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Notícies :: sense clasificar
El precio real de la carne (Infografía)
01 mai 2018
La carne es más de lo que cuesta en el supermercado. Tiene un valor excesivamente más alto.
El consumo de productos animales tiene un impacto ecológico y social terriblemente enorme, como se puede ver en esta infografía:

https://dietavegana.me/precio-real-carne-infografia
Mira també:
https://dietavegana.me/

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Comentaris

Por qué es una mala noticia que la industria se aproveche del auge vegano
02 mai 2018
El aumento de los consumidores verdes llena los supermercados de productos 'vegan', pero insanos.

Nadie con ojos en la cara puede negar que en los últimos tres años hemos vivido un auge tremendo del vegetarianismo. Es evidente que el interés por la alimentación vegetariana ha experimentado un aumento importante y, aunque lo podemos constatar en muchos frentes, hoy me quiero ocupar del aumento de la presencia de productos etiquetados como “vegan” en las tiendas de alimentación.

En los supermercados de barrio, las bebidas vegetales ya ocupan en el lineal prácticamente el mismo espacio que ocupa la leche de vaca. En la nevera de los lácteos hay cada vez más sabores de yogures de soja y tienen un hueco varias referencias de postres vegetales a base de avena, arroz o coco. En la zona de precocinados encontramos varios tipos de hamburguesas y salchichas vegetales, seitán, tofu, falafel y humus de varios tipos. En los pasillos de congelados hay croquetas veganas, lasaña y helados de varios tipos 100% vegetales. Junto a los macarrones está la soja texturizada. Hay sushi vegano y hasta veganesa (mayonesa vegana). Y probablemente, pronto, habrá un montón de productos más que harán las delicias de parte del colectivo que los consume con fruición.

Todo ello, además, convenientemente etiquetado como vegan, así como también han incluido esa señalización en productos que ya son veganos per se, como los gazpachos o algunos procesados vegetales como el tomate frito. También están etiquetadas como tales algunas referencias de bollería y panes.

Si las cadenas de supermercados hacen este esfuerzo por ampliar su surtido de productos enfocados a los interesados en la alimentación vegetariana, y en adaptar su etiquetado, es porque han detectado una demanda y un nicho de mercado lo suficientemente amplio para que esto les salga rentable tanto económicamente como con respecto a imagen.

Pero no solo son los supermercados, marcas como Campofrío, que en 2008 ridiculizaba a los vegetarianos en su publicidad, sacaron en 2017 una línea de embutido vegetal y venden también salchichas de soja. Carro al que ya se había subido con anterioridad otra conocida marca de procesados cárnicos: Noel. Por su parte, la compañía chacinera Argal sacó también una línea de platos precocinados con sello vegan. Y La Piara vende untables vegetales. No sé si os estáis quedando con el dato: la industria cárnica está abriéndose nicho de mercado vegetariano, como ya hizo la industria láctea hace años (Pascual o Central Lechera Asturiana fueron de las primer marcas en poner bebidas vegetales en los lineales).

Y mientras escribo estas líneas, me entero por Facebook de que Cacaolat lanza al mercado la versión vegana de su popular batido de chocolate, a base de bebida de avena. Suma y sigue.

¿Y no son buenas noticias?

No os negaré que personalmente me gusta constatar que el movimiento vegetariano está en auge, porque eso significa que cada vez hay más personas conscientes, comprometidas con la justicia social, la sostenibilidad, el trato justo a los animales o replanteándose el patrón de consumo actual. Tengamos en cuenta que un gran porcentaje de vegetarianos y sobre todo veganos, son además activistas en algún campo. Todo ello nos convierte en una sociedad mejor, que camina hacia un futuro más justo y más sostenible.

Pero si lo miramos desde un punto de vista estrictamente nutricional o de la salud, el panorama ya no pinta tan bien. Buena noticia sería que cada vez se vendieran menos productos poco saludables y más frutas y verduras, no al revés, por muy bien etiquetados como vegan que estén.

Hoy se puede llevar tranquilamente una alimentación vegana basada en ultraprocesados sin pisar nada más que un super de barrio, os lo demuestro:

· Desayuno: batido de bebida de soja y cacao azucarado con un cruasán vegano

· Media mañana: un refresco de cola y un sándwich de pan de molde blanco con mortadela vegana y margarina.

· Aperitivo: una cerveza y cacahuetes fritos con sal.

· Comida: arroz blanco con tomate frito y salchichas veganas. De postre un helado de soja de vainilla

· Merienda: café con bebida vegetal azucarada y galletas etiquetadas como vegan, por ejemplo unas Oreo.

· Cena: croquetas de espinacas veganas precocinadas con patatas fritas y veganesa. De postre un yogur de soja sabor frutas del bosque azucarado.

Ahí lo tenéis, un menú 100% vegano que hubiera sido impensable hace apenas unos pocos años, por falta de disponibilidad de productos. Un menú en el que lo más sano que encontramos es el café, si no llevara bebida vegetal azucarada, claro. Un menú en el que lo más parecido a una verdura es el tomate frito, o las espinacas de las croquetas. Y lo que más se acerca a una fruta es la mora dibujada en el bote del yogur.
“Vegano” no significa “saludable”

Es obvio, dada la enorme oferta in crescendo, que todos esos productos no los está consumiendo sólo la población vegetariana. Ya me gustaría, pero no son tantos. Esas bebidas vegetales azucaradas y esas hamburguesas vegetarianas hechas de cereal refinado, aceite de girasol, un 10% de verduras y un mísero 5% de algún alimento proteico vegetal, se las están llevando a casa muchas familias pensando que son opciones saludables. Un embutido vegano es almidón, grasa de mala calidad, saborizantes y sal. Pero la gente ve la uve en color verde, unas hojitas dibujadas en el paquete y un 100% vegetal y creen que están comprando prácticamente lechuga.

Y la industria alimentaria se está aprovechando mucho de esta connotación de saludable que envuelve al producto vegano para vendernos los ingredientes más baratos y más insanos que podemos comprar, ya que los ingredientes que hacen poco recomendables los productos altamente procesados no son de origen animal: azúcar añadido en cualquier formato (sacarosa, siropes, melazas, dextrosa, glucosa…). Prácticamente todo el azúcar añadido es de origen vegetal, a excepción de la miel. Grasas poco saludables como las grasas hidrogenadas, los aceites refinados y la grasa de palma. Harinas refinadas y sal. Este es el cuarteto que inunda los productos muy procesados y que los hace insalubres, y el veganismo no es inmune a ninguno de ellos.

Por eso importante tener en cuenta una cosa: que un producto lleve el sello “vegan”, la “V-label” o cualquier otra leyenda que lo identifique como producto 100% vegetal, solamente alude al origen de los ingredientes que lo conforman. No dice absolutamente nada de su salubridad.

¿Sabéis que productos veganos son saludables? Las frutas, verduras y hortalizas, las legumbres y sus derivados (tofu, tempeh, soja texturizada), los frutos secos, el aceite de oliva, las semillas, los cereales integrales… Y casi ninguno va etiquetado como vegan.

Si quieres reducir el consumo de productos de origen animal y comer saludable, no cambies el salchichón por embutido vegano, cámbialo por almendras. No cambies las Frankfurts por salchichas o burguers veganas, cámbialas por legumbre. No cambies las natillas por un postre de avena, cámbialas por fruta.

Una llamada de atención a los vegetarianos:

Y sí, los vegetarianos también compran esos productos. Y me da pena ver como un colectivo que lo tenía todo a favor para encabezar el movimiento por una alimentación más rica en fruta, verdura y legumbres de proximidad y de temporada, que es algo que encaja completamente con los valores que defiende, está obnubilado por los nuevos productos veganos y haciendo una fiesta en redes sociales cada vez que sale un nuevo ultraprocesado vegano bajo la excusa de que está bien que haya más oferta, que tienen derecho a elegir y que al menos puede que haya alguien que compre la versión vegana en lugar de la tradicional, disminuyendo así la demanda de productos animales.

Y yo os digo que nos estamos conformando con muy poco y que nos están consiguiendo como clientes de manera muy fácil, a nosotros, que somos el reservorio del consumidor crítico y que lee las etiquetas por excelencia, nos están ganando con una uve verde dibujada en el envase. Pensadlo.

Lucía Martínez Argüelles (@Dimequecomes), es dietista-nutricionista, máster en nutrigenómica y nutrición personalizada, TSD y bloguera en www.dimequecomes.com

NUTRIR CON CIENCIA es una sección sobre alimentación basada en evidencias científicas y en el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho más que un placer y una necesidad: la dieta y los hábitos alimenticios son ahora mismo el factor de salud pública que más puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de cáncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas-nutricionistas nos ayudará a conocer mejor la importancia de la alimentación y a derribar, gracias a la ciencia, los mitos que nos llevan a comer mal.

fuente: https://elpais.com/elpais/2018/04/24/ciencia/1524564407_811902.html
Re: El precio real de la carne (Infografía)
02 mai 2018
La industria alimentaria, tanto si su objetivo cliente es vegano como si no lo es, tiene un único objetivo: hacer negocio, ganando el máximo dinero posible a costa del producto procesado que vende.

La salud del cliente, sea vegano o no, es de ninguna importancia para la industria alimentaria. Como tampoco lo es el impacto que el procesado del producto pueda tener en el ecosistema de ese cliente.

Una dieta saludable, sea vegana o no, ha de partir de la base de no consumir ningún tipo de alimento procesado industrialmente (o al menos reducir en todo lo posible su consumo).

Una forma práctica de no consumir alimentos procesados industrialmente es evitar comprar alimentos que vengan envasados en tetrabricks, botes, latas, bolsas u otros envases plásticos (asunto, por otra parte, especialmente contaminante).

Trata de comprar los alimentos frescos y en su forma más parecida a su origen de producción, sin procesado alguno (por ejemplo, en el caso de una fruta, que sea como si la acabaras coger del árbol). Y cocínalos (procésalos) tú, que no lo haga por ti ninguna "industria".

Si además optas por consumir alimentos producidos por productores cercanos a ti, contribuirás la supervivencia de la red de producción de tu zona. Y si además de cercano, son productores ecológicos, estarás contribuyendo directamente en mejorar tu entorno.
Re: El precio real de la carne (Infografía)
03 mai 2018
Promover el veganismo desde una óptica nutricional o ecológica es parecido a condenar el holocausto nazi por generar traumas en los encargados de las cámaras de gas o contaminar la atmósfera con los hornos crematorios.
Re: El precio real de la carne (Infografía)
03 mai 2018
Creo que los dos primeros comentarios aportan una perspectiva nutricional y ecológica al papel deletéreo que la industria alimentaria y sus consumidores está/están jugando en el éxito de ventas de productos procesados-industriales-envasados etiquetados como veganos.
El veganismo va más allá de ir a comprar al súper productos procesados "veganos" (el camino más fácil y corto). El veganismo implica un cambio de mentalidad y de estilo de vida que opta por el no consumo de productos de origen animal, ya sea por motivos de salud, ya sea por motivos éticos de respeto hacia la vida de otros seres vivientes.
En ambos casos la protección medioambiental debe ser considerada por parte del veganismo: el individuo, por muy bien que crea que come, no puede estar sano en un entorno enfermo; no se está respetando a los demás seres vivientes si no se está respetando también el entorno en que viven. Es por ello que veganismo y ecologismo van (o deberían ir) de la mano.
La industria alimentaria, tal y como actualmente funciona, tan sólo actúa aquí como un mero parásito oportunista, que ni protege la salud del consumidor, ni le importa en absoluto el impacto que su funcionamiento ejerce en el entorno. Tan sólo le mueve la codicia. Ser inconsciente de esto (o querer hacer la vista gorda) cuando se va a comprar al "súper" el productito "vegano" de turno, tan envasadito y procesado, convierte al consumidor, por muy "vegano" que se sienta, en cómplice y promotor.
Re: El precio real de la carne (Infografía)
03 mai 2018
o sea que con 16 kg de cereal comen 320? joer, ademas de comer hay que nutrirse, y con los 50 gr. que nos otorgais a cada persona alguna se levanta con lipotimia de la mesa!!
no dais ni un solo dato de como haceis los calculos y ademas detalles como el que os remarco dicen poco de la seriedad del trabajo...
Re: El precio real de la carne (Infografía)
04 mai 2018
En muchas ciudades puedes encontrar tiendas que venden productos de limpieza del hogar, de higiene del cuerpo o alimentos a granel, sin envases de ningún tipo.
Por ejemplo, si compras champú, te lo venden, pero el bote lo has de llevar tú mismo:
https://tiendasagranel.com
Re: El precio real de la carne (Infografía)
08 mai 2018
pues no será mejor limpiar el hogar con productos que no contengan agentes quimicos contaminantes...
bicarbonato, limon, vinagre... jabon d marsella. Pues ya va bien que haya mas vegetas... así la carne será de mayor calidad... eso si no me dejais el pastureo sin verde que comer..
Sindicato Sindicat