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Grecia – Ataque incendiario contra la Corte de Magistrados en Atenas
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per anarquista |
20 mar 2020
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Las únicas personas que fueron al Tribunal con buenas intenciones…
Entre juegos geopolíticos, turbas racistas, desarraigo violento de personas, negocios ajustados, nacionalismos, delirio mediático, humanismo respetable, una tragedia humana se desarrolló desde las vallas de Evros a las islas del este del Egeo.
La Fortaleza Europa, la piedra angular griega en su mapa y el oportunismo de Erdogan jugaron su juego de dados geopolítico sobre las vidas de personas violentamente desarraigadas que buscaban migajas cayendo de la mesa de la felicidad europea.
El Estado griego fue un digno guardia de la Fortaleza Europa, decorando su misión con las coronas del “patriotismo” y del “orgullo griego” para consumo doméstico, el orgullo del ejército contra les desarmades, les bien alimentades contra les hambrientes, les establecides contra les desarraigades.
Nos posicionamos y reflexionamos sobre las (al menos) 2 personas muertas por las balas de la bestia. No importa si a Mohammed al-Arab y Mohammad Gulzar les golpearon las balas de un policía, de un soldado o de un vigilante fascista. Sabemos que 2 personas de nuestra clase global fueron asesinadas por los mercenarios de nuestro enemigo global.
Y estamos exigiendo responsables para los crímenes, a cuyos perpetradores, bien camuflados en el “cuerpo nacional”, nadie buscará.
Como el gesto mínimo de dignidad y resistencia, en la mañana del 9 de marzo visitamos los tribunales de la calle Loukareos. Lo admitimos, su eslabón más débil: Eirinodikio. Un eslabón débil aunque arte del mismo sistema que mantiene segures a aquelles que roban las reservas sociales, a aquelles que asesinan por ley y castigan implacablemente a les desafortunades.
Toda la historia pasó desapercibida, bajo convenientes noticias falsas que hablaban de algún «cortocircuíto». Así que vamos a contarla. Y aquelles que saben, saben. Entrada a Eirinodikio. Una habitación grande. A la izquierda hay un cajero automático del Banco del Pireo con su molesta cámara incorporada. La evitamos. Nos movemos al final de la sala para que no haya peligro de que nadie quede atrapade por el fuego. En el extremo derecho está la sala del tribunal número 10, vacía. Primera puerta, “para el público”. Segunda puerta, “solo para jueces”. Reímos. Por primera vez vemos desde arriba esas habitaciones donde se juega con vidas humanas, años en prisión, el dolor del encarelamietno. Por otro lado, no es la primera vez que estamos mirando al tanque de combustible y su mecha. Estamos en el banco del juez. Todo está hecho. Ponemos el tanque de gasolina bajo la silla. Reímos. Encendemos la mecha. Seguimos riendo. Nos vamos.
PD1: En la cara de la ridícula proclamación del departamento (“anti”)terrorista de una supuesta organización terrorista por la simple y más modesta firma de “compañeres” que ha acompañado a un número infinito de actividades del movimiento de todos los tipos durante décadas, por su acción elegimos reivindicar lo que se llevó a cabo como COMPAÑERES.
PD2: Por Lambros, que cayó luchando hace 10 años.
Compañeres
de
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