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Anàlisi :: un altre món és aquí : globalització neoliberal : pobles i cultures vs poder i estats
Conozca a quien le impone su pensar, su sentir y su obrar
24 set 2003
Foro para relatizar los valores que la modernidad implanta como verdades únicas y universales.
A partir de estas reflexiones podemos estar en disposición de ser más libres, más felices y de dejar de hacer inconscientemente el mal a otras muchas personas y a la Naturaleza, por tanto, más buenos.
Sin embargo, no vamos a imitar a los falsos naturistas de Radio Victoria, personas que se benefician de la ignorancia y la desesperación de la gente.
Yo tengo más preguntas que respuestas y necesito vuestra participación y vuestro esfuerzo.

Interpretamos la Realidad según nuestros valores culturales

Conejo, ¿qué es un conejo? ¿para qué sirve? ¿os gusta? ¿está bueno? ¿no lo habéis probado? Para nosotros, los españoles, es una carne tan común como el pollo, o como los perros para muchos asiáticos.
¿Cuántos mundos hay? Uno, dos... Si hay dos, ¿dónde está el segundo? ¿Es el paraíso después de muertos? ¿es un mundo simultáneo pero que no se puede ver, como piensan en gran parte del mundo, como �frica, partes de Asia incluso en algunos lugares concretos de América?
Y tu, ¿quién eres? ¿Y tu? ¿Y tu? (ver cómo se presentan: nombre, apellido(s), lugar de nacimiento, trabajo, edad...) ¿Y cuántas personas llevas dentro de ti? ¿No tienes ningún espíritu? Un africano expresa con su nombre su árbol genealógico, que no sólo incluye a personas, también a lugares, plantas y animales. Inmediatamente se siente esencialmente unido a alguien que pudiera tener alguna remota conexión con su identidad, aunque no lo hubiera visto jamás o ni siquiera entendiera su lenguaje. Es como si alguien aquí tuviera de apellido Rodríguez y yo, por ser Rodrigo, sintiera inmediatamente que tengo un hermano más.
Además, la mayor parte de la población de este planeta se siente de alguna manera reencarnación de una o más personas fallecidas, de sus ancestros.

Son tres ejemplos, uno, el del conejo, es simplemente una cuestión de distintas costumbres sin mayor trascendencia, los otros dos son más determinantes, para demostrar que las personas no conocemos la Realidad. Damos sentido a la Realidad y a nosotros mismos al procesar lo que vemos, sentimos o percibimos mediante la información que tenemos, muchas veces de manera inconsciente, en nuestro cerebro.
¿Qué es lo que tenemos, muchas veces de manera inconsciente, en nuestro cerebro?
Los valores culturales.
Los valores culturales, que muchas veces arrastramos inconscientemente, determinan nuestra forma de ver, sentir y vivir la Realidad. Según cómo veamos, sintamos y vivamos la Realidad pensaremos y actuaremos de una u otra forma.
Me comeré o no al conejo; cumpliré las normas de mi religión para ir al cielo, o intentaré disfrutar cada día porque pensaré que sólo se vive una vez, tal vez confundiré el gozo con el vicio y me haré, por ejemplo, un alcohólico, o un avaricioso del dinero, o un ambicioso de la gloria; me sentiré responsable de mí mismo o creeré que también soy el representante de mi abuela o de mi padre, de mis ancestros; pensaré que soy una persona independiente, autónoma, aislada y actuaré como tal, o creeré que estoy unido ineludible y eternamente con mis ancestros, con mi tierra, con el Sol, con los animales...
Así pues los valores culturales determinan nuestra forma de pensar, sentir y obrar.
Las personas se creen libres porque, a diferencia de los animales, son conscientes de sus actos, pero también porque ignoran las causas que originan necesariamente sus actos. Estamos determinados a pensar, sentir y obrar, en una causa inmediata, por los valores culturales.

¿Cómo definiríais a las personas, en general? ¿Qué atributos usaríais? (Egoístas...)
Lo que imaginamos que son los/as otros/as se parece más a nuestra naturaleza presente, a nosotros mismos, que a los/as otros/as. Lo que pensamos que son los/as otros/as responde más a lo que somos nosotros/as.
Pero no os preocupéis porque una cultura muestra cómo es por el tipo humano que crea. Y para eso estamos aquí, para permitirnos transformarnos y enriquecernos para perfeccionarnos.

¿Y cómo creéis que es la Naturaleza? ¿Cómo la definiríais? (Negativa?, distinta?) Recordad vuestra respuesta.

Estamos entonces determinados a pensar, sentir y obrar de una determinada manera y no de otra por los valores culturales.
¿Alguien duda de que estemos determinados por los valores culturales?
Que levante la mano quien piense que todas las personas somos iguales. ¿Cuál es la mejor forma de organización política existente, el mejor sistema político de los conocidos? Que levante la mano quien piense que los derechos de las personas están por encima de los de los animales y que en caso de contradicción deben de imponerse los intereses de las personas. ¿Qué es lo que diferencia el Primer Mundo del Tercer Mundo?
Recordad vuestras respuestas.
¿No os parece extraño tanta coincidencia, incluso entre personas de edades, vidas, expericiencias, estudios, nacionalidades diferentes?
¿Cuáles creéis que son nuestros valores culturales que nos hacen pensar así?
(Dudas, no están claros, son confusos, nadie establece diferencias individuales...)
¿No creéis que es extraño que siendo que estamos tan profundamente determinados por los valores culturales todos/as nos predispongamos a pensar sobre ellos como si fueran compartidos por todos/as, como si fueran los mismos?
¿No creéis que es extraño que siendo que estamos tan determinados por los valores culturales no los identifiquemos con claridad? ¿De dónde proceden? ¿Cómo surgieron? ¿Quién los inventó? ¿Quién los mantiene? ¿Por qué? ¿Para qué?

Vamos a reflexionar sobre todo ello para saber al menos quién es el amo de nuestras cadenas.

Los Valores Occidentales Modernos

¿Qué pensáis del Humanismo? ¿Qué ideas se os vienen a la cabeza sobre el Humanismo? Si os dicen que un personaje fue un Gran Humanista, ¿qué pensáis? ¿Si os dicen que una acción es humanitaria?
El Humanismo, o antropocentrismo, es el valor central sobre el que se construye la modernidad, el valor esencial, fundacional del Occidente Moderno. Hablamos del Occidente Moderno porque fue en Europa donde un grupo humano determinado y puntual, una minoría con sus intereses particulares, empezó a inventar, defender y extender los valores que se irían imponiendo hasta crear una nueva civilización, el Occidente Moderno. Primero, en Europa y, a partir de la colonización, en otras partes del mundo hasta el punto en el que en toda América se tienen esos mismos valores, esa misma civilización que es el Occidente Moderno, pese a sus claras diferencias entre el Norte y el Sur de América y con respecto a Europa. Estas diferencias son superficiales, pero los valores culturales son los mismos.
El Occidente Moderno no sólo se ha intentado imponer en América, sino en prácticamente todo el mundo, aunque el área más dominada después de Europa ha sido América. Actualmente, la modernidad está tratando de imponerse en todo el mundo, aniquilando a las otras culturas, a las otras formas de sentir, pensar y obrar. ¿Cuáles creéis que son las zonas del mundo menos controladas por el Occidente Moderno, donde todavía mantienen a duras penas sus formas de sentir, pensar y obrar propias? El �frica Negra y algunas áreas de Asia (cierta población de India, de China, etc.), por razones tanto intrínsecas como extrínsecas. ¿Qué imagen tenéis por ejemplo del �frica Negra? ¿Qué os viene a la cabeza? Las zonas del mundo donde todavía mantienen a duras penas parte de su cultura propia –formas de pensar, ver, sentir, vivir, obrar- son precisamente las zonas que se nos dice que peor están de todo el mundo. Recordad esto, lo iremos viendo.
Pero, decíamos que la modernidad está imponiéndose en todo el mundo, aniquilando a las otras culturas. ¿Creéis que cuando una cultura llega de nuevo a un pueblo que, como todo pueblo, tiene su propia cultura o culturas tiene que hacer desaparecer o reducir a la insignificancia a las culturas propias para imponerse? Si quiere imponerse sí. ¿Todas las culturas quisieran imponerse de tener la posibilidad? Recordad vuestra respuesta.

Pero habíamos ya identificado el valor fundacional del Occidente Moderno, el antropocentrismo. ¿Qué es el antropocentrismo? El antropocentrismo es situar al hombre (a la persona humana) como centro de todas las cosas, como realidad suprema. Es decir, por encima de la Naturaleza, de los animales. Por tanto, todos/as aquellos/as que respondisteis que los intereses de las personas deben prevalecer a los de los animales o Naturaleza habéis identificado ya uno de vuestros valores culturales esenciales, una de las ideas que más determinan vuestra forma de pensar, sentir y obrar.

El antropocentrismo, el Humanismo, es una corriente ideológica que, en nuestra época moderna, surgió a partir del s. XIII y empezó a implantarse, progresivamente, a partir del s. XV en Europa. Digo en la época moderna porque esta idea no es nueva. La última vez de la que tenemos conciencia que surgió y se impuso fue en la Grecia clásica.
¿Qué sabéis de la Grecia clásica?
Los griegos crearon las polis (ciudades) para defenderse de la Naturaleza y del bárbaro (el extranjero). Ya contemplan la Naturaleza como una realidad distinta y antagónica, contraria a la realidad humana. Además, sitúan a los bárbaros (los extranjeros, los diferentes, los no ciudadanos de las polis griegas) como otra realidad distinta y antagónica, contraria a la realidad humana de los ciudadanos de las polis griegas. Por tanto, los ciudadanos griegos se separan de la Naturaleza y de los otros grupos humanos diferentes y piensan que tienen que defenderse de ambos, porque los consideran una amenaza a su existencia.
La Grecia clásica fue reivindicada y reinterpretada, unos 2.200 años después, por la modernidad que a partir del s. XV en Europa volvió a imponer el antropocentrismo. Este valor tuvo continuidad después de Grecia en Roma, pero las sociedades posteriores al fin del Imperio Romano lo descartaron totalmente. Es decir, que durante unos doce siglos en Europa continuó una cultura que había conocido el antropocentrismo de civilizaciones anteriores y decidió construir otros valores culturales diferentes. Se trata del período conocido como la Edad Media. ¿Qué sensaciones os surgen al hablar de la Edad Media? (Oscurantismo, atraso... lo antagónico-contrario a la Grecia clásica. ¡Qué casualidad!)
¿Qué tipo de civilización creéis que existirá en un futuro próximo, cuando finalice la actual, el Occidente Moderno Globalizador? El fin del mundo, ninguna. No somos tan importantes. La especie humana puede desaparecer, no así la vida. Luego lo veremos. No habéis pensado en ello. ¿Por qué? ¿No creéis que lo vayáis a ver? ¿Ni vuestros/as hijos/as? ¿Qué creéis que imaginaban los/as ciudadanos/as de las polis griegas, o del Imperio Romano? ¿Sabéis qué anotó en su diario el rey de Francia el día que triunfó la Revolución Burguesa? Hoy, nada nuevo. A los pocos días fue guillotinado, asesinado.
Las civilizaciones que quieren imponerse al resto, como el Occidente Moderno, que no todas las civilizaciones, se esfuerzan a presentarse a sí mismas como las últimas, las definitivas, las mejores, imponen la creencia de que después de ellas no hay nada, o ellas o el fin.
Pues bien, llevamos unos cinco siglos con una civilización, el Occidente Moderno, que se basa en el antropocentrismo, un valor cultural esencial que estuvo doce siglos proscrito. Es importante tener en cuenta la globalidad de la historia para relativizar la significancia de la civilización actual, como la de cualquier otra.

¿Por qué es tan importante el antropocentrismo, pensar que el ser humano es el centro de todo, la realidad suprema?

Primero, supone creer que el ser humano y la naturaleza son realidades diferentes. Esto es una primera fragmentación, escisión, separación entre el ser humano y el entorno en el que vive.
Segundo, supone creer que la diferencia es antagónica. Por ello, primero, las personas que piensan, sienten y obran según el antropocentrismo se esfuerzan en defenderse de la diferencia, de la Naturaleza y del extranjero, como hicieron los/as alabados/as ciudadanos/as griegios/as. Pero, después, estos/as personas se esfuerzan no sólo en defenderse de la diferencia, sino en controlarla, la Naturaleza, el extranjero, lo diferente.
La Biblia cristiana, unos 1.000 años después de la Grecia clásica, establece en el Génesis que, como castigo por el pecado original, el ser humano tendría que dejar de vivir en el paraíso –una tierra de armonía, felicidad y plenitud- para vivir en una tierra hostil al hombre.
Esta primera escisión, separación, entre el ser humano y la Naturaleza supone el triunfo tecnológico (económico, político, social) de Occidente pero también su desastre cultural. Porque, además, una realidad interpretada de forma antagónica no finaliza hasta que uno de los dos términos antagónicos aniquila al otro. Es decir, que después de defenderse y de controlar la Naturaleza, el extranjero, lo diferente, el Occidente Moderno intenta aniquilar la Naturaleza, el extranjero, lo diferente. Y este es su desastre cultural, porque ¿acaso sobrevivirá en un planeta que no tolere la presencia humana? O, como decía un poeta africano en tiempos de la colonización: Europa, si logras vencer, no podrás soportar tu soledad.
Pero esto lo veremos más adelante. Centrémonos ahora en por qué decimos que el antropocentrismo origina el triunfo tecnológico y, a partir de él, económico, político, social, del Occidente Moderno sobre el resto de las civilizaciones actuales y las que han dejado de existir en los últimos 500 años.
El antropocentrismo es la esencia de una ideología que entiende que es necesario prepararse para protegerse, controlar y vencer a la Naturaleza, al extranjero, a lo diferente. ¿Cómo puede prepararse para ello el ser humano? Con la invención de artefactos, con el avance tecnológico. Por ello, un pueblo antropocéntrico establece como su primer objetivo el ser capaz de inventar artefactos para garantizarse la explotación de la Naturaleza, del extranjero, de lo diferente, así asegura su supervivencia, establece su superioridad y garantiza su futuro. Por eso, el mayor orgullo del Occidente Moderno, a lo que jamás renunciará, es su capacidad tecnológica para dominar a la Naturaleza, hasta el punto en que actualmente el Occidente Moderno –del Norte y del Sur, porque ya está plenamente implantando en amplias zonas del Sur- ya no tiene suficiente con no respetar las leyes de la Naturaleza, sino que trata de imponerle sus propias leyes. Esta es la lógica de las modificaciones genéticas, tanto en la Naturaleza como en las personas.
Así, el antropocentrismo hace que en la Europa Humanista del s. XV se plantee como prioridad la invención de artefactos para dominar la Naturaleza, el extranjero, lo diferente.
Es fundamental establecer claramente aquí un punto esencial: Son los valores culturales los que originan una ideología que provoca a su vez una determinada invención científica, tecnológica, una organización humana en un sistema político y económico, unas creaciones artísticas o unas actividades humanas. Es decir, que es falso que la ciencia sea neutra, objetiva, o que las actividades humanas –trabajo productivista, ocio consumista- sean las normales, las naturales, las innatas al ser humano, las de siempre. La ciencia, la tecnología, el arte, las actividades que ocupan el tiempo de los seres humanos, el tipo de sistema político –Democracia liberal- y su organización –Estados-Nación- son consecuencia de los valores culturales.

¿Qué consecuencias tuvo el antropocentrismo?

En un primer momento, las invenciones materiales y científicas –conocimientos de astrología, de cartografía (mapas), de navegación, barcos, etc.- y las condiciones humanas –pensamiento- que posibilitaron la colonización de América, �frica y Asia por parte del poder económico y político –Corona, nobles, Iglesia- de cinco áreas europeas. Digo áreas porque todavía no existían como tales los países que hoy conocemos como España, Portugal, Francia, Inglaterra y Holanda.
Así pues, en Europa en el s. XV triunfó con el Humanismo el antropocentrismo que se anunciaba desde el s. XIII e inmediatamente se llevó a cabo la colonización de grandes áreas del mundo.
Por cierto, parecen haber indicios de que se establecieron intercambios entre Europa y América mucho antes de que Colón llegara a América y de que los Viquingos, el pueblo que contribuyó al derrocamiento del Imperio Romano, llegaron mucho antes a América que los castellanos, el pueblo –hoy parte de España- cuya reina financió el viaje de Colón. De igual modo que se piensa que los chinos conocieron la imprenta mucho antes que los europeos.
Entonces, ¿por qué no se dieron a conocer estos descubrimientos? Hay civilizaciones que creen que no es conveniente generalizar ciertos conocimientos porque sus consecuencias serían más perjudiciales que beneficiosas. Podría ser el caso del “descubrimiento� de América, de la imprenta y quién sabe de cuántas cosas más.
En ese primer contacto de las civilizaciones antropocéntricas europeas con otras civilizaciones, los europeos no se mostraron claramente más avanzados ni si quiera en lo que se habían marcado como un objetivo, a diferencia de los pueblos de las zonas que serían colonizadas, los avances instrumentales y tecnológicos. Por ello, en �frica durante varios siglos –hasta la revolución industrial europea- apenas pudieron tener pequeños asentamientos en la costa, sin posibilidad de penetrar a ocupar el territorio.
Sin embargo, el poder político y económico –nobles y jerarquía eclesiástica- europeo acabó conquistando estos territorios, primero, América. La colonización supuso el expolio económico y el dominio político, militar y social de las colonias, así como también el exterminio de la población autóctona. Murieron en esa época el 90% de los pobladores de Centroamérica, la mayor parte por las nuevas enfermedades traídas por los europeos y, en menor medida, por las nefastas condiciones en las que se veían obligados a trabajar para los invasores. El hecho de que muriera tanta gente, que los colonizadores necesitaban para trabajar, motivó el traslado forzoso a América de población africana como esclavos. Como señalábamos, en �frica no lograron de forma tan inmediata un control tan férreo como el que consiguieron en América. En los primeros siglos de colonizaron apenas hubieron explotaciones en �frica como las de América. Los esclavos negros eran comprados a algunos reyes africanos que accedieron a la venta. Es decir, que los europeos se vieron obligados a negociar con los poderes africanos. Algo que nunca hicieron en América.
La destrucción que supuso la colonización, sobre todo, para América inició el desastre de todo el continente, también de Norteamérica, que se ha ido profundizando hasta nuestros días. La colonización generó el caos, el vacío en las sociedades americanas de la época. Resquebrajó las estructuras sociales generando la desconfianza en sí mismos, tanto a nivel individual como colectivo. Poblaciones enteres completamente perdidas, viendo de pronto cómo saltaba en pedazos su forma de organizarse, de entender el mundo, de vivir, de sentir, de pensar y de obrar por la violencia militar de otro pueblo. Así, los colonizadores generaron el vacío, el desastre, exterminando la civilización existente. Sólo entonces es cuando un pueblo puede asumir los valores culturales que traían los Occidentales Modernos, primero, los europeos, y después de la II Guerra Mundial, los norteamericanos, que se han convertido –los descendientes de los inmigrantes europeos, que no de los indios autóctonos- en el pueblo que de forma más perfecta está llevando a cabo la aniquilación casi total que supone el Occidente Moderno.

¿Por qué creéis que los pueblos colonizados no pudieron hacer frente a los europeos o incluso por qué no fueron ellos mismos los que colonizaron otros territorios?

Hemos visto que el antropocentrismo es la causa primera de la colonización. Por tanto, será porque sus civilizaciones no se basaban en el antropocentrismo. Es decir, que no creían que el ser humano era el centro de todas las cosas, la realidad suprema, por lo que no sintieron la necesidad de armarse para defenderse de la Naturaleza, del extranjero, de lo diferente, ni de crear artefactos para lograr controlar y dominar la Naturaleza, el extranjero, lo diferente.
Así, en ese momento histórico la única civilización que se basó claramente en el antropocentrismo fue la Europea. Una minoría que se ha ido imponiendo, primero a las personas de su propio territorio con el Humanismo del s. XV y desde entonces al resto del mundo. Proceso que se está acelerando dramáticamente en nuestros días, como veremos.
Además, al antropocentrismo del poder europeo de esa época se unió el hecho de que ya desde la Biblia los judíos católicos se han creído el pueblo elegido por Dios para llevar la salvación al resto de pueblos. Así, al hecho de considerarse diferentes de la Naturaleza y del resto de grupos humanos se unía la concepción de que ellos era los poseedores de la única verdad universal y tenían la misión de difundirla por todo el mundo. Entonces, quien se cree poseedor de la única verdad contempla la diferencia como un error a extirpar.
El resto de culturas pagaron el hecho de no tener misión, de no sentirse poseedoras de la única verdad, sino de meras aproximaciones subjetivas, por lo que no tenían ninguna intención de imponer nada a ninguna otra cultura, que consideraban igualmente una simple aproximación relativa, un intento de ubicarse a ellos mismos en la realidad imaginada. Por esta misma concepción, mientras la cultura propia sobreviva no aceptará a la modernidad como la única verdad. Por ello, los modernos –del Norte y del Sur, pues no importa la procedencia, sino con qué valores culturales se vive, se piensa, se siente y se obra-, tienen primero que extirpar los valores culturales autóctonos para poder así imponer los propios, como ha ocurrido en la mayor parte de América.

¿Por qué creéis que es tan importante para los modernos imponer sus valores culturales?

Porque de esta forma reafirman la creencia en su superioridad, porque hacen desaparecer culturas que cuestionan la verdad universal que dice ser el Occidente Moderno y porque así los que han adoptado los valores modernos ya no necesitan de ejércitos represores para obedecer a sus explotadores, porque los explotados empiezan a pensar, vivir, sentir y obrar de la misma forma que sus explotadores. Es como si el ratón se dedicara a parir para llevar a sus hijos/as a ser devorados/as por el gato.

¿Por qué creéis que América fue más fácilmente dominada que �frica?

Las razones serán, sin duda, múltiples, pero creo que una de ellas puede ser (como hipótesis) que los pueblos que se encontraron los europeos en América estaban ya en una época en la que se estaba introduciendo paulatinamente el antropocentrismo –como en la Europa de a partir del s. XIII-. Eran comunidades que vivían ya en asentamientos numerosos de personas –en pequeñas ciudades- y no dispersas, tenían una estructura social donde los ingresos procedentes del comercio empezaban a ser tenidos en cuenta, los sacerdotes tenían necesidad de imponer sus normas con cierta violencia para mantener la jerarquía social, etc.

El expolio de las colonias, sobre todo de América, y la mano de obra esclava originó en Europa un excedente económico que es lo que permitió que en el s. XVII se diera la Revolución Industrial: la creación por vez primera en la historia de un sistema de fabricación de todo tipo utensilios y su comercialización masiva, lo cual precisaba tecnología pero también una nueva metodología de trabajo que modificó radicalmente la estructura social europea. Aparecieron dos nuevas clases sociales: la burguesía –los/as empresarios/as- y los/as obreros/as. Dos nuevas clases sociales que basaban su existencia en la productividad de todo tipo de utensilios y cuyo fin era la fabricación cada vez mayor y en menos tiempo.
Estas nuevas clases sociales suponían una fuerte contradicción con la sociedad anterior, cuyas clases sociales –o estamentos- no dedicaban la mayor parte de su tiempo a la producción de utensilios.
Esta tensión acabó por decantarse del lado de las nuevas clases sociales, dirigidas por la burguesía, al dotarse esta de una nueva ideología, la Ilustración, que profundizó en el valor cultural que le había permitido su surgimiento, en el antropocentrismo.
Fijaos que en todo momento pongo del mismo lado de la contradicción a burguesía y obreros/as, pese a sus propias diferencias, evidenciando que ambas clases sociales parten de los mismos valores culturales y actividades humanas. Los/as obreros/as deben su existencia a la burguesía. Por tanto, sus opciones políticas modernas –capitalismo, comunismo- no serán más que matices coincidentes en lo esencial, en los valores culturales. ¿Acaso el ideal comunista defendido por Marx no es la sociedad de la abundancia donde habrán ilimitados bienes y servicios que se podrán distribuir más igualitariamente? Se basa en la misma concepción del ser humano como esencialmente productivista y consumista de bienes y servicios. Por no haber tenido esto claro, se han perdido generaciones enteras de revolucionarios/as que han luchado, incluso muerto, por un matiz que, cuando se ha impuesto, no ha sido el futuro redentor imaginado que posibilitaría un presente pleno y extenso para todos/as. La unión y la lucha de los/as trabajadores/as es un punto de partida. Pero sólo alcanzaremos el punto de llegada a condición de abandonar el punto de partida. NO NOS EQUIVOQUEMOS M�S. LUCHEMOS POR UNA REVOLUCIÓN PROFUNDA, POR UNA NUEVA JERARQU�A DE VALORES.

La Ilustración (s. XVII) dio carácter científico, es decir, incuestionable a partir de esa época, al antropocentrismo. Dijo descubrir científicamente que los seres humanos estamos compuestos por átomos completamente iguales introduciendo así el valor cultural del igualitarismo –con el que todos/as os habéis identificado en un principio-. Pero la Ilustración también demostró científicamente que los seres humanos tomamos conciencia –existimos- como individuos. Es decir, que no seguimos más que a nuestras propias reflexiones o deseos, sin obedecer a ninguna razón colectiva o superior. Dijo demostrar que somos cuerpos aislados, independientes de todo, que siguen su propio bien, sus deseos, sus intereses, sin considerar nada más (el resto de personas, la Naturaleza). Es decir, independientes y egoístas. Y, además, todos somos igual de independientes e igual de egoístas -¿los atributos que habéis dicho al principio?-.
Se imponen así como valores culturales –que determinan la forma de sentir, pensar, vivir, obrar de las personas- el individualismo y el igualitarismo. Y, además, se imponen de una forma incuestionable, es decir, científicamente.

A partir de la Ilustración la ciencia se convierte en la única vía de conocimiento admitida. Todo el resto se desprecia como superstición, como propio de salvajes, de primitivos, de ignorantes o de impotentes.

¿En qué se basa la ciencia?

En la capacidad que tiene el ser humano en cada momento histórico para comprobar algo de forma mesurable, cuantificable, demostrable empíricamente, de forma material. Es decir, que es un conocimiento tremendamente limitado por la propia limitación humana y de los aparatos de los que dispone para investigar. Por ello, los resultados científicos han ido contradiciéndose a lo largo de los últimos tres siglos pero aún así se consideran verdades incuestionables y la única vía de conocimiento razonable y aceptable.
A partir del triunfo de esta concepción el ser humano moderno occidental u occidentalizado renuncia al conocimiento global, profundo.
Además, la ciencia postula su objetividad frente al subjetivismo de otros conocimientos. Su método de estudio se basa en mantener la separación entre el sujeto y el objeto estudiado, por eso dice que es objetiva. Cuando, en realidad, si se quiere conocer algo hay que aproximarse tanto al objeto de estudio hasta que el sujeto sea capaz conocer por qué piensa, siente y obra de una determinada manera el objeto de estudio. Así, el sujeto conocerá tanto al objeto de estudio que preveerá cómo actuará frente a una determinada situación.
Sin embargo, la supuesta objetividad de la ciencia supone una renuncia a un conocimiento global, profundo, unitario y se limita a un fragmento de conocimiento, el que se puede adquirir con la simple observación externa de aspectos observables.
Es decir, que a partir de la Ilustración el ser humano moderno renuncia a un conocimiento global, unitario, profundo y se autolimita a la ciencia, un conocimiento limitado y fragmentado.

¿Por qué el ser humano se autolimita a un conocimiento limitado?

Porque este nuevo conocimiento monopolista lo controla en exclusiva la nueva clase social emergente, la burguesía, frente al conocimiento existente hasta el momento basado más en la percepción de aspectos que se sabían imposibles de demostrar materialmente, como la moralidad, la religión o la intuición subjetiva.
Así pues, el conocimiento científico es limitado, renuncia a un conocimiento profundo y unitario, es fragmentado y además ni siquiera es objetivo en el sentido de neutral. Sirve a los intereses de los nuevos empresarios que surgieron gracias a los excedentes procedentes del expolio de las colonias.

Mediante la Ilustración esta nueva clase social, apoyada por los/as obreros/as, derrocaron el sistema político y social anterior mediante la Revolución Burguesa en el s. XVIII.
El triunfo de las revoluciones burguesas en los distintos países de Europa llevó a la nueva clase dirigente a la creación, mediante la disuasión a través de la difusión de los nuevos conocimientos y utilizando la fuerza cuando no fue suficiente, de los Estados-Nación modernos que hoy conocemos. Constituyeron los Estados-Nación para distribuirse el poder sobre el territorio y buscaron unir a la población que, por sus propios conocimientos científicos, estaba aislada –individualismo- mediante la creación de una nueva organización política: la Democracia liberal, que siempre fue acompañada de las libertades comerciales, en las que el nuevo poder basaba su fuerza.
La Democracia supone unir a las personas aisladas en unos Estados-Nación irracionales, fruto del equilibrio de poder de las burguesías europeas del s. XVIII y XIX, en aras de la productividad y del interés nacional. Ahora ya sabemos qué es eso del interés nacional, ¿verdad?
La Democracia se fundamenta pues en el individualismo y en el igualitarismo demostrados científicamente por la burguesía a partir de la Ilustración.
Un individualismo que nos aisla, nos fragmenta, nos separa. ¿Alguien cree que una persona es causa de sí misma? ¿Se explica totalmente a sí misma? En esto reside la libertad del sistema burgués, en la fragmentación del ser humano. Se nos dice que somos libres porque tomamos conciencia únicamente como individuos, por nosotros mismos, sin atender a razones colectivas o superiores.
Las personas no somos entes aislados que se explican a sí mismos, como tampoco lo son los distintos seres de la Naturaleza. No hemos construido el tejido de la vida, sino que somos parte de sus hilos, somos como las hojas del árbol, no el árbol, como las olas del mar, no el mar. Al hacer creer a la hoja que no depende del árbol no sabrá cómo alimentarse, se la está condenando a no saberse ubicar, a no saber existir. Así es el hombre moderno occidental, occidentalizador u occidentalizado, del Norte y del Sur. Creyéndose la realidad suprema no reconoce que es una parte más de la unidad, como lo es también la Naturaleza, y por eso está perpetuamente condenado a estar mal ubicado, a no saber ser ni estar, a vivir en una permanente e ineludible frustración.
Además, como todos somos iguales por naturaleza, lo que además legitima la imposición de los valores culturales que interesan a los burgueses europeos al resto de la población que ha caído en su territorio pero también a cualquier otra persona del mundo.
La Democracia se fundamenta en estos dos valores: individualismo e igualitarismo. El igualitarismo no es más que un discurso que jamás ha existido en ninguna civilización, mucho menos en la democracia liberal. Pero es que además es un valor que ha sido utilizado por el poder burgués para imponer en todas las personas que cayeron en su territorio de poder los valores culturales que le interesaban para que esas personas estuvieran orgullosas de servir al poder de la burguesía. El igualitarismo se ha utilizado para homogeneizar a la población, primero, de los Estado-Nación emergentes y desde la colonización, pero incrementándose considerablemente tras las independencias de las colonias y después de la II Guerra Mundial, del resto del mundo.
Todos los ciudadanos de un país tienen los mismos derechos y obligaciones, tienen que respetar las mismas leyes que imponen lo que tenemos que considerar como el Bien y como el Mal bajo la amenaza de una fuerte represión del Estado, nos dedicamos a un cierto abanico de actividades que el Estado considera oportunas y convenientes en aras del bien nacional, pero además pensamos, sentimos y obramos de la misma forma porque tenemos los mismos valores culturales, introducidos desde que nacemos en un hospital, somos educados por unos padres que replican los valores nacionales y por un sistema de educación universal y obligatorio, vemos la televisión, llenamos nuestro escaso tiempo no productivo descansando para volver a rendir produciendo y consumiendo para que se pueda continuar produciendo, somos pacientes –pasivos- cuando no nos sentimos bien y vamos al médico, hacemos el amor con preservativo o píldoras anticonceptivas, votamos, no votamos, nos entierran o nos incineran.
La Democracia une igualando, homogeneizando, los individuos aislados que, al tener los mismos valores culturales dominantes, se sienten libres, por lo que jamás obtendrán la plenitud que les ha sido extirpada en beneficio del poder burgués, asimismo ignorante, limitado, fragmentado, condenado a la irrealización por no saber ser y estar.


¿Cómo hemos llegado los seres humanos al extremo de reducirnos a cosas tan fácilmente manipulables y a estar condenados a la infelicidad?

La ciencia burguesa como única vía de conocimiento supone rechazar todo lo acientífico, todo aquello que no se pueda demostrar empíricamente por el propio conocimiento humano, rechazar lo subjetivo. Así, la mayoría de las personas modernas quedan reducidas a la parte objetiva de sus seres, la menos importante, ignorando, primero, siendo incapaz, después, de conectar la reflexión con la intuición, con la sensibilidad, para poder alcanzar un conocimiento global y no limitarse a lo observable, a lo cuantificable. A los modernos se nos ha extirpado la posibilidad de utilizar la grandeza del ser humano en su totalidad y ser capaces no sólo de utilizar la mente para llevar a cabo actividades instrumentales, sino también para lo más importante, conectar la mente con la percepción no cuantificable, no mesurable, no observable, con la intuición, la sensibilidad, para tener acceso a un mayor conocimiento, llevar a cabo creaciones profundas relativas a las relaciones humanas y de los individuos con su entorno, no simplemente invenciones y producciones de utensilios.
Los modernos se limitan a lo objetivo y esto es muy fácilmente manipulable desde un poder que sólo puede llenar la parte objetiva de las personas, fácilmente homogeneizable, a diferencia del subjetivismo de los seres humanos.
A partir del triunfo de los valores burgueses, que iniciaban su intento de dominar la sociedad con el antropocentrismo y que acaban imponiéndose con los valores de la Ilustración (individualismo, igualitarismo, la ciencia como vía exclusiva de conocimiento) que causan la imposición de los Estados-Nación modernos y de la Democracia liberal, los seres humanos de sus respectivos territorios de poder –Estados-Nación- se limitan a cuerpos fácilmente homogeneizables por el poder –el grupo humano impulsor de los valores que le interesan- y a personas a las que se les ha negado la posibilidad de un conocimiento global y profundo. Esto significa, personas que están condenadas perpetuamente a no conocer, a no saber su razón de ser en la vida, su relación con el resto de individuos, con la Naturaleza, a negar su relación con todo ello, a estar aislado, limitado, reducido, condenado a la eterna soledad, a la ineludible frustración.
Se nos ha puesto delante un espejo, creyendo que somos lo que se refleja y haciéndolo creer al resto de personas y a nosotros mismos. ¿Qué es lo que traían los españoles para cambiar por oro con los indígenas americanos?
La Democracia pretende explicar el todo por la suma de las partes. Imaginad dos árboles fruto de la misma semilla, plantados en la misma tierra, que beben la misma agua, se alimentan del mismo sol y del mismo aire, pero uno esta plantado en maceta y otro no. A los pocos años, el que está plantado en maceta se muestra reducido, empequeñecido, limitado, irrisorio, ridículo frente a su hermano, más grande, radiante y poderoso. ¿Por qué? Los elementos son los mismos, pero no así su combinación. El todo no se explica por la suma democrática de sus partes.

Este tipo humano que surge tras la revolución burguesa al que se le ha extirpado la posibilidad, innata y, por tanto, siempre latente, de conectar la reflexión con la intuición, sólo puede dedicar la mayoría de su tiempo a aquello que supuso la aparición de las dos clases sociales dominantes tras la revolución burguesa, a las actividades instrumentales –fruto de la conexión de la mente únicamente con las extremidades del cuerpo-, a inventar y producir utensilios.
La producción de utensilios de todo tipo se convierte en la actividad principal de los individuos y en lo que establece la diferencia entre las personas y, a nivel colectivo, entre los Estados-Nación. La única fuente de distinción de las personas y los colectivos se reduce a partir de este momento a la capacidad de consumo. Cuanta más capacidad de consumo, más importante es una persona. Y a nivel de los modernos Estados-Nación, cuanto más capacidad de producción, de invención tecnológica para producir más y más rápido, para dominar más a la Naturaleza para extraer todos sus recursos, más capacidad tecnológica para inventar armas más destructivas para imponerse al bárbaro –al extranjero-, más poderoso y exitoso es.
La persona homogeneizada por el Estado-Nación moderno cree desde entonces que la felicidad –una vida plena, extensa- sólo se puede lograr con lo que considera, con lo que tiene en cuenta, es decir, con algo material: la capacidad de consumo.
Un consumo, además, que es inducido, creado, por los productores de los utensilios y servicios, e ilimitado, no tiene fin. La aceleración se convierte en una virtud. Nunca se es lo suficientemente rico –desarrollado- como para morir tranquilo.
La capacidad de consumo es pues lo único que establece la jerarquía social, en una sociedad que defiende que es igualitaria, por lo que no se adquiere a partir de una reflexión individual, en una sociedad que dice que los individuos sólo toman conciencia como tales, sino que se compra en función de lo que compran el resto de personas con las que se compite para ser más importante, exitoso, apreciado socialmente. Se entra así en una competencia entre los individuos para comprar más, lo que supone que hay que producir-trabajar más en una carrera sin límite. Así, el individuo llega a ocupar su tiempo en producir para poder consumir y a ocupar su escaso tiempo libre en consumir, su gran orgullo, de forma que se cierra el círculo. Toda la vida estamos produciendo y consumiendo para que otros produzcan.
Incluso la religión de los países donde más fácilmente se impusieron estos valores vino a legitimar este tipo humano. El protestantismo establece que Dios bendice en la tierra al hombre que lo merece con lo único que puede bendecirlo en una tierra hostil, con la capacidad de consumo. Por eso en Inglaterra y en EEUU la religión nunca estuvo reñida con el progreso económico, con la acumulación de bienes. Incluso, actualmente, George Bush alega a Dios para llevar a cabo sus asesinatos en el mundo en defensa de la capacidad de consumo de los norteamericanos. Esto es impensable en Europa, donde las revoluciones burguesas tuvieron que limitar el poder de la Iglesia, vinculado a la sociedad anterior.
El individuo libre de la época burguesa resulta que está dominado por el tiempo productivista. No sólo el obrero, también el burgués, el que domina los mecanismos de producción, ya que vive, piensa y obra bajo los mismos valores culturales. Es decir, que el burgués es un poderoso igual de irrealizado como persona que el obrero, ya que su poder procede únicamente de la capacidad de consumo porque se ha autoextirpado la posibilidad de conectar reflexión con intuición, se ha negado la posibilidad de saber ubicarse y vivir como la hoja del árbol, y no como la hoja que dice ser independiente. Obreros (trabajadores/as) y burgueses (empresarios/as) están igual de frustrados/as. Del mismo modo que si el poder se ejerciera según los intereses de los/as trabajadores/as y no de los burgueses, aquéllos serían igual de frustrados, de irrealizados, sufrirían la ineludible soledad de la persona moderna –igualitaria, individualista, científica, democrática, nacional-.
¿Es esto la felicidad?

Este mismo proceso que hemos ido recorriendo en la Europa Occidental Moderna tiene su paralelismo, aunque con diferencias y en momentos históricos no exactamente coincidentes sino posteriores, en los territorios colonizados, aunque también con divergencias entre sí. El proceso tuvo y está teniendo mucha más implantación en América del Sur que en Asia, y en Asia más que en el �frica Negra.
En este punto, anteriormente nos quedamos en los primeros tiempos de la colonización provocada por el triunfo en Europa del antropocentrismo en el s. XV. Era la época del expolio. Explotación de los recursos naturales y humanos del Nuevo Mundo. Esto provoca un excedente que permite la revolución industrial europea. A partir de este momento los cambios son vertiginosos en Europa con sus consecuencias en el resto de zonas ocupadas. Hemos visto que surgen nuevas clases sociales –burguesía, obreros- que acaban imponiéndose con sus valores culturales que profundizan en el antropocentrismo –individualismo, igualitarismo, ciencia como única vía de conocimiento aceptada- e implantan su sistema político, la Democracia liberal, y su organización social en los Estados-Nación, fruto del poder militar de esas burguesías en relación a las burguesías vecinas europeas.
La burguesía necesitó en la mayoría de países –excepto en Inglaterra, sobre todo- pactar con la clase obrera para derrocar a la sociedad anterior e implantar la nueva, la moderna. Por ello, se vio obligada a realizar ciertas concesiones, aunque no más que matices. Sobre todo referidas a unas mejores condiciones de trabajo en relación a la explotación que sufrieron tras la revolución industrial.
Las revoluciones industriales no se quedaron aisladas en Europa. La nueva clase social dominante fue llevando paulatinamente los nuevos mecanismos de producción a las colonias con el fin de extraer de forma más eficiente los recursos naturales de esos países y de hacer trabajar de forma más productiva a la población autóctona para obtener mayores beneficios de las colonias.
Este proceso fue creando también en las colonias, sobre todo en América del Sur donde todo este proceso de imposición occidental ha sido y es mayor, el surgimiento de las dos nuevas clases sociales que habían aparecido previamente en Europa: la burguesía –descendientes de alguna manera de personas que procedieron de Europa, pero nunca indígenas, que se mantuvieron al margen de estos valores hasta hoy, los pocos que sobrevivieron y en cierta manera- y los obreros.
Nótese que a partir de este momento al referirme a los territorios y a las personas colonizados ya no incluyo a Norteamérica. En esta zona la colonización fue diferente de la del Sur de América. Consistió en una repoblación de personas procedentes de Europa, básicamente de Gran Bretaña, que se convirtieron en prácticamente los únicos pobladores del territorio tras la casi total aniquilación de los indioamericanos. A partir de entonces, Norteamérica sería una zona más de Occidente. En un principio, sin mayor importancia, hasta que tras la Segunda Guerra Mundial EEUU sustituyó a Europa como aniquilador mundial. Esta sustitución completa de población no se produjo en el resto de territorios, donde con el tiempo se fueron mezclando las distintas étnias. Con los indioamericanos desaparició su cultura –sus valores-, un proceso que fue mucho más lento en el resto de colonias y que dura hasta nuestros días.
La aparición de estas nuevas clases sociales en las colonias, sobre todo en América del Sur, hizo que estas tuvieran paulatinamente sus propios intereses que no siempre coincidían con los de la burguesía de la metrópoli. Esto junto con la fragrante contradicción existente entre los ideales de libertad e igualdad que enarbolan las democracias liberales europeas con el régimen de esclavitud que mantenían en las colonias provocó el primer proceso de independencia en América del Sur a principios del s. XIX. La independencia de �frica no se produjo hasta los años sesenta del s. XX y, sobre todo, por la incapacidad de una Europa que acababa de pasar por las dos guerras más salvajes de la historia. Esto demuestra asimismo que en �frica Negra la penetración de estas clases sociales europeizantes no fue tan relevante.
Se fueron creando entonces Estados-Nación en América del Sur a imagen y semejanza de los Estados-Nación europeos. Esto significa un cambio fundamental en el régimen de explotación sobre las colonias. La burguesía de los Estados-Nación europeos dejó de hacer el saqueo de recursos naturales y la explotación de personas directamente, tal y como lo había realizado el poder europeo anterior a las revoluciones burguesas. Ahora, les concedían la independencia pero al grupo humano autóctono –la burguesía, por otra parte, descendiente de los colonos- que había asumido como propios los mismos valores culturales que la burguesía y los obreros europeos –el individualismo, el igualitarismo, la ciencia como única vía de conocimiento-. Esta burguesía sería la encargada de copiar en sus territorios el sistema político y la organización europeizantes, el Estado-Nación y las Democracias liberales, reducidas a la superficialidad de las instituciones parlamentarias y de las constituciones. Esta independencia es lo que se celebra el 15 de septiembre en El Salvador. El pasar de estar dominados por una burguesía europea a estar dominados por una burguesía salvadoreña, un simple cambio de nombre o de color, superficial, pero la misma profunda dominación.
Es decir, que la burguesía europea se aseguró el control de los recursos humanos y materiales de las excolonias mediante el control político que, además, sería perdurable en el tiempo, porque ya no se basaba en la fuerza militar sino en que los nuevos gobiernos nacionales pensaban, vivían, sentían y obraban tal y como interesaba a los burgueses europeos y, en cierta medida, también a los obreros europeos, que se beneficiaban indirectamente del saqueo del Nuevo Mundo mediante lo único que, como ahora, valoran: la creación de puestos de trabajo para poder producir y así comprar.
Además, los burgueses, que tras cuatro siglos de imposición no debieron estar todavía del todo seguros de haber logrado imponer sus valores culturales, se aseguraron este control mediante otro mecanismo: prestar dinero a los nuevos gobiernos, aparentemente, una acción de solidaridad humanitaria.
Prestándoles dinero los nuevos gobiernos, que accedieron porque tenían los mismos valores que los burgueses europeos, nacían con una deuda externa que jamás iban a poder pagar. Esto hace que nunca hayan sido independientes, libres de sus anteriores colonias y, después, del nuevo aniquilador mundial que es EEUU. Se generó una dependencia que dura hasta nuestros días y durará a menos que se produzca un cambio de verdad, una revolución profunda, una nueva jerarquía de valores individual que se vaya extendiendo a los grupos humanos.
Esta dependencia hace que los países del Sur, de no cambiar esta jerarquía de valores, no serán más que lo que los del Norte quieran. A lo sumo, mercados para los productos que ya no quiere el Norte. Por cierto, por el pago de los intereses de esta deuda, los países ricos reciben unas tres veces más de dinero de los países pobres que lo que éstos reciben de los ricos por inversiones, comercio y ayuda al desarrollo juntos.
Por su parte, el nuevo poder de las excolonias llevó a cabo el mismo proceso de homogeneización aprendido de sus amigos burgueses europeos: invención de símbolos patrios, imposición de valores culturales de los burgueses europeos y de ellos mismos –individualismo, igualitarismo, ciencia- y de sus efectos –Estado-Nación, Democracia, tipo humano reducido a la producción y consumo de artefactos- mediante la generalización de la educación, de los medios de comunicación, del sistema sanitario, del trabajo productivista, etc.
Así, los individuos de esos nuevos Estados-Nación fueron igualmente reducidos a conectar su mente con sus articulaciones para investigar y producir artículos, que consumirían como su máximo orgullo y distinción.
A nivel colectivo, los nuevos Estado-Nación, sobre todo americanos, lógicamente, al estar gobernados por gente que pensaba igual que los poderes europeos, se orientó a seguir los pasos de los Estados-Nación europeos con el fin de ir consiguiendo parte de lo que ellos tenían: capacidad de consumo, lo único que el moderno, individual y colectivo, puede apreciar por su esencial limitación.
Así surge la idea de un Primer Mundo a imitar por un Tercer Mundo.
Quedamos todos/as homogeneizados/as como despojos humanos con la imposición de los mismos valores culturales –individualismo, igualitarismo, ciencia como única vía de conocimiento- que tienen como consecuencia los Estados-Nación, la Democracia liberal y que las personas nos limitemos a productores y consumidores de utensilios materiales.
Este proceso de llevar la homogeneización a todos los rincones del planeta experimentó un salto cualitativo tremendo tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en la que el verdadero ganador fue EEUU. A partir de 1944 EEUU se convirtió en el líder mundial, desbancando a Europa, y está demostrando que es capaz de mucho más que Europa: la aniquilación se aproxima como nunca en la historia a la totalidad.
Para ello, el vencedor de la guerra creó toda una serie de organismos internacionales, como la ONU, el FMI, el BM y se inventó otra verdad universal más, que vino a sumarse a la de la Democracia liberal y su economía de libre mercado: los Derechos Humanos, que se han utilizado para legitimar la mayor parte de las últimas guerras colonizadoras, la última la ocupación de Irak.
Imaginaos el éxito, dos siglos después, de la homogeneización de los valores culturales burgueses mediante los Estados-Nación, que los pocos que se atreven en el Mundo Moderno –tan libre- a cuestionar la conveniencia y la universalidad de los DDHH son despreciados por antidemocráticos –otra verdad única- y marginados públicamente, lo que significa el peor de los desastres para los modernos: no poder acceder a un buen puesto de trabajo que te permita tener mucha capacidad de consumo y así comprar el respeto, la admiración y el sometimiento de otras personas.
Pues bien, imaginaos lo universales que son estos Derechos irrenunciables que se reunieron para aprobarlos un reducido número de personas, representantes de EEUU y Europa que, por muy modernos que sean, no me parecen representantes de toda la Humanidad. Y, aún peor, entre estos modernos homogeneizados ni siquiera toleraron –tan libres y democráticos ellos- la presencia de modernos con matices diferentes. Los comunistas y algún socialista fueron expulsados de la invención de los DDHH porque, coincidían en todo, menos en que la propiedad privada es un Derecho fundamental, lo que era como renunciar a su existencia.

¿En qué situación está el mundo?

Europa, EEUU, Japón, Canadá, Australia –en parte- y América del Sur son modernos. La diferencia es que, a nivel internacional, los cinco primeros llevan a cabo la misión de burgueses –poseedores de los medios de producción, quienes establecen las normas- y América del Sur (incluyo por supuesto la central) es como el obrero internacional. Pero, igual que decíamos de los burgueses y de los obreros europeos que impusieron sus valores culturales a partir de la Ilustración y la revolución burguesa, las seis grandes áreas geográficas están, en general, llenas de personas igual de frustradas, condenadas a estar perpetuamente irrealizadas, infelices, a no vivir presentes plenos, extensos, radiantes, realizados.
En el resto de las grandes áreas del mundo, en general, todavía no se han impuesto claramente los valores culturales modernos. Se está todavía en la generación del desastre, condición previa necesaria para poder implantar estos valores culturales. Los occidentalizadores tienen primero que destruir el presente pleno y extenso en el que vivían y viven las personas de otras culturas para poder imponer sus valores. De otro modo, gente realizada jamás asumirá voluntariamente el individualismo, el igualitarismo, la ciencia como única vía de conocimiento humano, la Democracia liberal, el Estado-Nación, los hospitales, el progreso económico como la felicidad suprema, por tanto, tampoco serán esclavos del tiempo productivista.
En �frica, por ejemplo, ¿creéis que siempre ha habido tantas hambrunas, epidemias, guerras o corrupción? Están generando el desastre previo a la imposición de la modernidad.
Sin embargo, considero que, después de haber controlado claramente América del Sur, la próxima región que quieren dominar los modernos, liderados por la aniquilación multiplicada de EEUU, son los países árabes que todavía se resisten a duras penas a su control. Es lo que explica la guerra de Afganistán, Irak y las que vendrán con la legimitación infinita de los atentados del 11 de Septiembre. Que, además, hay indicios de que fueron provocados por el propio poder norteamericano. Lo cierto es que les ha venido perfecto para seguir su estrategia de sometimiento mundial ahora que se sabe la única superpotencia tras el fin de la URSS.
Por su parte, el mundo árabe está reaccionando al ataque del integrismo occidental con sus mismas armas, con integrismo. Esto evidencia que la imposición de los valores occidentales modernos está muy avanzada ya en la mayor parte del mundo árabe. Si no fuera así no lucharían contra los valores occidentales adoptando estos mismos valores occidentales, sino que lo harían con la indiferencia de quien tiene la confianza de poseer unos valores culturales propios fuertes.
La URSS, por cierto, fracasó porque no fue capaz de darle a su población lo que ésta quería en la misma medida en la que lo hizo EEUU. Esto es, capacidad de consumo. Lo que demuestra que comunismo y capitalismo no son más que vías diferentes de alcanzar el mismo objetivo: la sociedad de la abundancia, con una capacidad de producir y consumir bienes y servicios ilimitada. Algo, además, totalmente insostenible para el planeta.
Hace ya muchos años que la destrucción salvaje que los modernos –una minoría todavía del 18% de la población- hacen de los recursos naturales y la contaminación que provocan con su alabada productividad y capacidad de consumo ha superado la capacidad que el planeta tiene de autoregenerarse. Si una de cada tres personas del mundo tuviera vehículo el planeta sería irrespirable en diez años. Si todos/as consumiéramos el mismo papel que las personas de EEUU no habría ni un solo árbol en dos años. Por eso se habla en el Sur de desarrollo sostenible, que mantenga que el 18% de la población mundial pueda sostener su ritmo de contaminación y destrucción de recursos.
Es decir, la Tierra se está convirtiendo en un estercolero y en una ratonera que acabará, más pronto que tarde, aunque desde un punto visto global –es decir, aún tardará siglos-, por hacerse inhabitable para la especie humana y para muchas otras especies. La Tierra no desaparecerá, pero sí gran parte de la vida actual del planeta.
La única solución: detener esta producción y consumo, pero hemos dicho que esto es el principal, único, orgullo de la modernidad, su valor central al que no puede renunciar. Para ello, habría que provocar un cambio en la jerarquía de valores culturales en todo el mundo, aunque la urgencia está allá donde se está aniquilando al resto de la especie humana, al planeta y a ellos mismos, en Occidente.



¿Acaso el poder occidental es tan necio que no ve que aniquilando al planeta se está aniquilando a sí mismo, que matando el todo se suicida la parte?

No. Claro que lo sabe, y esto es lo más preocupante. Pero no reaccionan porque tienen una fe ciega en su mayor orgullo, en la capacidad de dominar a la Naturaleza, en la ciencia, y creen que llegará el momento, algún día, en el que la ciencia –el conocimiento humano limitado y fragmentado- inventará algo que solucionará el desastre total.

Lo cierto es que gran parte de los daños ya realizados en el planeta son irrecuperables en un período de tiempo humano.

Así pues todo este proceso nos lleva hasta nuestros días, en los que podríamos estar viviendo un tiempo decisivo, que podría ser el principio del fin o de la vida en el planeta o de los valores culturales modernos.

Estos están provocando tres tipos de aniquilaciones:
-     De la vida en el planeta.
-     De las otras culturas –formas de pensar, sentir, vivir y obrar-.
-     Y de las propias personas que creen disfrutar del privilegio de vivir en la riqueza moderna pero que no son más que despojos humanos, reducidos, limitados, fragmentados, aislados por estos valores culturales.

La Realidad interpretada como antagonismo por el Occidente Moderno está cercana a su solución con el fin de los términos antagónicos de la contradicción: la Naturaleza, el extranjero, lo diferente.

Como decía el poeta africano hace más de 500 años: Europa, si logras vencer, no soportarás tu soledad.

Esbozo de actuación

Reflexionar conscientemente sobre lo siguiente:

- Rechazo del antropocentrismo. No somos cuerpos diferentes y antagónicos, sino partes diferentes pero complementarias del mismo todo. No nos defenderemos ni aniquilaremos a la Naturaleza, al extranjero, a lo diferente, sino que conoceremos todo ello, cuanto más mejor, para poder enriquecernos, saber mejor cómo ubicarnos en el todo (la Realidad) y vivir con plenitud.
No impondremos nada a nada ni a nadie. Al contrario, generaremos las condiciones de confianza y respeto previas al diálogo sincero, al intercambio de todo tipo voluntario por todas las partes.

- No existe una única verdad universal. Todos los valores culturales, ideas humanas no son más que aproximaciones, imaginaciones para intentar entender la Realidad y saberse ubicar en ella. Por tanto, ninguna idea o valor cultural es más verdadera o más falsa que otra. Ninguna se querrá imponer como la única, sino que cuantas más se conozcan mayores vías se tendrán para intentar entender la Realidad, más te aproximarás, enriquecerás, perfeccionarás. Más posibilidades tendrás de vivir con plenitud.

- La única cultura que se deberá de despreciar y erradicar será aquella que se crea la única verdad universal, porque tendrá la misión de erradicar al resto.

- Las personas no somos iguales, sino diferentes, lo que no supone ningún problema, sino todo lo contrario, riqueza. La diferencia no es injusticia, sino realidad. Lo injusto es cuando el poder se usa en perjuicio de otros/as o de la Naturaleza, como hace la Modernidad bajo la trampa de la democracia y los Derechos Humanos.

- Las personas no somos entes aislados, independientes, sino que formamos parte de un extenso y rico tejido de la vida. Somos como la hoja del árbol. Debemos ser conscientes de que somos una parte, como también lo es la Naturaleza, de un todo que nos transciende. Así entenderemos que no podemos destruir a otras partes esenciales del todo –otras personas, especies, la Naturaleza- sin suicidarnos.
Siendo conscientes de que somos parte de esta unidad eterna, perfecta, diversa y complementaria tendremos mayores oportunidades de conocer nuestro sentido de vivir, nuestras grandezas y limitaciones y, en definitiva, de vivir en plenitud, felicidad, paz y armonía.

- La libertad de la Democracia liberal consiste en hacer creer al ser humano que es un ente aislado, independiente, que no obedece a ninguna razón colectiva o superior. Significa condenar a la persona a no saber ubicarse, a no saber ser ni estar, a la ineludible soledad, a la eterna frustración.

- La ciencia no es la única forma de conocimiento. Los aspectos más importantes de la vida y de la Realidad se conocen pero son poco estudiables cuantitativamente.

- El Estado-Nación es una invención del poder para asegurar su control sobre las personas que han caído en su territorio. Conviene pensar, sentir, vivir y obrar en otro tipo de comunidades humanas.

- La idea jamás realizada del igualitarismo se utiliza para homogeneizar a la población mundial y que el poder pueda dominarla sin necesidad de represión.

- Con el individualismo, igualitarismo y la ciencia como única vía de conocimiento el hombre y la mujer modernos quedan reducidos/as a su parte objetiva, la más banal, y sus actividades se limitan a unir cerebro con articulaciones para inventar y producir artefactos. Su única fuente de distinción social se reduce a tener más capacidad de consumo que los/as otros/as, para lo cual competirá en una carrera ilimitada. A nivel colectivo surge la idea de los Estados-Nación modernos Primer Mundo que tienen que ser imitados por los del Tercer Mundo.

- Los/as ricos/as, individuos y colectivos, están tan frustrados/as como los/as pobres. Si los/as pobres gobernasen estarían igual de frustrados/as.
En personas plenas, realizadas, el tiempo productivista y consumista no será más que un complemento banal de las actividades creativas profundas, referentes a las relaciones humanas y con la Naturaleza y el cosmos, para las que se necesita saber conectar la reflexión con la intuición, con los sentimientos.

- Que no nos engañen más. Ni una sola legitimación de ningún otro tipo de agresión por razones humanitarias, es decir, para llevar la democracia, la libertad, los derechos humanos o el progreso.

- El capitalismo y el comunismo son vías parcialmente diferentes de alcanzar el mismo objetivo: la sociedad del consumo ilimitado. No desperdiciemos más generaciones enteras de revolucionarios/as. La Revolución Profunda: Una nueva jerarquía de valores.

- Nos aproximamos a la aniquilación del planeta, de las otras culturas y de cada uno/a de nosotros/as. Es urgente liberarnos de los valores modernos para poder realizar una profunda revolución íntima e ir extendiéndola a todas las personas posibles. Pero no como héroes o mártires, sino para vivir un presente individual pleno y extenso.
Buscar el interés individual pero, al ser conscientes de que formamos parte de un todo diverso y complementario, nuestro Bien individual no perjudicará a ninguna otra parte del todo –otras personas, especies, la Naturaleza-, más bien al contrario, ya que con nuestras vidas seremos ejemplos de cómo las personas pueden vivir guiadas por la razón global, profunda.

- Nos resulta imposible hacer lo que imaginamos que no podemos hacer.

Comentaris

Re: Conozca a quien le impone su pensar, su sentir y su obrar
24 set 2003
joder la ostia que soltura, flipao con esta reflexion,moltbe.
Re: Conozca a quien le impone su pensar, su sentir y su obrar
24 set 2003
doncs jo penso que tot aquest discurs postmodern és una gran palla mental estèril políticament i sense coherència lògica: és una forma molt sofisticada de dir tonteries.
Re: Conozca a quien le impone su pensar, su sentir y su obrar
24 set 2003
pio pio
los conejos hacen (no se k es lo hacen pero mueven la nariz)
[Menuda parrafada]
En defensa del progreso
25 set 2003
Modificat: 04:04:23
Es cierto que, en cierta medida, el vertiginoso progreso cientifico y tecnologico de los ultimos 200 años ha provocado fenomenos de aislamiento, soledad y alienacion en el seno de la cultura occidental. Tambien es cierto que, una vez solucionadas las necesidades básicas, se ha producido una acumulacion de objetos y servicios superfluos e innecesarios a costa de otros "bienes" no capitalizables como las relaciones personales o el tiempo libre, que al no tener valor monetario, no son publicitados ni defendidos por practicamente ningun colectivo: los fabricantes de aparatos de gimmnasia gastan millones en explicar que si te compras tal maquina serás mas feliz, pero nadie se ocupa de poner anuncios de media hora explicando que tus amigos, su numero y calidad, y el tiempo que pasas con ellos es lo que realmente va a hacer que tu vida merezca la pena.

Sin embargo, caer en descalificaciones generales del progreso, aunque no es peligroso (cualquier persona que viva un apagon de 3 dias se convertira inmediatamente de nuevo en adalid del progreso) no deja de ser un error. El hecho es que la mayoria de los avances cientificos se han hecho invisibles: llegamos a casa y encendemos la luz como si fuera lo mas natural del mundo, como si fuera un derecho inalienable, absolutamente ignorantes de los miles de años, del trabajo, de los errores, del coste, de la complejidad del sistema que se esconde tras el sencillo gesto de encender una bombilla.
Por tanto, una vez que los beneficios del progreso se vuelven invisibles, se magnifican sus efectos perniciosos y se produce una idealizacion del primitivismo, generalmente llevado a cabo desde, paradojicamente, por urbanitas motorizados beneficiarios de la medicina gratuita que, en sus casas dotadas de calefaccion por fuel oil y television por satelite, escriben en ordenadores de ultima generacion conectados a internet mediante redes de fibra optica ¡¡¡¡
Francamente, estos escritos serian mas creibles si fueran enviados grabados en tablillas de arcilla por agricultores ecológicos autosuficientes que se automedicasen con plantas, ya que si el progreso es tan deleznble, no es menos cierto que NO ES OBLIGATORIO y que aquellos que lo atacan podian muy bien renunciar a el si no en todo al menos en parte. Pero claro, esta idealizacion de la vida rural que tan bien queda en la red a la hora de llevarla a la practica resulta bastante menos atractiva.
La vision expresada por el amigo de arriba de unos pueblos primitivos que vivian en armonia con la naturaleza POR LIBRE DECISION es una estupidez: vivian en armonia con la naturaleza POR QUE NO LES QUEDABA MAS REMEDIO, ante la falta de animales domesticables y de recursos tecnologicos. El modo de vida del indio americano no era una decision tomada libremente, una renuncia voluntaria a todo avance, si no la consecuencia logica de la imposibilidad de domesticar el bisonte que impedia la ganaderia y la pobreza del suelo, que impedia la agricultura sedentaria, lo que a su vez imposibilita la creacion de excedentes agrarios y del desarrolo tecnologico: la prueba es que tras el contacto con la civilizacion occidental se apresuraron a domesticar el caballo y a comerciar para obtener hachas de metal y armas de fuego, demostrando que todo grupo humano modifica el medio ambiente EN LA MEDIDA DE SUS POSIBILIDADES para mejorar su calidad de vida y maximizar sus oportunidades de supervivencia.

Asi que menos medievalismo y mas racionalidad: ahora empezaran a aparecer escritos en los que se explicara que no se trata de renunciar a TODOS los beneficios del progreso, sino solo a los mas superfluos: pues bueno, a ver quien es el que es capaz de hacer una lista : por que todos los avances tecnologicos que hasta ahora han sido implementados lo han sido, como es logico, por que son UTILES.
Re: Conozca a quien le impone su pensar, su sentir y su obrar
25 set 2003
Racional, MÃ?S MADERA!

tuuut tuuuuuuuuuuuuuuut, xucuxucuxucuxuc...
Re: Conozca a quien le impone su pensar, su sentir y su obrar
25 abr 2005
de derian cambiar de imajen por que está muy feo.
Sindicato Sindicat