con llave", que
había "un interfono en esa puerta y otro en la
habitación" y que all’ "no subía nadie que no fuera de
suma confianza".
Los miembros de la Guardia Civil adscritos a la
Policía Judicial que revisaron estas declaraciones,
tras una segunda entrevista con Peraire, desecharon la
validez de su testimonio al considerar que se trata de
"una persona primitiva y fácilmente influenciable" y
asegurar además que se desdijo de sus anteriores
afirmaciones.



La inquietante "fauna" del bar Espa–a
De las declaraciones de María Jesús Jiménez y Antonio
Peraire en torno a la supuesta red de pederastia que
habría actuado durante la última década en el Baix
Maestrat castellonense se desprende que los titulares
y la clientela del bar Espa–a de Benicarl— -donde se
ubicaría el "estudio" de grabación de las películas de
pornografía infantil- eran, cuando menos, peculiares.
Al frente del negocio, una familia valenciana de
Puçol. "Pepe" Espa–a, el patriarca, arrastraba ya ocho
detenciones por diferentes delitos cuando dejó— pueblo
y negocio, y se marchó— para Pinedo, con su "otra"
familia. Su ex, Teresa Montilla, quedó— al cargo del
garito junto con su hijo Carlos y se relacionó— con
otro acólito del local. Era Ramo—n Jovaní Puig,
abogado y ex juez sustituto en el Juzgado de lo Penal
número 2 de Castelló—, más conocido como "Ram—n Grau"
y con chalŽ en Alcossebre. Las aficiones
inconfesables del ex juez -al que los testimonios
sitúan justo en medio de la trama pederasta- y los
negocios inconfesables de su nueva compañera e "hijo
político" -Žeste fue detenido en posesión de 16
kilos de cocaína y ambos acusados por delito contra la
salud publica- acabaron dándole la puntilla en 1999 al
bar "Espa–a".
La nieta de la cocinera, María Jesús, y Antonio, el
chico de los recados, son ahora unos testigos muy
incómodos para la "fauna" que en sus declaraciones
aparece frecuentando aquel tugurio. Muchos de ellos
serian, al menos para los agentes de la Policía
Judicial de la Audiencia de Castelló—, "personas mas o
menos relevantes de la zona a los que es muy fácil y
gratuito acusar relacion‡ndolas con personas con
antecedentes sin poder probar absolutamente nada".
Este seria el caso de la entonces titular del Juzgado
de Instrucción—n número 2 de Vinar˜s, Sofía Diez
García -ahora ejerce en un juzgado de Valencia-, que
archivó— la primera denuncia a Farina por abusos a
menores y a quien Peraire "coloca" en el bar
conversando con su colega de profesó—n Jovani. La
testigo María Jesús dibuja a la jueza en una situación
tan increíble como comprometedora: tarde y noche en la
habitación, con s—lo una toga negra por atuendo, e
incitando a los ni–os a toquetearla.
A Giuseppe Farina Antonio, con casi setenta a–os y ya
veterano en lides judiciales -el propio Silvio
Berlusconi le sustituyó— en la presidencia del club de
fútbol Milán tras su dimisión en diciembre de 1985,
cuando fue acusado y mas tarde condenado a cinco a–os
de prisión por "apropiación—n indebida de fondos y
falsas declaraciones juradas en los libros contables"-
quizá no le hayan pesado tanto las denuncias de
abusos, graves en sí mismas pero ya archivadas, como a
su nueva compañera, la australiana Dunja, madre de las
ni–as y cuarenta a–os mas joven que el italiano.
Las presuntas actividades de pornografía infantil en
el bar Espa–a que Antonio Peraire atribuyó— a "Giussy"
Farina -así le conocen sus allegados- coinciden con
las manifestaciones de María Jesús Jiménez, quien
relaciona al italiano con Juan Mateu, Pepe Espa–a,
Ramo—n Jovani, Carlos Fabra y Bernad Alapetite,
algunos de ellos habituales también de la masía de
Rosell, donde la joven asegura que el ex presidente
del Milán la "subía en coche" y se acostaba con ella,
mientras "Dunja miraba".
La presencia de Bernard Alapetite, "el francés", entre
los asistentes al bar y su supuesta relación con
Farina es un dato realmente inquietante si se tiene en
cuenta que el galo fue detenido en junio de 1997 en La
Baule (costa atlántica francesa) como presunto jefe de
una red de distribución—n de videos pederastas
desmantelada por la Policía. Alapetite, al que Peraire
identifica como "el francés" en su declaración—n y del
que María Jesús Jiménez asegura que se lo presentó—
Farina en el bar Espa–a y que incuso llegó— a estar en
el domicilio del italiano en el Mas del Coll, fue
acusado y condenado por comprar videos pederastas
rodados en países del Este, principalmente en Polonia,
y en el Estado español para luego duplicarlos y
comercializarlos.
De las mas de seiscientas personas detenidas en la
operación policial ADO 71, trescientas fueron
detenidas e inculpadas. Entre ellos figuraban dos
directores de centros de vacaciones, 31 profesores,
seis personas ligadas a centros sanitarios -una de
ellas pediatra- y dos sacerdotes. La redada, en la que
se decomisaron mas de trescientas grabaciones con
escenas pornográficas protagonizadas por menores,
permitió— descubrir también siete casos de violaciones
a menores y otros seis de agresiones sexuales a ni–os
de entre diez y quince a–os. Alapetite había sido
detenido en cuatro ocasiones anteriores aunque en el
último momento siempre pudo zafarse de largas condenas
de prisi—n.
Sindicato Sindicat