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Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
01 des 2018
Como sé que a la mayoría de comentaristas misóginos de "la manada" de esta web les va a "encantar", aquí les dejo otra entrevista con Silvia Federici, activista, historiadora marxista e investigadora que se reclama feminista
En sus charlas en España o Argentina llega a reunir a miles de mujeres que siguen a esta veterana historiadora y activista, hoy una verdadera referencia del feminismo autónomo. En su último libro publicado este año, El patriarcado del salario, Silvia Federici dialoga o más bien actualiza el marxismo a partir de los análisis feministas de la reproducción social. Tema que ya trabajó en la que es probablemente su obra más conocida: Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria (2004), donde hace una aproximación histórica al despegue del capitalismo poniendo el foco en el trabajo no remunerado de las mujeres.

Durante los años 70, Federici fue una de las principales animadoras del movimiento que reclamaba un salario para el trabajo doméstico como herramienta de lucha y emancipación de las mujeres. Precisamente, su próximo libro es una recopilación de textos sobre esta cuestión que la editorial Traficantes de Sueños sacará a principios del año que viene. Federici dice que vendrá a presentarlo en marzo porque tiene ganas de participar en la manifestación feminista española que ya se ha convertido en una referencia mundial del movimiento de mujeres.

Federici es una de las firmantes del manifiesto “Nunca sin nosotras” que pide la retirada de la denuncia contra el sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS. Hablamos con ella por videoconferencia para saber sus razones para firmar y para que comente cómo sus investigaciones pueden alumbrar el tema de la prostitución.

En España estamos asistiendo a fuertes polémicas relacionadas con un sindicato de trabajadoras sexuales que el Gobierno quiere ilegalizar y al que han demandado algunas organizaciones feministas. ¿Qué piensa de este debate?

Creo que una postura así por parte del Estado y de los grupos feministas que son abolicionistas es muy hipócrita. Claro, yo también soy abolicionista: quiero abolir el capitalismo; quiero abolir el trabajo asalariado; quiero abolir la explotación. También quiero abolir el que las mujeres tengamos que vender nuestro cuerpo y nuestro cerebro para poder sobrevivir. Muchas veces vender tu cerebro es peor que vender tu cuerpo. Entonces, ¿qué abolicionismo queremos? No podemos decir: este tipo de explotación es aceptable y esta no. Eso implica establecer jerarquías entre las mujeres en relación a qué tipo de explotación están sometidas o soportan. Es verdaderamente una forma de moralización que no tiene en cuenta que esas mujeres igual no tiene otra alternativa mejor.

Es una cuestión política fundamental reconocer que la prostitución –sobre todo para la mujer– tiene que ver con una condición estructural, con algo que está enraizado en la posición económica y social de las mujeres desde hace mucho tiempo. Desde el principio del capitalismo las mujeres siempre han tenido que venderse, no solo en el mercado laboral, sino también en el mercado del matrimonio. El matrimonio con la cobertura del amor ha sido un mercado que implicaba la posibilidad de supervivencia económica. Entonces, prostituirse de una manera o de otra ha sido –y sigue siendo– el destino de las mujeres. Pensar que las mujeres únicamente venden su cuerpo en la calle o en un burdel es una ilusión, es una mentira. Las mujeres se venden de muchas formas y usan su cuerpo porque muchas veces no hay alternativa. Por ejemplo, en los Estados Unidos las mujeres que trabajan como camareras no tienen un salario regular sino que dependen de la propina. Cuando se acercan al final de mes, tienen que resultar atractivas y ser amables para buscar propinas más altas. Muchísimas veces en los lugares de trabajo asalariado la mujer ha necesitado utilizar su cuerpo para mantener su salario, para conseguir mejorías o para no ser despedida, porque a veces no puedes decir que no a tu jefe por miedo. Hay que ver esta cuestión como estructural de las mujeres sin recursos que desde hace mucho tiempo han necesitado usar sus cuerpos de muchas formas para sustentarse.

Otros argumentos de las abolicionistas giran en torno a los efectos simbólicos de normalizar la prostitución y dicen que legitimar la prostitución es legitimar a los proxenetas y a la industria del sexo.

Pensar que solo la prostitución está conectada con la violencia es también una forma muy ciega de ver las cosas. Violencia no es solo violencia física. Cuando tienes que trabajar quince horas seguidas y no puedes ni ir al baño o no puedes descansar hasta que completas tu trabajo; cuando trabajas en un lugar donde se fumigan pesticidas o en una zona tóxica –en la electrónica por ejemplo– eso es violencia. Si hablamos de luchar contra la violencia hay que luchar contra todas las violencias, no vamos a elegir diferencias que son verdaderamente ficticias, porque se muere y se sufre de muchas maneras.

Es importante para el movimiento feminista destacar que la violencia no es una cosa uniforme, que la violencia se escribe de formas distintas pero que tiene un elemento común. No nos corresponde a nosotras establecer jerarquías, decir quiénes son las mujeres buenas o las malas o las forma de explotación que podemos aceptar y las que no. Si desde un lugar donde tienes varias opciones le dices a otra mujer: “No debes hacer esto”, estás hablando desde una posición de privilegio. Claro que a ninguna mujer le gusta venderse de esta manera, pero no es la única forma de venderse. ¿Qué vamos a decir de las mujeres que trabajan en los ejércitos o en las cárceles? ¿Es mejor dedicarse a eso? ¿Y las que nos golpean en las manifestaciones cuando protestamos? Entonces, mi filosofía y política feminista es que debemos luchar para expandir las posibilidades de sustentarse de las mujeres, para reducir o abolir la necesidad de venderse, no solamente de vender nuestros cuerpos, sino también de vender nuestros brazos, vender nuestras mentes o nuestros corazones. Pero si a una mujer le permite mayores posibilidades vender su cuerpo que trabajar en una máquina veinte horas al día, yo no voy a ser la que le diga que no puede hacerlo.

También soy contraria a la glorificación del trabajo sexual, ni glorificar ni degradar. Es una forma de trabajo y la lucha está en que podamos organizarnos en todos los trabajos y organizarnos también para que tengamos posibilidades de escapar de todos ellos y no tener que estar obligadas a vendernos de ninguna manera.

También se dice que no se puede separar trabajo sexual voluntario y la trata de mujeres con fines de explotación sexual.

No hay que negar que la trata existe pero no se puede pensar que todo es trata y que todas las mujeres que se dedican al trabajo sexual son víctimas. Hay miles y miles de mujeres que dicen que están angustiadas porque algunas feministas las degradan así o porque intentan ir contra sus clientes. Pero existe toda una evidencia empírica que demuestra que miles de mujeres ejercen voluntariamente.

¿Qué hacemos con la prostitución en el debate de la legalización?

Para mí hay dos caminos diferentes: el camino de la legalización y el de la descriminalización. En el primer caso significa que el Estado pone toda una serie de reglas. En el otro, que el Estado no se entromete, que simplemente es un trabajo que no se considera un crimen. Muchos movimientos de trabajadoras sexuales luchan por la descriminalización y yo estoy con ellas.

¿Cree que las luchas para el reconocimiento del trabajo doméstico de las que ha formado parte en los años 70 y todas las discusiones sobre la consideración de lo que es o no trabajo pueden iluminar algo el debate sobre el trabajo sexual?

Este discurso tiene que ver con la discusión sobre la división sexual del trabajo en la sociedad capitalista. La tarea histórica de las mujeres ha sido la de reproducir la fuerza de trabajo –parir y criar a los futuros trabajadores–. Ahí está contenido el significado que ha tenido el sexo para las mujeres: ha sido siempre un trabajo. Esto se puede verificar porque desde el principio del capitalismo la sexualidad de la mujer ha sido regulada por el Estado en todas sus formas con penalizaciones muy fuertes que podían implicar incluso la muerte. Por eso decimos que para las mujeres la sexualidad nunca ha sido un placer, siempre ha sido una obligación. Por ejemplo en el matrimonio era una tarea al mismo nivel que limpiar, cocinar o cuidar de los niños. Si estabas cansada por la noche o no querías no podías decir que no, porque se presumía que cuando te casas, el hombre tiene derecho a tu cuerpo en cualquier momento. Muchísimas mujeres han intentado defenderse. La famosa frigidez de las mujeres debe ser vista como una forma de lucha, una forma de absentismo, una forma de decir “No”, de no participación en una situación en la cual prácticamente nunca puedes controlar las condiciones de tu actividad sexual, que siempre se mostraba muy reglamentada, muy penalizada y muy canalizada de formas que complacían a los hombres pero que no estaban destinadas al placer de las mujeres.

Es importante comprender que cuando se habla de trabajo sexual hay un continuo entre el sexo doméstico de la familia y el sexo que se vende en la calle. En el caso de la familia, la mujer también estaba con un hombre porque él le garantizaba la seguridad económica y eso implicaba –y todavía hoy en según que lugares– la condición de deber copular con él cuando él quería.

Muchas trabajadoras sexuales han dicho que el movimiento de liberación de las mujeres de los años 70 que ha examinado mucho esta condición del trabajo doméstico ha dado poder a las prostitutas para movilizarse y para visibilizarse y poder decir: “somos trabajadoras”. Antes eran siempre las mujeres invisibles detrás de la puerta de los burdeles o en la calle de noche. Eran las mujeres de las cuales no se podía hablar. El movimiento feminista les ha dado la posibilidad de hablar y de decir: “Estamos aquí. Somos trabajadoras, no nos llaméis prostitutas porque tiene connotación degradante, llamadnos trabajadoras del sexo”… El coraje venía del impulso del movimiento feminista que había empezado a contestar la sexualidad que la mujer vive en el capitalismo.

No se puede hablar de prostitución sin hablar del régimen de fronteras. Muchas de las que se dedican son inmigrantes, y una buena parte no tiene papeles, es decir casi ningún derecho, están obligadas a la clandestinidad total. ¿Cómo están vinculadas estas dos cuestiones, la de la vulnerabilidad de las mujeres migrantes sin derechos y la prostitución?

Está muy claro que cuando se ataca a las trabajadoras del sexo sobre todo se ataca a las mujeres que se han dedicado a la prostitución porque tenían menos opciones económicas. En muchos casos porque han decidido que podían ganar más sueldo con el trabajo sexual que en otros trabajos. Este es el caso por ejemplo de muchas mujeres que habían migrado para trabajar como empleadas domésticas o en el trabajo de cuidados y después se han dado cuenta de dos cosas. La primera, que no ganaban casi nada, sobre todo si no tenían papeles legales, pero incluso teniéndolos los salarios son muy bajos. En segundo lugar, que como trabajadoras domésticas o de cuidados en una casa eran vulnerables a muchísimos abusos sexuales que no podían denunciar porque no tenían papeles o porque se podían quedar sin trabajo. Estos trabajos no están libres de violencia. Entonces algunas piensan que es mejor prostituirse porque puedes ganar un poco más, conociendo los riesgos también, claro.

Pero hoy las prostitutas no son solo víctimas, se organizan también. Hoy hay un movimiento, no estamos en el año cero del trabajo sexual, hay un movimiento de mujeres que se organizan, que se movilizan a nivel internacional en Australia, en Bolivia, en India. Por ejemplo cuando se juntan y buscan un lugar donde trabajar y así se pueden proteger si algún cliente intenta abusar de ellas. Lo sé porque he estudiado un poco la situación de las trabajadoras del sexo en Italia, en gran parte de origen africano. Ellas también se organizan pero están sujetas a muchísimos chantajes, es un trabajo de riesgo. Las mujeres que se enfrentan a las formas más violentas de trabajo sexual son las mujeres negras africanas extranjeras de extracción proletaria.

También he visto que estas mujeres rechazaban considerarse mujeres malas o degradadas. Decían: “Bueno, es un trabajo terrible pero mi hermana puede ir a la escuela, pero mi papá y mi mamá ahora tienen una casita; esto les ha permitido no tener que vender la tierra…”. Y se sentían orgullosas porque habían contribuido al bienestar de su familia. Lo que pasa es que ahora en muchas metrópolis las trabajadoras sexuales migrantes son las que ocupan todavía los escalones más bajos, las que trabajan en la calle y las que se arriesgan más.

Usted también ha trabajado estas cuestiones en Calibán y la bruja, ¿cuál es la relación entre la prostitución y la acumulación originaria que se basó en la expropiación de los bienes comunes?

La transición al capitalismo nos da una imagen muy clara de la situación de las mujeres en la sociedad. Por un lado la prostitución se expande. La historia nos dice que había prostitutas en todas las esquinas de muchas ciudades en el siglo XVI y XVII, mujeres jóvenes desplazadas de su tierra y separadas de los bienes comunes. Hay un proceso de masificación de la prostitución. Y por otro lado, el Estado introduce la penalización. Incluso en muchos países europeos llegará a haber pena de muerte cuando antes del surgimiento del capitalismo la prostitución era legal. O sea, se convierte en trabajo ilegal y al mismo tiempo se expande porque es uno de los pocos recursos que la mujer tiene para sobrevivir. Esto da cuenta de toda la hipocresía del Estado. Nace mano a mano con el trabajo doméstico no pagado, con la desvalorización de la reproducción de la vida y de la fuerza de trabajo.

La inquisición por su parte empieza a introducir también torturas: como una en la que ponían a una prostituta atada a una silla y la sumergían en agua para asfixiarla o le cortaban la nariz y las acusaban de inmoralidad sexual, de ser prostitutas. Esta es una de las acusaciones más frecuentes en los juicios contra las brujas –a pesar de que muchas veces eran viejas–. Entonces, la prostituta es la imagen de la mujer que copula con el demonio por dinero. Esa imagen ha sido fundamental en la demonología. La prostituta ha sido fundamental en la construcción de la imagen de la bruja: la mujer que pide dinero por sus servicios sexuales, la mujer que pide dinero por la reproducción es la más mala, es la sirvienta del demonio. Esto es muy eficaz para disciplinar a todas las mujeres. Si eres mujer no tienes acceso al trabajo asalariado que es masculino, pero te queda el matrimonio donde el sexo no se puede cobrar pero forma parte del pacto así como el resto de tareas domésticas.

Estamos en medio de una oleada internacional feminista, ¿cómo deben ser tratados estos temas? ¿Qué tiene que hacer el movimiento social con el movimiento de prostitutas?

El movimiento de las trabajadoras sexuales empieza de forma fuerte en Europa en 1975, después de que algunas de ellas ocuparan una Iglesia en Lyon –Francia–, para denunciar la matanza de prostitutas que era la consecuencia de una nueva ley que ponía límites al ejercicio de la prostitución en hoteles. Muchas fueron asesinadas por trabajar en calles periféricas y desprotegidas. El movimiento feminista no se esperaba algo así. A la Iglesia llegaron muchísimas mujeres y prácticamente en dos meses se creó un movimiento a nivel europeo –en Francia, en Italia– dónde estábamos todas, también las feministas. Estaría bien investigar cómo se ha producido después esa división en el feminismo sobre esta cuestión que yo creo que fue a partir de 1980.

¿Por qué durante esa década?

Puede ser porque comienza el discurso de la trata. Está claro que en muchos casos es verdad. Lo sabemos porque en algunos países muchas veces son niñas las que son prostituidas y esto es muy importante verlo. No hay que ignorarlo, hay que luchar contra ello. Muchas veces son las madres que las vendan. En Filipinas o en varios lugares de la India puedes ver que se venden a niños y niñas en mercados donde los compradores de carne humana contactan con los parientes.

¿Y por qué las venden? Las venden porque están endeudados por culpa de las políticas del Fondo Monetario Internacional, de la Unión Europea o del Banco Mundial. Los ajustes estructurales han endeudado a un montón de gente. La política extractivista expulsa a la gente de las tierras de cultivo que se endeudan y venden a sus hijos para tener un poco de dinero. Esta es la situación. Es muy importante, no se debe negar que hay toda una historia de violencia, como existe también en el trabajo asalariado, por ejemplo, en el trabajo de las trabajadoras domésticas.

Aquí las discusiones dentro incluso del movimiento son muy virulentas. ¿Por qué cree que es un tema que divide de forma tan brutal al feminismo?

Creo que muchas feministas deben reflexionar sobre las consecuencias de su conducta porque profundizan divisiones que han sido muy útiles al capital y al Estado para romper la lucha de las mujeres. Siempre nos han dividido: la buena y la mala o la madre y la prostituta. Cuando te sales de la norma una de las primeras cosas que hacen para disciplinarnos es decir: “te estás comportando como una puta”.

Basta de divisiones. Primero, yo creo que es un peligro para el movimiento. Lo vemos con la prostitución y también en la cuestión de los y las trans. Hay que preguntarse a quién vamos a beneficiar. Segundo, el movimiento feminista debe comprender que no se puede cambiar el mundo solo cambiando nuestras identidades, se deben cambiar las condiciones materiales de nuestra vida. Entonces, ¿quieres abolir la prostitución? Bueno, pues luchemos para que todas tengamos recursos materiales, luchemos para apropiarnos de la tierra y para reapropiarnos de los servicios para que las mujeres no tengan que venderse. Luchemos, no solamente por el aborto, sino contra la esterilización, contra los intentos de los Estados de prohibir a las mujeres ser madres. El aborto es solo una parte del control sobre nuestros cuerpos, debemos luchar también contra todas las medidas que nos impiden decidir si queremos o no ser madres.

CTXT / Nuria Alabao / Silvia Federici

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Comentaris

Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
01 des 2018
Ya sé que a las feminastis que pululan por esta güeb les va a encantar, pero aqui les dejo un link a un debate de hace cinco años en esta misma güeb a proposito de la censura y bloqueo a Felix Rodrigo Mora porque no gustaban sus opiniones respecto a feminismo estatolitario, migraciones, LGTBQI+, multiculturalismo, transversalidades, identitarismos, etc...
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/469008/index.php

Lo de la Federici ya no lo defiende ni la Madre del Tato, con la admirable excepción de Aliss & -las talibanas de publico.es, pero, eso sí, que sea una señorona ultramontana requetemachuna la que hable en nombre de 'La Mujer' y se proclame su 'adalida' contra el 'heteropatriarcado' resulta cuanto menos patafísico y delirante...
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
02 des 2018
Las companeras de Rojava estan demostrando el potencial de cambio epocal de las luchas de base y nacionales, no solo contribuyendo a una rearticulacion de la liberacion de la mujer - al negarse a cumplir las premisas de un orden patriarcal, capitalista y organizado alrededor del estado-nacion -
sino poniendo las bases para la superacion propietaria, privatizadora de los bienes comunes, fundamento esencial del sistema.
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
02 des 2018
Ja, ja, ja, ja... Me sigue usted dando mucha risa. Ahora nos deja un texto de un personaje infame, solo hay que leer los comentarios que le dedicaron.

A ver si se aclaran, ¿existe el patriarcado o no existe? Quiero decir que si el sr Félix habla de patriarcado, entonces sí que existe. Pero si es una feminista, o una mujer no feminista, para ustedes el patriarcado es una invención.

Si se trata de erradicar todo racismo, ¿cómo es que se refiere a Obama como "hombre negro". Un criminal es un criminal sin importar con qué piel se viste, pero este sr Félix, ha escritos verdaderos alegatos en contra de revolucionarios negros. Aquí, y en otros muchos textos de este señor, vemos quién es "el agente de la reacción"

Este farsario afirma que "las personas negras han sido y son víctimas de otras igualmente negras quizá en la misma proporción que de la gente blanca", cuando las personas negras apenas representan un 12% del total de la población. Este señor niega la supremacia racial blanca en los USA, para retorcer la realidad hasta el punto de decir que son los negros en el poder, quienes mantienen la opresión de las personas negras.

Entre Hutus y Tutsis no había un odio ancestral. Esos cruentos genocidios y matanzas, es parte de la cultura colonial que llevaron sus invasores blancos. El sr Félix no es más que otro déspota ilustrado. Él sabe muy bien que esas personas que en África se capturaban para ser esclavos, eran capturadas porque no eran católicas y porque eran negras, pues está documentado que quienes pagaban a los negreros, eran conscientes de la capacidad de trabajo de las personas de ese continente, y que "los indios no servían para trabajar". El sr Félix oculta el nacimiento del capitalismo y el territorio de experimentación para una más eficaz explotación, a lo que habría que añadir el expolio, el genocidio y la evangelización.

Las personas migrantes son responsables del acto de querer cambiar de territorio. Seguro que el señor Félix viaja sin mayores problemas, y ese mismo acto del desplazamiento de un lugar a otro, conlleva "responsabilidades" muy distintas para el sr Félix que para cualquier migrante. ¿Es a eso a lo que él llama igualdad o "discriminación positiva"?.

El sr Félix, y quien cuelga sus textos, nos quieren confundir. Convierten la solidaridad en "ayuda". ¿Es así como entienden esa "unidad fraternal entre negros, de otras razas y blancos; mujeres y varones; lesbianas, homosexuales y heterosexuales"?

Entre las muchas estupideces que afirma este sr Félix, se ha puesto un texto en el que "otorgar aún más privilegios a las supuestas “minorías oprimidas”..." Díganos cuáles son esos "privilegios" de esas minorías. Dudo mucho que estén "oprimidas" por los hipotéticos "privilegios" que dice este señor.

Para este sr, calificar a la llamada "guardia mora" de "morisma salvaje", aún reconociendo todas las atrocidades que hicieron, eso es racismo. Desconozco el texto de esa dirigente comunista, a la que el sr Félix califica de "jefa" sin preocuparle "la denuncia en términos políticos", pero en el texto que se ha colgado, no se califica a "todos los moriscos sean salvajes", sino a quienes llevaron a cabo tan aberrantes actos criminales. Fíjense en la diferencia. Ustedes, los invasores colonizadores blancos, durante muchos años nos han llamado "salvajes" a las personas indígenas, sin embargo los genocidios los cometieron ustedes. Las salvajadas las cometieron ustedes, pero de eso ni ustedes, ni el sr Félix dicen una sola palabra, más bien al contrario, argumentan que los genocidas fueron otros porque ustedes se "cruzaron". Sí, como las guardias moriscas, violaron a las mujeres indígenas que tuvieron oportunidad, después de asesinar a los hombres o llevarlos a morir de agotamiento en las minas o en las plantaciones de sus terratenientes.

El sr Félix es otro revisionista más, con lenguaje de misionero y que se presta a hacer actos con la ultraderecha de su país y que responsabiliza del feminicidio a las feministas. Él se victimiza de las descalificaciones que le hacen, pero es el primero en descalificar a los y las demás. Y para reconocer que es un reaccionario indeseable, no necesito de ninguna denuncia política.

Léanse sus propuestas "revolucionarias" para el periodo estival. Todo un retiro monacal estoico. Solo le falta el tormento físico, porque el psicológico lo desborda.

PD
La revolución en Rojava, es un referente que tendríamos que incorporar a nuestra lucha todas las mujeres que pretendemos acabar con este sistema capitalista y patriarcal.
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
02 des 2018
Federici dice que el sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo, es mas, un trabajo no remunerado.

Me pregunto cual seria su ideal, un mundo donde toda relacion sexual se remunerara debidamente (y pagando sus tasas de impuestos of course), o un mundo donde se aboliera el sexo para las mujeres??
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
02 des 2018
Buenas señora Aliss:


¿Tiene usted alguna explicación de por qué Silvia en esta ocasión, cuando está explicando su posición neomalthusiana descriminalizadora de la prostitución, a pesar de que realmente no es délito, o sea, que en realidad está explicando su posición normalizadora de la prostitución, no menciona en ningún punto al fantasmático el El Patriarcado? ¿Le han llamado desde la Fundación German Marshall o qué?


Silvia afirma que:


La tarea histórica de las mujeres ha sido la de reproducir la fuerza de trabajo –parir y criar a los futuros trabajadores–. Ahí está contenido el significado que ha tenido el sexo para las mujeres: ha sido siempre un trabajo. (…) para las mujeres la sexualidad nunca ha sido un placer, siempre ha sido una obligación


En primer lugar, supongo que Silvia quiere decir que “históricamente la tarea asignada por el capital a las mujeres proletarias ha sido la de reproducir la fuerza de trabajo, parir y criar a los futuros trabajadores”… necesarios para sostener la producción de plusvalía y la ganancia media... Lo apunto porque actualmente el capital no necesita asignar tal tarea a la masa de mujeres en posición de sobrepoblación relativa sobrante (al menos la mitad de las mujeres proletarias circunstantes) de esta región de la acumulacion de capital, pero si que sigan cumpliendo la función de producir plusvalia, o bien directamente en la explotación o bien indirectamente en la marginación y la precariedad. De hecho si quieren tener hijos, lo cual es una forma más de mercancía, tendrían que pagar el precio que conlleva y disponer de la solvencia necesaria para ello.


Proactividad toyotista en la fijación de precios del amor


Por otro lado, para silvia la sexualidad femenina y la sexualidad masculina son de naturaleza diferente por cuestiones económicas neomalthusianas. Estructuralmente, la primera es la oferta y la segunda es la demanda. En esta sexconomia doméstica, cuando ambas sexualidades se aunan no son creación mutua compartida sino que solo hay producción por parte de las mujeres, que tiene que ser pagada como todo trabajo realizado, pues “siempre ha sido (y es) un trabajo”, y solo hay consumo por parte de los hombres, que tienen que pagar esa producción femenina que están consumiendo.

En las mujeres de clases medias o en las mujeres proletarias con aspiración de movilidad social ascendente esta idea ha tenido un gran éxito porque en realidad performa una propiedad mercantil en lo que es una cualidad natural biosexual, la propiedad mercantil biosexual doméstica, finalmente una forma especial de capital humano, e inmediatamente su admisión como lógica socio-sexual, o más bien socio-erótica, tiene que generar y genera un subcalculo permanente, aunque consciente, de lo que se gana y lo que se gasta en cada relación sexual de cada mujer con un hombre.

Por supuesto, no hay nada que produzca mayor frigidez que un hombre en paro a una mujer con esta mentalidad, seguido de cerca por los hombres mediocres, precarios, sin expectativas o en dificultades, que componen el universo del hombre medio, especialmente proletarios. Sin embargo, ni hay ninguna condición social real fuera de la voluntad de autotransformación virtual en propiedad mercantil en el reparto de roles como oferta y demanda por condición de sexo en la relación sexual, ni el supuesto trabajo sexual en la pareja normal, natural o media correspondería solo al hombre o solo a la mujer. Las parejas sexuales sanas crean sexualidad de forma natural aportando los dos, esto y su necesidad solo se puede negar, como ocurre en este caso, si se busca condicionar la participación del hombre a la rentabilidad esperada de su aportación económica.

Así las cosas, en realidad nadie es más adecuado para hablar de los fundamentos de la prostitución voluntaria que Silvia, pues parece no ser capaz de entender que si a una mujer no le gusta ni complace un hombre lo que tiene que hacer es separarse de él y nada más, sin desplegarse hacia él con contabilidades que rompen todo marco posible de convivencia y unión. El resto de las batallitas que cuenta Federici en esta consideración sexconómica de la capitalización humana biosexual sobran y solo sirven para legitimar y hacer posible la convivencia entre hombres y mujeres no basada en el amor mutuo.


Penetraciones anales, vaginales y bucales no pagadas, a normalizar


Por otra parte, Silvia ni es feminista ni es marxista, y no es regulacionista ni descriminalizadora de la prostitución, es normalizadora de la compra-venta de sexualidad femenina (penetraciones anales, vaginales y bucales), ya que le preocupa que miles de mujeres estén angustiadas por ‘algunas feministas’ que denigran a sus clientes.

Esta posición, aunque no encarna, representa a los intereses económicos de las mujeres prostituidas de clases medias, free lance, solo relativamente depauperadas y dispuestas a asumir el riesgo de exponerse a las acciones misógenas de los sicópatas que puedan haber entre sus clientes, normalmente abusadores simples, por algo o mucho más dinero que los trabajos precarios, pero en realidad elude el problema de las 50.000 mujeres que, solo en el estado español, están en el campo de concentración de producción de plusvalia mediante tiempo de trabajo empleado en penetraciones anales, vaginales y bucales no pagado por el capital (*). Ello no es óbice para que Silvia se declare abolicionista del capitalismo, del trabajo asalariado y de la explotación.

Evidentemente, en lo que respeta a las mujeres proletarias y las mujeres esclavizadas las feministas tienen razón en que todo acto de compra-venta de su sexualidad es una violación encubierta, pero la prostitución no únicamente se gesta en la sorda coerción de la pobreza presente en el proletariado sino también en la codicia y búsqueda de poder en las clases medias y la burguesía. Esta segunda determinación prostituyente, la conocen las dos corrientes ahora enfrentadas, - aunque no la aireaban normalmente hasta que las relativistas neomalthusianas, embelleciéndola, están reivindicándola abiertamente para echársela en la cara a las feministas - y resulta ser un hecho crucial en el asunto de los principios porque aquí, en este topos de la prostitución, la oferta genera la demanda, y no lo contrario, circunstancia esta que legitima la existencia de la demanda masculina desde el mismo campo de las mujeres, y es doblemente crucial, también en la contradicción de clase, porque las relativistas neomalthusianas admiten la legitimidad de esa codicia, fundándose en la defensa de la soberanía individual del vendedor en el libre mercado, cuya negación, nos dicen, “angustia a miles de mujeres”.

El epicentro de la contradicción consiste pues en si es o no legitima, regulable, descriminalizable o normalizable la venta de violaciones, como una mercancía más, del proletariado femenino, y si por no abolir la venta soberana de sexualidad en la burguesía y las clases medias es legitimo no abolir la mercantilizacion de la violación del proletariado femenino, resultando que la admisión de la legitimidad de la venta libre de sexualidad sin abolir la venta de sexualidad bajo sorda coerción es disolvente del feminismo. ¿por qué esto les da igual a las relativistas? Por que son neomalthusianas, y, desde luego, de marxistas tienen aún menos que de feministas.

En todo caso, el fantásmatico el El Patriarcado por fin ha desaparecido del primer plano... en cuanto la contradicción se ha acercado a los bolsillos de las jerifaltas neomalthusianas. Y se revela que grupos de jerarcas poliandriacas de clases medias, dueñas de erotofundios y capital biosexual, y de abusadores poligínicos, de toda clase y escala, propietarios colectivos de un erotofundio en que mantienen alienadas a decenas de miles de mujeres proletarias transformadas en un bien común, están aliados en sostener la prostitución, entre si y con el capital, el cual les proporciona el servicio de transformar en equivalencias monetarias sus museos de los horrores y campos de concentración a cambio de que produzcan plusvalia y defiendan la ley del valor.


La comunidad de las mujeres es un fenómeno que pertenece enteramente a la sociedad burguesa y existe hoy plenamente bajo la forma de prostitución. Pero, la prostitución descansa en la propiedad privada y desaparecerá junto con ella. Por consiguiente, la organización comunista, en lugar de implantar la comunidad de las mujeres, la suprimirá.” Principios del Comunismo. F. Engels. 1847


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(*) La revuelta de las putas
https://feminicidio.net/articulo/la-revuelta-las-putas
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
03 des 2018
Modificat: 02:00:40
federici-feminismo-la-tinta.jpg
Ya veo que la sra Aliss no comprendió el sarcasmo que consistía en comparar a don FMR con doña Federici...

pero supongo que sí comprenderá (con más motivo al ver lo sucedido en Brasil hace un mes y en Andalucia hace unas horas) que con discursos como el suyo y el de doña Federici al timón de la autodenominada izquierda, la autodenominada izquierda va de cabeza al naufragio.

Y expliqueme, por favor, cómo es posible que esta -ejem- señora lesbiana militante y militarizada pueda hablar en nombre de 'la Mujer' -con mayúscula- o ni tan siquiera en nombre de 'las mujeres' sin haberse sentido mujer en su vida.

Y expliqueme como una señorona que no ha trabajado en su vida (pero le vende como churros sus panfletos infumables a las progres trasnochadas y frustradas como usted) pueda hablar en nombre de una 'clase obrera' que no ha visto ni en pintura.

Y expliqueme como una señora blanca, intelectual, rica y de buena familia, soltera, sin hijos, ni cargas familiares pueda hablar en nombre de migrantes, indigenas, expoliadas, explotadas, prostituidas, maltratadas y abusadas que tienen mas hijos de los que pueden alimentar.

Luego se extrañarán que los de Vox -o los Bolsonaros de turno- barran en elecciones democraticas y acaben con el independentismo plutocrata vasco-catalán, el progresismo de salón de pago, los intelectuales de izquierda chupopteros, los socialdemocratas feministos chupando del bote, los LGTBQI+smos interclasistas y socialmente ascendentes y las feminastis que promueven la pornocracia, como usted y la sra. Federici.
Mira també:
https://www.enlacejudio.com/2018/10/01/pilar-rahola-inaugurara-cumbre-de-mujeres-en-argentina/
https://cronicaglobal.elespanol.com/business/doctora-marazuela-sanidad-publica-bolsa-pisos-alquiler_159611_102.html
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
05 des 2018
Per les dones el sexe és plaer i una necessitat tant vital com pels homes. Les dones i els homes troben plaer sexual amb altres dones i homes en totes les combinacions possibles.

L’església feminista moralista, tant com l’església apostòlica catòlica i romana, només concep el sexe com un treball reproductiu en el que la dona és un objecte passiu sense desig ni plaer.

La Sílvia Federici té de marxista el mateix que d’astronauta. És una neo-malthusiana falsificadora de la història, acomplexada i moralista, a part de vividora del cuento.
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
06 des 2018
see also:
https://ctxt.es/es/20180606/Firmas/19986/follar-empatia-sexo-patriarcal-
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
06 des 2018
A los señores de La Manada de indymedia, les duele Federici. ¿por qué será?

Sr "una pregunta", usted dice que Federici dice... Debo decirle que usted no ha entendido nada.

Sr "caperucito" no sé dónde ve usted el sarcasmo. ¿Comparación?, ¿dónde? Su sarcasmo es hacia las "feminastis que pululan por esta güeb", lamentándose de la censura, pero parece que el link no está censurado. Esa es su mediocre manera de mentir y manipular.

¿A ver si usted comprende lo siguiente? Hablar acerca de las mujeres, no es hablar en nombre o por las mujeres.

Señor ".", me aburre profundamente leer su conspiranoica literatura. Ustedes comparten con VOX, argumentos, discursos y propuestas, es decir, sr "caperucito", no necesita usted de ningún Bolsonaro, pues usted es lo más parecido a un clon de él.

Sepan usted que los neomalthusianos eran partidarios de la aplicación de medidas eugenésicas y, hasta la fecha, no he leído ni a Federici, ni a ninguna feminista defender tesis eugenésicas.

Sr "a", usted sí que tiene bastante de astronauta, y ya que menciona a la iglesia, pregúntele usted a las mujeres de su iglesia católica, si para ellas el sexo es placer. El sr "caperucito" se lamentaba, aunque sea falso, de que Federici hablase en nombre de las mujeres, sin embargo parece que usted sí que puede hablar de lo que es el sexo para las mujeres...

Los señores de la manada de indymedia se escandalizan cuando una mujer analiza y cuestiona las raíces de las históricas opresiones contra las mujeres.
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
07 des 2018
Uuh... No se cabree madam Aliss, que se le acentuan las arrugas de ex-presión.

Asumiendo por 'alusiones' lo de 'manada de indymedia' no como un insulto, sino como una muestra de indigencia intelectual de alguien que agrede cuando queda en evidencia (...y dicho sea de paso, prefiero mil veces ser 'manada' que ser 'rebaño')... personalmente no tengo nada contra las feministas en la medida en que 'luchan' por el igualdad de derechos entre hombres y mujeres (aunque si ese fuera el caso deberían identificarse como 'igualitarias/os' o 'equitativas/os' pero la verdad, repugnan cuando:

* ejercen las labores de una casta sacerdotal (pero al revés) impartiendo doctrica, intoxicando, falsificando, etc.
* practican la denuncia falsa, la difamación, el doble rasero, el escrache
* criminalizan al varón, al hombre, al niño por el simple hecho de serlo (y querer seguir siendolo)
* disimulan su frustración, su complejo, su carencia y su lesbianismo agresivo bajo el manto de la victimización que ni de lejos padecen
* capitalizan el dolor ajeno en beneficio propio (el sufrimiento de tatarabuelas, abuelas, madres, migrantes, kurdas, musulmanas, africanas, indigenas, etc.) Mas que 'sororidad' habria que hablar de 'zorroridades'.
* se lucran con leyes, subvenciones, prebendas, impunidades, etc. Difunden (cobrando por ello) discursos vacuos, ampulosos, falsos y dogmaticos que impactan sobre todo en una generación de chicas incautas e inquietas que empiezan a descubrir el mundo y se sienten agredidas por la sociedad.
* promueven la misandria y la guerra de sexos para sacar réditos politicos, sociales, economicos, propagandisticos y... sexuales (para eliminar competidores varones).

Y contra doña Federici no tengo nada, salvo que lamento que no se pueda afirmar que es vieja, frustrada, fea, falsaria, lesbiana, agresiva, embaucadora, cleptocrata, colaboracionista y aprovechada sin que te caiga encima la santisima inquisición del conyo sicaliptico militarizado.

Cosas de la 'corrección política' que, por lo visto, solo se aplican a uno de los dos bandos en liza/debate dialectico
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
07 des 2018
muy bien Aliss ¡cortando cabezas a machete! ya veo que no me necesitas, tu puedes con todos estos machis con una mano ¡eres una guerrera!

Voy a hacer una aclaracion pq parece que a muchos señores de la manada de esta web parece que les cuesta: En las relaciones sexuales o afectivas entre un hombre y una mujer, cuando el hombre tiene mas dinero o una posicion de estatus mas alto que la mujer, son relaciones condicionadas por las relaciones de poder. No son relaciones libres, ¡debemos señalarlas y desmantelarlas!

Cuando un hombre se acuesta con una mujer mas pobre el consentimiento de ella esta condicionado, se esta aprovechando de ella y por eso es abuso sexual.

Cuando una mujer se acuesta con un hombre mas rico que ella se esta vendiendo, intercambiando su cuerpo por la oportunidad de acceder a un estatus o a unos bienes materiales. Esta traicionando a la sororidad y tenemos que rescatarla de las garras del patriarcado.

Federici tenia razón: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
07 des 2018
Buenas a.

Federici no niega que la sexualidad sea una necesidad, lo que dice es que es una mercancia siempre, y como mercancia en la mujer es oferta y en el hombre demanda estructuralmente. El problema para las mujeres es que las mujeres están divididas en clases, y en la sociedad de clases, donde domina la forma mercancia, puede predominar la oferta o la demanda. El esquema de dominio de la oferta que propone Federici a las mujeres, claramente neomalthusiano, oculta este problema, cuando la oferta no domina a la demanda, la mercantilización de la sexualidad conduce a la prostitución por sorda coerción, en el proletariado, quedando al proletariado femenino atrapado en la revolución por medio de la prostitución, que tiene en los sectores neomalthusianos, incluyendo grupos de lesbianas burguesas y pequeño burguesas como beneficarios, lo que encubren en el femenismo siendo en realidad neomalthusiano, y también grupos masculinos, sus aliados, que resultan los más despiadados con las mujeres.

Así el esquema falso y neomaltusiano federicista es un modo de explotación, incluso más despiadado que el patriarcal porque además incluye la prohibición de la sexualidad, y su confusión con el erotismo. No existe heterosexualidad, existe sexualidad, y no existe homosexualidad, existe homoerotismo. Estamos ante la mentira del siglo, y la explotación del siglo, camuflado en el ataque brutal contra el femnismo que están cometiendo las y los neomalthusianos, alienándolo con su teoría de la mercantilización, con el señuelo de que la sexualidad es (su) poder, para la revolución por la prostitución, es decir, la contrarrevolución. Federici es una opresora del proletariado mundial, neomalthusiana sin fisuras y lacaya del fascismo trasnhumanista.
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
08 des 2018
Sr de los "remedios", empieza a parecerme preocupante su obsesión por verme "cabreada". Ustedes no tienen valor alguno para poder enfadarme, a lo sumo ustedes son de risa, pero una risa cruel, pues denigran a mujeres.

Sabe una cosa, usted se alude sin necesidad de señalarlo, y se ha visto necesitado para responder como parte de esa manada violentadora. Por tanto, no es la persona más adecuada para hablar de "indigencias intelectuales". Usted ya lo confirma claramente y no necesita ser insultado. Prefiere ser mil veces "manada" que "rebaño", y aunque afirme que "personalmente no tiene nada contra las feministas", sus comentarios dejan en evidencia todo lo contrario y su misoginia. También asegura que no tienen nada contra Federici..., menos mal. Esa es la misma estrategia de cualquier maltratador, no tiene nada en contra de las mujeres, pero... Ya sabemos que usted no es racista porque dice tener un amigo negro.

Entre los argumentos de VOX contra los feminismos, aparecen buena parte de los puntos que usted destacad. Sepa usted que, aunque le repugne, el escrache es otra forma más de lucha, y que ha sido utilizada en contra de milicos, políticos corruptos, nazis, jueces prevaricadores, torturadores,..., es decir, "lo mejor" de su sociedad.

Sigo insistiendo en que aporten los documentos en los que, desde los feminismos, "criminalizan al varón, al hombre, al niño por el simple hecho de serlo..."

Cuando usted habla del "sufrimiento de tatarabuelas, abuelas, madres, migrantes, kurdas, musulmanas, africanas, indigenas, etc...", ¡quién intenta capitalizar el dolor si no es usted?

Sr ".", deje de inventarse historias conspiranoicas. ¿En qué parte Federici se define como neomalthusiana? Si mañana mismo desapareciese del lenguaje el término neomalthusiano, usted se quedaría sin capacidad para difundir más mentiras y falsedades.

Para que no pase desapercibido, usted hace una comparación del modo de explotación patriarcal con el hipotético neomalthusianismo de Federici, cuando usted ha afirmado una y mil veces que el patriarcado no existe, que es una invención, llegándolo a calificar como "fantasmático". ¿Si no existe, a cuento de qué viene esa comparación?

Como ya le he dicho en más de una ocasión, me río muy a menudo de usted porque se contradice constantemente, y para que no se le note, recurre a esa jerga dialéctica marxista, pero es bastante torpe y mediocre a la hora de encubrir sus deslices.

Veamos otras de sus grandes estupideces. Cuando usted califica a Federici de "opresora del proletariado mundial...", está encubriendo a los verdaderos opresores de ese proletariado. Es evidente que, Federici, no tiene el poder que usted le confiere. Sin embargo sí que expresa, desde su perspectiva marxista y feminista, una realidad que a usted lo convierte en vulnerable y en cómplice de un sistema de explotación opresora.

Para concluirle, le recordaré que usted sólo tiene una visión bimorfista, pues niega la existencia del hermafroditismo. No todo se reduce a heterosexualidad u homosexualidad, sino que las pulsiones sexuales, van más allá de su reducida, pacata y moralista mirada que considera como sexualidad natural, la que se realiza con fines reproductivos entre hombre y mujer. Sobre erotismo, usted no tiene la menor idea. Deje de mascullar palabras de prácticas que le son desconocidas, y hablar queriendo sentar cátedra. Esto no es un foro autoritario para que usted venga aquí a imponer alguna ley, y quien no la cumpla, es que es neomalthusiana, socialdemócrata, burguesa... La realidad es que sus razonamientos son ultraconservadores y represores de las libertades más elementales de las mujeres.

Sr "irantxu", deje de difundir la confusión. Usted no ha entendido nada de lo que dice Federici. Con sus palabras intenta hacerse pasar por una feminista "radical", pero no es más que otro manipulador de esa manada de esta web. Para muestra, la equiparación que hace entre relaciones sexuales y relaciones afectivas. Supongo que su padre tuvo más dinero que usted, pues le pudo pagar unos estudios que tal vez él no tuvo la oportunidad de realizar, porque tenía que trabajar. Tal vez usted, como todo idiota, prefirió el trago al estudio. ¿Quién ejercía el poder en esa relación...?

Cuando una mujer se acuesta con un hombre, es que ambos están acostados. Es decir, al mismo nivel. Supongo que en alguna ocasión usted se acostó con su padre o con su madre... ¿Abusaron sexualmente de usted por ser ellos quienes detentaban la economía de su familia?

Sr "irantxu", sospecho que usted ha debido de tener una vida muy "dura", pero ese es su problema y en él, las mujeres de este planeta no hemos tenido nada que ver con todas sus decepciones. Cuando Federici dice que "el sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo", no se refiere a nada de lo que usted intenta desvirtuar elevando las relaciones interpersonales al absurdo. Sus opiniones encajarían más en cualquier foro taurino o foro coches, que en una web como esta.
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
08 des 2018
https://www.actuall.com/familia/periodista-de-publico-la-heterosexualida/
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
09 des 2018
Bonus Track:
Iranzu Varela, la del Tornillo (suelto) os explica en 10 comodos plazos, -ejem, pasos- "COMO DEJAR DE SER UN MACHUNO"
https://www.youtube.com/watch?v=Z2YYExvrcTs
para que asi madam Aliss se evite el 'trabajo' de hacerlo
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
09 des 2018
Buenas Aliss:

Me referia al patriarcado histórico, de hace 5.000 años.
Re: Federici: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo"
10 des 2018
Ja, ja, ja, ja, ja... ¿Qué sabe usted de esa hipotética "explotación" patriarcal de hace 5000 años?

¿Tiene documentos o argumentos con los que justificar que en el neolítico europeo existía patriarcado?

Otra de sus mentiras cuando se le descubre mintiendo.
Sindicato Sindicat