Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Anàlisi :: sanitat : mitjans i manipulació
"Un cuento para despertaros, mis niños" de Gandalf el Mago
17 mar 2020
De pronto, llegó Gandalf. Y aunque estaban todos encerrados en su casa como en una prisión, sus palabras llegaron a todos y a cada uno de los hogares… Llegó con cara preocupada. Los miró a todos a los ojos y vio su miedo. Entonces les habló...
“Un cuento para despertaros, mis niños”
Gandalf el Mago


De pronto, llegó Gandalf. Y aunque estaban todos encerrados en su casa como en una prisión, sus palabras llegaron a todos y a cada uno de los hogares… Llegó con cara preocupada. Los miró a todos a los ojos y vio su miedo. Entonces les habló.

* * *

Hijitos, ahora sí podéis decir con verdad que han llegado los Tiempos Oscuros. Demasiado tiempo os habéis dejado esclavizar, ahora recogéis los frutos. Podíais haberos imaginado lo que tramaban con que solamente hubiérais conocido vuestra historia; con que solamente hubiérais reconocido a un palestino como a vuestro hermano; con que hubiérais sufrido de verdad por los muertos de hambre. Pero claro, entonces os hubiérais rebelado. Y Sauron temía eso. No paraba de pensar en esa posibilidad. Y, claro, para dormiros, os ha contado tantos cuentos, ¡y os los habéis creído!…

Yo ahora no he venido a dormiros con otro cuento. He venido a despertaros. Ahora no vengo a buscar a Bolsón para que me acompañe a buscar el anillo, ni siquiera a levantaros para que os juntéis con los elfos y los enanos. Ahora no hay ningún rey esperando vuestro apoyo. Os tenéis sólo los unos a los otros.

Es tiempo de reconocer vuestros errores. Y de actuar para remediar el mal causado.

* * *

Empecemos con el cuento de las ranas a la cazuela. ¿Lo recordáis?

Empezaba en un estanque, en primavera…
“¡Oh, qué buena está el agua!” Gritó una ranita saliendo del agua i tendiéndose sobre la hierba.
Mamá Rana llamó entonces a todas y les dijo que salieran, que les tenía que decir algo importante.
Cuando todas estuvieron a su alrededor, Mamá Rana les instruyó así:
“Quiero avisaros de algo malo que os puede pasar algún día, para que andéis con cuidado… A mí me lo explicó mi mamá cuando yo era pequeña, y a ella se lo había dicho la suya…”
“Ya llegó la primavera y ahora el agua está estupenda. Dentro de unos meses estará incluso calentita, al mediodía sobretodo… Os gustará tanto que os podéis quedar dormidas… Es muy agradable, claro...”
“Pero a mi tatarabuela no le gustó tanto lo que le pasó, y os lo explicaré porque quien no conoce la historia está obligada a repetirla...”
“Un día se estaba bañando en el estanque cuando, de pronto, se vio transportada a otro estanque, este muy muy pequeño, donde más ranitas estaban bañándose… Como estaba calentita, no se preocupó. Aprovechó para hacer amigas. Se hicieron selfis. Estaban todas muy apretujadas, calentitas, y pronto se habían ya contado la vida unas a otras. Y se fueron durmiendo… Cuando al cabo de un rato notaron que el calor del estanque no se podía aguantar, empezaron a asustarse y quisieron salir, pero no pudieron… estaban atontadas con tanto calor…”
“Y sí, como estáis imaginando, acabaron en la panza del ogro...”
“Moraleja: si entráis en un estanque muy, muy, calentito… ¡Saltad rápido!”

Hasta aquí, hijos míos, la versión de las ranas.
Pero también hay la versión de los ogros.
Para estos, el cuento se reducía a explicar que, si querían cocinar una buena sopa de ancas de rana, no podían meterlas directamente en agua hirviendo, no, que entonces saltan…
Decían: “Para hacer una buena sopa hay que meterlas en agua templada, no más caliente que lo caliente que puede estar una charca en pleno verano… Luego, a fuego lento, muy lento, para que no se enteren, se va calentando la cazuela… Cuando está ya muy caliente, y veáis que están muertas de miedo y no se atreven ya a saltar, entonces podéis meter el fuego a tope, ya no hay peligro… y ya podéis empezar a ensalivar, están a punto… ja, ja, ja…”

* * *

Bueno, como no conocíais bien la historia, os pudieron engañar con sus cuentos, y ahora os habéis encontrado de pronto con que la cazuela está hirviendo y vosotros atemorizados, paralizados…

Bien, por de pronto, como nunca es tarde para aprender una lección, aprovechad ahora: os lo voy a explicar.

Siempre han hecho lo mismo. Asustar. Siempre. Lo hicieron ayer, lo hacen hoy y lo harán mañana si te dejas.

¿Ahora entiendes lo que pasó cuando la famosa peste del siglo XIV? Pues claro que fue lo mismo que ahora. Siempre que hay hambre y miseria hay epidemias. Yo cuando veía a los soldados entrando en los pueblos, separar a la gente que tenía un poco de fiebre y encerrarlas en sus casas, tapiar sus ventanas sin dejarles ver la luz del sol, y dejarlas en cuarentena sin apenas algún mendrugo de pan y agua…

Siempre que les ha sobrado la gente han utilizado las mismas trampas. Miedo, hambre, guerras… Los que se salvaban pasaban a ser esclavos, de un modo u otro, porque hay que ir alternando los métodos para domesticar al humano… igual que para domesticar a cualquier otro animal…

Siempre que hay hambre y miseria hay epidemias, he dicho antes. Siempre que se inventan una epidemia provocan hambre y miseria.
Cuando os han dicho que os encerrárais en vuestras casas, que os asustárais porque había un bichito muy malo y que no saliérais en unos días… os estaban provocando enfermedades, pues el miedo ataca los pulmones…

Os han obligado a respetar una cuarentena de 15 días… que se puede alargar fácilmente, verdad? Estáis seguros que acabará algún día? ¿Os lo ha dicho alguien de fiar?

Os veo asustados, mis niños. Esto no es malo, es reconocer el peligro. Soltad adrenalina, pero con cuidado, no os hagáis daños a vosotros mismos, que entonces dirán que enfermásteis por culpa del bichito… Tampoco os enfadéis con el de al lado… estáis todos en la misma cazuela, el enemigo es el fuego y el que lo ha prendido…

Ahora se trata de despertar y actuar. Os daré sólo una idea, para que veáis que ¡¡¡SIEMPRE HAY ALGUNA SOLUCION!!!… Y, SI NO LA HAY… ¡¡¡NO OS PREOCUPÉIS!!!

Se trata de hacer piña, de juntaros. ¿Os acordáis del espectáculo de los “castells” en esa comarca donde para bailar se dan las manos? Pues se van juntando, unos cuantos abajo, otros menos arriba, y el de arriba se alza con el puño en alto… No hay jerarquías, sólo saben que arriba tiene que ir un niño… símbolo del futuro…

* * *

This work is in the public domain
Sindicato Sindicat