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[COBIG-brother] El show de Truman y la vida Real
08 jul 2020
    La pandemia del covid19 ha sido una de las cuestiones que más preocupación, titulares, comentarios y polémicas varias ha suscitado desde que se iniciara el año. Muchas de esas fraudulentas polémicas, han sido creadas para desviar la atención sobre las cuestiones esenciales que nos afectan directamente a las clases populares, a través de diversas teorías y múltiples especulaciones sobre conspiraciones disparatadas. Sin embargo hay otros aspectos de esta pandemia, que son los que están creando las circunstancias para esa "nueva normalidad" de la que tanto nos hablan.
    Los gobiernos de muchos países occidentales, por lo general, han optado por la decisión de "convivir con la enfermedad", pues eso es lo que les permite aplicar medidas de excepcionalidad a la carta, sin tener que cambiar de un régimen democrático a uno dictatorial. Esta "plasticidad" totalitaria es uno de los recursos más anhelados para los poderes financieros y los sistemas productivos neoliberales, permitiéndoles llevar a cabo las mayores reformas tecnológicas, en unas condiciones de explotación humana, hasta ahora impensables, y que se han aplicado sin que los movimientos sociales rompan con la paz social impuesta a golpe de pandemia y bajo control militar y policial.

    El escenario en el que deben desenvolverse los actores políticos, sociales y las clases populares, es nuevo para todxs, y es perceptible que la lucha, más que dirimirse en las calles, se lleva al terreno de la eficiente gestión de la situación, en base a estadísticas y cifras que mezclan contagiadxs, "recuperadxs", muertxs, con números de camas hospitalarias de UCIS, respiradores, hospitales de campaña, personal médico y sanitario..., pero prescindiendo del mínimo refuerzo del sistema sanitario público y sin dotar de medios a sus trabajadorxs, así como proclamar la reactivación de la actividad productiva, obviando el abitual abandono empresarial sobre las medidas básicas de seguridad frente al contagio, pues, como decía, la estrategia de estos gobiernos, no es la de erradicar la enfermedad, sino la de acabar con lxs contagiadxs, o bien porque fallezcan, o bien porque se "recuperen" y formen parte del grupo con desarrollo de anticuerpos, que optarán a "privilegiadas" formas de explotación laboral.

    En este contexto, las pequeñas y medianas empresas y lxs autónomxs, ven seriamente amenazadas su supervivencia y continuidad comercial, y no tendrán opción para retomar su actividad lanoral, sino se reconsidera el cambio del sistema de gestión privada, por otros como por ejemplo la cogestión o la autogestión.

    Pero no quisiera seguir profundizando sobre las nuevas tecnologías y las viejas estrategias para reformar las condiciones de explotación laboral de las clases obreras, ni tampoco la creación de un escenario ideal para reforzar y multiplicar las medidas y nuevos medios para el control social, travestidas de seguridad sanitaria, sino señalar otra cuestión que, pese a ser endémica, salió a la luz con la aparición de la pandemia y, aunque no es una cuestión menor, desapareció rápidamente del interés de los medios de comunicación de masas, de la opinión pública y las redes sociales virtuales.

    Me refiero a la corrupción del llamado "rey emérito", que no se refiere a "un caso individual" de gestión, ni a un momento concreto, sino a la historia de una institución, la monarquía, que siempre se ha fortalecido del esfuerzo de las clases populares sometidas a su prosperidad, manutención y alimento.

    Esta grave situación de corrupción, aunque no debería de sorprender a nadie, ha sido puesta en evidencia a raíz de una investigación de la fiscalía suiza y no del país y su gobierno que el antiguo monarca ha parasitado, mientras las clases populares pasaban por las circunstancias de precariedad y crisis sociales, provocadas desde las propias instituciones del estado español y sus múltiples poderes políticos, económicos, mediáticos, sociales, etc...

    A nadie en el poder le interesa que el viejo monarca de cuentas de la avaricia y ambición desmedida de sus andanzas, porque todas las instituciones eran conocedoras de ellas mientras miraban hacia otro lado, disculpando incluso las circunstancias menores que no podían ocultar y que afloraban en algunos medios de comunicación.

    La vida amorosa del rey emérito no es una cuestión relevante, porque lo verdaderamente importante es todo ese sistema de complicidades que se construía y blindaba, para que el antiguo monarca pudiese colmar con plena y satisfecha impunidad, sus más "ardientes" deseos con meretrices o con múltiples amantes, en mansiones, lupanares, viajes de cacerías o acuerdos comerciales, siempre amparados bajo "los intereses de Estado", y muy probablemente rodeados de todo tipo de lujos y excesos, propios de una personalidad que nos ha querido demostrar que para él, con la cobertura del estado y sus instituciones, no existen límites que valgan, por mucho que la población haya sido sometida a las condiciones de vida más precarizadas y a la pobreza más miserable.

    Con la investigación de la fiscalía suiza se recupera la memoria de aquellos años en los que la joven figura del rey Juan Carlos I y la monarquía, estaban seriamente cuestionadas y en vías de extinción. Me refiero a esos años en los que la llamada transición española, intentaba enmascarar los planes de desarrollo que el viejo dictador había previsto para el país y sus pobladores, como continuación de la dictadura del viejo régimen.

    Durante la dictadura española, y más concretamente en los años que se refieren a la última década, se puso en evidencia que ese mito de "no colaboración" de los países democráticos con regímenes fascistas, nazis y dictatoriales, no fue más que otro fraude y un espejismo creado para abrir las puertas de atrás de esos estados, y llevar a cabo la transformación del sistema dictatorial, hacia la monarquía de una democracia parlamentaria al uso europeo.

    En esa época de "transacción" de dictadura a democracia, la figura del rey y la monarquía en el territorio español, estaban muy desacreditadas, tanto que al monarca tuvieron que proponerlo como candidato a un premio nobel, con el único reconocimiento de las cualidades de un "pelele" de estupidez "campechana".

    En esa etapa se mantuvo un absoluto silencio sobre las etapas más escabrosas de la vida del joven monarca, como la extraña muerte de su hermano, que se cerró con el "comodín" judicial de "trágico accidente".

    Para recuperar a la institución monárquica y a su rey, seis años después de la muerte del dictador se tuvo que preparar un golpe de estado que se ha calificado de "fallido", y que sospecho, fue todo todo un éxito porque consiguió su principal objetivo, que el "elefante blanco", fuese aclamado y reconocido en su papel de "salvador" de los valores de la joven democracia española. En la cultura occidental, el término "elefante blanco" hace referencia a las posesiones que producen más gastos que beneficios, o que son problemáticas para su propietario y beneficiosas para quienes se aprovechan de ellas. Es decir, la metáfora del "elefante blanco" no era más que una premonición de lo que le esperaba al país y a las clases trabajadoras, su ruina total.

    El éxito del golpe de estado del 23F, no hubiese sido posible sin la colaboración de instituciones como la de los servicios secretos españoles del CESID o de la Guardia Civil, tanto es así que tres años después de la muerte del dictador y tres años antes del 23F, un grupo de militares y altos cargos policiales planearon llevar a cabo una intentona golpista. Su descubrimiento se saldó con condenas simbólicas para los considerados "cabecillas", que la justicia española acabó convirtiendo el ruido de sables de la "operación Galaxia", en una tertulia de café.

    Algunos de los actores principales de ese intento de golpe de estado, reaparecerán de nuevo en sus papeles el 23F, pero en esta ocasión como marionetas de las instituciones del nuevo poder emergente que iban a reconducir el país.

    No me cabe la menor duda que el ensayo de la "operación Galaxia", fue determinante en el desarrollo de los acontecimientos del 23 F, solo que quienes movieron los hilos de las marionetas armadas que asaltaron el Congreso, no fueron los mismos que los del "galáctico" intento fallido.

    La institución de la monarquía adquirió así un papel determinante para la instauración de un sistema que se proyectaba, no hacia los sables de los militares, sino a las agitaciones populares y armadas en las calles, frente a las que las fuerzas armadas y todo el gobierno, sentían fundados temores que pudiesen desbaratar sus modélicos planes de "transición" que avalasen la imposibilidad de perseguir los crímenes de la dictadura, dar cobertura de impunidad y méritos a sus principales criminaless y sacar brillo a una institución y figura monárquica que gran parte de la población, sentía como impuesta y parasitaria.

    Al reafirmar y fortalecer la monarquía se creaba un espacio de inmunidad, en el que toda la familia real, sus contactos empresariales y las transacciones económicas que en él se realizaran, adquirían la condición de impunes al ser tratadas como cuestiones de estado. Es en esa "territorialidad" de la institución real donde se podían desarrollar las más diversas e inspiradas formas de corrupción, desde las que fortalecer a los grandes grupos financieros nacionales e internacionales y a la propia institución monárquica, siendo sus principales benefactores, directa o indirectamente, lxs integrantes de la familia real.

    Por eso no es nada extraordinario que Iñaki, el yerno del emérito, reprodujera lo que veía hacer a "la familia" de una forma descarada y sin aportar la cuota de beneficio a algunxs de lxs otrxs miembros de la realeza. Es ahí, con el descubrimiento del caso Noos, cuando el emérito pronuncia ese falso discurso de "la ley es igual para todxs", y si no fuese por una rotura de cadera real, probablemente no se habría hecho público el accidental suceso de las veleidades amatorias del emérito monarca y sus despreciables habilidades para exterminar elefantes en Botswana y las condiciones de vida de trabajadorxs, en el país que decía que regentaba; cuando su verdadero reino era el de la corrupción en su máxima expresión.

    En las actuales circunstancias de cese de muchas actividades productivas, grandes poblaciones de paro, aumento de pobreza, reconversión tecno-industrial, cese de muchos de los pequeños negocios familiares y toda la devastación de la naturaleza y de la condición humana o el desvío de fondos sociales hacia las economías de las grandes industrias y la generación de una mayor pobreza de las condiciones de vida de las clases obreras, la corrupción de la institución monárquica evita entrar en el territorio de lo político y se relega a los informativos edulcorados, la prensa rosa, los comentarios de tertulianos, etc..., intentando crear una "catarsis" de hastío popular que permita renacer a la monarquía desde la figura de un nuevo y joven monarca que, con su ya reducido entorno familiar, reaparezca junto a la reina y sus hijas herederas, en preparados entornos productivos popularizados, como los campos en la recogida de la fruta, hablando con temporeros, pero respaldado por los industriales; o en hospitales felicitando la labor de los equipos médicos y sanitarios, conversando con las personas ingresadas y rodeados de alcaldxs, presidentxs de comunidad, ministrxs o altos cargos de responsabilidad política, financiera o empresarial.

    Esa estrategia de la impostada cercanía entre la monarquía y el pueblo, también la recorrió hace años su emérito padre y los medios de comunicación burgueses de masas, sometieron, como ocurre ahora con la pandemia, a la manipulación de su particular "show de Truman".

    Se me ocurre pensar que personas con sentimientos y actitudes revolucionarias, no deberían entrar en el barro de cuestiones que desde sus ideas y pensamientos están ampliamente superadas. Cualquier revolucionarix que se declare partidarix de la monarquía en el estado español o en cualquier parte del mundo, no es más que un farsante que alimenta y alienta las reaccionarias ideas autoritarias.

    Pero también se me ocurre pensar que esta institución real, no es muy diferente al resto de instituciones que sustentan este sistema. Cierto que parece dotada de un rango superior por su inmunidad, pero como el resto de instituciones, no es otra más, sino la que sustentan el resto, y a su vez, se sustentan todas y por tanto es fundamental derrocarla. Su corrupción no es más que el reflejo de todas las corruptelas que se manejan en otras partes y hacia la que miran y aspiran las instituciones de los estados. La corona de la realeza se encuentra nomás en la punta del iceberg de la corrupción, de ahí la urgencia para descabezarla y ver como emergen el resto de cabezas de esa hidra.

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Comentaris

Re: [COBIG-brother] El show de Truman y la vida Real
09 jul 2020
La palabrería sin sentido es cosa de politicxs de todo color... Nada nuevo para lxs anarquistas. Tampoco es preocuparse por procesos capitalistas de "pequeñas empresas" que se jodan en las crisis permanentes que caracterizan ese sistema podrido. La auto-organización y el apoyo mutuo eran, son y serán los únicos herramientas fiables para lxs anarquistas. Todo lo demás es perder el tiempo.
Re: [COBIG-brother] El show de Truman y la vida Real
13 jul 2020
En mi opinión, su comentario es un tanto reduccionista y alejado de la realidad. ¿Sabe usted que hoy, buena parte de esas pequeñas empresas, son trabajadorxs autónomos? A eso le han llamado subcontratación, haciendo un contrato de trabajo a una persona autónoma, que se constituye en pequeña empresa, para que trabaje junto a todxs lxs miembros de su familia.

A esas herramientas "únicas" que menciona, se le olvidan unas cuentas. Le recordaré una: la autogestión.

Si decir que las instituciones son las que refuerzan este sistema de corrupciones, llamado democracia parlamentaria, es "palabrería sin sentido" y "es cosa de políticos", nomás aclararle que los políticos son los que viven de ese sistema, y nadie entra en él para derribarlo y desde dentro, no se derriba, se fortalece.

A mi me parece que hay bastante más palabrería sin sentido en sus cuatro líneas, que en todo el texto, en el que no se muestra preocupación por las "pequeñas empresa", sino que expone que las medidas excepcionales, se han planteado de manera que afectarán especialmente a trabajadorxs autónomos y a pequeños comercios de barrio que son la mayoría de esas "pequeñas empresas". Pero eso es solo una parte de lo que se dice en el texto, que apenas ocupa unas pocas líneas, pero es a la que se aferra, para decir algo, como haría cualquier "político de todo color..."

¿Si no tenemos en cuenta cómo son y se desarrollan los procesos capitalistas, cómo los vamos a combatir? Los "palos de ciego" no me suena como herramienta anarquista.

Lo nuevo para "lxs anarquistas", sería reconocer que toda esa corrupción institucional organizada, también les afecta y no se "pierde el tiempo" mirando hacia otro lado.
Sindicat Terrassa