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Pandemia en Uruguay, preguntas y respuestas.
01 feb 2021
De como la Pandemia no es confrontada correctamente, y los estragos que esta ocasiona en la sociedad.
PANDEMIA EN URUGUAY, PREGUNTAS Y RESPUESTAS.
La pandemia es un fenómeno el cual es de incumbencia de todos, y por tanto nosotros, simples mortales, debemos decir nuestra palabra, por lo menos, antes de morir. Y debemos opinar sobre ella, y dejar esas posturas cómodas de pensar que solo es asunto para los estadistas y de algunos científicos, y de que a los gobernantes se los eligió, y por tanto no les podemos pedir cuentas por sus actos nefastos, y por su pasividad y omisión criminal, que descuida y expone la salud y seguridad de toda la población.
La Pandemia trasciende a ellos, ya que nos atañe a todos, y es un ser o no ser Shakespeareano, y todos debemos decir nuestra palabra, pues todos estamos en el mismo barco, mas, si observamos incompetencia, e ineficiencia en los encargados de tratarla y enfrentarla.
La propia etimología de la palabra pandemia lo explica claro: “pan”, todo, “demos”, pueblo, es decir, asunto del conjunto de todo el pueblo. Cuando la humanidad se ve atacada universalmente por un virus o enfermedad, es asunto y responsabilidad de todos unirse mancomunadamente buscando respuestas y soluciones comunes, a problemas comunes.
Opinar que los seres humanos no tenemos derecho a decir nuestra palabra, referente a la pandemia, por no ser expertos en biología, es tal iluso y tendencioso, como opinar que la gente no debe opinar de política ya que es asunto privativo, reservado, para los profesionales politólogos, o los politiqueros y políticos famosos y conocidos, y de que la gente tiene que alinearse detrás de ellos como las ratas detrás del flautista de Hamelin y meter violín el bolsa sus opiniones o críticas, pues la política, y en este caso, la política pandémica es solo incumbencia del gobierno, y de su propio equipo de científicos asesores. Ya que es un asunto que requiere ser abordado con la suma de todos, y con la confluencia suficiente pericia y expertiz, multiprofesional, multifacética, etc.
No se trata de un asunto para que sea librado a la voluntad y responsabilidad de la gente, sino se le informa previamente de los peligros que la pandemia conlleva, y las medidas que tienen que partir desde los gobernantes para enfrentarla efectivamente con medidas de cuarentena general, y por leyes especiales de emergencia, declaradas obligatorias. El Estado no se puede lavar las manos, y esperar tranquilamente que la pandemia, supuestamente- se extinga con el tiempo por si sola al extenderse la inmunidad -transitoria- que crea en los sobrevivientes. Esa llamada “inmunidad de rebaño”, concepto de la ganadería, donde se consideraba cuerdo y razonable, sacrificar a la parte contagiada, para proteger la mas sana y fuerte. Proteger a los mas fuertes que sobreviva, y eliminar al resto, a los más débiles, desprotegidos y expuestos, que en nuestra sociedad humana ya sabemos bien quienes son. Esa es exactamente la estrategia del gobierno uruguayo, aunque se niegue a reconocerla, la misma de Suecia, Gran Bretaña, EEUU y Brasil, para mencionar algunos gobiernos. Y consiste en no hacer nada o poco, y dejar que los sucesos ocurran por ellos solos, sin intervención drástica del Estado, y en lo posible instaurando en la gente la mentalidad de que el coronavirus no es tan peligroso, etc., etc.
En esta estrategia de no tener estrategia, es donde el equipo científico consultor del gobierno (GACH), entra a tallar. No hay ningún gobierno en el planeta que no se apoye en su grupo de científicos para justificar su estrategia contra la pandemia, Uruguay no es absolutamente ninguna excepción. Equipo que cumple además la labor de dar el aval científico al gobierno en todo lo que hace y lo que no hace. El mismo gobierno admite que las funciones de ellos, son meramente consultivas. Los consultan, pero solo cuando quieren escuchar su opinión, y que al final, son ellos, los gobernantes, los que toman las decisiones, independientemente. Y el propio GACH admite esta situación, no reclamando medidas, sino, cómodamente, aceptando su rol decorativo. Limitado a expresar su punto de vista, y más, agregar que así debe ser y que es el presidente el que debe tomas las medidas correctas, e indicadas, pues es el que cuenta con más información global de que hacer y que no hacer. El gobierno le dice al GACH, indirectamente: zapatero a tus zapatos, y ellos muy conformes con su gobierno, al que no han dejado de alabar y aplaudir desde abril hasta la fecha, y si ahora alguno discernió y se fue, es porque no quiso hundirse con el barco de gobierno, y prefirió nadar lejos. Desde abril, GACH y gobierno han estado de acuerdo en todo en esta nefasta política para abordar la pandemia, vibraron en la misma sintonía, tocaron en la misma orquesta, les dieron al gobierno la careta científica que usaron para justificar toda esta insania en la cual ahora vemos sus frutos podridos y consecuencias calamitosas.
¿Prende este grupo de científicos ser el dueño de la razón en ciencia, y a través de la manipulación semántica de datos seguir ocultando la realidad dantesca sanitaria del país, y sus efectos colaterales tremendos que sacude la economía de la gente? ¿O la verdad es que ciertos políticos se refugian en ciertos científicos para tener el aval de ellos para hacer impunemente cualquier desastre refugiándose detrás de su armadura científica? El pueblo tiene que permanecer callado, sentado, de brazos cruzados, ¿sin derecho a protestar ni a objetar nada por carecer de título académico? ¿Está prohibido cuestionar al gobierno, porque eso equivale al sacrilegio de cuestionar a los científicos del GACH? ¿Nadie puede contradecir al señor presidente, pues las acciones de este están dirigidas por la mano sagrada del GACH? ¿Y quien me garantiza que ese GACH está en lo correcto, cuando cualquier uruguayo con dos dedos de frente, ve que nada correcto se hace?
En el Tercer Reich, el que tuviera una opinión contraria a la política racista nazista de exterminio genético de razas (etnias) a las que consideraba inferiores, era un sacrilegio, pues estaba dirigida por científicos nazis. Lacalle Pou, obviando las diferencias, hace lo mismo, y afirma que pensar contra él, es solo emitir opiniones pseudocientificas e ir contra los científicos que lo asesoran. Así se plantea la falsa dicotomía de que si no estas con el (y su GACH), estas con el enemigo, es decir: el coronavirus. Cuando en verdad fueron ellos los mas amistosos con ese virus al permitirles de un principio, su introducción y propagación masiva alegremente entre toda la población, sin mover un dedo.
Considero que los científicos de izquierda, o honestos sin filiación política, deberían dar su palabra, también ciertos políticos de nuestro Frente Amplio, y no avalar, ni temer ser una voz discordante o aparecer como poniéndole el palo en la rueda a las medidas pandémicas del gobierno. E insistir a viva voz, inclusive con manifestaciones o recursos parlamentarios o a través de la Justicia, para exigir un gran dialogo nacional y Asamblea popular en que todos participemos más allá de banderías políticas o estrechos intereses económicos, tan poderosos hoy, y que impiden la instauración de una cuarentena general desde marzo, pues esta afecta los intereses del gran capital y de los empresarios.
Una Asamblea Abierta (y no empleo el término “cabildo abierto” pues como bien es sabido ha caído en desprestigio y mal uso útilmente) en la que se de entrada a todos los uruguayos desde la extrema izquierda a la extrema derecha, si así quieren colaborar. Esta iniciativa la promovimos antes que nuestra fuerza política, en marzo, pero al ser nosotros poco y nada conocidos, no repercutió, incluido en las postrimerías de nuestro ultimo gobierno frenteamplista hablamos de ello, pero nadie entonces avizoro lo que la pandemia seria, mas, hubo muchos que la creían un invento de paranoicos y alarmistas apocalípticos.
Solo con un accionar conjunto y unitario de todos podemos enfrentar esta pandemia y sus consecuencias también económicas. El coronavirus en un flagelo de características globales muy fuertes, y debe ser enfrentado científicamente, con medidas serias, despolitizando a la pandemia. Es una cuestión demasiado seria para dejarla en menos de un presidente presidencialista con rasgos autocráticos, estilo Luis XIV, que traba todo dialogo, y toda visión responsable y sensata a tan grave asunto, y que se empecina en prestar oídos sordos a la oposición, y que presenta al pueblo como al convidado de piedra, mientras su corte gubernamental, mantiene conversaciones secretas, acordando cuestiones lesivas que podrían comprometer a el país seriamente en su soberanía y futuro sanitario. ¿Debemos obligatoriamente, ya que es un momento de crisis, alinearnos todos sumisamente detrás de él, porque él es el que tiene la batuta de mando, y el sacro derecho de hacer o no hacer, de levantar para arriba o para abajo su dedo pulgar? Pregunto yo, no sé, y no estoy proponiendo un Impeachment…pero alguna medida contundente debe de proponerse desde el llano, porque no se debe continuar siendo mudo ante todo esto, pues eso terminaría siendo complicidad con este genocidio sanitario.
La política es un arte y una ciencia, pero difiere según quien la ejecute, la mano que blanda el instrumento. Y siendo la política una ciencia, y la ciencia, además de estudiar los fenómenos naturales, los sociales, ambas van de la mano simbióticamente interrelacionadas. Mas, la actividad de los científicos siempre estuvo controlada, últimamente, por los políticos, los cuales la usan para su propio proyecto, y fomentan la que les conviene, y cuando no, no la financian, desalentando. Y así, un ingeniero nuclear puede hacer una bomba nuclear o una central de energía nuclear. Toda actividad humana tiene su correspondiente efecto social. Y no siempre el conocimiento se encamina por el buen sendero, y Mengele también fue científico, y hasta uso ést,a para experimentar con humanos.
Si este gobierno quisiera realmente apoyarse en la ciencia, ¿Por qué no la apoya y financia?. Y ¿Por qué, por ejemplo, no hace caso al consejo de la mayor eminencia en vacunas de Latinoamérica el científico Moratorio, que dice que tiene una especial preferencia con la vacuna rusa Sputnik, porque le da seguridad ¿Por qué el GACH aconseja solo la vacuna de EEUU Pfizer, dándole todas las estrellas, ¿mientras que no recomendó a la rusa Sputnik V? Dudo seriamente de la objetividad e independencia politica y científica de los miembros del GACH, ya que siempre fueron y son funcionales al gobierno y esta malograda política pandémica.
Ahora, como consecuencia de agudización de la pandemia, observamos que los que negaron casi un año a la pandemia, se acuerdan repentinamente de que esta existe, y quieren buscar la panacea universal de todos los manes en las vacunas, como si estas fueran los clavos para el ataúd del Covid-19, y de que la gente ahora solo debe correr y poner el brazo a la vacuna que el gobierno elija por ti.
También desde el gobierno uruguayo utilizan y manipulan el miedo de la gente para inocularlo con la vacuna que exige EEUU a todos sus estados satélites política y económicamente. Así se impuso incluido a la Unión Europea la vacuna de EEUU Pfizer. Con toda su polémica, e incluso, con problemas de fabricación y distribución.
¿Por qué decidirnos por una vacuna experimental basada en el ARN mensajero? ¿En vez de una vacuna segura basado en métodos tradicionales, conocidos, y efectivos?
Me limitare a hablar solo de la vacuna para Uruguay, (hay muchas en todo el mundo) la que el gobierno está empecinado en inocularlos, y que descarta a su vez, otros tipos de alternativas de vacunas. Esa vacuna, que además de polémica, no es tan accesible como la rusa, ya que no es fácil de obtener inmediatamente y es difícil y lenta su fabricación y su disponibilidad para todo el mundo. Además, de mantener su cadena logística de mantenimiento de frio, etc.
Si el gobierno hubiera sido cuerdo, sensato, y sin ataduras ideológicas o discriminaciones políticas, hubiera elegido hace un buen rato la vacuna rusa, y ya tendríamos a la mitad de la población vacunada contra el coronavirus.
Estamos eligiendo la peor vacuna, ya que creo, una vacuna ARN, es una vacuna experimental, ya que su solicitud fue aprobada en situación de emergencia, y no con varios años que requiere de observar sus consecuencias, como requeriría este caso. Ya que, además, tiene posibles efectos inmediatos adversos, y a mediano y largo plazo. Y que la propia farmacéutica, dice con letra chica en sus prospectos, de forma sincera, pero mas que nada, para cubrirse la espalda. Y dicen que no saben a ciencia cierta, que puede ocurrir con los vacunados, e ignoran posibles efectos adversos futuros, no conocidos, como diciendo: miren que nosotros no tenemos la bola de cristal, y si afirman, que los riesgos corren por tu cuenta, ya que tú mismo fuiste voluntario, la responsabilidad es exclusivamente tuya, yo diría: tu participaste en el experimento, nadie te obligo. Y agregan, que esos posibles efectos, solo se verán en la práctica, cuando se vacune mucha gente, y a través del tiempo. ¿No es eso experimentar con la gente? ¿Por qué no quieren hacerse responsable si algo funciona mal y hay gente que muera? ¿Por qué quieren y exigen impunidad? ¿Por qué acuerdan como condición, cláusulas de confidencialidad? El mismo Lacalle Pou admitió que lo pusieron contra la pared, y le dijeron firma, o no te damos las vacunas, algo mas o menos así dijo claramente. Firmar presionado, clausulas secretas, que pueden comprometer y tener consecuencias graves, es una grave falta de transparencia. Firmar cualquier cosa y justificarse de que se firma con a pistola a la cabeza, no es justificación, firmó y consintió voluntariamente, porque si hubiera tenido recado, hubiera actuado como el gobierno argentino, y muchos otros.
Y, ¿por qué que ese exclusivismo en traernos obsesivamente y unilateralmente una vacuna polémica que tiene más dudas e incertidumbres que certezas y seguridad?
¿Por qué discriminaron a la vacuna rusa, bien accesible?
Los interrogantes con respecto a este engendro de vacuna ARN (Pfizer y Moderna) son muchas, pero los gobiernos de derecha en todo el mundo quieren imponerla, y bien rápido, para que la gente no exija una alternativa ni se entere de posibles peligros que conlleva vacunarse con ella. Los colosales interés económicos y políticos, las guerras comerciales, priman sobre los intereses vitales de la población mundial, que se ve rehén de estas.
Este tipo de vacuna, como la que le insertaran a la gente en Uruguay, es el ARN de virus, que aunque ligeramente modificado, y artificialmente creado (manipulación genética) sigue siendo el material genético del virus (el patógeno en estado puro, autentico) y se desconoce como a la larga se comportara en nuestro organismo y en el llamado amplio abanico de contraindicaciones o efectos secundarios.
Los expertos se preguntan si es sensato introducir grandes cantidades de ARN en nuestras células. Hasta yo mismo me preguntaría si nuestras células no pueden detectar este ARN excesivo como una amenaza, y entre sus variadas consecuencias, terminarán despertando o estimulando una respuesta reactiva y que nuestras propias defensas sin saber, se confabulen para atacarnos a nosotros mismos, creyéndonos el enemigo, y se refleje en enfermedades autoinmunes y toda clase de reacciones alérgicas, los que entendemos de GVHD, sabemos lo que ocasionan. Y también, entre otras muchas cosas, se hablan del llamado conflicto antígeno-anticuerpo, ya que, con esa vacuna, fabricamos a la vez el antígeno, leyendo el material genético, y a la vez, creamos los anticuerpos. Y expertos están intranquilos, pues afirman que nadie puede decir terminantemente y de una vez y para siempre, que algunas instrucciones de ese ARN no lleguen a modificar de una u otra manera al ADN.
Son muchas las serias dudas que se plantean, y en cuanto a efectos adversos están descriptos en el propio prospecto de la farmacéutica, aunque no asegura nada que no pudiera ocurrir algo muy malo. Lean el propio Informe/Documento de la FDA de 52 paginas donde evalúan críticamente la Pfizer, del 10 de diciembre de 2020.
Y yo me sigo preguntando cosas, porque está en mi propia naturaleza, plantearme interrogantes y poner todo en duda si no es que la verdad se comprobó en la práctica, y puedo confiar firmemente en ella. Me pregunto porque el gobierno no se decidió por la alternativa de vacuna Sputnik V, con metodología conocida, pues esa vacuna es un 75% idéntica de la efectiva anteriormente demostrada contra el ébola y el coronavirus MERS, y que solo fue modificada en un 25% para adecuarla contra el SARS-CoV-2 (coronavirus). Y generar, con esta vacuna, en las células, una memoria para brindar una inmunidad a largo plazo, reforzada en dos dosis con dos vectores adenovirus humanos inmunológicamente heterogéneos (los llamados vectores/componentes adenovirus 26 y 5)
¿Por qué no emplear la técnica efectiva de cortar las secuencias del ADN de adenovirus para impedir replicarse, (quitándoles esas partes de material genético) Y hacer lo mismo con el SARS-CoV-2 extrayéndole de su secuencia genética solo la información que codifica para la proteína S, y luego se le fusiona a material genético del adenovirus humano modificado genéticamente, y que contiene la información genética para codificar, sintetizar, a la proteína S, para que luego de vacunados, nuestro organismo fabrique a la proteína S del virus, y el sistema inmunológico del cuerpo lo reconozca y cree anticuerpos contra esa proteína, generando una respuesta inmunológica, confiriendo una inmunidad y memoria de larga duración? No soy experto, solo pregunto, ¿no es más claro y efectivo el método ruso?
Considero genial y muy astuto la estrategia de los científicos rusos, engañan a la vez al virus y al propio sistema inmunológico humano, creando como un anzuelo dentro de la proteína Spike, sin el propio virus, seductora, virgen, y etérea, para que el sistema inmune se trague el anzuelo con esa proteína o “simulacro de virus”, y reaccione, y cree poderoso anticuerpos. Para mí es fácil tratar de sintetizarlo y explicarlo, incluso adornarlo con recursos literarios, pero tengo que sacarme el sombrero ante tanta creatividad y genialidad de la ingeniería genética rusa.
¿Por qué Uruguay no opta por esta tecnología de la vacuna rusa Sputnik V?
Sebastian Bestard Molina, escritor, periodista de investigación y con décadas de trabajo en el sector salud en Noruega.

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