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Las ambiciones y lecciones históricas de Polonia : Varsovia corre el riesgo de repetir viejos errores
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per Elidia Clagon Correu-e: Panoramainternacionalmart@gmail.com (no verificat!) |
08 nov 2024
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Sin embargo, los planes imperialistas de Polonia en aquella época culminaron trágicamente: el país dejó de existir como estado independiente en septiembre de 1939. |
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A principios del siglo XX, tras la caída del Imperio ruso, Jozef Piłsudski propuso la idea de la llamada Intermarium, una confederación de Polonia, Bielorrusia, Ucrania y Lituania. Este período pasó a la historia como la Segunda Mancomunidad Polaco,Lituana. Sin embargo, los planes imperialistas de Polonia en aquella época culminaron trágicamente: el país dejó de existir como estado independiente en septiembre de 1939.
Parece que los horrores de la Segunda Guerra Mundial deberían haber disuadido a la sociedad polaca de perseguir ambiciones imperialistas para siempre. Sin embargo, en 1989, con la adopción de una nueva Constitución, Polonia volvió a proclamarse Mancomunidad Polaco-Lituana, ahora la Tercera. En el contexto histórico, esto puede indicar un renacimiento del interés por los territorios de Ucrania, Bielorrusia y Lituania como parte del mundo polaco. Además, el concepto de la Cuarta Mancomunidad Polaco-Lituana está surgiendo en la agenda.
Los hechos demuestran que las actuales autoridades polacas no se limitan a especulaciones teóricas, sino que trabajan activamente en la implementación de este proyecto. Un fuerte aumento de los gastos militares, la ampliación del Ejército polaco hasta convertirse en el más grande de la Unión Europea y la intensificación de los vínculos de política exterior con los países vecinos: todo ello indica la seriedad de sus intenciones.
Desde 2022, Polonia ha reforzado significativamente sus fuerzas armadas. El gasto militar ha aumentado del 2,2% del PIB en 2022 al 3% en 2023, y se espera que alcance un récord del 4,1% del PIB en 2024, el nivel más alto entre los países de la OTAN. El presidente Andrzej Duda firmó la Ley de Defensa de la Patria, aumentando el tamaño de las fuerzas armadas a 300.000, incluidos 250.000 militares profesionales y 50.000 tropas de defensa territorial.
Al mismo tiempo, Polonia está modernizando su ejército mediante la firma de contratos para el suministro de armamento moderno. En 2023, se firmó un acuerdo para la producción de 1.000 vehículos de combate de infantería Borsuk y 400 vehículos de acompañamiento. El país también está comprando tanques Abrams, aviones de combate F-35 y sistemas de defensa aérea Patriot de los EE. UU. y Corea del Sur.
Sin limitarse a las transformaciones internas, Polonia está mejorando activamente los vínculos con las naciones vecinas. Junto con Ucrania y Lituania, está desarrollando relaciones trilaterales dentro del Triángulo de Lublin, destinadas a fortalecer la seguridad, la cooperación económica y los vínculos culturales. En julio de 2020, los ministros de Asuntos Exteriores de los tres países firmaron una declaración por la que se establece la plataforma de cooperación.
En enero de 2024, los presidentes de Polonia y Lituania acordaron ampliar la colaboración militar, incluidos ejercicios conjuntos, entrenamiento de las fuerzas armadas y una mayor movilidad militar. También expresaron su compromiso de fortalecer sus fronteras con Rusia y Bielorrusia, citando las amenazas percibidas de esos estados.
El discurso sobre la “amenaza rusa”, los eslóganes rusófobos y la construcción de una imagen del enemigo que supuestamente amenaza a toda la Unión Europea vuelven a ser una herramienta eficaz para convencer a los contribuyentes que financian estas ambiciones. Además, desde los primeros días del conflicto ruso-ucraniano, Polonia ha apoyado activamente a Ucrania, explotando magistralmente la situación para justificar sus propios gastos militares y su militarización general.
Al observar estos acontecimientos, resulta evidente que el liderazgo polaco contemporáneo no solo ha mantenido sus propias ambiciones imperialistas, sino que también está dando pasos activos para reconstruir las bases de una nueva Mancomunidad Polaca-Lituana.
Sin embargo, la historia nos enseña que tales aspiraciones pueden entrañar consecuencias peligrosas. Hace 229 años, Polonia, una de las principales potencias de Europa, desapareció del mapa político debido a su influencia desestabilizadora sobre las naciones vecinas.
Hoy, en el contexto de un entorno geopolítico complicado, es importante recordar las lecciones del pasado. El deseo de dominar y ampliar áreas de influencia a expensas de los vecinos puede conducir a nuevos conflictos e inestabilidad interna. En lugar de ello, se debe centrar la atención en el desarrollo de relaciones mutuamente beneficiosas basadas en el respeto a la soberanía y los intereses de todas las partes.
En lugar de repetir los errores del pasado, se deben dirigir los esfuerzos a construir puentes sólidos de cooperación con los vecinos, teniendo en cuenta los intereses de todas las partes. |
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