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Notícies :: mitjans i manipulació : pobles i cultures vs poder i estats
Euskadi propuestas las nuevas propuestas politicas
26 oct 2003
Posiciones de los partidos nacionalistas (PNV y Batasuna)
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Lakua hace oficial la necesidad de superar el Estatuto autonómico
·la voluntad de la ciudadania y el pacto con el estado en una relacion de lealtad, claves del texto

El Gobierno de Juan José Ibarretxe aprobó ayer un proyecto de ley que supone una profunda reforma del Estatuto autonómico ahora vigente en la Comunidad Autónoma Vasca. Partiendo de la voluntad de su ciudadanía, los territorios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, como parte de Euskal Herria, se constituyen en la denominada Comunidad de Euskadi, libremente asociada al Estado español. Las relaciones con el Estado se asientan en «los principios de lealtad institucional recíproca, cooperación y equilibro de poderes». El nuevo texto comenzó ayer su largo trámite parlamentario.

Iñaki IRIONDO


GASTEIZ

En sesión solemne y extraordinaria, el Gobierno de Lakua, reunido en Ajuria Enea, aprobó ayer, en el vigesimocuarto aniversario de su referéndum, una propuesta de reforma del Estatuto de Gernika. El texto, trasladado en mano al Parlamento por el lehendakari y el resto del Ejecutivo, supone una profunda revisión de la normativa legal vigente en estos momentos.
Los cambios son visibles desde el artículo 1. No es el Pueblo Vasco o Euskal Herria quien se constituye en Comunidad Autónoma dentro del Estado español, sino que son Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, «como parte integrante del Pueblo Vasco o Euskal Herria», quienes se constituyen en «comunidad vasca libremente asociada al Estado español bajo la denominación de Comunidad de Euskadi».

A lo largo de todo el texto, cruza transversalmente la concepción básica de que los poderes de la denominada Comunidad de Euskadi emanan de su ciudadanía y que esa voluntad popular debe después encontrar acomodo en un pacto con el Estado español. La relación entre Gasteiz y Madrid ha de regirse por los principios de lealtad institucional recíproca, cooperación y equilibrio de poderes.

En el nuevo texto desaparece la idea mantenida en el Estatuto de 1979 de que Nafarroa puede incorporarse a la Comunidad autónoma. En la propuesta, este concepto se sustituye por la posibilidad de que «los ciudadanos y ciudadanas de la Comunidad de Euskadi y los de la Co- munidad Foral de Navarra» puedan «decidir libremente en un futuro conformar una estructura política conjunta». Entre tanto, se aboga por estrechar lazos a través de conve- nios y acuerdos de cooperación sin que quepa la interferencia estatal.

Las relaciones con «los territorios vascos de Iparralde» se circunscriben a la utilización, «de la forma más amplia y extensa posible», de las potencialidades que ofrece la normativa en materia de cooperación transfronteriza.

En cuanto a la incorporación de enclaves territoriales, como el de Trebiño, se eliminan el requerimiento recogido en el Estatuto de 1979 de oír a la comunidad o provincia a la que pertenezca el territorio y la autorización necesaria para la celebración de un referéndum.

El proyecto presentado ayer por Ibarretxe recoge el concepto de «nacionalidad vasca», que no figura en el Estatuto actual, y lo considera compatible con la «nacionalidad española».

Establece que tendrán nacionalidad vasca todas las personas que tengan vecindad administrativa en alguno de los municipios de la Comunidad de Euskadi, los miembros de la diáspora que hayan tenido su última vecindad en esta Comunidad, así como sus descendientes, y aquellas otras personas que lo obtengan de acuerdo a la ley que se apruebe en el Parlamento de Gasteiz y que se ajustará a los requisitos exigidos en las leyes del Estado para la nacionalidad española.

El texto no recoge que puedan obtener la nacionalidad vasca quienes tengan su vecindad administrativa en Nafarroa, Zuberoa o Lapurdi.

Si en el actual Estatuto los derechos y deberes de la ciudadanía vasca «son los establecidos en la Constitución», en el nuevo proyecto se incluyen también los de los tratados de la UE y los proclamados en distintas declaraciones internacionales.

Se recoge expresamente que corresponde a las instituciones vascas «el desarrollo constitucional» de garantizar la representatividad y participación de la ciudadanía y, en concreto, que «el régimen de creación, reconocimiento, organización y extinción de partidos políticos» se regulará por Ley del Parlamento de Gasteiz. El desarrollo actual de esta posibilidad fue rechazada el viernes con los votos de PNV e IU.

El nuevo proyecto dedica todo un amplio capítulo a fijar los términos de la relación con el Estado español desde el estatus de libre asociación. Esta relación se basa en «el respeto y el reconocimiento mutuo» y la aceptación de que el nuevo régimen «no supone renuncia alguna de los derechos históricos del Pueblo Vasco, que podrán ser actualizados en cada momento en función de su propia voluntad democrática».

Se defiende el «ejercicio democrático del derecho a decidir» de la ciudadanía vasca, que incluye la posibilidad de alterar la relación política con el Estado. Si la ciudadanía muestra su «voluntad clara» en este sentido, «las instituciones vascas y las del Estado español se entenderán comprometidas a garantizar un proceso de negociación para establecer las nuevas condiciones políticas que permitan materializar, de común acuerdo, la voluntad democrática de la sociedad vasca»

En las relaciones con el Estado queda desterrada la unilateralidad y, por ello, la aplicación del artículo 155 de la Constitución española. Todo deberá ser pactado y acordado y para ello se establecen garantías a través de comisiones bilaterales y un Tribunal de Conflictos.

Mientras en el Estatuto actual los poderes vascos se limitaban a Parlamento y Gobierno de Gasteiz, en el nuevo proyecto se incluye el Poder Judicial y, con él, la creación del Consejo Judicial Vasco. Se establece que todas las instancias procesales, incluyendo los recursos de casación o la última instancia, se agotarán en el Tribunal Superior de Justicia de Euskadi.

Sin embargo, será el Tribunal Supremo español quien unifique doctrina y el Consejo Judicial Vasco trabajará en «estrecha colaboración con el Consejo General del Poder Judicial a fin de preservar los principios de unidad e independencia judicial». La legislación penal, penitenciaria y procesal queda reservada al Estado.

Mientras que en el Estatuto hoy vigente se establece un catálogo de competencias que son propias de la CAV y se entiende que todo lo no recogido ahí le corresponde al Estado español, en el nuevo texto se especifica que corresponden a las instituciones vascas la potestad de ejecución de todas las políticas públicas, salvo las expresamente atribuidas al Estado. En cuanto al proceso de transferencia de las competencias, el nuevo proyecto recoge la idea, ya expuesta por algunos teóricos de EA como Javier Caño y Juan Porres, de que una vez aprobado el Estatuto las competencias corresponden ya a la Comunidad, y lo único a acordar es cómo traspasar los medios humanos y materiales con el fin de garantizar la continuidad de los servicios.

En su disposición transitoria, la propuesta señala que en el plazo de seis meses desde la entrada en vigor del nuevo Estatuto, la Comunidad de Euskadi comenzará a ejercer en plenitud todas sus potestades y para ello las transferencias se realizarán a través de una comisión mixta «por una sola vez y de modo definitivo». Si no hay acuerdo, la Comunidad ejercerá la competencia con sus propios medios y podrá reclamar daños y perjuicios al Estado ante el Tribunal Superior de Justicia de Euskadi.

El proyecto aprobado ayer por el Gobierno de Lakua finaliza señalando que «el modelo y régimen de relación política entre la Comunidad de Euskadi y el Estado español regulado en el presente Estatuto Político sucederá y sustituirá, a su entrada en vigor, al que fuera aprobado por Ley Orgánica 3/1978, de 18 de diciembre, en el Estatuto de Autonomía para el País Vasco».

Un proceso inédito, largo, complejo y con obstáculos
I. I.

GASTEIZ

El Parlamento de Gasteiz abrió ayer sus puertas y trasladó el Registro General al salón de recepciones para dar entrada al proyecto de ley de reforma del Estatuto, que Juan José Ibarretxe entregó en mano a Juan María Atutxa. Se abre así un proceso inédito, puesto que nunca se ha llevado a cabo un proceso de reforma estatutaria en la Cámara autonómica. Será largo, porque ésa es la voluntad expresa del tripartito para permitir, según sus palabras, un sosegado proceso de debate. El lehendakari ya anunció que no espera que se vote la propuesta antes de octubre del próximo año. Será también un proceso complejo, ya que el nuevo texto requiere para su aprobación el apoyo de 38 parlamentarios y las fuerzas que apoyan al Ejecutivo sólo disponen de 36, y ni siquiera los votos de IU se pueden dar por seguros. Por otra parte, el Gobierno español y el PP ya han anunciado su intención de poner todos los obstáculos posibles a la tramitación de este proyecto, incluso acudiendo a instancias judiciales.




Otegi conmina a Lakua a resolver el conflicto y a «no hacer más chapuzas»
·«La izquierda abertzale está absolutamente dispuesta a explorar las vías de consenso»

Arnaldo Otegi volvió ayer a mostrar sus divergencias con la propuesta de reforma estatutaria presentada por Juan José Ibarretxe «porque no resuelve el conflicto», aunque agregó que cuenta con «ingredientes que son un buen punto de partida», dijo en referencia a que se hable del conjunto de Euskal Herria, de la autodeterminación y de referéndum. En base a esos términos, instó a dialogar y consensuar una propuesta única para ofertar a la ciudadanía vasca.

Mikel JAUREGI


DONOSTIA

La jornada de ayer sirvió, a juicio del mahaikide Arnaldo Otegi, para demostrar que «el futuro de este pueblo no pasa por la división y el autonomismo, sino por la territorialidad y la autodeterminación. Si en el pleno del Parlamento de Gasteiz se levantó el acta de defunción del Estatuto, hoy ­por ayer­ se constata que se ha cerrado un ciclo político y que hemos entrado en otro que se abrió con el Acuerdo de Lizarra-Garazi». Este hecho, según agregó, «da la razón política e histórica a la izquierda abertzale».
En una rueda de prensa en Donostia, Otegi advirtió, no obstante, que la propuesta de reforma estatutaria «no nos gusta, ya que no resuelve el conflicto político. Por tanto, que Ibarretxe no cuente con la izquierda abertzale». En ese sentido, solicitó a los partidos que sustentan el Ejecutivo de Lakua ­PNV, EA e IU­ que «no cometan el mismo error de hace 24 años y no pacten con el Estado un Estatuto con más competencias para tres provincias».

Precisamente, en referencia a las palabras pronunciadas por la mañana por Juan José Ibarretxe, indicó que el texto articulado «no plantea un nuevo Estatuto para las generaciones venideras; lo que está diciendo es que hay guerra y conflicto para otros 25 años». Por ello, Otegi exigió al PNV que «no pacte con los españoles para ir contra la izquierda abertzale», y le conminó a hablar y acordar una propuesta para «resolver definitivamente el conflicto, sin más chapuzas como la del 78».

Tras insistir en que la propuesta del lehendakari no es válida para la resolución del conflicto, reconoció que cuenta con «ingredientes que son un buen punto de partida. Se citan los siete territorios, el derecho de autodeterminación y la consulta popular. En base a esos factores, todos los que queremos resolver el conflicto debemos dialogar y consensuar una propuesta única para ofrecérsela a la ciudadanía, siempre con ese objetivo de resolución. Aparte de esa base, todo lo demás es negociable: modelos de transición, ritmos...». Agregó que volverán a realizar esa oferta en el acto a celebrar el sábado en el pabellón Anaitasuna de Iruñea.

«La izquierda abertzale ­prosiguió­ está absolutamente dispuesta para explorar las posibles vías de consenso que posi- biliten resolver el conflicto», un reto que, en su opinión, «es objetivamente factible».

A preguntas de los periodistas, aseguró que de la propuesta de Ibarretxe se queda «con el último artículo que deroga el Estatuto de Gernika» y el preámbulo, «que es bastante bueno». Agregó que «lo mejor que tiene el plan Ibarretxe son los párrafos que están literalmente copiados de los textos de la izquierda abertzale». «Los fascistas están quemando etapas, y eso es bueno»

Respecto a la presencia ayer de dirigentes del PP en Gernika, Arnaldo Otegi manifestó que «los fascistas españoles están quemando etapas, y eso es bueno. Primero arrasaron el país, como hicieron con Gernika; como no sofocaron la rebelión, concedieron el Estatuto y hoy son sus mayores defensores; en la fase siguiente reconocerán la soberanía vasca; y, por último, tendrán que nombrar embajador para Euskal Herria». En respuesta a quienes abogan por endurecer las penas, indicó que la izquierda abertzale «hará lo que esté en su mano para la sedición, la desobediencia y la ruptura del orden constitucional». -

PROPUESTA DE NUEVO ESTATUTO
http://www.gara.net/dokumentoak/artxiboak/estatuto_vasco_c.doc
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