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Notícies :: corrupció i poder
Del derecho a la salud a la obligacion de no estar enfermo, el antifascismo cientifico del bien comun.
per El uso del valor.	01 des 2021
El incremento del uso de la enfermedad para entender los problemas sociales no supone la dramatica sustitucion de una perspectiva de moral libertaria por otra supuestamente neutral, sino simplemente una estrategia autoritaria. El cambio al que asistimos con la pandemia estafa en el manejo de los problemas sociales afecta mas bien a los encargados de ocuparse de ellos(medicos, psiquiatras y demas especialistas medicos) y al lugar en el cual se esta llevando a cabo esa tarea (psique y en el cuerpo de los individuos). El hecho de que el problema se someta al escrutinio de las autoridades oficiales y el individuo haya de plegarse a este cambio no deja de ser inmoral, por autoritario y totalitario, por mucho que la retorica medica y los adictos al totalitarismo se empeñen en lo contrario.
Los problemas de la pandemia seguiran incolumes, aunque desde la retorica del totalitarismo, quiera convencer que la culpa es de los individuos y no de la sociedad totalitaria y son aquellos, que no estan bien deben de ser curados, y es que desde el respeto sumiso al totalitarismo se anteponen los imperativos morales autoritarios , de que si un individuo es un problema como enfermo puede ser tratado y curado medicalmente, debe de serlo. Con esta pandemia las etiquetas de "salud" y enfermedad ademas de su efecto de anular las libertades, posee tambien el efecto excluyente. Mientras que con la pandemia estafa, las empresas con mayores beneficios se hallen en los laboratorios farmaceuticos y las compañias de seguros, se seguira perpetuando este desgraciado fenomeno de que una parte de la poblacion (la minoria)viva, y viva muy bien, de los sufrimientos de otra parte de la poblacion (la mayoria), esa minoria alberga cierto grado interes soterrado en la continuidad de dichos sufrmientos. La situacion es altamente preucupante es porque detras "del negacionismo de o nos sometemos a la verdad oficial del partido comunista chino y la oms o vendra la ultraderecha" se vislumbra el contenido de lo que esta sucediendo , queda formado por elementos que en palabras de hannah arendt denomina: la banalidad del mal. Los fascistas tenian la culpa antes, y ahora vemos que los antifascistas feministas son más de lo mismo. Con la excusa de la democracia tanto unos como los otros, se les llena la boca de democracia, pueblo, bien común, en un vergonzante espectáculo, estos comerciantes del poder, que por añadidura son los que mas desgañitan pidiendo mano dura contra cualquier disidencia contra las leyes que protegen e imponen la mentira de la estafa de la pandemia, leyes pensadas que en eso se ponen de acuerdo, fascistas y antifascistas feministas, para perpetuar lujos , despilfarros y privilegios para disfrute de las elites dominantes y las vanguardias supremacistas, leyes que sencillamente son anti libertarias. Vamos a seguir denunciando que el verdadero negacionismo es la mentira de la estafa de la pandemia, que radica en la injusticia de los seis millones de parados, el terror psíquico de la introyección del miedo para que enfermemos fisica y psiquicamente , la represión contra la verdad y la libertad, el querer negarnos a que vivamos como seres humanos por parte de los aparatos y cuerpos represivos del fascismo y antifascismo feminista, y por último la miseria de la vida cotidiana regulada por autoridades gubernamentales al servicio del totalitarismo que en este asunto del covid fascistas y antifascistas feministas están de acuerdo, mientras que esa miseria solo la sufren los oprimidos. Actualmente los libertarios, nos encontramos en insubmision total a sus leyes represivas estados de alarma y de excepcion, y cada vez se nos adhiere mas gente anonima para la realizacion de nuestros objetivos que son: el final de los confinamientos y del uso de mascarillas, derogacion de las leyes represivas anti libertarias, la desobediencia a toda ley que vaya contra el ser humano, asi tambien de la imposicion de ningun tratamiento en contra de la voluntad de la persona enferma.
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