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[COBIG-BROTHER] El virus del control, la enfermedad del totalitarismo neoliberal (Parte 2)
22 jun 2020
2ª parte del texto sobre el virus del control...
Llenaron tanto las cunetas de asesinados, que tuvieron que empezar a matarlos legalmente

En los USA, la mayoría de asesinados por brutalidad policial, son personas de las clases obreras negras, y en otras partes, obrerxs cada unx con su propio color de piel. Pero los policías no son los únicos que nos matan. También están quienes se encuentran muy cerca ideológicamente de ellos, los paramilitares, los neonazis como los que en el estado español asesinaron a Lucrecia, a Palomino, a Roger, a Guillem Agulló..., o directa o indirectamente por lxs carcelerxs y sus prisiones, Xosé Tarrío, Paco Ortiz, Romera Chuliá, Kike Mur, Agustín Rueda…, o los que recientemente en California, y con pocos días de diferencia, han ahorcado a dos jóvenes negros, Malcolm y Robert Faller.

En épocas anteriores, era los propios Estados los que asesinaban: «Txiki», Otaegi, Humberto Baena, Ramón García Sanz, Sánchez Bravo, Oriol Solé, Puig Antich, Granados, Delgado, Ferrer i Guardia...

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El capitalismo es el único sistema que te ofrece la opción de morir de muchas maneras

Y mientras nos van matando de poco a poco, sus industrias nos envenenan el aire y sus petroleros matan toda vida en los océanos. Recientemente las 21.000 toneladas de un petrolero ruso han sido vertidas en el Ártico.

¿Y frente a tanto desastre, a qué destinan el dinero público los gobiernos? Pues el gobierno español, por ejemplo, entre un millón de promesas en inversiones sociales y en plena pandemia, invirtió 21.000 millones en tanques, pero no en tanques de oxígeno para poder respirar, sino en carros de combate de última generación, como si al virus se le combatiera a cañonazos y no con respiradores. Parte del dinero del Banco Central Europeo que los países van a destinar a “la crisis”, una vez más acabarán en las empresas e instituciones del poder, y serán estas las que determinarán a qué grupos sociales destinar unas migajas. Es como cuando se produce la aprehensión de un alijo de droga, armas y dinero por la policía, parte de esa droga, armas y dinero incautados, nunca alcanzan el destino de su intervención.

El trabajo ennoblece tanto, que las fortunas reales se consiguieron del trabajo de lxs demás

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Este es el controvertido y complejo mundo que nos ha tocado vivir, y que a su vez es inabarcable para explicar, y porque además no es explicable lo que no tiene sentido o sólo tiene un sentido. ¿Qué sentido tiene un país democrático, con monarquía parlamentaria, y con un emérito que cuando fue rey destacó por sus limitadas capacidades intelectuales, pero con una sobrada experiencia en prostíbulos, cacerías o con una insaciable ambición y avaricia desmedidas y una impune predisposición a la corrupción? Para el neoliberalismo, de la tendencia que sea, tiene todo el sentido, y por eso a su hijo, el actual monarca, lo tienen desfilando por las vanidosas pasarelas de las “humanidades”, emulando la rancia caridad de las aristocracias.

Esta es la "nueva normalidad", la de restregarnos por la cara todos los abusos de sus miserables privilegios, y decirnos después que estos van a continuar en su renovada versión de quinta generación (5G). Contradiciendo las manipulaciones de las posverdades de la ultraderecha, es cierto que el 5G no causa el coronavirus, sino es este (el virus) el que acaba provocando la implantación del 5G.

La revolución de las nuevas tecnologías con las reaccionarias viejas mentiras

La ciencia y la tecnología avanzan al ritmo de un vértigo que nos repite que "todo irá bien" mientras vamos cayendo. Nos dicen que en breve, los mejores cirujanos podrán salvarnos la vida con una intervención quirúrgica, desde 1000 kilómetros de distancia. Nos mienten constantemente sobre las bondades de los avances tecnológicos. Esos cirujanos tan experimentados, jamás oirán mencionar nuestros nombres, y cuando nos llegue la muerte, lo hará con la misma o mayor desatención médica.

Tampoco es cierto que con el teletrabajo de esta "nueva normalidad", podremos desarrollar nuestra “actividad laboral” desde casa con total seguridad. La limpieza de las calles, la recogida de las basuras, el aseo de los lavabos, barrer las habitaciones de los hoteles..., esas y muchas otras tareas más para el poder adquisitivo, seguiremos haciéndolas lxs mismxs doblando la espalda y con los pies hinchados. Y aquellxs que sí que puedan trabajar con un ordenador desde sus casas, que sepan que su vivienda, dejará de ser suya y se convertirá en una franquicia o delegación de la empresa para la que trabajen, y que además, tendrán que pagar por trabajar. Pagar el alquiler, la luz que consuman con el trabajo, el teléfono, la conexión a internet, probablemente el ordenador, el agua, el mobiliario y todo lo que utilicen en su actividad laboral, y además, disponibilidad a tiempo completo. Y todo eso dejará de ser un gasto para las empresas, no remunerado. Tu casa dejará de ser tu casa para ser el puesto de trabajo que te ofrece la empresa que te contrata, y puede que en un nuevo estadio de "otra nueva normalidad", aunque pagues el alquiler, la empresa te podrá desahuciar por falta de productividad, bajo rendimiento o falta de demanda en el mercado.

El salario vital como chantaje de supervivencia

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Esto que no parece más que un atormentado delirio, empieza a dejar de serlo cuando se escucha al presidente del gobierno decir que, “la mejor herramienta para afrontar esta pandemia y su confinamiento, han sido los ERTE’s”. Ni destinar un mayor presupuesto a la sanidad pública, ni cambiar el destructivo modelo económico y de explotación laboral, ni cambiar el modelo de las grandes ciudades para vivir en los territorios despoblados, ni tampoco acabar con el uso de los plásticos, que ahora encontraremos contaminando cualquier parte en su versión enguantada, ni nada que pueda significar un cambio real y radical, sino todo lo mismo, pero más precarizado y con el chantaje de un salario vital para agonizar.

Con “la nueva normalidad” no determinan cuál será el modelo social, sino cuál va a ser el modelo neoliberal

Y mientras tanto, nos seguirán diciendo que no hay calentamiento global, ni aumento del nivel de los océanos, ni especies que estamos extinguiendo, ni tienen importancia las deforestaciones o la contaminación del extractivismo, y que el planeta se calienta desde siempre, y los niveles de los mares han estado en constante y lento aumento, y que de siempre el aire tenía contaminación por otros gases que emanaban volcanes o mil historias más de las que culparán al capitalismo de las socialdemocracias y las falsas izquierdas. Nos hablarán del sufrimiento del “proletariado” y “el genocidio que se está librando en su contra a través de las eugenésicas estrategias de la industria abortista socialdemócrata y malthusiana”, una retórica que esconde cuestiones tan elementales como evidentes.

La invención de un genocidio y las estadísticas mortales como ejercicios de distracción y extensión del miedo

Brasil e Irán son dos de los países en los que más muertes y contagios se están produciendo por el virus. No cabe la menor duda que a sus gobiernos no se ls puede tachar de socialdemócratas, pero igualmente imponen la muerte a sus clases más empobrecidas. Colombia, Bolivia, Ecuador también están siendo azotadas por el contagio y sus gobiernos poco o nada tienen que ver con las socialdemocracias europeas. Sin embargo estos embaucadores de retorcidos argumentos, cuando se les rebate, desvían la atención hacia cuestiones como el “genocidio abortista”, refiriéndose a la vida celular de los cigotos como “seres humanos completos y los más desvalidos con todas las capacidades cognitivas y volitivas desarrolladas”. Su intención no es otra que la manipulación emocional con la posverdad, cualquiera que profundice un poco en la concepción humana, sabrá que muchas de esas capacidades que definen al ser como humano, aparte de las congénitas, se desarrollan tras el nacimiento y la integración del recién nacido en su contexto.

En ese baile de confusiones además aparecen los métodos anticonceptivos, a los que también consideran parte de la estrategia del “genocidio de embriones humanos” y de la eugenesia. Semejante disparate es insostenible y aunque intentan no entrar en ese terreno, cuando no pueden evitarlo, estúpidamente sostienen su falta de razonamientos y se reafirman, para acto seguido desviar la atención hacia otras cuestiones sobre las que avivar las polémicas.

Onanismo, una habitual práctica eugenésica, solitaria y genocida del proletariado

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Los métodos anticonceptivos, como su nombre indica, evitan la concepción, por tanto tal “genocidio” es inexistente. La eugenesia hace referencia a una selección de la linea de descendencia, para conseguir las que se suponían mejores cualidades para los intereses humanos o del Estado. Así la eugenesia se aplicó para el “mejoramiento” de los cultivos vegetales, de los diversos animales de los rebaños o manadas o de los seres humanos. Con la interrupción voluntaria del embarazo ni tan siquiera hay selección celular, pues se desconocen sus características y la unión sexual no se hace teniendo en cuenta las cualidades de lxs amantes, sino por el impulso sexual que desata su pasión amorosa o sexual.

Con los métodos anticonceptivos, al no haber concepción, es una estupidez hablar de selección alguna. Pero las verdades solo les preocupan a los ultraconservadores para poder recortarlas y manipularlas a su conveniencia.

Para estas retrógradas mentalidades, la única unión sexual “natural”, es la de un hombre y una mujer, con finalidad de procrear, y el único anticonceptivo aceptado, la castidad, o como ellos la prefieren llamar, la abstinencia sexual.

Cuando la semilla de dios decide okupar tu vientre, para que no entre el libinidoso diablo

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Recientemente hemos conocido testimonios de algunos de los voceros de esos discursos del odio. Antes de la pandemia, frente a la denuncia sobre las opresiones del capitalismo y el patriarcado, ellos sostenían que los problemas del mundo eran causa de las socialdemocracias feministas. Tras la pandemia, esos discursos se han revisado, y han incorporado numerosas conspiraciones, pasando los feminismos de ser actrices principales a secundarias o colaterales, y centrándose en las socialdemocracias que le ganaban terreno.

Parte de sus discursos, lo mismo que en épocas de la Inquisición eran causados por el diablo, han rescatado esa figura que simbolizaba el mal. Ya no es dios quien nos “castiga” por nuestro desapego, sino que somos títeres de los siervos de Lucifer y su atracción. El fanatismo de estos reaccionarios militantes, vería antes el diablo en la imagen de cualquier socialdemócrata que en la de Trump o Bolsonaro.

La espiritual morada de la obediencia ciega

Dejando de lado las “endiabladas” fantasías de estos discursos, podemos descubrir que es en ese aspecto espiritual de los seres humanos, en el que es más fácil encontrar la sumisión y su obediencia ciega: la fe. Y frente a la fe, no hay razón o argumento que sirva. La socialdemocracia, al igual que el imperio romano, se ha ocupado principalmente en la obtención de mayores beneficios rápidamente, y las creencias espirituales y religiosas le han preocupado poco.

Los ultraconservadores por el contrario, siguen fieles a sus creencias religiosas, porque todos sus crímenes y abusos quedan justificados bajo la lucha contra el mal. Mientras que para estos reaccionarios los atentados de cualquier grupo de izquierda son terrorismo, los que ejecutan sus camaradas ultraconservadores son ejemplares muestras de patriotismo.

Cuando entramos a formar parte del enemigo, y no lo reconocemos

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Las infiltraciones de estos profesos militantes del odio, se extienden tanto en el mundo virtual de las redes sociales, como en las organizaciones sociales e instituciones del Estado. Las redes virtuales por su inmediatez y anonimato, son un medio ideal para la difusión de todo tipo de bulos y teorías conspiranoicas. Las asociaciones de las organizaciones sociales o las instituciones, sino son declaradamente reaccionarias, deben ir con cierta prudencia, pues sus comunicados afectan a todo el colectivo que probablemente no compartirá dichas opiniones, y es por ello que primero deben de promover en su interior toda una serie de debates para confundir y orientar las opiniones hacia donde les interesa. Dependiendo de la fuerza que dispongan dentro de la asociación, podrán tomar el poder y excluir a la disidencia, o en caso de ser minoría, insistir o provocar su boicot a base de polémicas estériles que desvían la atención del trabajo colectivo.

Entre esos grupos hay asociaciones tan diversas como las de orden religioso, como policiales, sindicatos de todo tipo de funcionariado (fuerzas del orden, carceleros, fiscales, jueces…),fundaciones de huérfanos, asociaciones de víctimas del terrorismo, etc. Personas todas ellas muy integradas en la sociedad del estado español y que han sentido la necesidad de reaccionar frente a lo que consideran una involución de los valores tradicionales, verdaderos, únicos y naturales.

“No nos dan miedo las ruinas…”

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Más allá de esta polarizada confrontación intentan hacernos creer que no hay nada, que es tierra quemada, y sin embargo en las periferias hay diferentes proyectos que se desarrollan evitando ser parte de esa lucha por el poder, porque la difusión de todas esas medias verdades, teorías de las conspiraciones o bulos, nos convierten en carne de cañón de esa “guerra”. Por ello, estos ultraconservadores apelan a la procreación proletaria y arremeten contra la interrupción voluntaria del embarazo como instrumento del diablo, equiparando a las mujeres que asumen esa decisión, como genocidas.

De la lucha de clases, a las clases de luchas

Y es precisamente en esas periferias en los márgenes de esas luchas de poder, en las que pueden brotar revueltas como las que la oportunista pandemia ha silenciado, ocultando los referentes para la indignación y la rabia popular.

Hay que evitar ser parte del engaño de cualquiera de las partes en pugna por el control del poder y organizarnos para dar una respuesta clara y básica que pueda ser experimentada y llevada a cabo en cualquier parte del mundo, cada cual con sus medios y recursos. El colapso tecnológico, puede acabar con gran parte de las expectativas de control por parte del poder, y quedar tan debilitado que tengamos que recurrir a lo más elemental. Empecemos por recuperar el mundo de las complicidades y los afectos, y no dejemos de conspirar en una red de barrios para desmontar las grandes ciudades. Sin ellas, el neoliberalismo pierde su oxígeno.

No hay futuros para la revolución porque la revolución sólo puede ser presente.

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Comentaris

Re: [COBIG-BROTHER] El virus del control, la enfermedad del totalitarismo neoliberal (Parte 2)
23 jun 2020
Buenas Aliss:

En las dos últimas décadas SIEMPRE que alguna persona u organización ha empleado el concepto "neoliberal" en lugar de "capitalista" ha sido para proteger al capitalismo keynesiano. ¿Qué problema hay? Pues que un funcionariado estatal se nutre de la porción tributaria de la plusvalia por lo que invariablemente toma posiciones anti revolucionarias, generalmente lanzándose al silenciamiento cuando no la represión de los anarquistas y espartaquistas proletarios. Estamos en una especie de "neomaoismo globalista", mediante el cual clases medias estatistas intentan concentrarnos bajo la egida de un funcionariado global mundiestatista, pero para sostener a su modelo de capitalismo necesitan el keynesianismo, sino no podrian mantener la exlotación.

La cuestión es pues crucial para el proletariado, no es solo el neoliberalismo, también es el keynesianismo, y de hecho cada vez lo es más, el problema al constituir no solo el método sino el método principal de la explotación.
Re: [COBIG-BROTHER] El virus del control, la enfermedad del totalitarismo neoliberal (Parte 2)
26 jun 2020
Sr ".", me importa muy poco la utilización que usted interpreta sobre lo que han hecho otrxs con el término neoliberal, sean individualidades o grupos organizados. Sé a lo que me refiero e intento, al contrario que usted, cada vez que sale el término, contextualizarlo en vez de confundir con argumentos falaces y sesgados.

Ese capitalismo keynesiano que tanto le preocupa, dejó su espacio al ser superado por el capitalismo neoliberal. Y usted pretende que nos ocupemos y preocupemos, por algo que quedó atrás.

Usted debería saber que el keynesianismo proponía entre otras cosas, el máximo empleo de recursos económicos, y el neoliberalismo es el que precarizó los modelos de contratación de las clases obreras y la paulatina pérdida de derechos, algo que con esta pandemia, avanza en su escalada para empobrecer a las clases trabajadoras.

El keynesianismo salvó al capitalismo liberal con proyectos como el desarrollismo o el estado del bienestar y llegó hasta los años 70 aproximadamente, en los que surgieron nuevos tipos de crisis que cuestionaron ese liberalismo, y es ahí cuando aparece el neoliberalismo, para hacer renacer de sus cenizas al capitalismo en su nueva modalidad.

También debería saber que el keynesianismo hacía referencia al pleno empleo, mientras que el neoliberalismo demolió esa idea, proponiendo grandes bolsas de población en el desempleo, para avaratar salarios y neutralizar la mayoría de los derechos conseguidos en las luchas obreras.

Usted anda bastante desfasado, y como viene siendo habitual, intenta retrotraernos hasta tiempos de oscuridad y privaciones de libertad en los que las clases obreras, como sucede ahora, eran las que se veían arrastradas hacia las consecuencias de pobreza más miserables. Y para las que las organizaciones religiosas, aparecían como las que ofrecían caridad a cambio de rezo, contricción y aceptación de sus normas morales.

Usted no es más que un inventor de falsas teorías, a las que siempre le coloca el prefijo "neo" y con unos discursos tan retorcidos que dudo mucho que sean comprensibles por nadie. Eso sí, la sensación que da es que o bien es usted un intelectual especialista o un charlatán de tertulias conspiranoicas.

En ocasiones incluso llega a parecer un "esencialista" que nos dice que no hay más lucha, ni antiracista, ni antipatriarcal, ni anticapitalista, ni anticolonial, ni nada que no sea proletario. Y luego la reformista socialdemócrata soy yo.

Usted se expresa a favor, yo en contra. Usted refuerza el estado y se ha manifestado en otras ocasiones como partidario de un estatismo concreto y cuando se expresa como "anti", es para socavar luchas por libertades y derechos como contra la interrupción voluntaria del embarazo y a favor de los eugenesistas paritorios proletarios como en el nazismo.

Lo que usted pueda decirnos nos conduce siempre a ese mismo horror totalitario disfrazado de "proletario espartaquista".

PD.
Tremenda la lucha del señor "mecanismo". Anuncia con grandes titulares su "boicot" y su marcha, y aquí lo tenemos otra vez parasitando como una sanguijuela.
Sindicat Terrassa