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Los anarquistas de 1884, ya nos anticipaban cómo afrontar esta pandemia
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per Aliss |
11 nov 2020
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«El habitante de Nápoles se halla tan interesado en el saneamiento de las lagunas de sus ciudad como en el mejoramiento de las condiciones higiénicas de los pueblos situados en las orillas del Ganges, de donde le viene el cólera morboso. La libertad, el bienestar, el porvenir de un montañés perdido entre los desfiladeros de los Apeninos, no dependen únicamente del bienestar o de la miseria en que los vecinos de su aldea se hallen, ni de las condiciones generales del pueblo italiano, sino que dependen también de los trabajadores de América, de Australia, del descubrimiento de un sabio sueco, de las condiciones morales y materiales de los chinos, de la guerra o de la paz existentes en el continente africano, en suma, de todas las circunstancias grandes o pequeñas que, en un punto cualquiera del globo terráqueo, ejerzan su influencia sobre un ser humano.»
La Anarquía, Errico Malatesta. |
En Julio compartí el texto "Los anarquistas versus la plaga. Malatesta y la epidemia de cólera de 1884" (http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/531266), en el que se relata cómo Malatesta y sus compañeros anarquistas, demostraron una alternativa a las políticas del Estado en tiempos de cólera y que, como el texto indica y al contrario de lo que dicen quienes quieren confundir, siguen siendo relevantes y ayudan a preservar la historia del anarquismo. Cuando la epidemia se superó, los anarquistas publicaron un manifiesto en el que se explicaba que las verdaderas causas del cólera, era la pobreza, y que la medicina preventiva para evitar su reaparición, la revolución social. Interpreto que el cólera llegó a Europa a través del ejército francés, que a su regreso de una campaña de conquista por Asia, trajo en sus embarcaciones la desolación de las naciones sometidas, en forma de cólera. El ejército británico también llevó el cólera a Europa tras acudir a la India a aplastar una insurrección anticolonial. Hoy son las multinacionales las que han tomado el relevo a los ejércitos, y son sus grandes certámenes, eventos y ferias comerciales, las que nos "colonizan" y propagan por todos los rincones del mundo occidental, el virus.
Malatesta se entregó por entero a la revolución, levantando y apoyando en Italia, asociaciones de apoyo mutuo para trabajadores y participando en las insurrecciones.
En el mencionado texto nos explican que "tras la unificación de Italia", la riqueza no fluía como en épocas anteriores y "se concentraba en manos de la clase alta". En ese escenario, "los recursos destinados a la salud pública eran parcos, y los hospitales poco higiénicos, hacinados y pobremente equipados...", un panorama con muchas similitudes con el actual.
Los anarquistas entendieron que, con un gobierno manejado por conservadores y una izquierda en la oposición, "contentándose con impulsar reformas insuficientes", debían de crear redes entre "trabajadores, campesinos y familias pobres", para "hacer circular los recursos que necesitaban para sobrevivir, de manera que fuera tomando forma "una visión del mundo en la que el poder, los recursos y la libertad, eran cuestiones compartidas entre todos".
El texto reconoce que "algunos elementos de este escenario (del cólera) son semejantes a la situación que vemos hoy: la economía posindustrial ha dejado a una considerable porción de la población sin empleo estable ni ahorros. Recortes son impuestos en los servicios públicos para enriquecer a unos pocos, mientras el sistema político se dedica principalmente a perseguir a quienes buscan los cambios en este sistema".
Otra de las cuestiones coincidentes, es la devastación en las poblaciones más pobres, cuyas calles eran "rociadas con fenol" por las autoridades o "encendiendo fogones de brea y sulfuro", cuya inutilidad y "fétido humo" transformaron el paisaje urbano de calles desiertas, pues también se prohibieron las reuniones públicas, quedando así paralizada toda la actividad comercial indefinidamente. Salvando los tiempos, algo así lo pudimos vivir con la aplicación de confinamiento en todo el estado español. Todo aquel que, con el cólera, se aventuraba a salir a la calle, "al primer síntoma, se convencían que lo que se respiraba no era aire sino veneno".
En 1884, se negó la existencia de una pandemia de cólera. En 2020, la OMS demoró la declaración de pandemia, mientras los expertos especulaban con diversos tratamientos que se demostraron ineficaces para frenar la pandemia. Tanto en 1884 como en 2020, "el capitalismo no ha sido capaz de proveer para todos los contagiados". El texto incluye "el testimonio de un carpintero francés, el cual resulta particularmente espeluznante en nuestros días cuando el capitalismo nos urge a volver a trabajar incluso si eso significa poner en riesgo nuestras vidas y la de nuestros seres queridos; con una porción de la clase trabajadora dispuesta a obedecer para sobrevivir". Es terrible comprobar cómo los gobiernos y sus autoridades, han intentado eludir toda responsabilidad, proyectándola con acusaciones hacia grupos humanos, amparándose en hipotéticos criterios científico-médicos, estadísticas o la fatalidad.
También se aprovechó la ocasión para culpar a los migrantes, provocándose constantes ataques xenófobos que obligaron a personas contagiadas, a cruzar las fronteras con su mortal enfermedad y a dispersar los contagios por otros países. A causa del cierre de fábricas, tiendas y comercios, las provisiones empezaron a escasear.
La Iglesia Católica no desaprovechó la oportunidad, "para anunciar la epidemia como un castigo divino frente a una sociedad pecaminosa, específicamente como un castigo por el auge del socialismo y del ateísmo". Hoy esa Iglesia nos alerta sobre unos microchips cutáneos "con los que nos quieren controlar", culpando al socialismo de ser el responsable de todos los males del mundo.
En la actual pandemia del covid-19, China ocultó durante un tiempo la aparición del virus, probablemente con la esperanza de poder controlarlo antes de su expansión, pero al constatar la imposibilidad de evitar los contagios, alertó a una comunidad internacional que menospreció al virus y a China, por su gobierno autoritario, confiando en la robustez de los sistemas sanitarios europeos. Cuando en 1884 se produjo el primer brote masivo de cólera en Italia, en la ciudad de La Spezia, se ocultaron las primeras muertes hasta que los militares sitiaron la ciudad porque las aguas se contaminaron, produciendo pánico y hambrunas, hasta que los habitantes de la ciudad no pudieron más e intentaron por la fuerza romper el cerco militar. De la misma manera que con el cólera, las autoridades italianas crearon campos de encierro llamados "lazarettos", el gobierno español se inventó unos hoteles, a los que llamó "arcas de Noé", donde encerrar a personas contagiadas. A pesar de las cuarentenas militares, la extensión del cólera no se neutralizó, más bien al contrario, ya fue imposible ocultar por más tiempo la pandemia y los hospitales no tenían camas suficientes.
Las semejanzas no son casuales, con el covid-19, en países como Brasil o Bolivia se vivieron situaciones que muy bien se podían encontrar en 1884 con la pandemia de cólera. No me refiero al número de muertes, sino a cuerpos abandonados en las calles, a los que nadie se atrevía a acercarse, o a la creación de extensas fosas comunes. Otra de esas imágenes similares, fue la huída masiva de las ciudades de las clases medias, ante la posibilidad de confinamiento por aumento de contagios. En 1884 la burguesía y la aristocracia también "abandonaron rápidamente las ciudades", sin que los controles militares se lo impidieran, sin embargo, no permitían la salida de las personas de las clases más pobres a las que incluso detenían por orden facultativa. Los médicos, desconocedores de tratamientos efectivos contra el cólera, experimentaban con los detenidos de manera atroz, acelerando su muerte.
La sospecha de "que los doctores rara vez se enfermaran", provocó que fueran objeto de asaltos, lo que en ocasiones llevó a "enfrentamientos con los militares que acababan en disturbios", desatándose "un sentimiento de paranoia colectiva" que, las medidas "municipales para sanitizar la ciudad fueron interpretados por las personas pobres como un intento de deshacerse de ellos", en "en una suerte de conspiración para envenenar a la gente pobre", que convirtió a los representantes de la salud, en "artífices de la mortal conspiración" contra los pobres, lo que llevó a que aumentaran los enfrentamientos contra las fuerzas militares, llegando en ocasiones "hasta el enfrentamiento armado".
El siglo anterior a la aparición de la pandemia del cólera, en Italia se vivió un brote de peste bubónica y para atajarlo, el Estado recurrió a "distribuir las fuerzas militares alrededor de la frontera con Francia, para formar un cordón" que controlara el paso de viajeros, con la aplicación de un protocolo de cuarentenas tan contradictorio y arbitrario como cambiante, al igual que sucede en la situación actual, simulando entonces y ahora, que el Estado "estaba tomando medidas contra la epidemia". Los equipajes de esos migrantes, eran fumigados, de manera que estos intentaban eludir tanto los controles, como la cuarentena y la destrucción de sus escasos enseres personales. Parte de la expansión de los contagios fueron propiciados por esos militares que iban de localidad en localidad haciendo los controles. En el texto se nos informa que la policía de Nueva York y Detroit contribuyeron a la expansión del covid-19, llevándolo de barrio en barrio e introduciéndolo en las prisiones, un papel transmisor que en el estado español, corrió a cargo de los carceleros.
Los anarquistas italianos en 1884, lo decían muy claro, "nosotros sostenemos que la continua existencia del cólera y su repentina aparición en Europa, se deben a un ambiente que condujo a su proliferación, ambiente propiciado por el sistema social prevalente". Reconocían que los gastos económicos y el trabajo para desinfectar el delta del Ganges, foco originario del cólera, pero también eran conscientes que los gobiernos gastaban muchísimo dinero más en cuestiones completamente inútiles y desastrosas como las guerras, y que el estado de contaminación del Ganges, era como consecuencia del enriquecimiento "de algún burgués, a partir del sudor y las muertes de la gente empobrecida de la India que emprendería tal operación", y que eso continuaría así "hasta que las condiciones económicas y políticas de la humanidad hayan sido completamente transformadas".
Pero para transformar esas condiciones se hacía necesaria la solidaridad, el apoyo mutuo, señalando al egoísmo y al patriotismo, como parte de las dificultades que impedían "que las personas se unan libremente para mejorar la tierra en la que vivimos". Estos anarquistas descubren la ironía cuando frente al "peligro sanitario latente", las comisiones sanitarias de expertos, "se ponen a la tarea de promulgar medidas que nos harían reír de lo ridículas que son, si no fuera porque nuestra impotencia nos hace llorar de la rabia". Nos alertan que mientras los gobiernos utilizan los fondos públicos para difundir a través de todos los medios de información burgueses, "las opiniones de toda clase de expertos de universidades y academias extranjeras recomendando «coman sano y eviten fatigarse trabajando de más»", a quienes protestan y reclaman mejores condiciones de vida, los reprime y encarcela.
El fracaso de las autoridades sanitarias, militares y gubernamentales para detener el cólera, fue evidente, y grupos de trabajadores organizados en el apoyo mutuo y "la causa emancipatoria", con la colaboración de médicos de confianza, empezaron a asistir a los infectados por el cólera en sus domicilios, y a los que más tarde se unieron activistas de clase media y otros agentes sociales voluntarios y preocupados por la situación, llegando a crear "una organización de ayuda sanitaria que pudiera abarcar toda la ciudad", con un enfoque antiautoritario, conocida como "Cruz Blanca", que llevó a cabo su labor con éxito, y aunque dicha organización se llevó la atención internacional y el "rédito histórico", nada habría sido posible sin la organización radical, que gracias a sus redes de apoyo mutuo, se tuvo acceso "para poder prestar ayuda en los barrios más empobrecidos de la ciudad".
El texto expone que "el cólera profundizó las de por si lamentables condiciones del proletariado, forzando a los patrones a despedir a sus trabajadores, o a sus arrendatarios a cerrar sus tiendas..." Vemos que pese al paso del tiempo y con muchos más conocimientos, avances médicos, tecnologías o infraestructuras, parece que el covid-19 se ha afrontado como el cólera de 1884 o el brote de peste bubónica que se dio en Italia el siglo anterior. Tal vez esa sea la vida en la "nueva normalidad". Una vida insalubre ajustada a las condiciones de la época del nacimiento de la ciencia médica, a la que sólo ciertos privilegiados de clase tienen acceso. Y eso lo hemos podido constatar en la primera ola de contagios, en donde a las personas que se dirigían a los centros de atención primaria con síntomas, se les enviaba para casa a que se mantuvieran en cuarentena, sin hacerles ni una sola prueba. Sin embargo, hemos comprobado como a diversos diputados de diferentes partidos políticos, se les hacían las pruebas oportunas para determinar si estaban contagiados o no, y se saltaban cuando les apetecía, todas las "medidas de seguridad" que se imponían a la población.
Hay una clara diferencia entre aquella época y la actual a pesar de las falsedades de los expertos que difundían y difunden los medios. Hoy no es tan necesaria la voz del experto en los medios, aunque su versión se siga reproduciendo, pues hay otras voces, expertas en la desinformación, la falsificación, la confusión y el engaño, que le están haciendo el juego con sus bulos y dando credibilidad a las premeditadas versiones oficiales, de manera que las verdades que no son medias queden enterradas entre tantas falsedades. Quienes difunden teorías conspiranoicas y bulos, hoy se victimizan diciendo que se les censura y persigue por sus ideas, por decir "la verdad" que los gobiernos "conspiradores" quieren ocultar. Pero no son esas hipotéticas "verdades" las que encubren quienes dirigen los gobiernos, sino un avance decisivo e inquietante hacia un totalitarismo social que han denominado "nueva normalidad" y esas "otras voces" supuestamente perseguidas, lo que pretenden, es conseguir la movilización de esas clases trabajadoras que históricamente se han enfrentado a los gobiernos y a sus "versiones oficiales", solo que en vez de proclamar el apoyo mutuo, claman por derrocar y reemplazar a un gobierno por otro, al grito de "libertad", sin otra convicción y asumiendo los argumentos que se han elaborado desde otros grupos de poder, y sin proyectos revolucionarios a los que acusan de ser responsables de numerosas muertes, como si su neoliberal sistema no fuese mucho más atroz. Los anarquistas de 1884 dicen a aquellos que claman contra "los supuestos excesos de una revolución" que, ante la posibilidad que un nuevo brote estalle y se cobre "el dolor y las muertes de diez revoluciones seguidas", afirman que bastaría "con una revolución para eliminar el cólera y otros cien males para siempre". Una revolución es lo que bastaría para acabar con tanto temor y miedo, y esa verdad, ellos la difundían con la edición de sus publicaciones para los trabajadores, siendo perseguidos por ello.
Otra de esas diferencias es que ante las patrañas e injurias que la burguesía y el clero difundían en la prensa contra los anarquistas italianos, en Le Révolté decían "Compañeros: es inútil perder tiempo refutando las calumnias de estas viles marionetas del poder. Limitémonos a patearlos en donde sea que nos los topemos". Hoy, algunos de los que se dicen anarquistas, se dedican a a difundir parte de esas teorías conspiranoicas en vez de "patearlas". Las organizaciones sociales que dieron lugar a la aparición de la Cruz Blanca hasta su disolución, demostraron "que las iniciativas más efectivas son aquellas impulsadas por los mismos afectados, pues esto les permite definir por sí mismos sus prioridades y necesidades", frente a las iniciativas institucionales de "monarcas, capitalistas y presidentes" que "siempre buscarán mantener a una porción de la población viviendo en condiciones miserables", depositando su "fe" en "unas gotas de agua bendita", antes que en "la ciencia y en el trabajo de la humanidad".
Algunos anarquistas, en vez de promover la creación de grupos de apoyo mutuo y organizarse para la insurrección, se han dedicado a difundir publicaciones para confundir y desviar la atención hacia cuestiones tan irrelevantes como que las mascarillas provocan envenenamientos por dióxido o no permiten respirar, recurriendo al sensacionalismo como al comparar las mascarillas con las mordazas.
"Si en sociedad se encuentran médicos e higienistas, ellos organizarán, a buen seguro, el servicio sanitario. Y si no existen, un gobierno tampoco puede improvisarlos; únicamente podría, merced a la muy justificada sospecha que el pueblo abriga con relación a todo lo que se le impone, rebajar el crédito y la reputación de los médicos existentes y hacerles descuartizar, como envenenadores, cuando tratan de evitar o de combatir las epidemias”»
La Anarquía, Errico Malatesta.
Parece que Malatesta anticipaba la inauguración del hospital Isabel Zendal, situado en Valdebebas (Madrid), para el que todavía no existen ni médicos, ni sanitarios y que la presidenta de la comunidad, espera que surjan del "voluntariado" y del "espíritu vocacional" del personal sanitario. Lo que no nos adelanta, es que una vez superada la pandemia, se podrá traspasar, por un módico precio, a la sanidad privada.
En reiteradas ocasiones se ha negado la existencia de una pandemia, o cuestionado y sin ponerse de acuerdo en las cantidades de muertes, unos acusándolas de excesivas y otros por no estar todas cuantificadas, o afirmando que por la gripe estacional mueren más personas que por el covid-19. La cantidad de informaciones falsas, son incontables.
En el estado español, las muertes por el virus de la Influenza (gripe estacional), entre octubre de 2017 y septiembre de 2018, varían según las fuentes que se consulten. Según el Instituto Nacional de Estadística fueron 1961 personas, pero según el Centro Nacional de Epidemiología, se calculan en 15.000 personas. En solo seis meses, el covid-19 se ha cobrado más de 28.000 personas según el Ministerio de Sanidad, que aumentan a más de 44.000, según la estimación del Sistema de Vigilancia de la Mortalidad Diaria.
El desembarco de la ultraderecha en la política, tiene su reflejo en las redes con la aparición de numerosas teorías o desinformaciones acerca de la pandemia, el covid-19 o las medidas de seguridad frente al contagio.
Kary Mullis, inventor del PCR, nunca dijo que la prueba no sirviera para detectar el virus.
No hay evidencia que la vacuna contra la gripe aumente el riesgo o la gravedad del covid-19 y tampoco la pandemia fue causada por "intoxicación masiva" a través de la vacuna de la gripe o el polisorbato 80 de la vacuna antigripal.
No hay ninguna revista científica que haya publicado informe alguno de la viróloga disidente china, en el que sugería la creación del virus en un laboratorio.
La vacuna de ARN no puede alterar nuestro ADN.
El MMS no cura el coronavirus.
Las redes 5G no tienen relación ni responsabilidad en la aparición de la pandemia.
Tampoco se conoce hasta la fecha tratamiento alguno que sea efectivo con el covid-19.
Las mascarillas no causan hipercapnia, ni hipoxia y estoy convencida que cualquier negacionista que tenga que entrar en el quirófano para una intervención quirúrgica, no pedirá al médico cirujano, ni a sus asistentes, que lo hagan sin mascarilla y los preferirán "amordazados".
Y para los que se refieren al virus como "guerra biológica", informarles que los murciélagos, son los animales mamíferos que más población tienen en el planeta y que son conocidos por su facilidad para la transmisión de enfermedades a otros animales y a seres humanos. Por eso desde hace años se investigan los virus relacionados con murciélagos y sus interacciones con la fauna salvaje. Muchos defensores de las terapias y las medicinas naturales, desconocen que algunas de ellas utilizan tratamientos que por ejemplo contienen escamas de pangolín, y que este mamifero es con el que más se trafica para su caza y venta en el mundo (https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/16-febrero-dia-), hasta el punto de correr riesgo de desaparecer. En un principio se relacionó al pangolín con el Covid-19, pero todavía no hay evidencia científica de ello, aunque un grupo de científicos reconoce en un artículo publicado en Nature (https://www.nature.com/articles/s41586-020-2169-0), que pueden ser portadores de diversos coronavirus relacionados con el SARS-Cov-2.
El ID2020 no propone las vacunaciones masivas. Es un proyecto de identificación digital, y podemos preveer multitud de usos y consecuencias si se implanta, pero afirmar que actualmente tiene relación con vacunas, es falso. Lo que se puede afirmar es que desde una misma fundación, se invierte en vacunas y se invierte en identificación digital, pero entre los objetivos para los que se crea el ID2020, no están las vacunas. (https://id2020.org)
La mayoría de las afirmaciones que niego y considero bulos y desinformaciones intencionadas con finalidad política, se han publicado en esta y otras webs. Es más cómodo aceptar que todos los males del mundo son solo por culpa de Gates, Soros, Ford, Rockefeller..., que reconocer nuestra colaboración con las estrategias reaccionarias de confusión.
También es más sencillo dedicarse a difundir toda esa basura desinformativa para despistar y confundir diciendo que "se lucha por la libertad", que organizarse para crear los grupos de apoyo mutuo entre trabajadores y poblaciones empobrecidas. |
Mira també:
http://disculpen si no tengo blog para poner la 'fuente' |
This work is in the public domain |
Comentaris
Re: Los anarquistas de 1884, ya nos anticipaban cómo afrontar esta pandemia
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per BOD garymascall@yahoo.co.uk |
12 nov 2020
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¿Por qué no dejar de jugar a juegos políticos y tratar de dar a la gente información útil? Como posible tratamiento.
"Identificación de posibles componentes farmacológicos anti-COVID-19 de la cápsula de Lianhuaqingwen de la medicina tradicional china basada en la exposición humana y la detección de biocromatografía ACE2" .....
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2211383520307358#undf |
Re: Los anarquistas de 1884, ya nos anticipaban cómo afrontar esta pandemia
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per Aliss |
12 nov 2020
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Sr ".", usted hace muchas afirmaciones sin documentarlas, sólo aporta documentos cuando puede manipular y tergiversar la realidad para acercarla a su "bulocracia".
¿Pone usted en duda el peligro de extinción de pangolines...? No desvíe la atención hacia el medio. El artículo del National Geographic, sólo documenta el peligro de extinción y yo no hago un análisis político favorable al medio, sino evidenciar una contradicción sobre algunas de las terapias que se dicen naturales, y que parece que a usted le ha molestado que se ponga al descubierto el fraude. Usted también pone en duda el cambio climático y que se produzca como consecuencia de la abusiva actividad humana destructiva, porque afirma que se trata de un proceso "natural". Usted naturaliza ese proceso de devastación, para encubrir actividades extractivas, industriales o de explotación de recursos naturales y nadie le ha tapado la boca a pesar que la difusión de tanta confusión, tiene un claro objetivo político y nada revolucionario.
A todas sus afirmaciones, usted sólo puede aportar fuentes conspiranoicas, negacionistas, ultraconservadoras y de dudosa credibilidad.
No me malinterprete, no estoy diciendo que la fuente de "los contagiados por brucelosis" sea dudosa. Esta la instrumentaliza porque le sirve para justificar su falacia. A lo que me refiero es que "una pifia biotecnológica" documentada, no sirve para demostrar que la pandemia obedezca a otra "pifia" del mismo tipo, ni demuestra que la "pifia" se pueda repetir. Es un conjunto de "pifias" lo que pone en evidencia la infraestructura, y usted se ha puesto en evidencia por la reiteración de bulos fallidos.
Está más que documentado que el tipo de virus que ha producido la actual pandemia, es de la familia de otros virus que se corresponden con los transmitidos por murciélagos, y que han sido utilizados como huésped por el virus, aunque usted prefiera insinuar en ocasiones, y en otras afirmar, que se trata de una "guerra biotecnológica" o "guerra biológica", según la "conspirafuente" que usted consulte.
Todos los datos genómicos del Sars-Cov-2 analizados hasta ahora, han permitido sacar hipótesis sobre su aparición, y conducen hacia la zoonosis, descartando que se trata de una manipulación de laboratorio, porque no se deriva de ningún esqueleto de virus anterior. También es notorio, aunque usted no lo mencione e intente hacernos creer que "es lo que dice todo el mundo" o "la versión oficial", que la diversidad de coronavirus en murciélagos y otras especies, está subestimada (https://gacetamedica.com/investigacion/descifrando-los-origenes-del-sars/). Es más "oficial" o "mayoritaria" su falacia, que la realidad científica que usted prefiere ocultar porque sino sus relatos no serían más que un sinsentido delirante, catastrofista y apocalíptico. Usted odia la naturaleza porque le hace sentir insignificante, y por eso apoya teorías que persisten en su devastación.
También puede adornar sus relatos con maquinaciones indemostrables de las "socialdemocracias", y victimizarse diciendo que "se tapan bocas" o que "le quieren hacer callar". Me parece que su boca no está tapada ni su teclado sin teclas, y nadie le está impidiendo decir tantas aberraciones como ha expresado en esta web, desde que el cigoto es "un ser humano completo", actualizando la teoría pseudocientífica sobre el "humúnculo" de 1694, del doctor David Christianus, una teoría por cierto muy misógina y patriarcal, hasta colarnos como "neutrales" sus "médicos por la verdad", un clon de los nazis-negacionistas de la comisión extraparlamentaria de Hamburgo y con idénticas finalidades que "policías por la libertad", todos remando en la misma dirección que usted.
¿Puede aportar el texto o textos en los que usted afirma que digo que "el estado es sujeto revolucionario"? No lo aporta porque no existe. Soy negacionista del estado como sujeto revolucionario. ¡Ya ve!, al contrario que usted, reconocer mi negacionista no me causa contradicción alguna, ni me victimizo diciendo que me pretenden silenciar. La lógica política del estado, es acallar la disidencia y cuando usted se hace pasar por víctima, demuestra cuál es su conciencia política ante una "represión" hipotética, que sólo es parte de la estrategia de sus discursos.
No sabe ya qué mentiras inventarse, y sigue la vieja y totalitaria estrategia de los autoritarios de descalificar e inventarse acusaciones, porque es incapaz de aportar argumentos, y por eso necesita fabular con todas esas falacias y acusaciones. Cada vez que le recuerdo cuales son las ideas que usted defiende y ha publicado en esta web, desvía la atención hacia otro lado. Cada vez se le nota más torpe y nervioso. |
Re: Los anarquistas de 1884, ya nos anticipaban cómo afrontar esta pandemia
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per Aliss |
13 nov 2020
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¿Juegos políticos? Sr "BOD", déjeme que le haga una pregunta. ¿Qué pretende vendernos usted y qué es lo que le vendo yo? ¿Información útil dice? No tan útil cuando aporta un documento muy técnico y en inglés, del que usted amablemente nos regala la importante conclusión.
Pero pasemos por alto ese irrelevante detalle y veamos de qué nos está hablando, si es información o política.
Usted nos habla de "la cápsula de Lianhuaqingwen". No voy a contradecirle en cuanto a la posible efectividad porque desconozco y no tengo suficientes conocimientos para determinar la acción de refuerzo o antiviral de esas cápsulas sobre el sistema inmunitario y por ello en ese sentido, me callo, pero lo que sí que le diré, es que al tratarse de "cápsulas", por mucha "tradición china" sobre la que se apoye, detrás tiene que haber una farmacéutica.
Y efectivamente, si buscamos información vemos que es un <b>"producto producido por la importante farmacéutica china Yiling Pharmaceutical...</b>, que fue aprobada por la Administración Estatal de <b>Regulación del Mercado</b> de la República Popular de China <b>para agregar indicaciones funcionales a las indicaciones aprobadas originalmente</b>: 'En el tratamiento convencional de la nueva neumonía por coronavirus, Lianhua Qingwen se puede usar para el tipo común de fiebre, tos y fatiga, en el tratamiento que dura de 7 a 10 días'
La eficacia de la cápsula (gránulo) de Lianhua Qingwen en el tratamiento de COVID y los virus de la influenza ha sido confirmada previamente por numerosos estudios in vitro , animales y clínicos...
En este estudio, se descubrió que 'Lianhua Qingwen ejerció su actividad anti-coronavirus al inhibir la replicación del virus y reducir la liberación de citocinas de las células huésped, lo que apoyó la aplicación clínica de LH <b>en combinación con las terapias existentes</b> para tratar COVID-2019'... "
https://www.atmosferasalut.com/dietetica-y-herboristeria?product_id=4086
Es decir, la cápsula de Lianhuaqingwen se recomienda como <b>parte</b> de un tratamiento terapéutico para "la nueva neumonía", sino en "combinación" y no como "la terapia". Y con esto, no pretendo menospreciar la medicina tradicional China ni la cápsula, sino el oportunismo de las farmacéuticas y los Estados.
También le diré, que si se tratara de un remedio de la medicina tradicional China, los componentes serían de dominio público, pero es muy probable que la cápsula tenga una patente de la farmacéutica que la comercializa.
Mi preocupación no es tanto "los virus" como sus graves consecuencias, entre las que también se encuentran las políticas y contra las que también se precisa información.
El texto que he compartido no entra en "juegos políticos", como dice usted, sino en información muy clara, como que, para acabar con el coronavirus, sus defensores y detractores, sus afirmacionistas y negacionistas; para acabar con todo ello a la vez, <b>es necesario el apoyo mutuo y la revolución social</b>.
La cápsula de Lianhuaqingwen, sin dudar de su posible valor frente al coronavirus y otras dolencias, será muy valiosa como paliativo, pero más allá de los síntomas y de la evitación de réplica del virus, no resuelve el resto de consecuencias que nos trae esta pandemia.
Y después de todo lo expresado, es de agradecer su inestimable información.
Los componentes de estas cápsulas, según la fuente consultada, son:
"11 hierbas, incluidas Fructus Forsythiae (Lianqiao)
Flos Lonicerae Japonicae (Jinyinhua)
Herba Ephedrae (Mahuang)
Semen Armeniacae Amarum (Kuxingren)
Radix Isatidis (Banlangen)
Rhizoma Dryopteridis Crassirhizomatis (Mianmaguanzhong)
Herba Houttuyniae (Yuxingcao)
Herba Pogostemonis (Guanghuoxiang)
Radix et Rhizoma Rhei (Dahuang)
Radix et Rhizoma Rhodiolae Crenulatae (Hongjingtian)
Radix et Rhizoma Glycyrrhizae (Gancao)
Además : mentol
Gypsum Fibrosum (Shigao), componente de la Medicina mineral tradicional china. |
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