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Notícies :: antifeixisme
Los separatistas profascistas con companys a la cabeza y la burguesía prosoviética: Agrupada en torno al PSUC (mayo37)
06 jun 2023
La estúpida ceguera, la fidelidad
inquebrantable a la
unidad antifascista,
el grado de colaboración con el gobierno republicano
de los principales
dirigentes anarcosindicalistas -desde
Peiró hasta Federica
Montseny, de Abad
de Santillán a García
Oliver, de Marianet
a Valerio Mas- no
eran un dato irrelevante, ni desconocido, para el
gobierno y los agentes soviéticos.
Se podía contar con su cretina
santidad, como demostraron colmadamente durannte las Jornadas de mayo. Aparecieron los cadáveres de
Camilo Berneri, Alfredo Martínez,
Francesco Barbieri y tantos otros
que habían sido torturados y ejecutados en las chekas de la generalitat. Berneri, gran cerebro del anarquismo
internacional, había desenmascarado desde el periódico Guerra
di Classe la política de Stalin en
España-. Todos esos asesinatos
quedaron impunes. Los comités
superiores de la CNT-FAI exigieron la expulsión de Los Amigos de
Durruti, aunque no consiguieron
que ninguna asamblea sindical
ratificara tal decisión.
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) Los separatistas profascistas con compnys a la cabeza y la burguesía prosoviética: Agrupada en torno al PSUC (mayo37)
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) Los separatistas profascistas con compnys a la cabeza y la burguesía prosoviética: Agrupada en torno al PSUC (mayo37)
Inmediatamente se levantaron barricadas en toda la ciudad y hubo
enfrentamientos armados con las
fuerzas policiales de la generalitat. Se proclamó
huelga general a iniciativa de los
comités de defensa de la CNT, que
fue secundada mayoritariamente
gracias al enorme descontento
generalizado.
Los trabajadores eran dueños de
la calle en toda Barcelona, salvo
el casco viejo. La indignacion
fue en aumento a medida que se
iban conociendo las torturas y
asesinatos cometidos en las chekas
del PSUC y de estat catala.
No hubiera tardado el pueblo
en dar cuenta de los provocadores
de no mediar la desalentadora influencia de los Comités centrales de la CNT.

El bastión contrarrevolucionario
del centro de la ciudad hubiera
cedido al asalto decidido de los
trabajadores.
Hubo dos momentos en que
se pudo llegar a un acuerdo negociado, pero fueron
abortados por Companys, empecinado en
proteger a los provocadores de la revuelta.

Pero lo que realmente desmovilizó a la gente fueron los discursos
radiofónicos de los ministros y
demás jerifaltes anarquistas .
Aunque al principio hubo quien
disparó al aparato de radio, cuando
García Oliver decía que “había
que besar a los policías muertos,
porque eran hermanos antifascistas”. Pronto se notó el efecto
desmoralizador en las barricadas,
con la deserción lenta, pero constante, de los militantes.
Cuando se conoció la noticia
de que venía de Valencia un contingente de tropas para pacificar
Barcelona, Balius propuso formar
una columna confederal que saliera a su encuentro. La proposición
no tuvo ya eco alguno.
El sábado ocho de mayo las
tropas de Valencia desfilaron por
la Diagonal y el Paseo de Gracia.
Días después sólo quedaban en pie
las barricadas que el PSUC había
querido conservar para mostrarse
y demostrar a los demás quien había ganado.

José Díaz, secretario general
del PCE, propone la supresión en
Cataluña de todos los partidos que
sean contrarios al “gran patrón”
del Kremlin, y de los sindicatos
obreros , y pide la colocación de
las emisoras de radio bajo control de la GPU.

Treball, órgano del PSUC,
aparece con esta consigna en su
primera página : ¡Delateu! ¡Delateu! (¡Delatad, Delatad!).
El “orden” volvía a reinar en
Barcelona.

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