Ya comprobamos cómo las multitudinarias manifestaciones contra la invasión a Irak del pasado 15 de febrero y 15 de marzo estuvieron encabezadas por el PSOE, IU y demás fuerzas institucionalistas.
Más recientemente vemos como este frente socialdemócrata inicia una nueva campaña contra la ocupación en Irak, a la que llama “No a la post-guerra� y que irrumpe con fuerza en la actualidad estatal con la manifestación “unitaria� del pasado 27 de septiembre, enmarcada en una “Jornada Internacional de Movilización contra la ocupación de Iraq y Palestina�. En esta movilización llama la atención el componente rebelde que conllevan los lemas principales acordados por los convocantes: contra la ocupación de Irak, por la retirada de las tropas españolas y por los derechos nacionales del pueblo palestino.
Esta movilización, que reunió a unas diez mil personas, fue convocada por el Foro Social de Madrid (FSM - con PSOE, IU, CCOO y UGT a la cabeza), organizaciones de “jóvenesâ€? y “crÃticosâ€? de los mismos que forman el FSM, asà como algunos colectivos sociales de carácter más comprometido.
Mientras el movimiento anticapitalista en Madrid sigue su particular proceso de reconstrucción tras la imparable embestida sufrida en los últimos años por parte de Ansuátegui y su Delegación de Gobierno, llegamos de nuevo a una cita antiguerra que muestra con claridad el panorama de los movimientos sociales en la capital del imperio.
En la manifestación contra la Conferencia de Donantes de Irak que tendrá lugar en Madrid el próximo 23 de este mes de octubre, vemos como la mitad de una larga lista de convocantes forman parte de la izquierda parlamentaria e institucional. Organizaciones como el PCE, IU y ATTAC inundan una convocatoria donde también se dejan ver algunas organizaciones honestas como puede ser el caso de Izquierda Castellana, Solidaridad Obrera y contadas excepciones más.
El Frente Institucionalista toma el testigo de los destruidos movimientos antónomo, antifascista y antimilitarista radical madrileños de los años 80 y 90. Avanza acaparando la mayorÃa de los espacios de disidencia polÃtica y las organizaciones que aún quedan del Madrid anticapitalista apenas logran arañar su nombre en las convocatorias y algunos lemas rebeldes.
Pero la calle, hoy en dÃa, es de los aspirantes a las instituciones. La pregunta es ¿cuánto tiempo tardará el movimiento anticapitalista en hacer polÃtica al margen del reformismo parlamentario?¿cuánto tiempo tardará en empezar a construir, con valentÃa y desde el principio, un tejido social de raÃz combativo y transformador?
Especial para La Haine |