Los miembros del "Comando Barcelona" exculpan a sus presuntos colaboradores
Declaran ante el juez Fernando García Jodrá y Lierni Armendáriz

LVD - 06/10/2003 - 19.14 horas
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Madrid. (Vasco Press).- Los miembros "liberados" del "comando Barcelona" de ETA, Fernando García Jodrá y Lierni Armendáriz, declararon hoy en el juicio que ni Zigor Larredonda ni Diego Sánchez Burria, a los que el fiscal acusa de pertenencia a banda armada, colaboraron en las acciones cometidas por este comando, desde que se constituyó en marzo de 2000 hasta que se desarticuló en enero de 2001. También exculparon a los presuntos colaboradores Laura Riera, Daniel Morell, Sergio Orge, Francesc Barcena, Purificación Ródenas y Josep Tamboleo.

García Jodrá se limitó a contestar a las defensas de los procesados, y afirmó que las informaciones para cometer atentados las buscaban los miembros del comando a través de Internet, sacando los datos de las páginas web del PP o del Ayuntamiento, como en el caso del concejal de Viladecavalls, Francisco Cano Consuegra. Negó también que Larredonda se incorporara al comando "porque ya estaba quemado", por haber sido detenido en una ocasión anterior.

Respecto a Sánchez Burria, García Jodrá admitió que le había propuesto que colaborara para corroborar informaciones, y éste aceptó después de varias citas. Sin embargo, finalmente no les hizo llegar los datos que le solicitaron y su intervención se limitó a ponerles en contacto con Daniel Morell, para alquilar un piso en la calle Fortuny.

También añadió que Purificación Ródenas y Josep Tamboleo le permitieron pernoctar en su casa cuando fueron detenidos sus compañeros, pero cree que en ningún momento tuvieron constancia de su condición de miembro de ETA.

En la misma línea, Armendáriz contestó sólo a las preguntas de las defensas y afirmó que se hizo pasar por estudiante de Derecho "como una tapadera" para alquilar el piso de la calle Fortuny, sin que Daniel Morell supiera su pertenencia al comando. Ratificó, además, que Sánchez Burria "no trajo ninguna información" y apuntó ella que disponía de un carnet de la biblioteca de la facultad para sacar fotocopias del Boletín Oficial del Estado.

Por su parte, Diego Sánchez Burria, afirmó que no fue captado por Larredonda, sino por García Jodrá, y aunque tenía dudas, "al final acabé aceptando" colaborar con el comando. Le pidieron que corroborara tres informaciones sobre un concejal, un militar, y sobre la matrícula de un coche, que nunca llegó a hacer, según su versión. A preguntas del fiscal, admitió que sabía los atentados que estaba cometiendo el comando en Barcelona, y suponía que eran ellos los autores, pero "nunca me hablaron de ninguna acción".

Cuando vio en la televisión la noticia de la detención de Cruchaga y Armendáriz pidió alojamiento a su amigo Francesc Barcena, al que le explicó que había tenido problemas en casa. Después le confesó su relación con los miembros de ETA, cuando se difundió su foto en los medios de comunicación, y le dejó quedarse, aunque con reparos. Posteriormente se trasladó al domicilio de Sergi Orge, quien le gestionó una cita con un abogado, porque pensaba entregarse. Finalmente fue detenido cuando acudió a los juzgados de Barcelona.

Esta versión difería en parte de la ofrecida en sede policial, por lo que el fiscal pidió que se diera lectura a las declaraciones de Sánchez Burria en la comisaría. En ellas aseguró que Larredonda le puso en contacto con García Jodrá, y que informó a Daniel Morell de que los amigos que vivirían en el piso de la calle Fortuny eran de ETA. También detalló las informaciones que había dado al comando, entre ellas datos sobre políticos catalanes como Josép Piqué y Alberto Fernández Díaz, sobre viviendas y matrículas de miembros de la policía nacional, así como documentos que tenía en casa su padre, que también era policía. Sánchez Burria desmintió estas declaraciones y aseguró que fueron realizadas bajo presiones, malos tratos y amenazas.

El juicio continuará mañana con el interrogatorio del resto de los procesados.