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Notícies :: globalització neoliberal
Hacerse el sueco
per quelcom	16 set 2003
Los suecos han dicho que no al euro...
Los suecos han dicho que no al euro. Un no a la política cada vez más liberal de una Europa cada vez menos social en el que sus gobernantes, como Aznar o Raffarin, quieren construir país desde arriba, gastando vaselina en suavizar aun más las relaciones Estado-oligarquía eliminando los impuestos directos e incrementando los indirectos. El resultado es que, como en el reino de la una e indivisa, en la República oligárquica francesa los ciudadanos que menos tienen gastarán más en comer, beber, vestirse, fumar, trasladarse e incluso habitar, y los que más tienen se ahorrarán un piquito en los impuestos para poder gastarlo en más restaurantes, bares, moda, puros, deportivos y chalés. Con esta fórmula mágica, Raffarin predica el crecimiento económico. Lo curioso es que, abanderando el individualismo, la derecha propugne una política claramente insolidaria y apele luego a la solidaridad nacional para cubrir déficits presupuestarios cuando esa misma política naufraga en el flanco más delicado, el social. Con la sanidad en coma tras la crisis estival, los profesores y padres de alumnos en permanente rebelión, las prestaciones sociales bajo la sombra de un gran interrogante, el ejecutivo Raffarin extrae de su recetario el calmante vitaminado de la disminución de los impuestos. La cuestión es saber si el primer ministro pretende aliviar un dolor de cabeza pasajero para encontrar una solución más a largo plazo o, simplemente, cree de verdad que este tratamiento es lo suficientemente eficaz como para evitar que los síntomas de descontento social lleguen hasta las próximas elecciones. Quizá sea así, porque con sus propuestas fiscales Raffarin cumple con las promesas de Jacques Chirac, que basó su campaña presidencial en la seguridad ciudadana y en la disminución de los impuestos, dos caballos que, por lo visto, tiran de cualquier carreta. Los suecos, que pagan en impuestos indirectos más de la mitad de su salario, dicen que nones, que gracias a su maquinaria impositiva tienen un sistema social estupendo, que la sanidad funciona, que las prestaciones sociales, la educación y la vida también, que no quieren hipotecar su casa en un Banco europeo incapaz de meter mano a la inflación, y que ellos, en su casa y con sus coronas, están mucho más a gusto. Y por eso miran a otro lado cuando se les pregunta qué hay de lo nuestro. -
Mira també: http://www.gara.net

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