Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Notícies :: corrupció i poder
Confundir la militarizacion con el anarquismo integro, la malversacion del revisionismo del concepto anarquia.
19 nov 2020
Más que ninguna otra, ni siquiera la Columna Durruti, la Columna de Hierro actuó a la vez como milicia de guerra y como organización revolucionaria: levantó actas de sus asambleas, publicó un diario («Línea de Fuego»), publicó manifiestos y lanzó comunicados, porque necesitaba explicar sus acciones en la retaguardia y justificar sus movimientos y sus decisiones ante los trabajadores y los campesinos. Se llegó a considerar una colectividad en sí misma.
columna de hierro.jpg
columna de hierro cronica.jpg
linea de fuego.png
La expresion revolucionaria y autonoma del pueblo en armas serian las milicias anarquistas. Sin jerarquias, sin rituales militares, sin diferencias de pagas y con una estructura interna y medios de decision absolutamente democraticos, las milicias se convertirian en el garante de la revolucion tanto en el frete como en la retaguardia. Las historia de la Columna de Hierro es un caso paradigmatico de entrega y arrojo revolucionario. Formada principalmente por hombres y mujeres procedentes del Levante valenciano, los testimonios conservados y su periodico integro, Linea de Fuego, nos permiten reconstruir en el libro de abel paz tanto el funcionamiento de la columna como sus discusiones internas, reflejo brillante en todo momento de la preocupacion sobre su papel en la guerra y en la defensa de la revolucion social, asi como sobre las consecuencias de la militarizacion. La Columna de Hierro seria una de las ultimas columnas anarquistas en integrarse en el sistema de brigadas del Ejercito republicano, y su resistencia a la militarizacion le llevaria a enfrentarse a las propias organizaciones del movimiento libertario entregadas a la perpetuacion del estado con la mascara de republicano antifascista. La composicion de la columna de hierro estaba formada en gran parte por presos comunes liberados por la FAI del penal de San Miguel de los Reyes. El espíritu colectivista de la columna de hierro también contagió a otras columnas como la Torres-Benedito o la Peire, que también defendieron las colectividades. Pero más que ninguna otra, ni siquiera la Columna Durruti, la Columna de Hierro actuó a la vez como milicia de guerra y como organización revolucionaria: levantó actas de sus asambleas, publicó un diario («Línea de Fuego»), publicó manifiestos y lanzó comunicados, porque necesitaba explicar sus acciones en la retaguardia y justificar sus movimientos y sus decisiones ante los trabajadores y los campesinos. Se llegó a considerar una colectividad en sí misma. En el pueblo de Benaguacil llegaron a tener un enfrentamiento armado contra los comunistas que controlaban la localidad. Tras un enfrentamiento con varios muertos por ambas partes, el gobierno debió incluso enviar aviones para atacar a la columna anarquista y restablecer el orden burgues republicano. La CNT en aquellos momentos (septiembre y octubre de 1936) estaba negociando su entrada en el Gobierno republicano, y veía las acciones de la columna de hierro , como un boicot a su iniciativa, por lo que también desautorizó a la columna y no hizo nada para contrarrestar los bulos que a partir de entonces se orquestaron para desprestigiarla. Los medios comunistas y republicanos comenzaron entonces a inventarse numerosas acusaciones que los medios anarquistas "oficiales" no desmentían.Los medios anarquistas simpatizantes con la columna apenas podían hacerlo debido a la censura en el bando republicano. la Guardia popular antifascista en una redada mata al anarquista Tiburcio Ariza, al resistirse a su detención. En el funeral que organizan las distintas columnas anarquistas (Torres Benedito, de Hierro y CNT 13), estos pasan cerca del Gobierno Civil que estaba fuertemente armado, esperando un posible ataque. Al llegar a la Plaza de Tetuán, sede del Partido Comunista, vieron que se habían metido en la boca del lobo. Los comunistas se habían preparado, aprovechando la fuerza de un batallón que había vuelto de Madrid, organiza el comandante Eixea un dispositivo de defensa de la plaza. Entonces, un joven comunista protestando ante la ostentación de armas de los anarquistas se acerca a la cabecera y dispara. Este disparo es rápidamente seguido de otros muchos, incluso por fuego de ametralladoras, creándose un caos en la plaza. El combate duró media hora y provocó numerosos heridos (se registraron 56 heridos, de los que 49 eran de la CNT). Hubo en total unos 30 muertos.
La reacción inmediata fue la de querer hacer bajar las fuerzas de Teruel sobre Valencia. Los comunistas tenían ese batallón, la Guardia popular antifascista y unos 300 jóvenes en prácticas militares. Pero el comité de la CNT evitó el enfrentamiento reprendiendo a los responsables de las columnas. Lo último que querían los dirigentes de la CNT en esos momentos eran problemas con el PCE, justo cuando se estaban ultimando los detalles para entrar en el Gobierno. La columna de hierro ante la falta de armas y municiones enviaron a la retaguardia centurias columnas en su busca. Las arrebataron a los guardias de la Guardia Popular Antifascista (GPA), que tenían fusiles y ametralladoras y que los anarquistas veían como un cuerpo lleno de vividores que no tenían el valor suficiente para ir al frente y que se hacían policías. las armas a la guardia popular antifascista. La cuestión entonces en el aire era la militarización de las milicias. Se enviaron delegados desde otros frentes más favorables a la militarización (Centro) para tratar de convencer a los milicianos. También Mariano Vázquez y García Oliver intentaron mediar en el asunto, aunque no se les hizo caso. De todos modos la columna, junto con otras con el mismo parecer, convocaron un pleno de columnas anarquistas para discutir sobre la militarización. Tras el pleno se vio que ésta era inevitable. Casi todas las milicias anarquistas habían aceptado militarizarse. Durante un mes hubo muchos debates en el seno de la columna que fueron provocando bajas voluntarias y expulsiones. Pero finalmente la columna decidió militarizarse. Para hacerlo necesitaba ser relevada.
Bajó del frente en la segunda semana de marzo de 1937 y fue militarizada el 1 de abril, convirtiéndose la 83.ª Brigada Mixta.

This work is in the public domain
Sindicat Terrassa