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Para una crítica anarquista de la femineidad
30 jul 2019
Y tras el debate entre Déjacque a Proudhon ante el dilema ¿se puede ser anarquista sin ser feminista? (http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/527771), aqui va una crítica anarquista a la femineidad

"No nos gusta cuando callas mujer, nos gusta cuando gritas, discutes y celebras".
No hemos venido a justificar la necesidad de una reflexión feminista entre anarquistas, sabemos que en un principio, puede estar claro para tod@s. ¿Se puede ser anarquista sin ser feminista? La pregunta nos la hemos hecho ya varias veces, y no nos parece necesario buscar la respuesta en Prudhon, Bakunin o Emma Goldman. Pasa por si podemos nosotr@s ser anarquistas sin ser feministas, o mejor aun, se puede practicar el anarquismo sin mantener siempre presente que la opresión sexista traspasa todo espacio público y privado, que lo personal es siempre político y que no hemos nacido para ser disciplinados por nuestros genitales. No concentramos nuestra atención en los principios, que por obvios muchas veces no nos molestamos en llevar a la práctica, que es para lo único que estos principios sirven. Vemos como urgente que en nuestros espacios personales y colectivos, restringidos y liberados se plantee la necesidad de una reflexión acerca de cómo llevamos a la práctica no sólo la manoseada igualdad entre hombres y mujeres, si no lo que entendemos como primordial en el sentido que le damos a nuestras acciones: la desnaturalización de nuestras identidades de féminas, machos y maricas. No existen esencialismos, no buscamos femeneizar el mundo sabiendo que esto es un constructo, toda desviación, des-generación en las prácticas la entendemos como fuga, rebelión e insumisión, que va desde olvidarnos de todo privilegio y toda obligación asociada a nuestro sexo, hasta necesariamente crear, imaginar formas de vida utópicas, a­típicas, heterotópicas, es decir, múltiples.

Entendiendo que no se trata de simples detalles, no permitiendo que se subentienda que las prácticas sexistas son aisladas y visibles, recalcamos la necesidad de hacer política ahí donde la vida misma se practica, que no es solamente allá afuera, si no también dentro de nuestros cuerpos, nuestras mentes, y entre nosotras y nosotros individual y colectivamente. Lo que nuestros escritos, publicaciones y hasta parches y banderas dicen acerca de igualdad entre hombres y mujeres se contradice con los chistes sexistas, la caballerosidad injustificada y la horizontalidad masculina que pretendemos levantar como estandarte de lucha ante un enemigo que reconocemos en otro campo, allá afuera, una horizontalidad que se torna diagonal, vertical o giratoria cada vez que dejamos que la opresión machista se cuele en nuestros espacios, permitiendo que las compañeras callen su opinión, que nuestras madres vivan por nosotras y nosotros, que nuestras hijas e hijos aprendan a comportarse como mujeres y hombres, como probablemente se nos enseñó a nosotr@s. Llega un momento en que el discurso de la igualdad, tantas veces enunciado se vacía de todo significado y nos lleva a preguntarnos ¿Es igualdad lo que perseguimos? ¿Hombres y mujeres con los mismos derechos y posibilidades? ¿Bastaría con eso?

Constatamos la acción permanente de una normatividad que prescribe nuestras acciones desde lo más básico, clasificándonos, moldeándonos, decorándonos de celestito y rosadito: una hétero­normatividad según la cual se es hombre o mujer, y a cada cual su cada quién, nada de patitas de chancha ni colitas, menos aún cuerpos indefinibles, incomprensibles, ingobernables. No es igualdad lo que perseguimos, es la desaparición absoluta de esta hetero-normatividad y todo lo que implica en nuestras vidas, cuerpos y afectos. No tenemos tampoco como fin ultimo la igualdad de salarios entre hombres y mujeres o inserción laboral en igualdad de condiciones ya que no nos interesa lograr iguales condiciones de explotación (aunque no por eso seremos pasivos ante estas puntas de icebergs) Hay quienes dirán, «¡Qué aburrido un mundo sin feminidad ni masculinidad! ¿Qué pasará con la poesía, con los vestidos y los bigotes? ¿Seremos todos iguales, no habrá contrastes?» Si que los habrá, será la celebración de los contrastes y las mezclas, los devenires aún no imaginados. Los vestidos los usará quien quiera y luciremos bigotes todas y todos los que así lo deseemos. Por la poesía no habrá que preocuparse, hay tanta lisonja misógina que no echaremos de menos, algo sobre marineros que dejan una mujer en cada puerto, algo sobre me gustas cuando callas. No nos gusta cuando callas mujer, nos gusta cuando gritas, discutes y celebras.

Colectivo Anarcofeminista AFEM / La Haine

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Comentaris

Re: Para una crítica anarquista de la femineidad
31 jul 2019

Gracias por publicar en Indymedia Barcelona.

Para facilitar que les lectores puedan ampliar la información es conveniente incluir enlaces del tema y, cuando es la transcripción de un artículo, el enlace al original es especialmente importante para verificar la fuente.

¿Para qué una fuente verificable?

Para confiar en el texto, que es una copia honesta sin manipular y que es la voz real de su autor@.

Para mejorar Indymedia.

Re: Para una crítica anarquista de la femineidad
31 jul 2019
la pregunta deberia ser al reves, puede una ser feminista siendo anarquista? cuando hoy en dia el feminismo es una corriente mainstream promovida por estados, por corporaciones, y por fondos monetarios internacionales, y le da igual la igualdad de derechos o la iglualdad de las personas delante de la ley. El feminismo de hoy es cada vez mas una sopa de normas nuevas, metiendo al estado y al sistema judicial mas y mas dentro de nuestras relaciones, incentivando la denuncia y el chivatismo, castigando la autonomia, la autogestion y las libres decisiones de las personas.

Decirlo de una vez, el feminismo no busca la igualdad, busca dar ventaja a las mujeres por el hecho de ser mujer y en nombre de una supuesta igualdad de resultados. Lo jodido es que se atrevan a intentar casar esto con el anarquismo sin darse cuenta de que todas las propuestas del feminismo hegemonico-academico pasan por crear unas normas que necesitan un organismo de control que decida cuanta ventaja hay que dar y hasta cuando. Todo lo contrario a la idea de que los humanos no necesitamos que un gobierno nos diga las normas para convivir. El rol del feminismo en los movimientos anarquistas hoy en dia se trata de generar juegos de poder, solo quieren mandar a los ingovernables. Para ser anarcofeminista hoy hay que enfrentarse frontalmente con el feminismo mainstream y muchas de sus premisas, y ser vetada y excluida tal y como le paso a Emma Goldman hace 100 años.

Curiosamente ahora nos intentan vender que lo mas radical es ser ablolicionista del genero, ideas que vienen financiadas en la academia des del sector eugenista de las elites, ya tenemos compañeras que han comprado estas ideas y ahora se ven bajo tratamiento de hormonas cruzadas para siempre, me pregunto quien sale ganando mas alla de las farmaceuticas. Quieren hacerse con la reproduccion humana, ¿es que no lo veis?

En un mundo donde todo esta bajo control, el capital mas valioso no son ya los recursos naturales si no el capital humano. El control absoluto de la reproduccion es necesario para el perfeccionamiento de la granja humana, y el transfeminismo es una herramienta de ingenieria social diseñada para generar activistas por el transhumanismo.
Re: Para una crítica anarquista de la femineidad
31 jul 2019
sr "unix", parece que no ha leído el texto. La cosa no va de feminismos, sino de "femineidad".

Nada más empezar el texto, ya nos alertan que no han venido "a justificar la necesidad de una reflexión feminista entre anarquistas", que es lo que usted simula hacer.

Lo que usted expone es parte de una discusión antigua entre mujeres anarquistas y que , en mi opinión, actualmente ya está superada por una gran mayoría. Esa parte del debate ha pasado de la dialéctica a la práctica, y esa es la gran resistencia de siempre dentro de personas en entornos anarquistas que sostienen lo que algunos llaman "la hombría de bien".

Sinceramente, esa distopía que usted anuncia como real ("ya tenemos compañeras que han comprado estas ideas y ahora se ven bajo tratamiento de hormonas cruzadas para siempre"), es sorprendente, pues no conozco a ninguna mujer que se diga anarcofeminista o anarquista, que se encuentren sujetas a tratamiento hormonal por las causas que usted amenaza.

No deja de ser curioso y contradictorio que si las mujeres deciden parir, se diga que el sistema "pretende hacerse con la reproducción humana", el mismo argumento que si las mujeres deciden no parir o abortar. Es decir, decidan lo que decidan las mujeres, parece que están siempre bajo "el control absoluto de la reproduccion..."

La única opción posible que me parece que usted propone, es que otros decidan por ella, y si puede ser usted, probablemente mejor, ¿no?.

En cuanto a la dirección del debate sobre si se puede "ser feminista siendo anarquista" o si se puede ser anarquista sin ser feminista, hay algo que usted elude, probablemente porque considere que no existe y sea "fantasmático". Me refiero al patriarcado.

El debate entre Déjacque, Proudhon y muchxs otrxs anarquistas lo plantean de manera que discuten si alguien puede decirse anarquista si no combate al patriarcado de la misma manera que lucha contra el capital y contra quienes lo sustentan. Y esa es a mi modo de entender la cuestión del dilema: ¿se puede ser anarquista sin ser antipatriarcal? A muchos anarquistas de entonces y de todos los tiempos, decían que la lucha antipatriarcal estaba en el anarquismo, pero la realidad demostraba y demuestra que en la práctica, eso no es del todo cierto.

Sospecho que a usted ese escenario del debate no le interesa porque ya le va bien un patriarcado más sutil que permita la continuidad del sistema autoritario de una dictadura del proletariado o de una democracia liberal o socialdemócrata, más preocupada en desviar la atención hacia otras partes que no sean sus luchas de poder.

Para desenmascarar otra más de sus falacias, sepa usted que quienes rechazaron los planteamientos eugenésicos de los neomalthusianos, fueron los mismos y mismas anarquistas que formaron parte de esas primeras voces neomalthusianas. Y Emma Goldman también apoyo esas originarias ideas neomalthusianas, pero rechazando los planteamientos eugenésicos.

¿Dígame si Malthus no propuso guerras y hambrunas, como medidas eugenésicas para el control clasista del aumento de la población proletaria?

Ahora ¿dígame si el "comunismo" de Stalin, con hambrunas y guerras, no diezmó a la población proletaria que se revolucionó para acabar con el despotismo zarista?

Todo sistema totalitario, sean las dictaduras de Chile, Argentina, Uruguay..., o sean los totalitarismo dichos de izquierdas, URSS, China..., han recurrido siempre a las mismas estrategias: el exterminio de las clases trabajadoras, porque en ellas puede brotar el germen de la revolución de las clases desposeídas. Sin embargo, las democracias, ese control totalitario, no tanto demográfico sino más cultural del bienestar, lo sostienen con el agotamiento de los recursos, a través del amplio mercado del consumo, la propiedad, la producción, el individualismo neoliberal y la explotación...

Probablemente para usted los flujos migratorios tengan que ver con ese mismo "control reproductivo" del que nos habla. Si es así, usted analiza los contextos desde las necesidades del sistema, y no desde las de las personas migrantes. Así, desviando la atención hacia las decisiones que toman las "engañadas" mujeres, no se habla sobre el agotamiento de los recursos naturales que empobrecen, especialmente a las clases trabajadoras que no dependían del sistema de mercados y consumo, y que se ven abocadas a migrar.

La apropiación de las tierras de nadie y comunales, ya no se hace con quema de brujas, sino con paramilitares, transnacionales y proyectos para el desarrollo que envenenan cualquier espacio en el que pueda haber vida autónoma.
Re: Para una crítica anarquista de la femineidad
03 ago 2019
Buenas Aliss:

Parece como si quisieras reirtenos a la cara con este tipo de guisotes:

"¿Dígame si Malthus no propuso guerras y hambrunas, como medidas eugenésicas para el control clasista del aumento de la población proletaria?

Ahora ¿dígame si el "comunismo" de Stalin, con hambrunas y guerras, no diezmó a la población proletaria que se revolucionó para acabar con el despotismo zarista?"

Pues no, Malthus no propuso guerras y hambrunas ni empleaba el concepto proletariado, Malthus sostenía que los pobres tenían la culpa de ser pobres por reproducirse por encima de sus medios de vida. De manera que para solucionar la pobreza proponía la abstinencia sexual, o sea, reducir la reproducción sexual, lo que es exactamente lo mismo ue hacen los neomalthusianos comtemporáneos y los del siglo XX, partiendo del mismo análisis, pero añadiendo ahora que los humanos serían una plaga, que el planeta está en riesgo por culpa de la reproducción de los humanos pobres, y que hay escasez de recursos, ademas de que existiría un demonio suelto, muy preocupante, llamado el El Patriarcado, que conspiraría contra la humanidad femenina inventandose la maternidad, a la sazón una "construcción social" y no un resultado de la historia natural mediado por la configuración hstórica adhoc de los roles de sexo-genero en cada época y situación material. El objetivo de esta política socialdemorática de clases medias es incrementar la producción de plusvalía, realizar ganaderia humana sobre elproletariado eliminando a una amplia porción de poblacion escogida para ser explotada como combustible humano en cada ciclo de la acumulación, porción de población a la cual se la reduce la fettilidad en entrnos urbanos metropoltanos, por todo tipo de medios indirectos, hasta ahora, pero que ya abiertamene, a medida que entramos en la robotización están planteando hacerlo directamente, por ejemplo, como planteó la arístocrata obrera Aurelia (PSOE) sin que la echaran del partido sino al contrario castrando a la mitad de los varones al nacer.

Por otro lado, quien se enfrentó al despotismo zarista en pro de un desarrollismo industrial que resultó ser un capitalismo de estado, dirigido por una burocracia de clases medias, basándose en un fuerte control del proletariado, fue Lenin, no Stalin. Por ejemplo, la carnicería de Kronstadt que costó el control obrero, no fue obra de Stalin sino de Lenin y Trotsky. La táctica de la socialdemocracia actual es disponer de un cinturón de pequeños partidos leninianos, pero no espartaquistas, a su izquierda, anti estalinistas, para generar la mayor confusión posible en el proletariado.

Y no, no hay crisis de escaasez en el planeta, lo que está ocurriendo es casi lo contrario, hay crisis de abundancia, de todo, incluyendo materias primas y medios de producción, es una crisis realmente histórica, lo que en el capitalismo no impide que miles de millones de personas ppadezcan de esasez de medios básicos de reproducción vital.
Sindicato Sindicat