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Notícies :: guerra
Militares pretenden enterrar la libre expresion.
14 abr 2020
La estrategia de la ultraderecha mundial y de los militares, para acabar con un internet libre y con la libre expresión.
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El coronavirus es la excusa de hoy día, para pretender enterrar la libre expresión, y controlar todo el flujo internacional de la información. Es el gran pretexto, alibi o “justificación”, para desatar una gran persecución y censura contra los medios de información alternativo, contra la prensa libre y las redes sociales, que son la voz de los que carecen de los medios masivos de información de la derecha mundial. Los grandes centros de poder del orden establecido: EEUU, y su NATO, y todos los gobiernos autoritarios de derecha y ultraderecha, vienen agitando el espantajo de la “falsa información” alrededor de la pandemia. El secretismo en torno a la información militar, que los propios militares consideran amenazada (por Assange y todo periodista que se atreva a denunciar cuestiones engorrosas y sucias en filas castrenses), también es una detonante. EEUU amenaza con cerrar los medios alternativos de noticias rusos como Sputnik y RT, acusándolos de difundir información falsa en torno al coronavirus, pero sin presentar pruebas, aunque es evidente que al Imperio no le gusta nada que esos medios hayan denunciado que un capitán de la United States Navy, hay sido destituido porque se atrevió a decir públicamente que había casos de contagiados en el portaaviones USS Theodore Roosevelt (hoy ya hay mas de 500 casos), y otros casos parecidos. La filtración de esta información, según ellos, es un delito imperdonable. Hoy día la NATO amenaza con tomar medidas contra esos medios rusos y contra todos lo otros alrededor del mundo que contradigan lo que el Pentágono afirme y diga. Por eso mañana miércoles se reunirá la NATO para ver que medidas toman contra todos lo que o contra quien se manifieste públicamente “sin permiso” opinando sobre el desarrollo de esta pandemia.
Pero lo que ellos llaman información falsa, es porque no está aprobada por ellos, con su luz verde. Existe un plan muy obscuro, como el periodo del medioevo y de la Inquisición, de controlar todo el flujo de información, y quemar en la hoguera de la censura a todo aquel que levante su voz opinando libremente, ellos desean no solo controlar todo medio de información, sino que además, controlar totalmente internet. Ella seria edificada de nuevo, y con nuevas reglas, toda información seria previamente filtrada por la censura, y seria creada una verdad oficial y dogmática; la de ellos. Toda la demás no saldría a luz, y se consideraría blasfemia, calumnias y herejía. Una versión moderna del Santo Oficio. Todo lo que ellos no aprueben y no tenga el sello de visto bueno, será declarada información falsa, (ver como se establecerá ese tipo de nueva y omnipotente internet oficial, en la novela “Operación Cronos”).
La libertad de expresión será declarada delito, criminalizada, y perseguida implacablemente, sacrificada en el altar militar de la NATO de la seguridad nacional y de occidente. En esta empresa están también todos los regímenes de derecha y ultraderecha del planeta. Así de simple, ellos se arrogarán el derecho de decretar que es verdad y que no lo es. Ellos quieren que la gente solo escuche la campana de ellos. Lo que ellos no aprueben, será declarado falso, y se ocultara. Y el que divulgue ese tipo de información será penado, por difundir “propaganda”, o sea, la propagación de ideas e información política, como si todo no fuera política. EEUU y sus acólitos, dan una igual significación a la palabra “propaganda” igualandola a la de Goebbels en el Tercer Reich, como si ellos no fueran en realidad los propagadores de desinformación manipuladora para confundir y mentirles a las masas populares. Esas intenciones del Imperio, se actualizan ahora con el desarrollo de la pandemia, por la razón que ven que, los trabajadores dejan de trabajar, y ellos necesitan del motor de la economía para subsistir y agrandar su capital. Saben que los que crean en realidad la riqueza, son los trabajadores. Las cuarentenas no les sirven. Por eso ocultan datos sobre la real cantidad de casos contagiados. Por eso no contabilizan los que mueren en asilos de ancianos y en sus casas particulares, y solo toman en cuenta los decesos en hospitales. Por eso ahora tratan nuevamente de imponer la idea de que el coronavirus no es tan peligroso, y de que hay que habituarse a él, convivir con él en una relación casi amorosa y cariñosa, y dicen que la pandemia vino para quedarse. Tratan de habituar a la gente que es inevitable e inexorable, como castigo divino, casi, y de que hay que aprontarse a volver cuanto antes a los puestos de trabajo, aunque no consideran medidas elementales de seguridad, porque no hay nada que hacer, y solo hay que esperar que lo peor no ocurra, y mientras tanto dejarse morir alegremente, porque “muchos morirán sin remedio” sin pena ni gloria, y de no hay nada que hacer, que no queda otra que volver a los lugares de trabajo, al matadero, y que sea lo que Dios quiera, y solo confiar que luego que todos los trabajadores se infecten, muchos sobrevivirán y tendrán autodefensas para enfrentar al virus la próxima temporada, con más éxito. Así piensan y creen esos monstruos pensantes. Es como un llamado a la resignación, como el del sacerdote con el enfermo terminal en su cama, esperando la última bendición. Y lo mismo en cuanto a los niños y sus escuelas. Y en cuanto a los viejos, dicen que ya cumplieron su ciclo de vida, y los sacrificaran también, porque son una carga para el Estado y no crean ya riquezas, lo mismo los enfermos terminales. En Esparta sacrificaban a los niños recién nacidos con malformaciones física con retrasos mentales, a los que consideraban “defectuosos” y los arrojaban desde las alturas del monte Taigeto al vacio, ahora, los maltusianistas de nuestros días, los eugenetistas o eutanásicos fascistas, creen que debieran dejar la vida y abrir el paso a las nuevas generaciones, pues consideran que son egoístas al querer aferrarse a la vida en tiempos de pandemia… También se desprenderán de los indigentes, enfermos crónicos o pacientes de manicomios, y similares, ya no habría lugar para ellos en el mundo de los vivos, en el cual solo subsistirán los mas poderosos, como en el darwinismo. Además, consideran que no es labor del Estado protegerlos, pues los plutócratas no quieren gastar ni aportar para paliar la crisis, y desean que esta se sostenga sobre los hombros del pueblo, con el aporte exclusivo de los trabajadores. Esta pandemia vino a mostrarnos los verdaderos rostros descarnados de mucha gente, a las cuales se les cae la careta y se muestran tal como son, sin maquillaje, y vemos las miserias humanas…. La ceguera y desatino de los capitalistas a nivel mundial, se demuestra al negarse a actuar con las fuerzas populares, de forma unitaria, para enfrentar a este enemigo común. Se niegan a acordar unidades de acción en forma de acuerdos nacionales, y prefieren retener las riendas exclusivas de la situación, para sacar el mejor provecho de ella para ellos mismos. No quieren acciones coordinadas y conjuntas para enfrentar la crisis sanitaria, ni la económica. Esto podría llevar a un callejón si salida, a cruzar un Rubicón, del que ya no podremos volver. También se niegan a enfrentar unitariamente otra mega crisis como nuevas pandemias, el desastre ecológico, los cambios climáticos y el peligro apocalíptico de un gran conflicto nuclear. Tenemos aun esperanza de que triunfe la razón, la esperanza es lo único que no se pierde, pero solo dependemos de nosotros mismos.
Sebastian Bestard M.

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