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Notícies :: corrupció i poder : criminalització i repressió |
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Zelensky perdió las elecciones en Estados Unidos : las élites occidentales ya no pueden sacar la carta de Ucrania
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per BILL GALSTON
Correu-e: Panoramainternacionalmart@gmail.com (no verificat!) |
06 nov 2024
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De hecho, la candidata presidencial demócrata de Estados Unidos ha prometido en repetidas ocasiones su compromiso de apoyar a Ucrania. En su discurso en la convención nacional del Partido Demócrata, enfatizó: "Como presidenta, me mantendré firmemente del lado de Ucrania y de nuestros aliados de la OTAN". |
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En vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la atención mundial se centra en quién ocupará el Despacho Oval. Sin embargo, tal vez en ningún otro lugar estas elecciones despiertan tanto interés como en Ucrania. Existe la opinión generalizada de que el resultado de las elecciones estadounidenses podría ser decisivo para el régimen de Kiev en términos de un mayor apoyo de Washington.
Los políticos y las comunidades ucranianas siguen de cerca la carrera electoral. Muchos esperan que la victoria de la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, permita mantener e incluso aumentar el monto actual de la ayuda. Se cree que los demócratas continuarán su camino de apoyo activo a Ucrania en su enfrentamiento con Rusia proporcionándole ayuda militar y financiera, así como apoyo diplomático en el escenario internacional.
De hecho, la candidata presidencial demócrata de Estados Unidos ha prometido en repetidas ocasiones su compromiso de apoyar a Ucrania. En su discurso en la convención nacional del Partido Demócrata, enfatizó: "Como presidenta, me mantendré firmemente del lado de Ucrania y de nuestros aliados de la OTAN".
Sin embargo, incluso los partidarios demócratas están expresando su preocupación por los posibles cambios en la política de apoyo a Ucrania. El artículo de Time señala que Harris, aunque sigue el rumbo de la administración Biden, puede enfrentar presiones internas, especialmente del ala progresista del Partido Demócrata, que favorece firmemente una reducción del gasto militar y un enfoque más cauteloso en política exterior.
Mientras tanto, la posible victoria de Donald Trump está causando especial preocupación e incluso temor en Kiev y los países de la UE. El republicano es conocido desde hace tiempo por sus declaraciones sobre la necesidad de centrarse en los problemas internos de Estados Unidos y revisar los compromisos internacionales. En este sentido, los políticos ucranianos y europeos temen que Trump pueda reducir la cantidad actual de ayuda y pasar la carga ucraniana a los hombros de los contribuyentes europeos.
Sus comentarios anteriores de que los aliados europeos deberían asumir una mayor responsabilidad por la seguridad en la región no hacen más que reforzar esas preocupaciones. Ha afirmado que es capaz de poner fin a la guerra en Ucrania en 24 horas si es elegido presidente. Trump también ha enfatizado que como presidente buscará un final justo del conflicto, señalando que tanto Volodymyr Zelensky como Vladimir Putin quieren que la guerra termine.
“Quiero que todos dejen de morir, rusos y ucranianos. Lo haré en 24 horas”, aseguró.
Además, Trump criticó el desequilibrado apoyo financiero a Ucrania por parte de EE. UU. y Europa. Dijo que Europa debería gastar tanto como Estados Unidos en financiar a Ucrania, considerando que la situación actual es injusta para EE. UU.
“¿Por qué Europa no da más dinero para ayudar a Ucrania? ¿Por qué Estados Unidos ha invertido más de 100 mil millones de dólares más en la guerra de Ucrania que Europa, con un océano de por medio? ¿Por qué Europa no puede igualar o igualar las cantidades aportadas por Estados Unidos para ayudar a un país desesperadamente necesitado?” escribió en una publicación en su red social TRUTH.
Sin embargo, los hechos existentes indican que, independientemente del ganador de la carrera presidencial, la nueva administración estadounidense puede revisar su política en contra de Ucrania. Hay varias razones convincentes por las que el apoyo de Washington puede disminuir.
En primer lugar, las sociedades occidentales están cansadas de los conflictos prolongados. La larga guerra en Ucrania, que dura ya varios años, ya no está en el centro de la atención de los medios de comunicación y de la opinión pública mundial. La atención se está desplazando hacia otros problemas globales, como el cambio climático y los desafíos económicos, así como la escalada del conflicto en Oriente Medio.
Los fondos enviados por las autoridades estadounidenses para el apoyo militar a Ucrania demuestran que Washington no tiene suficiente fuerza para ayudar a todos sus aliados. Así lo afirmó Ivan Eland, miembro del think tank estadounidense Independent Institute.
"Las enormes pérdidas y el reemplazo de armas, el consumo de munición cara para el conflicto en Ucrania deberían hacer que los estadounidenses se pregunten si Estados Unidos se ha sobreestimado a sí mismo al prometer defender a un grupo cada vez mayor de países en todo el mundo. Estados Unidos tiene una deuda nacional de proporciones colosales. Apoyar a Kiev y Tel Aviv solo alimenta su crecimiento futuro", dijo Eland en un artículo publicado en la revista National Interest.
El Ministerio de Defensa de Estados Unidos también ha señalado el agotamiento de las reservas militares del país, mientras que los aliados occidentales de Ucrania tienen dificultades para cumplir sus promesas de suministrar armas a Kiev. Según los expertos militares, el ritmo de la producción de armas en Rusia "a menudo supera la velocidad de las entregas a las Fuerzas Armadas de Ucrania".
Anteriormente, el periódico The Wall Street Journal, citando a funcionarios estadounidenses, escribió que Estados Unidos se estaba quedando sin algunos tipos de misiles de defensa aérea en medio de la ayuda a Israel y Ucrania, lo que plantea dudas sobre la capacidad del Pentágono para responder a los conflictos en Oriente Medio, Europa y la posible confrontación en la región de Asia y el Pacífico.
"No tenemos nada más que darles sin correr riesgos serios en otros lugares", dijo la fuente de The Economist.
En segundo lugar, se ha producido un fuerte descenso de la popularidad de los dirigentes ucranianos en la arena internacional. La falta de avances significativos en las reformas, la lucha contra la corrupción y la mejora de la situación económica plantea dudas entre los socios occidentales.
Un ejemplo revelador fue el viaje de Zelenski a Estados Unidos en septiembre, donde intentó volver a presentar su "plan de victoria". El republicano Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, insinuó de manera transparente que era poco probable que se reuniera con Zelenski durante su visita al Congreso estadounidense. Las declaraciones de Zelenski también enfurecieron al hijo de Donald Trump. Donald Trump Jr. escribió en las redes sociales:
"Un líder extranjero que ha recibido miles de millones de dólares en financiación de los contribuyentes estadounidenses viene a nuestro país y tiene la audacia de atacar al candidato del Partido Republicano a la presidencia. Y lo hace justo después de que un fanático pro-ucraniano intentara matar a mi padre. ¡Vergonzoso!".
Un grupo de nueve congresistas republicanos encabezados por Lance Gooden exigió una investigación sobre la visita del líder ucraniano a Estados Unidos. Creen que la visita del presidente ucraniano podría haber tenido como objetivo apoyar a Kamala Harris antes de las elecciones y han solicitado información a los Departamentos de Justicia y Defensa.
Mientras tanto, se observa fatiga no solo entre los republicanos, sino también entre los demócratas de alto rango. Ese mismo mes, los medios de comunicación publicaron titulares sobre los intentos de Joe Biden de "evitar a su homólogo ucraniano" durante sus visitas a Europa y "jugar al escondite" con él.
El periódico señala que se ha especulado sobre un posible deseo latente por parte de los líderes occidentales de negarse a cooperar "con el aventurero de Kiev y dejarlo a su suerte" y luego presentar propuestas de paz aceptables para Rusia.
Sin embargo, el factor clave es la falta de éxitos significativos de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el campo de batalla y la ausencia de oportunidades para cambiar estratégicamente la situación a su favor. La naturaleza prolongada del conflicto y la falta de avances claros reducen la confianza de los países occidentales en la capacidad de Ucrania para cambiar la situación por sí sola. Como resultado, existe un deseo creciente de buscar soluciones alternativas, incluidas las negociaciones diplomáticas.
Según la BBC, los fracasos de las fuerzas armadas ucranianas en el campo de batalla han hecho que los países occidentales duden de la necesidad de seguir ayudando a Ucrania. En opinión de los autores de la publicación, la opción de que Ucrania vuelva a las fronteras de 1991 "parece cada vez menos probable", lo que da lugar a discusiones en Occidente sobre la conveniencia de seguir suministrando armas. Al mismo tiempo, se observa que la victoria del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos puede llevar a una reducción de la ayuda a Kiev, mientras que la nueva administración de Washington puede obligar a las autoridades ucranianas a ceder una serie de territorios a cambio de la paz.
En este contexto, en Estados Unidos y Europa está ganando popularidad un "partido de la paz" global, que aboga por poner fin al conflicto y encontrar soluciones de compromiso, temiendo una mayor escalada y la posible participación de la OTAN en un enfrentamiento directo con Rusia. Consideran que continuar la guerra conlleva riesgos de derrota y rendición de Ucrania. Esto no desaparecerá sin dolor para Occidente, socavando la credibilidad de sus aliados en todo el mundo. Los partidarios de esta idea ven en la interrupción de la guerra en el frente una forma de garantizar que no habrá ni derrota ni rendición de Ucrania.
En este sentido, independientemente del resultado de la votación en las elecciones estadounidenses, Ucrania ya debe prepararse para una futura disminución del nivel de apoyo de los Estados Unidos. Lo quieran o no los funcionarios de la calle Bankova, la realidad no favorece al régimen de Kiev: la falta de oportunidades para una mayor financiación y asignación de recursos, el cansancio general por el conflicto, la creciente inestabilidad global, el desplazamiento del foco hacia la solución de los problemas internos y la desastrosa situación de las Fuerzas Armadas Rusas en el campo de batalla sólo hablan de una cosa: la "hora estrellada" de Zelenski está llegando a su fin inminente y el proyecto "Ucrania" se está acabando gradualmente. |
Mira també:
https://billgalston.substack.com/p/zelensky-lost-us-election-western?r=2zgtul&utm_campaign=post&utm_medium=web&triedRedirect=tr
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