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G20, cumbres intrascendentes
per Raùl Crespo Correu-e: rcpuma061@yahoo.com	06 jul 2019
Solo la política e intereses del G7 predominan en esas cumbres
G20, cumbres intrascendentes. Como siempre las cumbres del G20, desde su creación en el 2008, se reducen a lo político entre China, Rusia y Estados Unidos, buscando tratar los mismos temas de la geopolítica actual Venezuela, Irán, Corea del Norte, Siria, Palestina o lo que esté de moda en el momento como los cambios climáticos a los que Washington no quiere saber nada para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Acuerdo de Paris que significaría perdidas económicas por varios cientos de millones de dólares para las industrias estadounidenses y de otros países que deben acogerse a los acuerdos si queremos que la Tierra siga como casa madre de la humanidad; sin embargo, lo chinos buscan liderar los acuerdos climáticos, apoyando plantas de carbón en varios países donde construyen infraestructura de todo tipo. Moral de doble vía siempre presente en estas cumbres. Los países del G20, reúnen el 85% del PIB mundial; el 90% de las inversiones; el 75% del comercio internacional y el 66% de la población mundial. El PIB de EEUU en el 2018 fue de 20,49 billones de dólares; China 13,41; Canadá 1,74; México 1,23; Brasil 1,87; Gran Bretaña 2,83; Francia 2,78; UE 18,75; Italia 2,07; Alemania 4,0; Rusia 1,63; Japón 4,9; Corea del Sur 1,62; Australia 1,42; Indonesia 1,02; India 2,72 billones de dólares. Arabia Saudita 0,78; Sudáfrica 0,37; Turquía 0,77; Argentina 0,52 mil millones de dólares. El PIB real de América latina en el periodo 1993 al 2018 se promedió así: Panamá 5,9; Republica Dominicana 4,9%; Perú 4,8%; Chile 4,3%; Costa Rica 4,1%; el resto de América Latina con 2,9& del PIB. El PIB per cápita se situó Chile 25.080 dólares, Panamá 25.676; Uruguay 23.276; México 20.636; Argentina 20.538 en promedio con variaciones del 5%, hace que para este año América latina este con bajas perspectivas de crecimiento económico con apenas 1.4% del PIB, por el desempeño de Brasil, México, Argentina, el colapso de Venezuela inciden en ese bajo promedio, llama la atención el crecimiento de Paraguay y sin que sea una sorpresa el alto crecimiento de Bolivia del 4.4% por varios años, una gran gestión de Evo Morales. La región pasa por una delicada situación fiscal que obliga a los gobiernos a reducir el gasto público cuando lo recomendable es aumentarlo con políticas contra cíclicas que sostengan el empleo y eviten el incremento de la pobreza, pero, el populismo no sabe de eso. Los bonos de desarrollo humano (BHD) o lo que las multilaterales llaman “transferencias monetarias condicionadas” (TMC) son programas estructurales para combatir la pobreza de largo plazo, sin embargo no es tal, porque son herramientas que ayudan a los pobres por periodos cortos de tiempo, con lo cual estos países desarrollados se lavan las manos sosteniendo que si ayudan, lamentablemente, son ayudas nada integrales porque no promueven el empleo, o una mayor producción con mejor tecnología para darle valor agregado a las exportaciones, que sumadas a la corrupción de los países a los que llega la ayuda, la pobreza se sostiene por siglos. Durante el 2003 al 2013 la región creció y la pobreza disminuyo por los logros sociales que ahora se empiezan a perder porque el populismo absorbió a las elites políticas, económicas, sindicales, indígenas y campesinas, sin que representen intereses concretos para el pueblo por la división existente. División que perjudica las políticas públicas porque santifican la corrupción, la ineptitud y el despilfarro de dinero y leyes para obtener beneficios propios en contra del pueblo. El populismo es depredador y arrasa con todo, enormes regiones del planeta están afectadas por esta moda politiquera. Sudamérica no logra integrarse por falsas ideologías de izquierda y derecha que a su turno gobiernan los países con la complicidad de países del G7, a quienes les interesa que los países latinos sigan como bodegas de productos primarios; gas, petróleo, minerales, etc. Ese dinero fácil alimenta a los gobiernos populistas y sostienen la desigualdad y la pobreza. En la región, cuando de destacar un país se trata, Chile ha ocupado el primer lugar por competitividad, estabilidad, negocios, ingreso per cápita, etc. Sin embargo, Panamá está registrando los últimos años un acelerado crecimiento, y según el FMI en su informe “perspectivas de la economía mundial 2019” estima que Panamá superara a Chile en el ingreso per cápita en este año – 2019 por su 5,5% del PIB anual; el PIB per cápita de Panamá en este año registrara 35.400 similar a Lituania, Eslovaquia y Eslovenia, considerados economías avanzadas que no están en el G20 El BM el mes pasado puso a Panamá, en la lista de países de más altos ingresos por su crecimiento del PIB. En 1980 Panamá sufría una inestabilidad terrible en lo político y en lo económico, después opto por el pragmatismo económico; privatizo empresas públicas dolor de cabeza, modernizo el sistema financiero y aplico disciplina fiscal para combatir la corrupción. El canal de Panamá, es un puntal en el crecimiento económico y turístico; lleva 105 años de operación y la reciente ampliación del canal en junio del 2016, impulso más la economía y mejoro la capacidad productiva. La historia del incremento per cápita pasó de 5.000 en 1990 a 26.000 en el 2018, entre otros motivos por el comercio exterior y el sistema floreció, atrayendo multinacionales que produjeron empleo y producción como en la zona libre de Colon y otras zonas francas. En 4 años 2014-2018, Panamá recibió 24.000 millones de dólares de inversión extranjera directa y esta inversión se incrementó 18% en estos meses del 2019. Lamentablemente Panama es otro de los países más desiguales del mundo como lo es América Latina, en donde florecen los ricos y los pobres. El ingreso del 10% de la población panameña es 35% más al 10% de la población menos favorecida y esta realidad se riega por todo el continente; en las zonas rurales e indígenas la pobreza es mayor al 80% y la pobreza extrema alcanza a 6 de cada 10 personas. En Panamá, la capital, el nivel de vida es alto y en las provincias el nivel, es al de los países subdesarrollados, describe lo que pasa en todo el continente latinoamericano. “Meritorio” el acuerdo UE-Mercosur: Unión Europea 28 países, 510 millones de población en una extensión de 4,4 millones de kilómetros cuadrados y un PIB de 18,75 billones de dólares; por su parte el Mercosur con 4 países Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, una población de 264 millones en 11,87 millones de kilómetros cuadrados y un PIB de 2,5 billones de dólares. 19 De 20 Países decidieron continuar con los acuerdos de Paris. Otro tema de importancia reformar algunos puntos de la tristemente célebre OMC “para que el comercio mundial sea justo, transparente y sin discriminación”. Amanecerá y veremos si esa utopía se convierte en realidad. Los protagonistas del G20, esta vez fueron Donald Trump y Xi Jinping, reunión que momentáneamente freno la guerra comercial antes que Washington extendiera los aranceles a todos los productos chinos importados por un valor de 350.000 millones de dólares. Inicialmente EEUU impuso aranceles a productos chinos por un monto de 200.000 millones, China respondió desde junio con aranceles a las exportaciones estadounidenses por 110.000 millones de dólares, fue el inicio de una guerra comercial que estanco el crecimiento de la economía mundial en 3.3% del PIB, además, se teme que para el año 2020 la economía global sufra una nueva recesión dicen especialistas de varios países del G7. EEUU, se encuentra en plena ofensiva financiera, entiéndase chantajes, ya enfilo contra India, exige que retire el incremento de aranceles a sus productos; por su parte Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, aseguro un Consejo difícil después de reunirse con el primer ministro japonés Shinzo Abe. “Difícil entre ellos, más difícil para los países en vías de desarrollo y pobres que ahora tiene que lidiar con los cambios climáticos que cuestan miles de millones de dólares. Raúl Crespo.
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