Mari Luz Braojos, del grupo de Mujeres Libres de Granada, nos ha dejado. Esta mañana, la noticia nos ha consternado a todas las mujeres del Grupo de Libertarias.
Su carácter jovial, combativo y participativo hasta su último día de vida, ha hecho que su trayectoria en CGT durante más de 40 años se haya convertido en un referente para muchas de nosotras.
La entrevistamos justo hace un año, donde nos transmitió con ilusión y alegría la importancia del feminismo dentro y fuera de nuestra organización y cómo las afiliadas del sindicato de Granada se organizaron hasta el punto de convertirse en el alma y motor de parte del sindicato.
Gracias Mari Luz por tu labor social, por tu labor sindical, y sobre todo, por tu mirada feminista en todo lo que has hecho,
Gracias porque sin quererlo te has convertido en un modelo a seguir.
Gracias a ti y al resto del grupo de Mujeres de Granada, que homenajearon a Las Mujeres Libres de la guerra civil tomando su nombre.
Y ahora somos nosotras, las mujeres Libertarias de todos los territorios, las que te homenajeamos con estas palabras.
Gracias Mari Luz!!!.
Libertarias
Entrevista a Mari Luz Braojos, del grupo Mujeres Libres de Granada. Autora: Cristina Fernández (con agradecimiento al grupo Libertarias)
“La renovación generacional del movimiento feminista me llena de esperanza”
Comenzamos una nueva sección en Libre Pensamiento que tiene como finalidad dar a conocer la historia de las personas que forman el sindicato, especialmente de las mujeres, cuyo papel, al igual que en el resto de las esferas de la vida, o bien se ha silenciado o bien no ha sido reconocido; solo hay que ver la propia historia del movimiento obrero.
De ahí que se haya creído necesario aportar con estas entrevistas una serie de reflexiones con perspectiva feminista. Se trata de sacar a las mujeres del olvido de la memoria colectiva, y darles el protagonismo que se merecen.
En esta ocasión hemos entrevistado a Mari Luz Braojos, del grupo de Mujeres Libres de Granada. La acompaña Alicia Ruiz, también del grupo de Mujeres Libres de Granada, y del grupo Libertarias surgido a raíz del Congreso de Mérida de 2018, dos mujeres que militan en la CGT desde hace 40 años.
Lo primero que llama la atención en Mari Luz es que, a sus 75 años, maestra jubilada, sigue siendo combativa; continúa participando activamente en el grupo de Mujeres Libres de Granada y la podemos ver en las imágenes de este año de la concentración del 28S de esta ciudad, por el derecho al aborto libre, público, gratuito y seguro.
Nacida en Tetuán e hija de militar, se traslada a Cataluña con 20 años, donde, por una situación familiar dramática, comienza su militancia. En 1973, en plena dictadura franquista, su hermano es detenido y llevado a la cárcel Modelo por llevar propaganda política que denunciaba la detención y condena a muerte del anarquista Salvador Puig Antich.
Mural de Irantzu Lekue en el barrio okupado de Errekaleor (Vitoria-Gasteiz), en homenaje a Salvador Puig Antich, ejecutado por la dictadura fascista en 1973 y a los cinco trabajadores asesinados por la policía el 3 de marzo de 1976.
Mari Luz, que hasta entonces era ajena a la vida política de España, se involucra en el movimiento catalán de cristianos de base, que se organiza en una red de colaboración, y ayuda a los presos políticos a y sus familias. Comienza a militar en Acción Católica Obrera y entra como maestra en un colegio de pedagogía moderna donde conoce a Rafael Escalante, del movimiento cooperativo de escuela popular, y afiliado a CNT. Le influyen tanto sus ideas y su activismo que Mari Luz se afilia a CNT en 1982, y conoce el anarquismo más en profundidad. Comienza su militancia y, cuando años después se traslada a Granada, participa activamente en el Sindicato Único de Granada, donde el sector de Enseñanza tiene mucha fuerza.
A finales de los 80, tras la división de la confederación en CNT y CGT, Mari Luz entra en contacto directo con el anarcosindicalismo en una asamblea de enseñanza en defensa de la jornada continua, convocada por CGT. Además, ve con gran admiración cómo dos afiliadas de CGT del sector de la enseñanza -Blanca Parrilla y Yolanda Toral- crean materiales curriculares novedosos y sientan las bases de la coeducación, en un momento en el que el método educativo basado en el principio de la igualdad de género y la no discriminación por razón de sexo estaba aún en pañales.
Tras ser delegada sindical de CGT en Enseñanza, es elegida por la asamblea como secretaria general del Sindicato Único de Granada (cargo que ocupará de 1994 a 1998). Muchas de las afiliadas del sindicato comienzan a elaborar manuales de formación en sanidad (auxiliar de ayuda a domicilio, geriatría, etc…) convirtiéndose en el germen de la asociación colaborativa entre las mujeres del sindicato. Trabajan en cadena para la elaboración de los materiales que servirán de base para proporcionar los cursos a toda Andalucía, convirtiéndose en un reclamo para que cada vez lleguen más afiliadas al sindicato. Se crea un ambiente de sororidad que Mari Luz recuerda con nostalgia, pues es el característico del sindicalismo en el que siempre ha creído, “poder llegar a la gente por lo que se hace y no sólo por lo que se dice”. En esta dinámica colaborativa se formó el embrión del grupo de Mujeres Libres.
Mari Luz recuerda cómo, siendo ella secretaria general, se realiza la ocupación nocturna por parte de CGT de los locales sindicales en Granada. CGT se encontraba en un sótano de un edificio compartido entre varios sindicatos y entidades empresariales. Al renunciar estas entidades a sus espacios, CGT lidera la ocupación de estos locales por parte de los sindicatos. Alicia añade que se organiza por la noche, y que son los hombres de CGT los que acuden porque las mujeres, la mayoría madres jóvenes y con menores a su cargo, no llegan hasta por la mañana, momento en el que pueden dejar sus tareas de cuidados, en una época donde la corresponsabilidad familiar entre hombres y mujeres prácticamente no existía.
Las afiliadas siguen organizándose hasta tal punto que el grupo de mujeres se convierte en el alma y motor de parte del sindicato. La autogestión en la organización a veces es criticada por algunos hombres del sindicato, pues las mujeres realizan tareas de índole muy diversa, desde el trabajo puramente sindical, hasta la participación en diferentes actividades en la caseta que se monta en las fiestas del Corpus para autofinanciar el sindicato.
Mari Luz y Alicia se miran, y sonríen mientras lo cuentan: “No sólo era trabajo. Nos divertíamos, incluso actuábamos en la caseta del Corpus haciendo pequeñas representaciones teatrales, críticas con la actualidad sociopolítica del momento”.
De hecho, no hacía falta realizar permanencias en el sindicato, pues todas acudían al local diariamente, con sus hijos y sus hijas, que ayudaban a pintar pancartas o a vender camisetas. Tal recuerdo tiene la hija de Mari Luz de esa época de niña y adolescente que, cuando ya, siendo adulta, decide casarse de forma civil, le dice a Mari Luz si hay alguien de CGT que pueda oficiar la ceremonia.
Más adelante, y con motivo de la conmemoración del 80 Aniversario de la constitución de la Federación de “Mujeres Libres” de 1937, el grupo de mujeres de Granada pasará a denominarse Mujeres libres como muestra de respeto a esas mujeres obreras y campesinas que, en plena guerra civil, impulsaron las acciones dirigidas a superar lo que denominaban “la triple esclavitud de la mujer obrera: esclavitud de ignorancia, esclavitud como productora y esclavitud como mujer”.
La idiosincrasia del trabajo del grupo de mujeres de Granada hace que sean especialmente respetadas dentro del trabajo diario del sindicato. Llama la atención que es un trabajo en equipo donde no se individualizan las figuras de estas mujeres con nombres y apellidos, como sí suele ocurrir con los hombres del sindicato, sino que se socializa el trabajo. De hecho, cuando el Confederal insta a la creación de la Secretaría de la Mujer, este grupo de mujeres se opone porque ya funciona como colectivo, y ya se representan a sí mismas. El grupo de mujeres de Granada siempre estaba presente en los Congresos y reuniones territoriales; sin embargo, cuando se crea la secretaria de la Mujer de manera orgánica, ellas quedan fuera, hasta que años después consiguen asumir la secretaría de manera mancomunada.
Mari Luz y Alicia recuerdan toda su trayectoria en CGT con luces y sombras, pues, si bien el feminismo siempre ha estado presente en su lucha, hay muchas mujeres que se han desencantado por el camino y se han ido de la CGT, por no haberse sentido respaldadas. El feminismo tiene que ser transversal dentro del funcionamiento del sindicato, y lo que ellas han percibido siempre es que, con el paso del tiempo, el grupo de mujeres, activo, con una acción social de envergadura, se ha visto relegado de la organización interna del sindicato. Respetadas, sí; con independencia, también; pero muy alejadas de la estructura de la organización.
Abogan por el feminismo unitario, poniéndose al servicio del movimiento feminista y facilitando todos los medios para llevar esa voz al sindicato, y no al revés, como funcionan otras organizaciones que pretenden llevar las voces sindicales al movimiento feminista.
La reflexión de Mari Luz es que, a pesar de que ellas llevan luchando por la igualdad desde épocas en las que no existían ni leyes de igualdad ni ministerio de igualdad, muchas veces ha sido una lucha triste y cansada porque se da cuenta que, a pesar de los avances, hoy en día muchas de las reivindicaciones feministas son las mismas. Sin embargo, ve con esperanza que haya renovación generacional en el movimiento feminista -solo hay que ver las manifestaciones del 25N y el 8M- pero no ocurre lo mismo en el sindicato, donde comenta que el Grupo de Mujeres Libres de Granada sigue formado en su mayoría por las mismas mujeres, que ya son abuelas. De hecho, ha visto que, en la evolución del sindicato, y a pesar de que Granada ha tenido muchas mujeres pioneras, ahora mismo las mujeres no se presentan a cargos. Ella misma, en la actualidad es una afiliada más, tras haber sido delegada, secretaria general y, por último, secretaria de Acción Social, cargo que es el más gratificante y bonito que ha tenido. A Mari Luz se le iluminan los ojos cuando cuenta su trabajo con los movimientos sociales en diferentes épocas, desde la guerra de Yugoslavia hasta la creación de la red de enseñantes por la paz, pasando por la organización de las escuelas de verano y el encuentro zapatista del año 1996.
Su trabajo actual con Mujeres Libres es más social que sindical: organizan el 8M, el 25N, participan en el grupo de trabajo del Ateneo Libertario y, lo más importante de todo, han sido pioneras en llevar el feminismo al sindicato de manera natural, con su trabajo diario y con la asociación colaborativa entre las afiliadas. Queda mucho trabajo por hacer en la CGT para conseguir un feminismo de clase con capacidad para confrontar el capitalismo y el patriarcado, y hay que empezar a hacerlo desde nuestra organización.
Igual que las Mujeres de Granada homenajearon a Las Mujeres Libres de la guerra civil tomando su nombre, valga este artículo para homenajearlas a ellas, mujeres feministas, anarcosindicalistas y combativas de Granada.
¡¡¡Gracias, Mari Luz!!!
[Este artículo se publicó en el Libre Pensamiento número 112 de otoño de 2022] |