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Notícies :: pobles i cultures vs poder i estats |
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La "magia" de la doctrina anticipatoria
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per Falstaff |
05 des 2003
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¡Que nadie se mueva!...
La doctrina anticipatoria que estos señores de la guerra han instalado sobre el planeta supone, por un lado que un solo país -mejor, la Administración de un solo país- se atribuye el derecho planetario a interpretar y hacer cumplir los conceptos de libertad y seguridad nacional en cualquier otro, confiriéndose atribuciones plenas para intervenir en él incluida la ocupación militar por la fuerza |
Dicho de otro modo, se confiere a sí mismo pero por su cuenta y riesgo y en virtud exclusivamente de su poderío militar absoluto, el derecho a hacer lo que le venga en gana. Ni más ni menos.
Que el mundo, cada país del globo, estén o no dispuestos a resignarse a esta situación de facto, es la cuestión hamletiana. No indagar si el terrorismo la justifica o no ni que conceptos polisémicos legitimen erga omnes semejante engendro doctrinario. La falta de control de la voluntad omnímoda que la impone, más allá del seguimiento y crítica que, eventual y anecdóticamente, puedan ejercer los dos únicos partidos políticos -por competitivdad electoralista- en el país que la impone, como la suerte que corra su puesta en práctica en virtud de la opinión estadística de su población, es la principal característica de la idea. Es doctrina que, al igual que una mein kampz de tres al cuarto, exige al mundo que se rinda y deposite sin condiciones la hermenéutica política en manos de uno solo por la gracia de Dios. En virtud de la doctrina anticipatoria, se ha hecho carne la Dictadura universal, la Razón total, que vaticinó principalmente Spengler en "La decadencia de Occidente", y luego Orwell, Huxley y otros. |
