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Anàlisi :: corrupció i poder |
Los polÃticos más cotizados
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per Jaime Richart |
01 oct 2003
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Se acusa ordinariamente a alguien de no tener "convicciones democráticas" cuando quien acusa no está "ya" en el poder. Y la mayoría de los que llegan al poder tienen que hacer un gran esfuerzo para seguir siendo demócratas. |
PodrÃamos decir que son demócratas mientras permanecen aspirantes, pero en cuanto lo "ganan", dejan de ser "muy" demócratas para pasar a ser terriblemente autoritarios. Esto ocurre sobre todo en paÃses como el nuestro con escasa tradición democrática y una grave propensión a abusar del prójimo.
La democracia está bien, como sucede con cualquier otro sistema polÃtico, para los que les va bien en ella. Pocos la defienden como un régimen en que todos han de encontrarse relativamente insatisfechos, pues si alguien lo está en absoluto, será pésima señal.
Y no queda nadie ya que, como aquel Senador de la Grecia antigua, sea capaz de salir del Congreso dando saltos de alegrÃa por haber sido sustituido por otro ciudadano con más merecimientos que él...
Si esto es asà en tiempos de bonanza ¿qué decir en tiempos de avatares? Hoy dÃa no sólo no gobiernan individuos ejemplares en todos los órdenes. Se cotizan mucho más los facinerosos (“hombre malvado, de perversa condiciónâ€?-DRAE), como en la televisión los broncos, los lenguaraces y los insultadores son quienes tienen el “cachéâ€? más alto.
Y asÃ, por ejemplo, habrÃa que suponer que, a menos que sea un botarate, el polÃtico Aznar deberÃa usar el mismo argumento de que mientras ETA siga matando no puede haber negociación ninguna en el PaÃs Vasco para razonar a su compinche Bush que, mientras haya razzias e incursiones de las fuerzas estadounidenses en el desgraciado paÃs iraquÃ, no puede pretender que se elabore y apruebe una Constitución allÃ, y menos con apremios...
Pero como tanto Aznar como el compinche acostumbran a razonar en zigzag para despistar, no es posible hacer deducciones lógicas en nada. Tan pronto pueden estar esgrimiendo un argumento rotundo hoy para explicar una actitud, como volver del revés ese mismo argumento, como un calcetÃn, para sostener la actitud contraria. Son muy hábiles estos caballeros. Pero esa clase de habilidad es del mismo paño que la de los grandes estafadores.
Pero no sólo los polÃticos al uso dejan tanto que desear. También ilustres periodistas como Andrés Ortega en su artÃculo de ayer "Rumbo equivocadoâ€?, en un periódico serio como El PaÃs, entienden que hacer volver a las tropas españolas de Irak (hipotéticamente claro está), "nos" restarÃa credibilidad (como si en materia de credibilidad no hubiéramos tocado fondo)... ¿qué podemos esperar de polÃticos que se han especializado en maltratar los valores que más defendieron sus abuelos, y singularmente a la Lógica formal como si fuera una mala meretriz? |