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Notícies :: immigració |
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¿Sin fronteras?
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per Il Lato Cattivo |
11 jul 2019
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Lo que las almas hermosas de la izquierda no pueden comprender, es que la libre circulación de las personas, sobre la base de las relaciones sociales capitalistas, es sólo una ilusión pía. |
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Lo que las almas hermosas de la izquierda no pueden comprender, es que la libre circulación de las personas, sobre la base de las relaciones sociales capitalistas, es sólo una ilusión pía. Si, por un lado, la fuerza-trabajo tiende inevitablemente a desplazarse hacia aquellas áreas del planeta donde un mayor desarrollo del capital garantiza mayores posibilidades de empleo, salarios más altos y mejores condiciones de vida en general, por otro, ningún Estado y ningún gobierno renunciará a la prerrogativa de poder regular los flujos migratorios (el hecho de que logren hacerlo con eficacia es otro cantar). Esto último de hecho, en función de los altibajos del ciclo económico, puede transformarse de fenómeno funcional (que en cualquier caso debe ser gestionado) en un coste que debe reducirse y, si es necesario, trasladarse a los estados y polos capitalistas competidores. Eso es precisamente lo que estamos viendo hoy. Por otro lado, en los países de emigración, los proletarios autóctonos, como los de la inmigración de más antigüedad (!), no pueden dejar de considerar a los recién llegados como lo que son, es decir, como competidores, tanto en el mercado laboral como en el acceso a los recursos del bienestar, con todo lo que implica la llamada guerra entre los pobres. Dicho sea de paso, ninguna apelación abstracta a la unidad en nombre de la condición común de los explotados, ninguna lucha reivindicativa, podrá jamás eliminar estas divisiones dentro del proletariado (al menos hasta que este último, aboliendo el capital por medios revolucionarios, se niegue a sí mismo como clase). ¡Pero esto no tiene nada que ver con el "fascismo"! ¿Es realmente necesario recordar que la política de rechazos en el mar fue inaugurada, en Italia, por el Gobierno Prodi?, con el saqueo y el hundimiento de la lancha patrullera albanesa Katër i Radës en el Canal Otranto (al menos 100 muertos). ¿Qué los primeros campos de internamiento para migrantes (Centros de Residencia Temporal) fueron establecidos, siempre en Italia y siempre bajo el gobierno Prodi, por la ley Turco-Napolitana (1998)? ¿Qué ningún gobierno de centro-izquierda, a pesar de las muchas declaraciones de intenciones en campaña electoral, ha tenido alguna vez la vaga intención de abolir la infame (y todavía vigente) ley Bossi-Fini? ¿Qué fue el gobierno de Berlusconi, en 2002, el que regularizó a unos 700.000 inmigrantes ilegales? ¿Qué la construcción del "muro" en la frontera México-Estados Unidos fue promovida en su momento por la administración del ídolo de la izquierda liberal, Obama, tanto como lo es hoy por el "fascista" Trump? ¿Qué fue la vedette socialista, pacifista y gay-friendly, José Luis Rodríguez Zapatero, quién reforzó con estructuras metálicas que rodean Ceuta y Melilla, las famosas "concertinas", los dos enclaves españoles en territorio marroquí, ordenando a la Guardia Civil y al ejército que rechazaran a los inmigrantes que trataban de sobrepasarlas con gases lacrimógenos, balas de goma y plomo (2005)? Por no mencionar los conocidos acuerdos firmados más recientemente por el gobierno de Gentiloni, a través de su Ministro del Interior Minniti, con el gobierno libio, para contener la inmigración procedente del continente africano. La lista podría llenar páginas y páginas. Sin embargo, también entonces, no fueron pocos del ámbito de la llamada izquierda antagonista, en sustentar que con la derecha ("los fascistas") en el poder, habría sido peor... Por otro lado, ¿alguien recuerda el trato que, en los años 50 y 60 del siglo pasado, se reservaba a los inmigrantes del proletariado del sur en las ciudades obreras del norte de Italia? O cuándo, aún en los años 80, en la Emilia "roja" (Bolonia), la base obrera del PCI era ferozmente anti-sur de Italia (los inmigrantes del sur de Italia, despreciados o, en el mejor de los casos, mirados con desconfianza, eran llamados "maruchèin"; la característica principal que se les atribuía era "la falta de deseo de trabajar", el más grave de los pecados, para aquellos que estaban impregnados de una cierta cultura "obrera"). Aquellos que piden una apertura imposible de las fronteras y parlotean de "fascismo" frente a las políticas anti-migratorias del gobierno de grillo-leghista, o del "racismo" cada vez más extendido, especialmente en los suburbios y barrios proletarios, en lugar de reconectarlos a la dinámica del modo de producción capitalista, revelan sólo su aspiración a un "capitalismo utópico con rostro humano"...
"Il Lato Cattivo"
30 de junio 2019
(En tierras de la península Ibérica, a nadie de la izquierda off-topic se le ocurre proponer una apertura de fronteras, conscientes de aquello que supondría y sería necesario para que esa apertura se llevara a cabo: el fin del capitalismo) N d T. |
Mira també:
https://is.gd/qciIk1
https://inutil.home.blog
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