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Anàlisi :: amèrica llatina
Izquierdas difusas
30 gen 2019
Los populismos superan a las izquierdas y derechas en sus ideologías
América Latina, izquierdas difusas.

En los inicios del siglo XX la disputa política se concentraba entre conservadores y liberales pero desde el retorno a la democracia a fines de los años 70 y principios de los 80, después de las dictaduras militares que gobernaron toda Latinoamérica, surgieron las agrupaciones políticas de izquierdas y derechas para sostener las guerrillas que ya luchaban por mejores democracias, pero, los antagonismos políticos y la falta de convicción de estas agrupaciones hicieron que los procesos de cambio sean difusos.

Entrando al siglo XXI nuevamente apareció con fuerza el populismo de derecha e izquierda que está determinando el mapa latinoamericano, está dejando de ser rojo para pasar al azul de la derecha y extrema derecha al negro fascista de Jair Bolsonaro en Brasil con el acompañamiento de Iván Duque en Colombia y Sebastián Piñeira en Chile.

Pueblos populistas con gobiernos populistas, entramados difusos que acceden a cualquier partido político para pasar por gestiones impredecibles. Para mí, los que intentaron marcar un socialismo del siglo XXI: Chávez, Morales, Correa, Lula, Ortega, Rousseff, son populistas tratando de marcar tipos de socialismo con un lenguaje corrompido por sus ideologías difusas. Por interés o por torpezas en los manejos económicos –políticos, por la corrupción, concentración de poder y enamoramiento del poder los llevo a ciertos grados de abuso con las libertades, no se consolidaron más allá de la retórica.

Fuera de este grupo se encuentra Don Pepe Mujica de Uruguay, practico un socialismo dentro de las limitaciones culturales de pueblos trastornados por los populismos como dijeron Steven Levtsky y Daniel Ziblatt en su libro “Como mueren las democracias”; “las democracias no terminan con golpes militares o revoluciones, mueren por un lento y constante debilitamiento de las instituciones jurídicas, legislativas y fiscalizadoras que erosionan las normas políticas”.

Hay que esperar a AMLO (Andrés Manuel López Obrador) en México, ver que logra en un país en donde todo es revolución con gente que practica el catolicismo del siglo XIX.

La democracia Latinoamericana esta erosionada por los populismos de derecha e izquierda que buscan construir democracias de arena, por lo tanto es difícil evitar su derrumbe a menos que los pueblos acepten sus errores electorales y haya una sincera intención de reinventarse y reinventar a quienes elegimos.

Hasta el 2018 la pobreza extrema era del 11% o 65 millones de gentes y la pobreza cubría el continente con el 30% o 185 millones que los populistas poco o nada hacen para remediar esa situación poco las instituciones les estorban por la “racionalidad” del sistema legal que de alguna manera protege y permite el ejercicio de las libertades.

El socialismo si ayudaría a solucionar la pobreza, la desigualdad y otras inequidades planteadas por el capitalismo siglos atrás, lamentablemente, los populismos gobiernan con atajos democráticos autoritarios, manoseando leyes y buscando enemigos al interior del país por protestar, criticar u opinar diferente, eso no es socialismo.

Está comprobado en el mundo que el populismo nace, crece y vive sin ideología en el caos institucional apelando a los plenos poderes de autócratas con instituciones títeres motivo por el cual la izquierda fomenta derechas en cantidades industriales, da de lactar hasta que se queda sin leche. Los gobiernos han pasado de la hoz y el martillo al águila de EEUU con facilidad pasmosa sin dejar de hablar del capitalismo y del imperialismo.

La izquierda envejece, arrastra los pies, poca gente nueva se suma a esta tendencia por los fracasos anteriores y porque el pueblo sigue personas no sigue procesos, esto es fatal para los socialismos que no multiplican nuevos cuadros.

Definir la suerte de las repúblicas por el derecho de un líder es poder total, poder total estructurado para dominar legislaturas, justicia, poder electoral solo para destruir la construcción social comprando ciudadanos con presupuestos del ya veremos, explica en parte el endeudamiento sin límites.

George Orwel decía: “a los ministerios de las verdades hay que llamarlos ministerios del embuste. A las torturas, interrogaciones intensas. A las coerciones en masa, operaciones pacificadoras. Las dictaduras que inmovilizan muchedumbres, democracia directas”.

Por su parte Max Weber, aplico la palabra carisma a los políticos que imantaban masas y esa connotación fue consagrada con el tiempo para separarlos de los lideres con personalidad turbulenta y malsana. Suetonio decía “todos los emperadores y generales nacieron con armas viciadas”.

Como palabra el populismo nació en Roma, abarco a grupúsculos conducidos por líderes de extracción popular, contrarios a los patricios enquistados en las cúpulas del poder. A finales del siglo XIX nació el populismo en los Estados Unidos con los Peoples Party, pero fue en América Latina donde germino este modo de hacer política en el siglo XX.

Domingo Perón en Argentina, Getulio Vargas en Brasil, José María Velasco Ibarra de Ecuador, fueron los primeros populistas con fuerza en la región, después le siguieron Carlos Menen, Alberto Fujimori y otros hasta llegar a los populismos modernos del siglo XXI con características globales ridículas como decir que Barack Obama era socialista a pesar de las guerras que emprendió y sostuvo para sostener el capitalismo como sistema mundial o que Donald trump, es el gestor del éxito económico en su país cuando esta es producto de la inercia o como las brutalidades de los dirigentes de Podemos que cada vez que abren la boca matan lo poco que los españoles tienen de izquierda.

Un socialismo con libertad es el paradigma de nuestro tiempo, con leyes justas a favor del pueblo, libertad de expresión, gestión moderadora para que la codicia de las trasnacionales y multinacionales se equilibren con la realidad del mundo ubicado en el sur del planeta.

En la historia reciente los populismos pegan con fuerza, algo parecido al liberalismo de los últimos tres siglos. El liberalismo se llenó de ideologías tan antagónicas como el conservadurismo incluso a través de encíclicas papales, pronunciamientos comunistas y socialistas en discursos contra el imperialismo y el neoliberalismo. Hay políticos vinculados a la izquierda que defienden el liberalismo como Xi Jinping. La ex conservadora Margeret Thatcher, tenía una equivoca orientación liberal en cuestiones económicas, en cuestiones sociales y morales defendía el conservadurismo; no hubiera aceptado el matrimonio homosexual por citar un ejemplo.

Pasa exactamente lo mismo con el socialismo, hoy, cualquier pendejo es socialista y lo peor de todo es, que la gente lo sigue por su escasa formación, conocimiento y ética revolucionaria.

Raúl Crespo.

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