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La libertad de expresión en internet amenazada
10 oct 2022
LA CENSURA DOMINA Y CONTROLA AL MUNDO, OCULTANDO LA REALIDAD OBJETIVA, Y CREANDO, UNA REALIDAD FANTÁSTICA PARALELA. Nuevas amenazas contra la libertad de expresion.
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LA CENSURA DOMINA Y CONTROLA AL MUNDO, OCULTANDO LA REALIDAD OBJETIVA, Y CREANDO, UNA REALIDAD FANTÁSTICA PARALELA.
Cuando en Facebook, u otras redes sociales, te suspenden o bloquean, por tus comentarios políticos, cuando no puedes ejercer tu profesión de periodista de investigación, cuando las editoriales se niegan a publicar tus obras, como si viviéramos durante el Santo Oficio, la Inquisición, y existiera un nuevo, y no declarado Index librorum prohibitorum, entonces, debieras comenzar a preguntarte, no solo las razones de ello, sino también, si esto no refleja, además, el peligro de la gravedad y proximidad, de un conflicto catastrófico nuclear mundial, o solo se busca esa excusa para declarar la ley marcial informativa. O, (además) se usa ese obscurantismo informativo, para preparar y justificar haber desencadenado tal Ragnarok nuclear planetario. Todo ello tiene una explicación, el sistema pretende dar solo su versión, su verdad oficial, sus dogmas en los que solo un sacrílego se atreve a contradecir, un hereje, y entonces, caes en desgracia, te vuelves un paria, un sujeto peligroso al que hay que cercar con un muro sanitario ideológico, algo así como a un leproso de pensamiento, propagador de virus ideológicos, y de contagiar mentes puras y sanas con el veneno del comunismo, o, como ahora prefieren decir: “vocero del Kremlin”. Etiquetándote de “pro-ruso”, tratan de desacreditarte ante los ojos de gente ingenua o poca ducha en guerra psicológica. Se intenta desacreditarte, y muy a menudo: invisibilizarte, y para ello, se emplean algoritmos personalizados, que emplean inteligencia artificial, para bloquearte en internet, en el que el emperador Google con su pulgar para arriba o para abajo, permite o condena, borrando de los servidores tus artículos “polémicos” y “subversivos”, que incitan odios, como “la lucha de clases” etc.
Y a menudo no se contentan solo con silenciarte, amordazarte, impidiéndote toda forma de manifestación, llegan incluso a la exterminación física de los periodistas y librepensadores, y hay países en que se encuentran por miles de ellos asesinados. Esto, el amordazamiento de las opiniones críticas es más actual en este periodo de guerra no declarada entre la NATO y Rusia, nueva forma de Guerra Fría, en que se suplanta la “lucha contra el comunismo” por la rusofobia más histérica.
Esta, se desarrolla en el territorio de Ucrania como campo de batalla, y es aquí donde la verdad es la primera víctima, en que occidente pretende monopolizar la verdad, su versión, su información/desinformación sobre la materia, en donde solo se da una visión sesgada y flechada del conflicto, en la que solo se escucha una campana: la del Pentágono y Kiev, y solo ellos tienen derecho a comentarla, describirla, y presentarla al público como dogmas incontrastables, irrebatibles e infalibles. La propaganda de guerra, en los periodos de paz, preparan y tratan de justificarla guerra, le allanan el camino. Y cuando el conflicto bélico estalla, trata de monopolizar su propia versión sobre ella. En este tipo de guerras híbridas, el papel de la desinformación de los grandes medios de occidente es primordial, y usufructúan detentar esos medios monopólicamente. Y los medios de los países satélites o “amigos”, solo repiten como papagayos, la información de las agencias imperiales.
Pero ese tipo de comunicación unidireccional, impuesta desde arriba hacia abajo, ese control omnímodo y absoluto, ya es más difícil en los medios digitales de internet, en que la información fluye a menudo horizontalmente y de forma bidireccional, democráticamente, y su control por las elites sociales o estatales, se hace problemático. Por eso hoy día, este tipo de comunicación digital en internet, plataformas y redes sociales, se ven últimamente blanco del fuego artillero de poderes hegemónicos que no toleran ser contradichos. Y no solo se manipula la verdad, (o se oculta) sino que, además, se da la antagónica: la mentira más descarnada y brutal, transformando lo blanco en negro y viceversa. Se crea un mundo paralelo, irreal, en que todo camina como en la dialéctica de Hegel: de cabeza, al revés, o” patas para arriba”. La propaganda de guerra acusa a la verdad y a la objetividad, de ser una “propaganda de guerra”, una parte golpea, esconde la mano, y dice que fue la víctima, el adversario, quien lo golpeó. Goebbels se sentiría envidioso del torrente de mentiras, burdas falsedades que circulan impunemente desde los medios de desinformación masiva.
Y son esos mismos medios que acusan de “Fake News” a quien diga la verdad. Esos mass media están en manos del gran capital, son, y reflejan su voz como megáfonos gigantes desde las emisoras de radio y televisión, desde la prensa, y que ahora pretenden controlar y filtrar todo lo que se publique en internet. En este tipo de guerras híbridas, el papel de la desinformación de los grandes medios de occidente es primordial, y usufructúan detentar esos medios monopólicamente. Pero ese tipo de comunicación unidireccional, impuesta desde arriba hacia abajo, ese control paternalista, ya es más difícil en los medios digitales de internet, en que la información fluye a menudo horizontalmente y de forma bidireccional, democráticamente, y su control por las élites sociales se hace problemático.
Por eso hoy día, este tipo de comunicación digital en internet, se ve últimamente blanco del fuego artillero de poderes hegemónicos que no toleran ser contradichos.
No es ninguna novedad de la existencia de la censura, ésta, es milenaria, aunque se agudizó con el surgimiento del capitalismo, que vió en la prensa libre, un peligro para su propia existencia, pues ya bien lo había predicho Napoleón Bonaparte cuando dijo: “La pólvora acabó con la sociedad feudal, y la tinta lo hará con la actual” (capitalista).
Más, cuando la Guerra Fría actual, predice un posible desenlace de conflicto armado nuclear planetario, es que cuando, para justificar las acciones beligerantes, se tratade excusar la desinformación, los “Fake News”, como parte de la “propaganda de guerra”, y, estableciendo leyes marciales que control mediático, para amordazar al adversario, y dictar que se debe escribir, y que no. Y a la vez, se criminaliza a todo el que opine distinto.
Un reciente ejemplo de esto, es el establecimiento por el gobierno neonazi de Kiev (con el aliento y visto bueno de Washington) de un decreto o ley, estrangulando toda manifestación de libre expresión, que va más allá de la ya penalización de todo punto de vista que contradiga al de EEUU, la NATO y de la Junta de Kiev, que ya criminalizaba, por ejemplo, a la izquierda y los comunistas, sino que ahora también, la censura corre para sus propios corresponsales de guerra ucranianos, muy ultraderechistas ellos, por cierto. Recordar también, que, en Ucrania, luego del golpe de Estado otaniano pro-nazi de 2014, las libertades pasaron a brillar, por su ausencia: toda la oposición fue proscripta, y el Partido Comunista de Ucrania, primero. No solo se les prohibió actuar en política, se les persiguió ferozmente, se les acosó y quemó cuando seles encerró en el sindicato de Odessa, como lo habían hecho en sus masacres los Batallones ucranianos nazis SS como la Galicia División, de Bandera, etc. durante la Segunda Guerra Mundial, o como lo hicieron las dictaduras latinoamericanas bajo el Plan Cóndor. (Vladímir Zelensky, otorgó el título de Héroe Nacional de Ucrania con la Orden de la Estrella Dorada a Dmytro Kotsyubail, líder nazi del paramilitar neonazi Sector Derecho, artífice de la masacre de Odessa en mayo de 2014.)
Y Kiev decretó esta norma contra la libre expresión, el mismo día 8 de septiembre, que es el Día Internacional del Periodista en honor a Julius Fučíkel, periodista checoeslovaco, encargado de la prensa del Partido Comunista… Fučík fue detenido por los nazis, brutalmente torturado en la Praga ocupada y luego llevado a Berlín y ahorcado.
Al macartismo ya existente, se le agrega la actual rusofobia. En las redes sociales quieren imponer la verdad única y absoluta que dicta la dictadura universal de EEUU, para modificar o formar una opinión pública afín a ellos, y que también tiende a desarrollar Google y algunos buscadores. Secuestrar la verdad objetiva, y suplantarla por su propia interpretación. Cubrir un conflicto bélico, o comentarlo, para ellos no es una tarea independiente del periodista, sino que este, debe estar a las órdenes de la potencia militar dominante, ser su interlocutor, vocero y propagandista, porque si das tu propia opinión, sois catalogado como “propagandista Fake News del Kremlin”, tus publicaciones borradas, tus libros quemados, y entras a ser un ciudadano invisible, enjaulado en la censura, maniatado y amordazado.
En Ucrania, la llamada “des-comunización”, ya había comenzado con la caída de la URSS y de la República Socialista Soviética de Ucrania en 1991, pero se agudizó con Poroshenko en 2014, luego del golpe de Estado (Euromaidán). Este rusófobo pro-nazi había dicho a los habitantes ruso-étnicos del Este de Ucrania (ucranianos rusófonos) que ya no tenían más derechos como ciudadanos, y que, si sentían rusos, “que se fueran a Rusia”, comenzando así, una “limpieza étnica”, y tildó de “terroristas” a los separatistas, bombardeando sus ciudades, luego vino la persecución a los ruso-hablantes y hasta la quema de comunistas, como en el sindicato de Odessa, en que los nazis incineraron a casi medio centenar de comunistas…
Recordar también, que el multimillonario oligarca Petro Poroshenko, había, además, reformado las FFAA, incluyendo en ellas a los batallones nazis Azov, “Sector Derecho”, y varios otros, que pasaron a comandar a todas las Fuerzas Armadas. Según CBS News, todas las organizaciones nazis de los banderistas, (extremistas ultraderechistas partidarios del nazi Stephan Bandera) en total 120.000 hombres, fueron incorporadas a las Fuerzas Armadas de Ucrania. (y pasaron rápido a comandarlas)
Anteriormente en Ucrania, el líder nazi Stephan Bandera, (su organización extremista había ocasionado 100.000 asesinatos de polacos y judíos en 1941-43), ya había recibido el título de Héroe de Ucrania. Ocurrió en enero de 2010, cuando el presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko, emitió un decreto otorgándole el título de Héroe de Ucrania. La organización de Bandera es responsable de la exterminación de ¼ de todas las victimas judías del Holocausto, (la “OUN” de Bandera exterminó cerca de 200.000 judíos en Ucrania a fines de 1941 y, además, de la masacre de 100.000 polacos en Volyn, en Galicia. La nazificación de Ucrania llego hasta los tuétanos, y emplearon generaciones enteras en adoctrinamiento de niños, en adorar a los símbolos nazi-fascistas y odiar patológicamente a los rusos. ¿Qué libertad podría entonces existir en tal sociedad? Ninguna.
Muchos ucranianos actuales, se niegan a aceptar la derrota del Tercer Reich, y se autoproclaman el “IV Reich”. Durante la Guerra, solamente de Galicia, (oeste de Ucrania) se habían unido voluntariamente, 80.000 ucranianos a la siniestra división “SS Galicia”. Los líderes nazis ucranianos no fueron juzgados en Nuremberg, se refugiaron en Europa occidental y luego en EEUU, donde se les protegió, ya que la CIA los necesitaba para preparar la nueva insurrección antisoviética en la futura Ucrania post soviética. Los descendientes de estos criminales gobiernan y dirigen Ucrania hoy día, y desfilan con símbolos y uniformes nazis.
Si este régimen antidemocrático ya negaba la libertad de expresión, ahora, con esta ley marcial, se suspenden todos los derechos civiles, se militariza la sociedad, se quiere obligar a ir al frente de batalla, a todo hombre y mujer en edad apta para ello. Se plantean enviarlos al frente, como carne de cañón, obligados, a millones de habitantes ucranianos. Y, además, por supuesto, no hay derecho anegarse, protestar o dar su opinión sobre la guerra, pues serás considerado desertor y traidor a la patria.
Este Estado de Sitio en Ucrania, es aprovechado por la clase dominante super corrupta, la clase plutócrata, que aprovecha también la situación para ajustar cuentas contra el movimiento trabajador: la Ley antiobrera y antisindical N. 5.351 de Zelensky de julio de 2022, establece la dictadura feroz del gran capital y de los oligarcas.
Por el nuevo decreto de Kiev, desde ahora, los periodistas ucranianos deberán contar la guerra, como la cuenta Zelensky y el Estado Mayor de las FFAA de Kiev. Bajo la excusa de la ley marcial, se suprime toda forma de libre expresión, criminalizándola. Las nuevas normas de Kiev, deberán ser respetadas y acatadas rigurosamente por los periodistas ucranianos, que todos deben estar obligados a cumplir por igual.
Las nuevas directivas: Todos los corresponsales de guerra y periodistas serán retirados del frente de batalla. Los periodistas tienen prohibido evaluar las acciones de las Fuerza Armadas. Solo el liderazgo militar informa sobre el curso de las hostilidades, es decir, no hay que confiar en la información del personal militar ordinario, subalterno, o los comandantes de campo. Está prohibido interpretarla situación militar de forma alternativa a la oficial. Sus propias predicciones están prohibidas. Solo los más altos oficiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania, informan sobre todas las acciones militares, sus consecuencias y resultados. Los periodistas no pueden informar sobre los resultados fallidos, del “contraataque” y sus consecuencias catastróficas, ni del número de bajas. Bajas que son tan cuantiosas que desanimarían a la población si se conocieran. Los periodistas no solo no podrán acompañar a las tropas al frente de batalla, sino tampoco emitir opinión propia de la guerra, o de su desenlace, nada de nada, solo serán papagayos y eco de la “verdad oficial” de la guerra. Y está demás decir, que esta ley está dictada por EEUU, y EEUU siempre ha decretado sus leyes nacionales con la intención de que tengan vigencia trasnacional, (extraterritorialidad de las leyes made in USA). Y las redes sociales estarían obligadas a mostrar solo una cara del conflicto, la gente podría oír sólo una campana, la oficial y permitida. Toda otra opinión será declarada Fake News, y condenada, penada y terminantemente prohibida.
La razón de EEUU es que esta guerra tiene extraterritorialidad de leyes y obligaciones para todo el mundo occidental y unipolar (léase: satélites de EEUU y la NATO), la dictadura universal mediática de EEUU, en que el presidente de EEUU es el sheriff del mundo, y se arroga el derecho a castigar con sanciones a todo el que no se someta. Es decir, EEUU no está oficialmente en guerra con Rusia, pero esta guerra “proxi” en Ucrania, es híbrida, económico-financiera, cibernética y mediática, la guerra es indirecta, por delegación.
La situación militar puede escalar en cualquier momento, a un conflicto termonuclear, y llegado el caso, la NATO se adjudicará por razones de seguridad, el derecho al monopolio absoluto de las comunicaciones, medios de difusión, y de internet. Antes de que todas éstas (y los satélites) dejen de funcionar por las armas de sistemas rusos de supresión radioelectrónica de satélites, o el impacto directo en ellos, o por la misma radiación nuclear al detonar la primera bomba. Recordar que, en la cumbre de la NATO en Varsovia, en 2016, se declaró al ciberespacio como un “nuevo terreno de operaciones, paralelo al de tierra, mar, aire y espacio”. Dentro de esa estrategia, la nueva Junta de Gestión de la Desinformación de EEUU, anunciada por el DoD (Departamento de Defensa) es comparada con el “Ministerio de la Verdad” de la novela de George Orwell “1984”. Esta programada, especie de “Junta Orwelliana”, recibe fuertes críticas. Se dice que su fin es: “Para concentrar los recursos en la lucha contra la información errónea o desinformación” y de que es una amenaza a la libertad de expresión. En “Los desafíos de la democracia en el ámbito digital”, mencionaba Obama sobre el papel de la propaganda: “Estas grandes plataformas (digitales, de internet) deben estar sujetas a cierto nivel de supervisión y regulación pública”. “Los censores de las redes no van lo suficiente lejos, por lo tanto, el gobierno debe intervenir para hacer ese trabajo” (léase: de censura total). Todo esto se maquina en EEUU, pese a que va en contra de su propia legislación, ya que, en la Primera Enmienda constitucional de EEUU, se protege la libertad de expresión, de pensamiento y de creencia, y se asegura, deben ser garantizadas como un derecho indeleble, fundamental en la democracia.
Mientras escribíamos este trabajo, surgieron nuevas amenazas a la libertad de expresión: La Unión Europea, con la excusa de la guerra de Ucrania, censurará por ley y un reglamento, moderará, filtrará todo tipo de información y medio de difusión, que no concuerde con lo que piensa el Pentágono y la NATO. La UE faculta a los gigantes de internet para censurar información en situaciones de “crisis” como la guerra de Ucrania, y se suspende el derecho fundamental a la libre expresión.
Durante la Guerra Fría, existían en países de la NATO directivas para encerrar en campos de concentración a todo comunista si se agravaba la crisis con el Pacto de Varsovia y la URSS. Estos días se agudiza la tensión contra Rusia, hoy secuestran la información. Y cuando un Estado somete a revisión previa un escrito, previa a su publicación, para autorizarlo o prohibirlo, no hay libre expresión, sino censura. Y es un Estado absolutista, nada democrático.
Dicen ellos, se trata de una medida de “excepción” (en Uruguay, previo a la Dictadura, se llamaban “Prontas Medidas de Seguridad”, y se cazaba encarcelando a los que publicaban clandestinamente folletos contra la Dictadura, y contra esas “medidas de excepción” que afectaban al derecho fundamental a la libertad de expresión, y son, muy propias del fascismo, pisoteando las leyes. Pero que para la UE no parece necesitar control judicial alguno. (ver:https://es.scribd.com/document/598663307/Texto-del-Reglamento-de-Servici)Considerando“manipulación de la información online” (Sic), a toda forma de expresión o información que no provenga de los medios autorizados por EEUU, la NATO y la EU. Desde ahora en internet solo habrá una “verdad oficial”, situación similar a la relatada en la trama de mi novela distópica de ciencia ficción: “Operación Cronos”, en que se consagra una dictadura universal de la información a través de una internet omnímoda en que solo reina la censura extrema, y se criminaliza todo pensar divergente. Esta ley del 4 de octubre, Ley de Servicios Digitales (DSA), “Nuevas reglas en línea”, la DSA define responsabilidades claras y responsabilidad para los proveedores de servicios de internet: redes sociales, plataformas, motores de búsquedas…“serán responsables de su papel en la difusión de contenido ilegal y dañino”(Ndlr: se les penalizara), estableciendo obligaciones para ellas (Ndlr: de vigilancia cancerbera, tipo Gestapo) (léase: https://www.consilium.europa.eu/en/press/press-releases/2022/10/04/dsa-c/ )
“El paquete de servicios digitales es la respuesta de la UE a la necesidad de regular el espacio digital” Una vez aprobado este Reglamento será automáticamente vigente en todo el territorio de la Unión, sin paso previo por parlamentos nacionales. Esto es una prolongación de la ya decretada resolución (Reglamento (UE)2022/350 del Consejo de 1 de marzo de 2022) en que representa una forma de guerra híbrida contra Rusia, pero que, según ellos, es: “luchar contra las amenazas híbridas, incluida la desinformación” de la Federación Rusa (véase: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=DOUE-L-2022-80341 ) Originariamente rezaba así: 1. Queda prohibido a los operadores difundir, permitir, facilitar o contribuir de otro modo a la emisión de cualquier contenido por parte de las personas jurídicas, entidades u organismos enumerados en el anexo XV, incluso mediante transmisión o distribución por cualesquiera medios tales como cable, satélite, IP-TV, proveedores de servicios de internet, plataformas o aplicaciones de intercambio de vídeos en internet, ya sean nuevas o previamente instaladas. 2. Se suspende cualquier licencia o autorización de radiodifusión, acuerdo de transmisión y distribución celebrado con las personas jurídicas, entidades u organismos enumerados en el anexo XV.». Luego se le introdujeron modificaciones, no cambiando en nada la intención proclamada inicialmente, destinada a bloquear la difusión de los medios públicos rusos Russia Today (RT) y Sputnik, considerados "la maquinaria mediática del Kremlin", y a todas sus cercanas filiales y voceros (Ndlr: todo periodista o comunicador que coincida con lo que estos medios hayan dicho o expresado) Hubo, en abril, medios y organismos que protestaron contra estos poderes extraordinarios, absolutos, que la Comisión Europea se otorga a sí misma difícil de congeniar o concordar con las legislaciones nacionales. El trono de Bruselas resolverá por todos, ya que la situación así lo amerita: una supuesta gran amenaza, ante la cual, Europa debe establecer un Estado de Sitio, e implantar una especie de ley marcial informativa. Aquí está el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) : https://es.scribd.com/document/598663307/Texto-del-Reglamento-de-Servici;apreguntarse, hasta dónde hemos llegado en este absolutismo de pretender decidir qué es lo que la gente debe leer o no. Es un insulto a la inteligencia de la gente dudar de la capacidad de ella a decidir por sí misma que leer, sacar sus propias conclusiones, sin que aparezca previamente un cartel amenazándola y advirtiéndola, cuando quiere abrir un link, clamado: “Medio afiliado a Rusia”, y si intentamos abrirlo, vuelve a advertirnos, recordándonos del “peligro” que ello conlleva. (En el peor de los casos, ni podrás abrirlo, ni encontrar siquiera esa información en todo internet). No me imagino la situación opuesta diciéndonos: “Medio afiliado a la CIA, al Pentágono, a EEUU o a la NATO”
Tratan a la gente como si no fuera adulta, sino un niño chico al que hay que tutelar y vigilar lo que mira y lee, o si fuera un discapacitado mental, senil o privados de derechos debido a alguna incapacidad mental. ¿Es que la gente no puede elegir qué leer? ¿No puede discernir por ella misma que es lo correcto y que está mal? ¿No es un adulto responsable? ¿No tiene libre albedrío? A la gente hay que darle todos los elementos para que decida por sí misma, si solo se leda una información parcial, o incluso se la oculta, entonces sí, no podrá obrar con libertad. Existe el derecho a buscar la información donde se quiera.
Existe un peligro real y latente, de que el pueblo se quede sin voz, y las fuerzas mas siniestras de la sociedad empleen esa falta de información para justificar las cosas mas monstruosas para la humanidad, como un conflicto nuclear apocalíptico.
Sebastian Bestard Molina.
Periodista de investigación, escritor y observador político-militar.

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